8
—Un retoque más y listo —dice JungKook, luego de colocar una horquilla para sostener un mechón de cabello de Hope. —Luces hermosas —la adula el castaño.
—Hemosa —repite, la pequeña rubia.
—Ven acá —toma la mano izquierda de la pequeña, hasta que llegan dónde se encuentra el lindo vestido color rojo que ha escogido para la nena.
El castaño le coloca el vestido y luego, unas lindas sandalias color plateado.
—Te ves como una princesa —dice emocionado JungKook, haciendo que Hope de unas cuantas vueltas torpemente, provocando que su vestido se eleve.
—Los invitados están por llegar —le notifica una de las sirvientas.
—Quédate con ella, iré a cambiarme —le ordena JungKook.
La mujer asiente.
Jeon sale de la habitación de Hope, y entra a la suya, se retira la camisa y prepara el saco color ocre que TaeHyung le ha obsequiado.
La puerta se abre abruptamente, los ojos furiosos de Kim hacen contacto con los ojos asustados y molestos de TaeHyung.
—No la dejes sola —verbaliza entre dientes, el pelinegro, el cual, sostiene la manita izquierda de su sobrina.
—No la deje sola —se defiende el castaño, caminando hacia donde TaeHyung se encuentra.
—Estaba sola en su habitación —refuta el pelinegro.
—Dije que no le dejé sola, le pedí a una de las sirvientas que se quedará junto a ella mientras me vestía —replica el chico, tomando la mano derecha de Hope.
—La niña...
—Sino vas a creerme puedes retirarte, debo vestirme para tú ridícula cena —lo interrumpe JungKook, llevando a la pequeña hasta su cama.
—Señor Kim, tiene una llamada —informa la sirvienta a la cual, JungKook le había pedido que cuidara de Hope.
—Está casa es una... —el castaño guarda silencio al ver el lindo rostro de la pequeña. —Una locura —se limita a decir.
JungKook se viste mientras entretiene a Hope, se coloca un pantalón a juego con el saco, sabe que debe lucir impecable, radiante y llamativo. Lo había aprendido con sus anteriores compradores.
—Algunos invitados han llegado —le notifica la misma sirvienta.
El castaño toma asiento a la orilla de la cama, toma a Hope y la sienta sobre sus muslos, desbloquea la pantalla de su celular, busca caricaturas y reproduce el primer vídeo, ignorando las palabras y la presencia de la sirvienta.
Los minutos pasan y JungKook, no aparece. Raven afloja un poco el nudo de su corbata, se acerca a Camil y le ordena que vaya por su esposo.
La sirvienta sube las escaleras lo más rápido que sus cansadas piernas se lo permiten, llega a la habitación de Jeon, y sin necesidad de tocar, puede ver al castaño junto a la pequeña rubia, sonreír mientras miran caricaturas.
—Joven JungKook, será mejor que baje, el humor del señor Raven, se ha alterado —habla Camil.
JungKook pone pausa al vídeo y bloquea su celular, baja a Hope de su regazo y luego se pone de pie.
—Vamos enseguida, Camil —responde el castaño.
Le da un vistazo a la pequeña, acomoda unos mechones de cabello, luego se observa él, en el espejo de su tocador. Toma su brillo para labios, se unta un poco al centro de sus labios y luego los mueve para esparcir el brillo en sus belfos.
—¿Lista? —pregunta JungKook a Hope, tomando su manita.
—Lita —repite, haciendo reír al castaño.
Salen de la habitación y van hacia la escalera, de forma lenta y segura, JungKook y Hope descienden los escalones uno por uno.
La linda rubia, intenta repetir cada número que Jeon dice, del uno al cinco.
—¡Dosh! —dice emocionada la pequeña, ganándose unas cuantas miradas de algunos empresarios, junto a sus acompañantes.
Tanto la rubia y el castaño, no sé percatan que tienen ganada la atención de los socios de Raven. Incluso hasta al mismo millonario se le resulta difícil poder quitar su mirada de ambos.
—Cinco —pronuncia JungKook.
—Ico —repite Hope.
—Muy bien, lo hiciste bien —la felicita JungKook.
El castaño alza su mirada, dándose cuenta que está siendo observado, traga grueso, sonríe viendo a todos los presentes aferrándose a la manita de Hope.
—Buenas noches, me disculpo por la demora, cuando Hope y yo nos juntamos el tiempo no es suficiente —explica JungKook, dirigiéndose a los socios de Raven.
