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19

JungKook, TaeHyung y Hope, durmieron cómodos en la enorme cama del pent-house, el mayor había insistido en no regresar a casa ya que sabía que lo que se venía no sería para nada fácil. No cuando se trataba de la familia Raven.
La pequeña Hope, se remueve un poco al centro de la cama, abre sus ojitos y lo primero que mira es el rostro de su buen amigo JungKook. la pequeña sonríe, gira su rostro hacia la izquierda y mira el rostro de su tío.

Toma asiento en la cama, lleva sus manitas al cabello del castaño, juega con algunas de sus hebras sin ser tan brusca, cuando se aburre, lleva sus manos a los mechones negros y desordenados, Jeon suelta un suspiro, asustando un poco a su sobrina.

La nena mira la mano de JungKook al centro de la cama, toma la de su tío sin importarle si lo despertara, la mueve haciendo una mueca de esfuerzo al cargar la mano pesada de TaeHyung, hasta dejarla cerca de la mano del castaño.

Raven, abre sus ojos, mira a su sobrina sentada en el centro de la cama, observa a JungKook aun dormido y luego se percata de la mirada fija de Hope, sobre su mano y la del chico.

TaeHyung, mueve un poco más su mano y la acerca por completo a la de Jeon, la niña sonríe ampliamente, gira su rostro aun sonriendo. El pelinegro ríe con su sobrina y luego lleva su mirada a JungKook.

Luego de pasar sonriendo unos momentos junto a la linda Hope, todos se levantan de la cama, JungKook baña a la pequeña y le coloca la ropa que ha bajado a comprar, él se ducha mientras la niña mira a Mickey Mouse en el celular del castaño.

El menor sale del baño, observa a TaeHyung viendo el paisaje y a Hope entretenida en su celular.

—¿Qué haremos? —pregunta JungKook, cuando llega al lado de Kim.

—Pasaremos a mi trabajo, necesito el reporte de todas las cuentas de mi familia, y el reporte de los bares y hoteles —dice Raven. —Luego regresaremos a casa —añade, retirando su vista del paisaje. —Esto no será fácil, corderito —articula TaeHyung, mirando al menor.

—Bueno, eso lo supe desde el día que me compraste —contesta JungKook. —Ya te dije que no me llames de esa manera —le recuerda el castaño.

—Mi familia es mucho más complicada que yo —le hace saber el pelinegro. —Son como unas víboras esperando devorarte cuando no haces lo que ellos te piden —agrega el mayor.

—¿Qué harás al respeto? —lo cuestiona el menor.

—Lo que debí haber hecho hace mucho —responde Raven. —Establecer limites —susurra. —Van atacarte —le recalca, Kim.

—Puedo defenderme si estás dispuesto hacerle frente a tu familia —dice dispuesto el chico.

—Es hora de irnos.

El menor asiente, se gira luego de que Kim lo hace.

Salen del hotel y suben a la camioneta, TaeHyung, conduce hasta el edificio de su trabajo, en el trayecto hasta el lugar, le pide a JungKook que llame a Joy y le pida que baje los informes que le mencionó en el hotel.

—Vuelvo enseguida —dice Raven, bajando del auto.

Hope lo mira bajar del auto y empieza a llorar.

—Ve —le dice JungKook, mientras intenta calmar a la sobrina del millonario.

—Mierda —masculla Kim, abriendo la puerta trasera, le retira el cinturón a la pequeña y la carga en brazos.

El chico baja la ventana y observa a Raven y a su sobrina entrar a la planta baja del edificio, a lo lejos logra distinguir a las secretarias, cuando mira que regresan sonríe al ver a Hope riendo.

—Listo —dice Kim, entregándole por la ventana a la pequeña.

Entra al auto, arranca y está vez conduce hasta su enorme casa.

Al llegar miran a Camile junto a Mark, en la entrada de la puerta.

—Mi hermano y mi madre están en casa —le hace saber TaeHyung a JungKook.

—Genial —verbaliza con sarcasmo el menor.

Bajan de la camioneta y caminan hacia la puerta, manteniendo una distancia no tan lejana.

—Camile, Mark —los saluda el castaño a ambos trabajadores.

