9
Luego del largo beso que Jeon y Kim se dieron, el menor decidió quedarse junto a Hope. Se acomodó a un costado de la cama de la pequeña, después de haber bajado las pequeñas barras de madera.
Raven, había decidido irse a su habitación, pero minutos después optó por ir en busca de JungKook a su habitación, pero este no se encontraba ahí.
Regreso a la habitación de Hope, hallando al castaño dormido tomando una de las manitas de su sobrina.
El pelinegro mira a ambos, niega repetidas veces moviendo su cabeza de izquierda a derecha, toma asiento en la mecedora que está en la habitación, se acomoda y se queda en silencio, mientras intenta comprender porque desea estar en ese lugar, y no en su cómoda y espaciosa cama.
Kim se levanta a realizar su rutina de ejercicio, corre en su enorme jardín trasero durante treinta minutos, y luego entra a su habitación de entrenamiento físico con unas cuantas máquinas para hacer ejercicio.
Sube las escaleras y observa como JungKook sale de la habitación de Hope.
—Voy al baño, por favor cuídala —le pide el castaño.
El pelinegro mira hacia atrás y no ve a nadie, vuelve su mirada de nuevo hacia JungKook, el cual, lo ve molesto.
—Eres el único que está aquí. Te digo a ti —le indica el menor.
El chico entra a su habitación, mientras Raven entra a la de Hope, se retira su camisa de ejercicio y permanece solo con su short de entrenamiento.
—Gracias, ya puedes... —las palabras del castaño no culminan, mira el torso sudado junto algunos músculos abultados luego del entrenamiento.
—¿Me voy o me quedó? —lo cuestiona el pelinegro, caminando hacia Jeon. —Decide, corderito —susurra Kim de manera coqueta.
TaeHyung coloca su mano sobre la cintura de JungKook, sobresaltándolo un poco, la mirada de Raven destella perversión y lujuria, mientras que la de Jeon es confusa e inesperada.
—Unkoo —pronuncia Hope, con voz adormilada, mientras se sienta en su camita y restriega sus ojos con sus manitas hechas puño.
—Vete —dice JungKook, llevando su mirada hacia la pequeña. —Se te hará tarde, cariño —agrega el castaño, pasando su mano derecha sobre el pecho y abdomen del pelinegro.
El castaño se aleja de TaeHyung, dejándolo completamente ganoso de continuar con su deseo.
Mientras JungKook despierta bien a Hope, Raven se baña y se viste para irse a trabajar.
Jeon baja junto a la pequeña, van directo a la cocina, el chico coloca en la sillita a Hope, para luego empezar a preparar el desayuno para la niña.
—Buenos días, Camile —saluda el castaño.
—Buenos días, joven JungKook —corresponde el saludo la sirvienta, mientras enciende la cocina para empezar a freír unos huevos revueltos. —¿Cómo sigue el golpe? —pregunta Camil, tomando un bol, en elcuál, quiebra cuatro huevos, los vierte y luego los bate con la ayuda de una batidora.
—Menos inflamado, le colocamos hielo por la noche, eso ayudo mucho —contesta JungKook, mientras mezcla el cereal de Hope con una cuchara.
El castaño termina de preparar el cereal de Hope, toma una manzana roja, la corta a la mitad, parte una porción más, la corta en trocitos y luego la agrega al cereal.
—Vamos a comer —dice emocionado JungKook, caminando hacia el pequeño comedor que se encuentra en la cocina.
—¿Se quedará acá?
El menor asiente, ante la pregunta de Camile.
La pequeña rubia, empieza a comer su cereal con trozos de manzana, animada recibe cada bocado que JungKook le ofrece.
La puerta de la cocina se abre, tanto Jeon y la sirvienta miran hacia el lugar, TaeHyung entra a la cocina observando a JungKook.
—¿Qué haces aquí? —lo interroga el pelinegro, mientras el castaño le da un bocado más de cereal a Hope.
—Tomando un baño, TaeHyung —contesta con sarcasmo el menor.
