El castaño se levanta, se ducha, se arregla y luego sale de su habitación, se detiene en frente a las barandas de madera que llegan hasta su cintura. Posa sus manos sobre la madera e impulsa un poco su tronco hacia adelante, mira hacia la planta baja y solo observa a las sirvientas haciendo los que haceres del hogar, antes de que Raven se levante.
JungKook, escucha un sonido proveniente de la habitación de Hope, camina hasta la puerta, le da unos cuantos toques suaves y luego abre. La pequeña sonríe grandemente al ver al castaño entrar.

—Hola, hermosa —la saluda JungKook.

—Oa —dice Hope con su voz adormilada.

—Buenos días —articula alegre Jeon, mientras enciende la pequeña pantalla en la habitación de la sobrina de Raven.

—Enos ias —intenta repetir Hope, haciendo reír a JungKook.

—¿Qué quieres hacer hoy, Hope? —le pregunta el castaño a la niña.

—Ila, ila —dice emocionada la pequeña, señalando la pantalla.

—Es un picnic. ¿Quieres que hagamos uno?

La niña asiente felizmente, lanzándose a los brazos de Jeon.

—Ok, entonces voy a vestirte, buscare tu traje de baño y una toalla. Luego iremos a la cocina en busca de mucha comida y de Camile, para divertirnos juntos en nuestro picnic.

—¡Shi, shi, shi! —grita eufórica, Hope.

—Quédate ahí, no te muevas —le pide JungKook, dejando a la pequeña en su cama.

JungKook, toma un short jeans color celeste, un centro con algunos girasoles adornando la tela blanca, toma el traje de baño de la pequeña y regresa a la orilla de la cama.

—Manos arriba —le ordena a la pequeña.

Al instante entre risas, Hope, hace lo que le pide. Jeon, retira el vestido de pijama de la niña y luego el pañal, le coloca el traje de baño y luego el short y la camisa encima.

—Ven a mí —le dice JungKook, extendiendo sus brazos para que la pequeña se lance a él.

Le coloca las sandalias, la carga en brazos, mientras lleva la toalla alrededor de su cuello.

—No, no cubras mis ojos —le llama la atención JungKook, entre risas.

Termina de bajar las escaleras y se detiene al ver a TaeHyung, mirándolo.

—Oa —dice Hope, agitando su manita emocionada, en dirección a su tío.

—Hola —habla en voz baja y ronca, Kim.

El castaño, continúa con su camino cargando a Hope, se detiene hasta llegar a la cocina.

—Camile, buenos días —saluda el menor.

—Joven JungKook. Hope, buen día —los saluda con una gran sonrisa la mujer.

—Hope, quiere que hagamos un picnic, ¿podrías ayudarnos? —le comenta JungKook a la sirvienta.

—Por supuesto —dice la mujer, tomando a la niña, para luego colocarla en su sillita.

Jeon saca su celular, lo observa por unos segundos, lo desbloquea y mira hacia la puerta de la cocina. Al no ver señales de TaeHyung, decide realizar una llamada, mientras Camile le pide a Hope que le ayude a introducir algunas frutas a la cesta que ha sacado de uno de los estantes de la encimera.

—JungKook —escucha la voz de su hermano, atender su llamada.

—Haré un nuevo contrato, pero debes tomar el dinero de la cuenta de mi padre —le indica JungKook, sin siquiera saludar a su hermano.

—¿Con quién? Sabes que no puedo tocar ese dinero, nos será útil para cuando todos estemos juntos.

—¿No me escuchaste? —lo cuestiona el castaño, hablando entre dientes, mientras Camile, escucha a lo lejos la conversación. —Conseguiré el dinero que nos resta —le hace saber JungKook.

—¿Cómo? —lo cuestiona el mayor de los Jeon.

—Solo encárgate de mí clausula cuando te lo pida.

—Mierda, JungKook, no hagas una tontería —le pide Chanyeol.

—Es lo único que hemos hecho dentro de dos años y medio, Chanyeol —le recuera el castaño, y luego cancela la llamada.

El chico se gira y se encuentra con la mirada de Camile.

—Todo está listo —anuncia la mujer.

—Bien, entonces vamos —dice JungKook, guardando su celular en uno de los bolsillos de su pantaloncillo.

Entre Camile y JungKook, colocan una manta grande sobre el césped del jardín trasero, la niña corre de un lado hacia otro, mientras grita emocionada.

Los ojos del chico castaño se posan sobre ella, daría lo que fuera para ver a su hermanita en la misma situación. Sus ojos se llenan de lágrimas, sacude su cabeza y suspira.

—¿Todo en orden? —lo cuestiona Camile.

—Sí —se limita a responder JungKook, mientras limpia disimuladamente las pequeñas lágrimas que asoman al borde de sus ojos.

—También escuche la discusión entre usted y el joven Raven —dice la sirvienta. —No sé en qué tipo de problema se encuentre, joven JungKook —habla con voz pacifica la mujer, acercándose al castaño—. Pero muchas veces, es bueno botar nuestro orgullo y aceptar que necesitamos de alguien más para poder avanzar.