—Joven JungKook —lo saluda la sirvienta. —Su hermano Dave, llegó hace más de una hora. Y su madre durmió en la habitación del joven JungKook —los pone al tanto, Camile.

—¿Desean que cuidemos de Hope? —pregunta Mark.

El castaño mira a Raven, esperando su decisión.

—Claro —habla Kim.

—Quédate junto a Mark y Camile —la rubia niega. —Te llevarán a la piscina, iré cuando me desocupe —le explica el menor.

JungKook le entrega la niña a Mark, Camile se aleja junto al chófer y Hope, mientras Raven y Jeon se miran por unos segundos.

Sin decir nada, Kim, toma la mano izquierda del chico y las entrelaza, sujetándolo de forma fuerte mientras comienzan su camino hacia el interior de la casa del millonario.

—Mira quién apareció —anuncia Marie a su hijo menor.

Dave se pone de pie, bebe de un solo sorbo su trago de whisky y coloca el vaso sobre la pequeña mesa.

—Hermano —saluda el rubio al pelinegro.

—Dave —corresponde Raven, sin soltar la mano del chico.

—¿Él es? —pregunta su hermano, mirando con curiosidad e inferioridad a Jeon.

—JungKook —lo presenta TaeHyung.

Gira su mano y le muestra el anillo que Jeon, lleva en su dedo anular.

—Mi esposo —articula el pelinegro, con demasiada seguridad en lo que dice.

—Tú esposo —los señala Dave, sonriendo de forma burlona.

—Parece un caza fortuna —habla la madre de TaeHyung.

JungKook sonríe, suspira y asiente.

—Puedo parecerlo, pero no lo soy, señora Raven —se defiende de acusación el castaño.

El menor, gira su rostro y mira toda la ropa que TaeHyung, le ha comprado tirada en el suelo, completamente sucia y ajada.

—Esa es mi ropa —señala JungKook.

—Madre —articula entre dientes, Kim.

—Él se irá y terminarás con esta mierda que has inventado —lo señala Marie, molesta.

—Nada es inventado, él es mi esposo y yo soy el suyo. ¿Por qué le cuesta aceptar tanto la realidad? —habla Jeon, igual de molesto que la madre su esposo.

—Porque tú no eres su tipo —añade Dave, caminando hacia su hermano mayor y su pareja.

TaeHyung, está por hablar, pero su hermano se lo impide.

—Es el mío —dice con altanería el menor de los Raven.

—Quiero que los dos me escuchen bien —habla el pelinegro, cansado, señalando a su madre y a su hermano con los informes. —Estos son los informes de nuestra fortuna, del ranking de restaurantes y bares de los Raven, los cuales, manejo yo —les explica Kim, para luego lanzar hasta los pies de su hermano las carpetas. —Pedí que reajustarán las cuentas de ambos —los ojos de Marie se ensanchan, mientras que el entrecejo de Dave se frunce—. Les redujeron el diez por ciento a sus cuentas, no pienso depositarles de más. Y desde ahora, dejaré de pagar sus deudas, y solo pagaré operaciones que sean urgentes, y se traten de vida o muerte.

Marie y Dave se observan.

—Tú no puedes hacer eso —habla sorprendida su madre.

—Claro que puedo, soy el dueño de todos y cada uno de los bares y restaurantes, estoy a cargo de lo monetario de la familia Raven. Soy el que dirige sus cuentas desde que papá murió, así que sí, madre, puedo hacerlo —le puntualiza TaeHyung a la castaña—. Si quieren el diez por ciento de nuevo, les puedo entregar el restaurante y bar, que el abuelo les heredó, para que los trabajen por su cuenta. De lo contrario no recibirán más de la cuenta desde ahora.

—¿Qué mierda te sucede, TaeHyung? —lo cuestiona Dave.

—Me sucede que estoy cansado de que intenten manipularme, estoy harto de intentar mantener el imperio Raven, mientras ustedes dos despilfarran el dinero. Soy yo quien mantiene a flote está familia y me pagan queriendo interferir en mi vida, pero eso es de esperarse, somos Raven —sonríe con ironía, Jeon.

—TaeHyung, está claro que el haberte casado fue una decisión estúpida —dice Dave.