—Muy gracioso —dice en tono para nada agradable el pelinegro.
—No es un chiste —refuta JungKook.
—Cuida tu boca —lo señala con su dedo índice el millonario.
—Cuídala tú, eres el que hace preguntas tontas —Jeon, le da el último bocado a Hope, se pone de pie y va directo a lavabo.
—¿Por qué siempre tienes que ser tan respondón? —se dirige Kim a JungKook, mientras lo acorrala entre el lavabo y su cuerpo.
—Camile, llévate a Hope —le pide el castaño.
—Sí, joven JungKook —habla bajo la sirvienta, toma a la pequeña en brazos y luego sale de la cocina.
—Voy a responderte siempre porque eres un odioso, altanero, arrogante, presumido y prepotente —responde el menor, a la pregunta de Raven.
—Me siento tan halagado, corderito —Kim, lleva sus manos a los hombros de Jeon, lo gira bruscamente y ambos quedan frente a frente—. Y aun sintiendo todo eso por tu millonario y atractivo esposo, haré que cambies de opinión. Te lo aseguro.
JungKook no puede contener su risa, luego de escuchar las palabras de TaeHyung.
—No lo creo —verbaliza entre risas. —No podría gustarme alguien como tú, y no creo que tú quieras a alguien como yo —añade el menor, luego de calmar su ataque de risa.
—Pues creo que sí te gustan las personas como yo, sé que no he sido el único —habla en tono golpeado, Kim.
—De todos los compradores con los que he estado, créeme que te elegiría a menos que fueras el único en mi lista —se sincera JungKook.
—No te creo nada —dice con aire de superioridad, Raven.
—No me interesa que me creas, estoy aquí porque tú me compraste para que finja ser tu esposo, no para que creas lo que te digo —replica el castaño con su ceño fruncido.
—Exacto, y los esposos no actúan de esta manera —agrega Kim, señalando al menor.
—No seré un amor contigo, cuando tú no lo eres conmigo, cariño.
TaeHyung tensa su mandíbula, alza su brazo derecho, lleva su mano a la barbilla de JungKook, cuatro de sus dedos sostienen su mejilla derecha y su dedo pulgar sostiene la mejilla izquierda, ejerce un poco de presión. El castaño lleva una de sus manos a la cintura de Kim y la presiona un poco.
—Corderito, corderito —repite, alzando el rostro de Jeon, mientras lo mira fríamente. —Recuerda que me perteneces —susurra Raven, sobre los labios del menor.
Kim besa los labios de JungKook de forma brusca, el castaño intenta alejarlo con sus manos, pero el mayor se lo impide tomando sus manos.
—No salgas de casa, regresaré pronto- le ordena Raven.
—Idiota —es lo único que dice el menor, haciendo reír a Kim, mientras abandona la cocina.
—Joven JungKook, tiene una llamada —le avisa Camile, la cual carga a Hope, con su bata de baño color celeste con rosa.
—Gracias —dice el castaño, tomando el teléfono de la casa. —Habla JungKook —contesta el chico.
—Soy Chanyeol, Annie esta en Londres, hablé con su tutora y nos dará un tiempo con ella.
Los ojos de JungKook se cristalizan al instante.
—¿Puedes pasar por mí? —pregunta a su hermano, observando a la sirvienta y a Hope.
—Estaré ahí en cinco minutos —responde Chanyeol.
Jeon cancela la llamada, y camina hasta Camile.
—Ven Hope, vamos a salir —dice JungKook, tomando en brazos a la niña.
—Joven, perdón que me entrometa, pero el señor Raven...
—Reven, no es mi prioridad Camile —la interrumpe el castaño.
Viste a la pequeña de forma rápida, toma la maleta que siempre tiene lista con ropa y lo necesario para la niña, se cambia de ropa y luego baja a toda prisa cuando escucha el sonido de un claxon.
—¿Qué debo decirle al señor Raven, cuando regrese? —pregunta la sirvienta temerosa.