TaeHyung, acomoda su saco mientras se queda de pie al lado de JungKook.
—Es un placer para mí presentarles a mi hermoso esposo —habla Raven, haciendo que sus socios y acompañantes de estos, murmuren por un nos breves segundos.
Jeon, recorre con su mirada la enorme sala, mira de costado a Joy, lucir un lindo ceño fruncido. El chico suspira y detiene su mirada sobre Mark, sonríe tenue y luego lleva su mirada hacia a TaeHyung, después de sentir como su mano se posa en su espalda baja.
Raven, lleva su mano izquierda al botón de su saco, el castaño observa sus dedos y nota el anillo de boda en su dedo anular.
JungKook asiente, al menos sabe que está cena es algo serio, y que debe aparentar ser el esposo de Raven TaeHyung, ahora más que nunca.
—La cena está lista —anuncia Camil.
—Pasemos al comedor —les pide Kim a sus invitados. —¿Por qué te demoraste tanto? —interroga el pelinegro a JungKook.
—Por desconfiar de mí —responde el castaño, alejándose unos pasos de TaeHyung, soltando la mano de Hope. —Voy a dejar algo claro, Raven. Si digo que hice o no hice algo, es porque así es —el menor vuelve a acercarse a Jeon, acomoda el nudo de su corbata mientras ambos se miran a los ojos. —Es hora de cenar, carga a Hope, tus socios y sus acompañantes van a admirarte —le pide alejándose nuevamente.
TaeHyung mira a JungKook, opta por no decir nada, toma a Hope en brazos, la cual, al instante enrolla su bracito derecho en la parte trasera del pelinegro.
—Ah, y a la próxima vez que desconfíes de mí, no apareceré de nuevo en tus cenas. Ahora vamos a cenar, amor —el castaño rodea el brazo de Raven, y de esa forma los tres aparecen en el comedor, dándoles una buena imagen a los socios y los más importantes, los ejecutivos de la compañía de seguridad de su abuelo.
La cena transcurre lo más natural posible, TaeHyung y JungKook se turnan para alimentar a Hope, de vez en cuando ambos se miran.
El pelinegro esta asombrado con lo atento que Jeon, podía llegar hacer, se aseguraba de que estuviera cómodo y algunas veces le sonreía.
Para Raven, podría ser algo nuevo y un lado que conocía hasta ahora del castaño, pero para JungKook, es algo normal, estaba entrenado para eso, para complacer y servir. El menor sabe que estos eventos son importantes para los millonarios, y sí demostraba ser un buen esposo, se tenía ganado al menos una parte de importancia o gratitud de parte de su comprador.
JungKook baja a Hope de su sillita, la pequeña camina hasta una linda joven de cabello negro. Kim se acerca un poco más al castaño haciendo que el menor se ponga tenso.
—Entiendo tu punto, corderito —masculla Raven, cerca del oído izquierdo de Jeon.
El castaño gira su cabeza hacia la izquierda, dejando su rostro a escasos centímetros del de Kim.
—Haré mi mayor esfuerzo —continúa hablando el pelinegro, mientras JungKook siente como la respiración de TaeHyung se estrella contra la comisura de sus labios, y la punta de su nariz.
—No puedo hacer todo el trabajo —dice esta vez, Jeon, sosteniéndole la mirada intensa e indescifrable a Raven.
—Corderito —susurra TaeHyung, sobre los belfos brillosos y llamativos de JungKook.
El mayor culmina con la escasa distancia, posa sus labios sobre los del castaño, al inicio es un simple beso, sin movimiento, pero segundos después, Kim mueve sus labios, y como es de esperarse JungKook corresponde ante el beso de su comprador.
Se separan cuando escuchan la vocecita chillona y convencedora de Hope, llamar su atención.
Los dos rompen el beso, se miran por unos segundos, Kim sonríe y Jeon hace los mismo, sorprendiendo a JungKook y a Joy, qué los mira a lo lejos.
—Espera —el castaño alza su brazo, lleva su mano al rostro de Raven.
Con su dedo índice y pulgar se encarga de limpiar los restos de brillo labial de la comisura de los delgados labios de TaeHyung.
—Listo —dice Jeon, cuando ha terminado.
Mientras Raven mantiene una conversación con los ejecutivos de la compañía de seguridad, y se encarga de presentar a JungKook como su esposo, una furiosa pelinegra se encarga de cuidar a la inquieta Hope por orden del esposo comprado de su jefe.
Los socios empiezan a retirarse luego de haberse despedido de Raven y su llamativo, pero curioso esposo.