—Estúpido es gastar dinero como si no hubiese un mañana, y no tengas que trabajar para ganar ese dinero —interviene JungKook.

—¿Por qué hablas? —se dirige Marie al castaño de forma tosca.

—Porque es mi esposo, madre —contesta TaeHyung.

—Escúchate hermano, por Dios —habla Dave.

—Voy a conseguir la empresa de seguridad y también me quedaré con la custodia de Hope. Me apoyen o no —los señala el pelinegro, con su mano izquierda y su dedo índice apuntando a ambos. —Los quiero fuera de mi casa a los dos ahora mismo —habla furioso, TaeHyung, soltando la mano de JungKook.

—Estás cometiendo...

—Ya cállate y lárgate de mi casa, Dave —le ordena el pelinegro al castaño.

—Recoge tus cosas —se dirige la madre de TaeHyung a JungKook.

El menor no dice nada, se mantiene en silencio presenciando como la madre y el hermano de Raven, abandonan la casa.

—Les agradecería que no vuelvan a poner un pie en nuestra casa nunca más —toma valor para hablar, JungKook. —Desde ahora no serán bienvenidos, ni para visitar a Hope —agrega el castaño, mirando a Camile acercarse a él con la pequeña rubia dormida.

—¿Quién te crees? —se detiene Marie, confrontando al castaño.

—El esposo de TaeHyung —responde sonriendo, JungKook.

La castaña, coloca una de sus manos sobre una de las paredes de la casa, se apoya y se retira uno de sus tacones, para luego lanzarlo hacia el chico.

Raven, extiende su brazo izquierdo, toma el antebrazo derecho de JungKook y lo atrae hacia él, evitando que el tacón de su madre lo lastime.

El castaño hace contacto visual con el pelinegro, ambos no despegan su mirada el uno del otro.

—Adiós, madre —dice TaeHyung, con tono de voz audible viendo fijamente a los ojos a JungKook.

Sin pensarlo, Raven, besa desprevenido a JungKook, el menor permanece estático por unos segundos, pero al sentir el movimiento de los labios de TaeHyung sobre los suyos, reacciona y corresponde el beso, enrollando sus brazos en el cuello del mayor.

La madre del pelinegro, golpea el suelo con su único zapato de tacón, se lo retira, lo lanza contra el suelo desatando su enojo. Se gira descalza y abandona la casa de su hijo mayor.

Camile, la cual, se mantiene a un costado presencia la manera en la que su jefe, el joven Raven, no cesa de besar al chico que compro para que finja ser su esposo.

La mujer sonríe, sube las escaleras con Hope en brazos y deja que ambos continúen con lo que hacen.

Una hora y media después, Camile se deshace de la ropa de JungKook, por orden de su empleador.

La sirvienta regresa a la casa, escucha las risas de Hope y JungKook, en toda la planta baja de la casa.

Se acerca a la sala, encontrándose con Raven, el cual, mira y escucha al igual que ella la manera en la que un lindo castaño se divierte junto a una preciosa rubia.

—El amor es así —habla Camile, ganándose la atención de TaeHyung. —Se trata siempre de acciones, no de palabras —dice la sirvienta, mirando una última vez al chico y a la niña divertirse, para luego ver a su jefe. —¿Qué cree usted, joven Raven? —lo cuestiona.

TaeHyung se queda en silencio, no sabe cómo interpretar esas palabras, y mucho menos darle una respuesta coherente a su sirvienta.

—Pronto sabrá que responderme —susurra Camile, dándose la vuelta para regresar a sus labores.

El pelinegro, asiente, regresa su mirada hasta su sobrina y su esposo, desciende su rostro y permanece pensativo.

Piensa en porqué solo desea besar al castaño, y porqué el haberlo tenido a su lado cuando enfrento a su madre y a su hermano se sintió por primera vez luego de la muerte de su padre y su abuelo, apoyado y respaldado por alguien.

Alza su rostro y mira a JungKook sonriendo, traga grueso al sentir su corazón alterarse sin siquiera ser tocado por el castaño.

Raven, baja su mirada al suelo, niega y sonríe ladinamente sin saber la razón exacta de su sonrisa.

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