Corría por un oscuro bosque intentando escapar de la muchedumbre.

A pesar de la distancia escuchaba como decían que me atraparan.

—acaben con esa hija de la luna azul.

—Es un monstruo.

—ella entregó a nuestro rey con los asesinos de leyendas.

A pesar de que cada vez que me adentraba en el bosque no había escapatoria, en cualquier momento ellos me atraparían.

El sonido de algo golpeando mi ventana me despierta de aquel sueño.

Tomo mi celular que deje en la mesita de noche para mirar la hora son casi las tres de la mañana.

Intento volver a dormir pero el sonido de una piedra pequeña chochar con el vidrio de la ventana me pone en alerta.

Hasta que recuerdo mi invitación a aquel chico.

No se que era lo que estaba pensando en la tarde cuando invité a un desconocido a mi casa.

Tomó una sudadera que dejó arrumbada en el piso y salgo de mi habitación intentando no hacer nada de ruido.

Mis padres se encontraban durmiendo en la habitación contigua por lo cual debía ser precavida.

Salgo de mi casa no sin antes tomar las llaves que se encuentran en la mesa de la entrada principal y rodeo la propiedad para llegar a él.

Me mantengo en alerta ante cualquier cosa extraña que suceda.

—necesitó saber qué era lo de aquella noche y como sabes mi nombre.

—Es complicado de explicar Raven.

—bueno empecemos por el hecho de que un vampiro me ataco por que estoy segura que esa criatura no era humana.

Estoy segura de que lo va a negar todo y decir alguna excusa como que lo que presencié era un psicópata que le encantaba beber la sangre de sus víctimas.

—no voy a negarte nada de lo que sucedió en ese bosque, lo que atacó a tus amigas era un vampiro.

—ellas no eran mis amigas, aún así no se merecían lo que les sucedió.

—Debí llegar antes para salvarlas.

—¿Qué es lo que iba a hacer un humano con eso?, claro si lo eres.

A pesar de la oscuridad puedo notar que su brazo esta en perfecta condición.

—no soy como ellos pero tampoco un humano—responde

—¿mitad vampiro?

Había visto miles de películas y leído libros sobre aquellas criaturas mitológicas que ahora no era un mito para saber que Razvan uno des su padres fue vampiro y otro humano.

—dhampiro, es el término correcto, a los humanos, claro los que saben de nosotros y los vampiros no les agradamos somos uno de los más odiados entre la jerarquía vampírica. Los siguientes son mitad vampiros, mitad lobos, son enemigos desde la primera guerra. Sin embargo, los más odiados son los hijos de la luna azul.

Una vez más escuchó aquel nombre.

—tú eres una de ellos, para ser exacto el único que queda.

—¿estás borneando? ¿Vampiro yo? Imposible, mis padres son humanos.

—ellos no son tus padres, te adoptaron o mejor dicho falsificaron algunos documentos para hacerte pasar por una humana pero lo más seguro que tu certificado de nacimiento y tu llave la tengan ellos o la vampira que aparenta ser una estudiante de preparatoria que se hace pasar por tu amiga.

—¿Nahiara? Ahora que lo recuerdo ella es tu hermana, note el parecido que tienen al igual que vi tu rostro lleno de sorpresa al verla.

—Ella es mi hermana, sin embargo, no es la vampira a la que me refiero si no a tu otra amiga.

—¿Irish? ¿de dónde sacas que es una vampira?

—no has notado nada extraño en ella, como si actuara como una adulta o como alguien que vivió en el pasado, ni siquiera menciona a sus padres,

—ellos murieron en un accidente.

—Entonces dime no has visto ni una foto de ella cuando era bebé o si.

Estoy por responder pero él tiene razón, no he visto ninguna foto de ella y la única que vi era de una niña parecida a ella junto a un niño, sin embargo, en el reverso tenía una fecha de mil ochocientos cuarenta.

La cual me fue arrebatada de mis manos.

—¿está foto?

—Es de mi tátara abuela, seguro es de las pertenencias de mi abuela que heredó de su madre.

Luego recuerdo las palabras de Daemon.

Desde el principio ella conoció a mi amiga, sabía quien era.

—me estas diciendo que ella desde el principio que fue lo que sucedió en realidad en el bosque.

—si, sin embargo, ese vampiro no era de aquí.

—¿hay más?

