14
—¿Qué es lo que necesitas? —inquiere TaeHyung, con semblante serio a JungKook.
—Dinero —responde el menor, desviando su mirada, debido al nerviosismo y la pena que siente.
El pelinegro suelta un largo y sonoro suspiro, carraspea su garganta y acerca su cuerpo un poco más al de Jeon.
—¿Cuanto? —realiza una nueva pregunta el mayor, ganándose la atención de JungKook al no peguntarle para que.
—Siete mil dólares —contesta JungKook.
Una sonrisa surca los labios de Raven.
—Bien, pero antes me dirás para que lo quieres.
Kim se pone de pie y luego extiende su mano izquierda para ayudar al castaño a ponerse de pie.
—¿Adónde me llevas? —pregunta, asustado JungKook, al ser arrastrado por TaeHyung, hacia dentro de la enorme casa.
—Guarda silencio y camina —le ordena el pelinegro, sin soltar el agarre en la mano del chico.
El mayor, abre la puerta y JungKook reconoce el pequeño cuarto es el que Raven utiliza para hacer su trabajo en casa, el mismo al que fue llevado la primera vez que llego a la vida de Kim.
—Acá nadie nos escuchara, conozco a mis trabajadores —dice TaeHyung, cerrando la puerta y colocándole pestillo. —Ahora dime para que quieres el dinero —le ordena el mayor.
El chico traga grueso, mira hacia todos lados menos a TaeHyung.
—Sino me dices para que quieres el dinero no te lo daré —le deja claro, Raven, sentándose sobre su escritorio.
—Lo necesito para pagar unas deudas —miente el menor.
—Claro, si me mientes no te daré el dinero tampoco. Voy a dejarte algo claro, Jeon JungKook —habla TaeHyung, introduciendo su mano izquierda en el bolsillo de su pantalón de pijama. —He respetado parte de tu vida personal, tengo el dinero de sobra para contratar un investigador y que me diga toda tu vida y tus problemas, pero no lo he hecho, así que, te doy la oportunidad que me digas la verdad y a cambio te doy mi palabra que te daré el dinero —le explica TaeHyung.
—Mis problemas no son de tu interés —suelta el menor.
—Pues al parecer si lo son, eres mi esposo y has recurrido a mí. Ahora habla y deja de darle tantas vueltas al asunto, empiezo a aburrirme —comenta TaeHyung.
JungKook, cierra sus ojos, suspira y asiente, exhala y mira a los ojos a Raven.
—Necesito el dinero para recuperar a mi padre —confiesa Jeon.
Raven, alza sus cejas y ladea su rostro esperando a que el castaño prosiga.
—Mi madre tenía un amante en la mafia, consumía cocaína, le robo producto y veinticinco millones en efectivo —JungKook hace una pausa y mira hacia un costado del cuarto y regresa su mirada al pelinegro. —Mamá murió de sobre dosis, cuando su amante se dio cuenta la busco, pero solo encontró a mi padre, lo secuestró hace dos años, y desde hace un año y medio mi hermana Sana y yo descubrimos el negocio en Vietnam. Viajamos ilegalmente y nos enlistamos, ganamos dinero de esa manera. Mi hermana menor de cuatro años está en un hogar adoptivo porque ni Sana, Chanyeol y yo tenemos un hogar estable y dinero suficiente para poder mantenerla —el castaño alza un poco sus brazos y los deja sobre su pecho. —El chico que vino a tu casa es mi hermano, pero también es mi abogado. No es tan reconocido, él se encarga de depositar el dinero que nuestros compradores nos dan en la cuenta del ex amante de mamá para que dejen libre a nuestro padre —culmina JungKook.
Raven se queda en silencio y eso al castaño lo asusta, lo que menos quiere es ser juzgado por un millonario arrogante, el cual, es su comprador.
—¿Estás seguro que solo quiere el dinero? —indaga TaeHyung.
—Sí, solo quiere el dinero y nos entregara a papá —contesta el menor.
—Bien —Kim, se pone de pie. —¿Algo más? —cuestiona el mayor, mientras se acerca a pasos lentos hacia JungKook.
—Intentaré no estar siempre a la defensiva, asistiré a tus ridículas reuniones cuando me lo pidas y convenceremos al servicio social de que lo nuestro es real para que Hope, permanezca a tu lado —farfulla el castaño, antes de que se arrepienta de todo lo que está diciendo.
