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—¡¿Cómo que van a quitarme la custodia de Hope?! —suelta exaltado, el pelinegro molesto.

—TaeHyung, si me dejas hablar puedo explicarte —dice uno de sus abogados.

—No quiero escucharte —reprocha.

—Entonces no sabrás porque quieren quitarte a tu sobrina.

El abogado toma asiento, dejando que el millonario deje de hacer sus berrinches.

—Dime —pide ahora con mesura.

El señor asiente.

—Sí, la niña lo tiene todo, se lo das todo, pero no lo esencial. No convives con ella, la pequeña pasa sola todo el tiempo en tu enorme casa, una de las trabajadoras que despediste se quejo con el departamento de niños y familia, dejándote ver como alguien que no está apto para hacerse cargo de una niña de dos años.

Un resoplido por parte de Kim hace que el abogado haga una breve pausa.

—Saben de las mujeres y hombres que entras a casa en presencia de la niña.

—Mierda —resopla, desajustando un poco su corbata.

—No te consideran alguien maduro para tener a una niña de dos años a tu cargo —le especifica el abogado.

—No dejare que me quiten a Hope —verbaliza mientras niega unas cuantas veces, para luego tomar asiento frente al señor—. ¿Qué puedo hacer?

—Pues, consigue una pareja y cásate.

Los ojos de TaeHyung se ensanchan luego de escuchar lo que su abogado ha dicho.

—No lo dirás en serio —chista.

—Muy en serio, Raven —asevera el abogado, mientras se pone de pie—. Te conseguí un mes para que recrees un ambiente familiar y la pequeña pueda quedarse junto a ti. Lo tomas o pierdes a Hope y la empresa de seguridad de tu abuelo.

El pelinegro se queda perplejo, asiente y poco a poco alza su mirada.

—¿En serio tengo que hacerlo? —indaga, incrédulo.

—Hay una cláusula—el abogado toma su maletín, le coloca el código y saca un folder.

Abre el folder y busca el número de página que quiere mostrarle a su empleador.

—Para que adquieras la empresa de seguridad, debes estar establemente casado —anuncia, girando el folder para luego entregárselo a su jefe.

—Mierda, abuelo —masculla el pelinegro, mientras lee la pequeña clausula.

—Así que, creo que si es necesario que consigas una pareja y te cases —enfatiza.

—Con permiso —dice la asistente entrando a la oficina. —Conseguí que el avión esté listo —informa la pelinegra.

—Ten —el abogado le entrega un pequeño folleto a Kim.

—¿Y esto?

—Compraras a tu pareja en ese lugar.

—Ni de coña —murmura TaeHyung.

—Entonces me marcho.

—¡Maldición! —grita, desesperado Raven. —Lo hare —accede, poniéndose en pie, sosteniendo el folleto en sus manos. —Pero mas vale que esto sea suficiente, porque sino lo es, te despediré —advierte al abogado.

—Te doy mi palabra, Raven. Funcionara —asegura el señor.

—Cancela todas mis reuniones, citas y lo que sea que este apuntado en tu agenda, viajaremos.
                          
La mujer asiente.

—¿Adónde viajaremos? —cuestiona TaeHyung al abogado.

—Vietnam —contesta.

—Viet… ¿Qué?

—Vietnam, Raven —dice la pelinegra.

—Ya se, ahora vámonos —le ordena a su asistente.

El abogado y su asistente lo acompañan durante el vuelo a Vietnam, las ganas de pedirle al piloto que de la vuelta lo tientan, pero el magnate no puede perder la custodia de su sobrino. Y menos darse el lujo de perder la empresa de seguridad.

Luego de haber arribado a Vietnam, descansa unas cuantas horas, compra ropa nueva y luego es trasladado al local

—Al menos tiene un buen aspecto —dice, retirándose la gafas de sol.

—Bienvenido.

Los tres son recibidos por el encargado del lugar.

—Señor Raven —hace una leve reverencia en admiración y respeto—. Preparamos hombres y mujeres, los más atractivos y eficientes de nuestro local.

TaeHyung suspira mientras camina tras los pasos del encargado.