—La verdad —contesta JungKook, para luego salir de la enorme casa de su comprador.
El castaño sube al auto color negro de su hermano. Chanyeol conduce hasta llegar a una cafetería en el centro de Londres, estaciona y ambos bajan del auto.
Chanyeol toma la maleta de Hope, entran a la cafetería y es el mayor de los Jeon que busca con su mirada a la tutora.
—Por aquí —le indica el mayor.
JungKook sigue los pasos de su hermano hasta llegar a una mesa en la que se encuentra una mujer junto a su hermana menor.
—Rachel —la saluda Chanyeol.
—Los dejaré solos mientras nos vienen a recoger —dice la castaña, poniéndose de pie.
—Gracias —susurra el mayor de los Jeon.
Chanyeol carga a Anne, la abraza fuertemente, la pequeña corresponde el abrazo de su hermano.
JungKook, no puede creer lo que ven sus ojos cristalizados, tiene frente a sus ojos a su hermanita, mientras carga a Hope.
Las manitas de la rubia, viajan al rostro de Jeon, limpia las lágrimas de su amigo mientras un tierno puchero se forma en sus labios.
—Estoy bien, Hope —dice en voz baja, JungKook.
—La cuidare —habla Chanyeol, tomando en brazos a Hope.
El castaño se coloca de cuclillas, mira a su linda hermanita de cuatro años, sonríe mientras enormes gotas de lágrimas recorren su rostro.
—Anne —articula con voz quebrada, JungKook. —Mi dulce, Anne —la niña se acerca a su hermana con sus ojos llorosos.
El castaño la atrae hacia él, y la estruja de forma tierna y reconfortante contra su pecho.
—Te extraño tanto —habla JungKook, aferrándose al cuerpo de su hermana de cinco años.
—Yo, ir contigo —dice entre sollozos, Anne.
—Pronto, pronto voy a ir por ti y viviremos todos juntos de nuevo. Lo prometo.
JungKook intenta ser fuerte como siempre, pero de todos sus hermanos a la que menos le gusta ver sufrir es su hermanita menor.
—Haré las cosas bien y luego iré por ti, debes portarte bien con tu tutora, y aprender mucho en la escuela.
Anne asiente, mientras sorbe su nariz.
—Es hora —dice Rachel.
—Te amo, Anne —JungKook abraza a su hermanita fuertemente, deja un beso sobre la sien de la pequeña y luego limpia su rostro.
—No quiero —se queja Anne, oponiéndose a la idea de seguir lejos de JungKook y su familia.
—Anne, cariño, debes ir con Rachel —le pide Chanyeol, con un nudo en su garganta, cargando a Hope.
—No quiero —alza su voz su hermanita.
—Debes irte, Anne.
La niña niega, empezando a llorar una vez más.
—Lo siento Anne, lo lamento mucho —dice JungKook, cargando a su hermana hasta la salida de la cafetería. —Lamento mucho no poder cuidarte, perdóname —habla entre medio de lágrimas.
Se detiene frente al auto en el que Rachel y su acompañante viajan.
—No, no quiero —refunfuña Anne.
—Por favor, cuídela —le pide JungKook a Rachel.
—No te preocupes, ella estará bien —le asegura la mujer, para luego subir al auto.
Chanyeol y JungKook ven partir el auto, el menor de los Jeon suspira, limpia su rostro, se gira y toma a Hope.
—Llévame a la casa de nuevo —le pide a su hermano.
—¿Seguro? —lo cuestiona Chanyeol.
—Debemos terminar con esto Channie, habla con Sana y dile que se deje de juegos. No pienso dejar que mi padre muera y que Anne siga creciendo sin nuestra tutela.
El mayor asiente.
—Hablaré con ella —dice Chanyeol, entrando al auto junto a su hermano y la pequeña Hope.
Cuando JungKook dice sin juegos, sus hermanos saben que van en serio, así que harán lo que sea para conseguir el dinero restante para volver a estar juntos nuevamente.
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