TaeHyung mantiene una conversación con el ejecutivo principal de la agencia de seguridad, mientras JungKook comparte recetas de cocina con la esposa del ejecutivo.
Joy se descuida por un segundo de Hope, la pequeña llega hasta una silla del comedor, se pone de puntillas tambaleándose, sube su pierna derecha, pero cuando intenta subir su pierna izquierda, la fuerza de sus manos no es suficiente.
La pequeña cae de espaldas contra el suelo, llevándose un pequeño, pero doloroso golpe en la parte trasera de su cabeza.
—¡Aaah! —se escucha el potente grito con llanto de la pequeña.
JungKook corre hacia la niña de forma rápida, la levanta del suelo y la carga en brazos.
—Ya está, tranquila —le habla el castaño a la pequeña, mientras masajea con un poco de fuerza la parte afectada.
—Será mejor que nos marchemos. Cuídate Raven —se despide el ejecutivo.
—Nos vemos JungKook, colócale hielo —le indica la mujer.
El castaño asiente.
Cuando quedan solos, JungKook dirige su mirada furiosa hasta Joy.
—Te pedí que la cuidaras —le recrimina Jeon, de forma fuerte y furiosa a la pelinegra.
—No, no lo hiciste —dice Joy, obstinada en dejar mal ante su jefe a JungKook.
—Sabes que si lo hice —alza un poco su voz, JungKook. Mientras intenta calmar los sollozos de Hope.
—No recibo órdenes de ti —reprocha Joy al castaño.
—Joy —se escucha la voz de Raven.
—TaeHyung —lo llama la pelinegra, con una sonrisa en su rostro.
—¿Por qué Hope estaba sola, cuando JungKook te pidió que la cuidaras? —la cuestiona Kim, cuando ha regresado de despedir a sus últimos invitados.
—No lo hizo, y sí lo hubiese hecho, no tengo porque obedecer sus órdenes —contesta frustrada la mujer.
TaeHyung introduce sus manos a los bolsillos de su pantalón, mientras camina hacia su asistenta.
—Sí lo hizo, lo escuché, y claro que debes obedecer sus órdenes —Kim hace una pausa cuando está a un metro de distancia de Joy—. Es mi esposo, por lo tanto, si te da una orden tú la haces sin reproches, ni quejas y excusas.
Joy traga grueso, mira la manera en la que los ojos de su jefe la ven, y sabe que está muy molesto.
—No es tu esposo —murmura la pelinegra entre dientes.
—Si lo es Joy, espero que sea la primera y última vez que esto sucede —TaeHyung se da la vuelta y camina hasta donde JungKook se encuentra de pie cargando a su sobrina.
—Esto está mal —dice Joy.
—Ya puedes retirarte —le ordena Raven.
JungKook mira a TaeHyung, el pelinegro asiente mientras ve directamente los ojos del castaño.
—Iré por hielo —dice el menor, luego de haberle entregado a Hope al pelinegro.
Mientras el castaño le coloca hielo por unos segundos y luego lo retira. TaeHyung se encarga de distraer a su sobrina. Detienen esa rutina hasta que Hope se queda dormida por primera vez en los brazos y pecho de Raven.
—Te sienta bien —comenta JungKook, siguiendo los pasos del mayor que carga a la pequeña.
—No lo creo —habla en voz baja, TaeHyung.
—Pues créelo —Jeon deja las sandalias de Hope en suelo de la habitación, junto con la corbata del pelinegro.
Toma un vestido de pijama, espera a que Kim la acomode torpemente sobre su cama y de forma delicada y cuidadosa, el castaño le retira el vestido color rojo y le coloca el pijama.
—Listo —dice el menor.
Camina hasta las sandalias de Hope, las recoge al igual que la corbata, introduce el vestido al cesto de la ropa sucia de Hope, coloca las sandalias en el estante, y luego se dirige hacia Kim.
—Ten —extiende su brazo izquierdo, para entregarle la corbata.
Raven extiende su brazo, toma con su mano la corbata con fuerza, tira de esta fuertemente acercando de esa manera a JungKook a él.
—¿Qué haces? —lo cuestiona el menor.
—¿Qué crees que haré, corderito? —le responde con otra pregunta el mayor, mientras sonríe ladinamente.
—Una estupidez —contesta sin filtro, JungKook.
—Seguro que sí —añade entre murmuros, TaeHyung, juntando su boca con la del castaño, en un largo, pero cómodo beso de buenas noches.
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