—Frente a cada cristal encontraremos una tableta en la cual, podrá leer la información personal de la persona, incluyendo lo que sabe y lo que no sabe hacer—explica.

Se detienen frente al primer cristal. La asistente es la encargada de pasarle la tableta con la información, luego de haber leído el perfil. Kim alza su vista y niega.

Hace el mismo procedimiento con aproximadamente quince personas.

—Jamás pensé que conseguir pareja sería tan difícil —bromea el pelinegro.

—Y caro —agrega el abogado.

El millonario se detiene frente a un nuevo cristal, su total atención esta dirigida nada mas a la persona tras el cristal. La asistente le entrega la tableta y empieza a leer el perfil, de vez en cuando alza su mirada y observa a la persona.

—¿Cuánto? —pregunta al encargado del local, mientras le entrega la tableta.

—¿Estás seguro de esto, Raven? —lo cuestiona su asistente.

—No veré como me quitan la custodia de Hope, y tampoco me quedare de brazos cruzados viendo como un bueno para nada se queda con la empresa que me pertenece—espeta con su ceño fruncido, y sus manos dentro de los bolsillos del pantalón de seda.

—Seis millones de dólares —habla el encargado, dudando en la respuesta del joven y apuesto magnate que se encuentra frente a él.

—Espero y sepa hacer todo lo que dice en esa tableta —se dirige Kim al encargado, mirándolo desafiante. —Está bien, haz la transferencia —le pide a la pelinegra a su lado.

—Ni siquiera sabes si valdrá la pena —dice la mujer molesta, agilizando la transferencia.

—Por favor acompáñeme, señor Raven —le ordena el encargado.

—Encárgate de mi pareja —le indica a la pelinegra.

—Tome asiento.

Kim se sienta al lado de su abogado.

—Si dicen una sola palabra de esto, voy a demandarlos —lo amenaza el millonario.

—Nuestra empresa es de fiar —asegura el encargado. —¿Quiere una pareja temporal, un novio, un amante o esposo? —lo interroga el peli gris a Kim.

El magnate gira su rostro hacia la izquierda, hace contacto visual con su abogado el cual, asiente.

—Un esposo —responde con desdén.

Una mujer alta y esbelta aparece, le entrega unos cuantos papeles al encargado y luego sale del lugar.

—Esposo, acá esta —toma un pequeño manojo de papeles. —Los hacemos firmar antes ya que, no sabemos lo que nuestros clientes desean —habla el encargado sin que nadie le esté preguntando. —El matrimonio será completamente valido media vez el señor, Kim Raven TaeHyung, firme este documento —el peli gris, desliza el manojo de papeles sobre la mesa, dejándolos frente al abogado y su cliente—. Es un acta de matrimonio legal, adjuntos van todos los derechos sobre la persona a la cual ha elegido como tu esposo.

El teléfono del magnate suena.

—¿Qué quieres, Joy? —atiende disgustado ante la llamada de su asistente.

—Voy camino al aeropuerto junto a tu pareja, deje tus boletos con el seguridad del lugar —le informa la pelinegra.

—Entendido —responde Kim. —No viajare junto a él así que, pide que alguien llegue a recogerte —le ordena.

—Claro —la mujer cancela la llamada.

El abogado le extiende un bolígrafo color plateado. TaeHyung suspira, toma el bolígrafo con su mano derecha y con su mano izquierda acerca las páginas mientras las desplaza sobre la mesa.

Coloca la punta del bolígrafo sobre la delgada línea, niega un par de veces y luego decidido empuña con mas fuerza el objeto entre sus dedos y su palma, traza las primeras letras y luego garabatea un poco.

—Listo.

Deja caer el bolígrafo sobre las páginas.

—Recibimos la transferencia —le hace saber el encargado, pero TaeHyung decide ignorarlo, mientras se pone de pie—. Gracias por su compra, señor Raven.

—Te espero en el auto —se dirige Kim a su abogado, gira sobre sus talones y sale del local.

—Que tengan un vuelo —dice el encargado dirigiéndose esta vez al abogado, que toma el acta de matrimonio.

—Gracias —se limita a responder el abogado, para luego salir tras su cliente.

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