—Entonces vas a obedecerme —dice Kim, alzando su ceja izquierda, mirando de forma provocativa al menor.
—Yo no dije eso —verbaliza JungKook, sonriendo.
—Lo estoy diciendo yo —sonríe de forma juguetona, Kim.
—No te obedeceré sino estoy de acuerdo —dice a la defensiva el castaño.
—Me parece justo —asiente Raven. —¿Qué hay de la intimidad? —pregunta el pelinegro, recargando su frente sobre la del menor.
—Eres mi comprador, Raven, la intimidad va incluida en el contrato —responde entre dientes, JungKook.
—Sí, pero ese es un trato pasado, enfoquémonos en este nuevo trato entre tú y yo. Quiero escuchar lo que tú piensas —habla en voz baja, TaeHyung, tomando los brazos de Jeon, para acercarse por completo al castaño.
—Pienso que sería justo que ambos nos divirtamos —suelta el chico, carraspeando su garganta luego de haber hablado. —Pero no cambiare de opinión con respecto a que estés con tu asistente, o con quien se cruce en tu camino —lo señala JungKook, con su dedo índice, el cual, es tomando y apuñado por una de las manos de TaeHyung.
—Entonces solo recurriré a ti cuando este caliente —dice Kim, relamiendo sus labios, sin quitar la mirada de los labios gruesos y regordetes del castaño frente a él. —¿Estarás disponible para mí, corderito? —lo cuestiona TaeHyung, susurrando sobre los labios del menor.
—Lo estaré, pero tú también debes estarlo para mí —responde JungKook, rozando sus labios contra los de Raven, en cada palabra que articula su boca.
—Por supuesto que sí —es lo último que dice el pelinegro.
Posa sus labios sobre los de JungKook, se dan besos suaves, como si estuviesen probándose el uno al otro, preparando el terreno para lo venidero. Las manos del mayor se posan sobre la cintura delgada de Jeon, las mueve de forma lenta hasta dejarlas sobre la espalda baja del castaño y la curvatura de los glúteos del chico, mientras el beso aumenta cada vez un poco más.
Unos toques se escuchan, JungKook sonríe al escuchar el gruñido de Kim, y como los labios del pelinegro vibran sobre los suyos.
—Maldición —se queja Raven, sobre los belfos ahora rojizos de Jeon.
—Apuesto a que es tú asistente —murmura JungKook
Los toques no cesan, Kim se separa del castaño, camina hacia la puerta, le retira el pestillo y abre luciendo su entrecejo fruncido.
—Necesito los documentos para revisarlos, Raven —habla la pelinegra.
—Sobre el escritorio —le ordena Kim, abriendo la puerta de par en par, dejando ver a JungKook al centro del cuarto.
—Puedes pasármelos —le pide Joy a JungKook.
—Ve por ellos Joy, te dije a ti no a él —interviene TaeHyung, antes de que el castaño le responda a la mujer.
—Te traje estos contratos, para que los revises en el auto —habla de forma rápida la pelinegra, entrando al cuarto.
—Déjalos sobre el escritorio, llegare a la oficina por la tarde. Cancela mis reuniones pásalas para la tarde o por la noche, tengo algo que hacer junto a JungKook —le da órdenes a su asistente.
La mirada de Joy viaja hasta JungKook.
—Ok —es lo único que articula la pelinegra. —Por cierto —dice Joy, deteniéndose bajo el umbral de la puerta.
La mujer se queda sorprendida al ver como Raven, se detiene al lado del castaño.
—Tu madre llamó —le hace saber con un nudo en su garganta, apuñando las carpetas con sus manos.
—Voy a llamarle —añade Kim.
La pelinegra se aleja pensativa y molesta, mientras que Raven y JungKook quedan solos de nuevo en el cuarto.
—Tengo una petición más —habla el menor.
—Te escucho —dice el pelinegro.
—Quiero que le dediques de treinta minutos a una hora a Hope, y no esta a negociación —le propone el castaño.
—¿Tú nos acompañaras? —pregunta, incomodo Kim.
—Si es lo que quieres —responde con tranquilidad, JungKook.
—Está bien —accede TaeHyung. —Voy a ducharme, llama a tu hermano, dile que venga y realice la transacción frente a mí —le ordena el millonario.
El castaño asiente.
—Claro —dice JungKook, saliendo del cuarto detrás de Kim.
Mientras Raven, se ducha y se arregla, JungKook, llama a su hermano le pide que no pregunte nada porque no está dispuesto a dar explicaciones y mucho menos a ser juzgado y regañado por haber tomado una decisión por sí solo.