JungKook, sorbe su nariz, mientras siente el tacto de uno de las manos de la sirvienta sobre su hombro derecho.

—Es solo que... —se detiene el castaño, al verse atacado por todas sus emociones y la impotencia que siempre lo acompaña día con día.

—Tranquilo chico, todo estará bien, pero debes dejarte ayudar si el problema en el que te encuentras amerita de la ayuda de alguien más.

El castaño asiente, limpia su rostro y mira a Camile.

—Gracias —murmura el menor, regalándole una sonrisa triste a la mujer.

—Unkoo —lo llama Hope, sin dejar de correr.

—Ve con ella —lo motiva, Camile.

—Voy a atraparte —alza su voz JungKook, corriendo en dirección a la pequeña.

Hope y JungKook se divierten un poco mientras Camile, les prepara unos deliciosos emparedados en el jardín. Corren uno detrás del otro dejando que sus pulmones y sus garantas se liberen en cada grito, carcajada y respiración.

TaeHyung, sale al balcón, observa a su sobrina sonriendo enormemente escucha el sonido exorbitante de sus carcajadas y sonríe. Sonríe al ver en el rostro de Hope una sonrisa verdadera y duradera al igual que la suya.

JungKook se deja atrapar de la pequeña, se lanzan al césped, juegan de hacerse cosquillas mutuamente, mientras Raven, baja los escalones de su casa y luego camina hacia el jardín.

El millonario, mira la forma cautelosa en la que el castaño trata a su sobrina mientras le retira su ropa y la deja en su traje de baño. Kim, a recuesta su cuerpo sobre uno de los pilares de su casa, se cruza de brazos y no desvía su mirada de cada movimiento que realiza su esposo y su sobrina.

El castaño entra a la piscina junto a Hope, se divierten un poco y se detienen hasta escuchar la voz de Camile, llamarlos para que desayunen.

—¿Te divertiste? —le pregunta JungKook a la rubia, que camina a su lado sosteniendo su mano izquierda.

—¡Shi! —grita la pequeña.

Hope, suelta la mano de su amigo en el preciso momento que sus lindos ojos miran la silueta de su tío.

—Espera, no corras —le pide el chico, siguiéndola con la mirada.

Esperaba que Raven no la menospreciara y que al menos intentara responder el saludo o cualquier cosa que la pequeña realizara para llamar su atención.

—Hola bonita —le dice Kim a su sobrina, al sentir sus bracitos empapados abrazar sus piernas.

—Oa —dice la niña, sonriendo ampliamente para su tío, mostrándole algunos de sus dientes.

La rubia alza su brazo derecho, toma dos de los dedos de TaeHyung y empieza a tirar de este. El pelinegro se detiene justo donde su sobrina para.

—Tome asiento, joven Raven —le pide Camile a su empleador.

Kim lleva su mirada hasta el castaño, el cual, deja de mirarlo cuando se percata que los está viendo.

—Bien —dice en un tono extraño, TaeHyung, sentándose frente a JungKook.

Camile, le entrega un emparedado a cada uno, el de Hope es más pequeño, pero más fácil de digerir.

Mientras desayunan, Hope, se sienta en las piernas de su tío. Jeon, sonríe al ver el rostro lleno de felicidad de la pequeña, todos comen en silencio, pero ríen al ver las acciones que la niña realiza.

—Buenos días, perdón que interrumpa. Llego esta carta para la pareja —habla Mark.

El pelinegro gira un poco su rostro y mira de reojo a su chófer, dándose cuenta que mira a JungKook.

—Puedes retirarte —le pide Kim.

JungKook toma la carta y luego Mark se marcha.

—Es del servicio social —anuncia el castaño, luego de haber abierto el sobre. —Es anuncio para las visitas —dice el menor.

—¿Cuándo? —pregunta TaeHyung.

—No lo sé, las visitas son sorpresas, pueden aparecer en cualquier momento frente a la puerta de tu casa —contesta el menor, mientras extiende la toalla para cubrir el cuerpo de Hope.

TaeHyung no dice nada simplemente asiente.

—Es hora de llevarte adentro —dice Camile, tomando a la pequeña.

El castaño suspira, no sabe si lo que está por hacer será lo correcto, pero luego de escuchar las palabras de Camile, está dispuesto a botar el último orgullo que le queda para poder ayudar a su familia.

—TaeHyung, necesito que me escuches —habla el menor.

—¿Qué? —pregunta el mayor, centrando su atención en el castaño.

—Necesito de tu ayuda —articula con dificultad JungKook, sintiendo su rostro arder.

Siente pena, la misma pena que lo abordo la primera vez que tuvo sexo con alguien que no le interesaba y le atraía en lo absoluto.

No tenía otra opción, su única elección es TaeHyung, su comprador. Es él o continuar matándose para conseguir la gran suma de dinero que le resta para poder ver nuevamente a su padre, y que de esa manera su familia este junta de nuevo.

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