—si, pero tranquila, los de aquí tienen prohibido atacar humanos, ellos se alimentan con sangre que compran a humanos, ese es la supuesta empresa farmacéutica en la que trabaja la supuesta tía de Irish, Muriel Edevane en realidad es una de las sirvientas que le sirvió cuando era humana—explica—sin embargo, no vengo a contar sobre ella sino de los vampiros que han estado atacando.

—¿de dónde son?

—del lugar en el que tú naciste, Clemnatis.

—¿Clemantis? ¿del lugar en que nací?

—no puedo responder por ahora, ellos me descubrieron, mañana dejare debajo de tu puerta un sobre.

Uno creería que era una mentira para evitar decirme más sobre los vampiros. No obstante, sentía unas miradas a nuestro alrededor.

Se da la vuelta para marcharse pero se detiene y se gira para mirarme a los ojos.

Noto un tenue color carmesí en sus ojos, sin embargo, el color negro predomina más en sus iris.

—no solo Nahiara es mi hermana si no también tu.

Con aquellas palabras retoma su camino al interior del bosque.

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Tal como prometió a la mañana siguiente se encontraba un sobre.

Al abrirlo se encontraba una llave con una piedra azul.

Algo claro de que aquel objeto era el que me habló la noche anterior.

Otra cosa que venía en el sobre era una invitación para asistir a una fiesta que se realizaría en una hacienda en un pueblo que se encontraba a veintisiete minutos de mi hogar.

También una nota con el número de Razvan y por último una caja con lentes de contacto de color rojo.

Corro hacía mi habitación para ocultar el contenido del sobre, menos la nota, esa la desecho una vez que agregue su número a mi celular.

Le mando un mensaje para avisarle que he recogido lo que me mando, él me responde que debo usar aquellos lentes de contacto para que no noten el color de mis ojos.

El resto de la semana me la paso realizando mi rutina diaria como si todo lo que he vivido los últimos días ha sido parte de un sueño.

Hasta el día sábado que es la fiesta.

Un día antes me llego un paquete en el que venía un hermoso vestido negro, tenía mangas de encaje, un corsé en forma de corazón en su escote, una falda que en la parte inferior tenia encaje y además de que tenía una apertura en la pierna derecha.

Lo dejo colgado en la puerta de mi armario no sin antes plancharlo con sumo cuidado.

Me hubiera gustado decirle a mis padres a donde iría, sin embargo, estaba segura de que no me dejarían asistir.

Por suerte ellos saldrían el fin de semana para visitar a unos familiares, yo me quedé con la excusa de que Nahiara y yo íbamos a estudiar para un examen de matemáticas.

Durante toda la mañana hice mi rutina normal, desayuné, limpié mi casa e hice mi tarea.

Ya en la tarde comencé a arreglarme. Debía apurarme por que Razvan pasaría por mi a las ocho de la noche.

No era alguien experta en el mundo de la belleza por lo cual solo me hice un maquillaje sencillo y de hacerme unos rizos.

Lo difícil fue cuando me puse los lentes de contacto.

Tenía miedo que en el proceso me picara un ojo para mi suerte todo salió bien.

Ahora mis ojos eran de un color rubí.

Mi teléfono suena, es un mensaje de Razvan avisando que ya esta afuera de mi casa.

Justo cuando tomo el pomo de la puerta una ráfaga de imágenes aparece.

Son dos vampiros una hermosa mujer de cabellos castaños de ojos azules y un apuesto hombre de cabellos negros y ojos color carmesí.

Ambos bailan al ritmo de una canción que es tocada por varios músicos, todo ante la atenta mirada de varios vampiros.

La escena cambia, ahora frente a mí se encuentra una enorme puerta con varias cadenas.

A pesar de que está cerrada logró atravesar como si fuera un fantasma en ella se encuentra un hombre, para ser exactos el mismo de la anterior visión.

Él nota mi presencia ya que alza la mirada.

Un escalofrío recorre mi cuerpo al sentir su mirada penetrante en mi.

Emboza una sonrisa que hace que mi cuerpo comience a temblar.

—pronto nos veremos hija de la luna azul.

Salgo de ese trance al escuchar como mi celular suena.

Lo sacó de mi bolso de mano y veo que es Razvan, le respondo que en un momento salgo.

Salgo de mi casa y subo a su auto sin notar la otra persona en el asiento trasero.

Me encontraba sumergida en mis pensamientos analizando quién era aquel hombre que vi en la visión.