El timbre suena, el menor sabe que es su hermano, se queda en la sala junto a Hope, mientras juegan con unos pequeños Ponys bebés de diversos colores.
—Muchas gracias —escucha decir a su hermano.
JungKook se pone de pie y Hope lo sigue sin pensarlo mucho.
—Channie —los saluda el castaño, sonriéndole a su hermano mayor.
—Ella es Hope —dice JungKook, presentándole a la rubia que sostiene una de sus piernas.
—Hola, Hope —la saluda Chanyeol.
—Oa —responde la niña.
—Ya estoy aquí —habla Kim, colocándose la corbata sobre uno de sus hombros.
—Raven —lo saluda Chanyeol.
—Tengo que tomar el café con mi madre, podríamos apresurarnos —pide TaeHyung, restándole importancia a la presencia del hermano mayor de JungKook.
—Claro —articula, nervioso y molesto, Chanyeol.
Saca su computadora mientras TaeHyung habla por teléfono con el encargado de su cuenta bancaria para que le autorice sacar la suma de dinero que JungKook le ha pedido.
—Listo —le hace saber, el peligris.
TaeHyung, toma la computadora, JungKook se acerca a él y observa cada uno de los movimientos que realiza.
—Son siete mil —le recuerda el castaño al ver un número más grande.
—Transferiré ocho mil, y encárgate de que no los moleste más y les entregue a su padre. Si no lo hace díselo a JungKook y él me lo dirá a mí, ¿verdad? —dice Raven, llevando su mirada al castaño, el cual, asiente.
—Ya está, puedes marcharte —le pide TaeHyung, mientras le entrega la computadora al hermano de Jeon.
Chanyeol, guarda la computadora, mira su hermano y camina hacia él.
Los dos caminan hacia la puerta en silencio, pero cuando el mayor de los Jeon está por salir se detiene y confronta al menor.
—¿Por qué lo hiciste? —lo cuestiona, molesto el mayor.
—Tenía que hacerlo, Chanyeol —responde JungKook.
—Te vendiste por completo a él, acaso no te das cuenta —habla entre dientes el peligris.
—Yo ya estaba vendido, Chanyeol, solo hicimos un nuevo trato. Cuando lo cumpla voy a pagarle los siete mil dólares que me darás de la cuenta de papá y cuando yo te diga me darás el dinero de la cláusula. No me interesa si estás de acuerdo hermano, he hecho lo que tú y Sana no hicieron, así que en vez de estar discutiendo conmigo, ve por nuestro padre y saquen a Anne de ese hogar adoptivo.
Chanyeol y JungKook se miran fijamente.
—Nos vemos, Channie —se despide el castaño, cerrando la puerta.
—Mierda, JungKook —masculla Chanyeol.
El menor camina hasta la sala repitiéndose que ha hecho las cosas bien, y que lo que diga su hermano no importa.
—Debo irme —dice TaeHyung, intentando anudarse la corbata.
JungKook se acerca a él.
—Déjame hacerlo —le pide el menor, retirando las manos del mayor de la tela negra de la corbata.
Mientras Jeon anuda la corbata de Raven, este se dispone a mirarlo.
—¿Todo bien? —lo cuestiona el mayor.
—Sí, todo bien —responde el castaño. —Ya esta —dice el menor, acomodando el nudo de la corbata.
—Nos vemos —se despide Raven, sin moverse de lugar.
—Claro —susurra JungKook.
—No hagas nada estúpido —le pide el castaño al pelinegro.
—Lo intentaré —agrega TaeHyung, acercando sus labios a los de JungKook.
—Unkoo, ila —alza su voz, Hope.
El menor rompe el beso y se aleja de Kim, para ir hasta donde la rubia se encuentra emocionada mirando la televisión.
—Despídete de tu tío —le pide el castaño a la niña.
—Bye, bye —canturrea Hope, agitando sus dos manitas mientras JungKook la carga.
—Adiós, Hope —se despide Raven de su sobrina, mientras la pequeña le lanza besos repitiendo lo que JungKook le ha enseñado.
Cuando JungKook queda solo junto a Hope, piensa en la decisión que ha tomado y no se arrepiente, no cuando su padre estará libre y sus hermanos juntos. Tomará en serio lo de ser el esposo de Raven, aunque no sienta absolutamente nada hacia el apuesto millonario.
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