La familia Jeon se encuentra lista para vacacionar junto a los Raven.
Es algo que JungKook había planeado desde hace mucho, pero que por cuestión de trabajo junto a su esposo habían tenido que posponer un sinfín de veces.

—Hope, no te alejes —le ordena JiMin, mientras ordena dos suites en uno de los hoteles más lujosos de Hawái.

—¿Es cliente vip? —pregunta la mujer, luciendo un collar de flores alrededor de su cuello.

—No —se limita a responder Park, rebuscando la tarjeta en su billetera.

—Deme un segundo —le pide el pelinegro a la mujer.

Saca su celular y le marca a JungKook.

—Trae mi tarjeta —le indica. —Hopie, deja de jugar con tierra —le llama atención a la niña.

—Lo siento, olvide guardarla en tu billetera —se disculpa el menor, dejando un pequeño beso sobre los belfos de su esposo. —Aquí tienes y disculpe —se dirige JungKook a la mujer, entregándole la tarjeta negra.

La recepcionista sonríe y coge la tarjeta.

—¿Desearía ser cliente vip de nuestro hotel? —pregunta la mujer, cortésmente.

—No gracias, no me importa pagar un poco más de dinero —contesta de forma altiva el millonario.

—JiMim —lo regaña el castaño.

El pelinegro, toma el bolígrafo, firma el ticket y luego se lo entrega a la mujer. Reciben las dos llaves y recupera su tarjeta de crédito.

—Eso no era necesario —comenta JungKook. —Hopie, vamos —la llama el castaño.

JiMin la carga en brazos con su mano derecha y con la izquierda abraza de la cintura a su esposo.

—Ella pensó que no tenía como pagar —confiesa JiMin. —Puedo comprar este hotel y dejarla sin empleo —agrega.

—Eres un imbécil arrogante, prepotente y presumido —dice el menor adelantándose.

—Pero no lo haré, era una broma —se retracta de su comentario el millonario. —Espera, JungKook. Cariño, espérame —le pide el pelinegro.

JungKook jamás pensó que volvería a convivir con su familia, pero gracias a JiMin, podía ser feliz y tener el valor necesario para poder seguir adelante.

Raven se halla dentro del mar en el área menos onda junto a Anne, la castaña viste un traje de baño de una sola pieza color amarillo y lleva puesto flotadores en sus brazos.

Anne y JiMin, se divierten juntos, cada vez que una ola venía, el millonario la toma de sus muñecas y la eleva haciendo que sonoras carcajadas escapen de la boca de la niña.

Sana se encuentra acostado sobre una toalla tomando el sol con un llamativo bikini de dos piezas.

—JungKook, mira, mira —lo llama la castaña a su hermano menor.

—Es guapísimo —comenta sin dejar de ver al chico frente a ellos.

—Basta, Sana —le pide JungKook.

—Su cuerpo es..., por Dios —continúa la chica hablando sin disimular.

JungKook sonríe mientras observa al chico que su hermana mira.

—Listo, ve con JiMin —le indica el castaño a la rubia luego de haberle aplicado protector solar y colocarle los flotadores en su bracitos.

Hope viste un traje de baño de una sola pieza al igual que el de Anne, solo que el color es rosa. JungKook se cerciora de ver que la pequeña llegue hasta su esposo y que la tome de la mano. Regresa su mirada al frente y se percata de la mirada del chico sobre él.
                                     
—Te dije que lo dejaras de mirar —le reclama el castaño a su hermana.

—Es injusto, yo lo vi y tú estas casado —protesta Sana al ver que el chico mira a su hermano.

—Deja de llamar la atención —le pide el menor, mientras se aplica el protector solar.

La castaña se pone de pie, toma la barra de protector solar y se aplica en las piernas y sus manos.

—No veré más chicos frente a ti —dice Sana, señalando a su hermano con la barra.

—A la próxima voy a golpearte —la amenaza, JungKook, al ver que el chico le sonríe y se acerca a ellos. —Muévete —le exige el castaño, cuando ha terminado de aplicarse el bronceador.

—Aun no termino —masculla ella.

—No me interesa, camina —le pide JungKook.

—Si querías que Raven no se diera cuenta ya lo hizo —le hace saber su hermana.

—Hola —los intercepta el chico.

—Hola —corresponde Sana.

—Estaba viéndote y me preguntaba si podías darme tu número de celular —se dirige el chico a JungKook.

—Yo...

—¿Te parece si te doy el mío? —pregunta Jungkook, acercándose con Anne y Hope al lugar. —Me presento —el millonario extiende su mano hacia el chico—. El esposo.

—Lo siento —se disculpa el chico.

—Solo vete —le pide JungKook sonriendo. —Cuidaras a las niñas por la noche —le ordena a Sana.

—No, no lo haré, hay bares en este lugar —replica la castaña.

—Sí, si lo harás.

Mientras hacen castillos y figuras en la arena, JungKook, le da unos cuantos besos a su esposo para que olvide lo sucedido.

—Fue toda la culpa de Sana, ni siquiera me gusta, tú eres mucho más guapo y sexi. Me gustas tú nada más —habla JungKook, ayudando a Hope hacer una estrella.

—¿Entonces soy guapo y sexi, y solo te gusto yo? —le pregunta JiMin, sentándose detrás del castaño.

JungKook se acomoda en el espacio que las piernas del mayor dejan, apega su espalda contra el pecho del millonario el cual, lo rodea con sus brazos y deja unos cuantos besos en el cuello y hombros del castaño, haciendo que cierre sus ojos y disfrute de las caricias que Raven le brinda, mientras observan a sus hijas jugar juntas y a lo lejos a Sana coquetear con un grupo de chicos.

Al llegar el padre y el hermano de JungKook del spa, empiezan a jugar con una pelota inflable de las niñas.

—Déjalo respirar por unos minutos —los interrumpe Sana.

JungKook ríe y JiMin simplemente niega en repetidas ocasiones con una sonrisa coqueta en su rostro sin dejar de abrazar al castaño.

—Vamos a jugar —le propone la castaña, ofreciéndole su mano a su hermano menor.

—Cuidaré a las niñas por la noche, podrán reponer todo el tiempo que deseen —comenta la chica.

—Cállate, Sana —la regaña JungKook, mientras se pone de pie.

—Te estaré observando —le recuerda JiMin.

—Lo sé —articula de forma juguetona, JungKook.

Acerca su rostro al del millonario y deja un beso largo sobre los belfos del mayor.

El menor se aleja y se une al juego junto a su padre, sus hermanos y sus hijas.

Park, por su parte, permanece sentado observando a su pequeña familia, mira las sonrisas de las niñas, sus pucheros, sus berrinches y lo bien que se adaptan a cualquier ambiente. Y todos esos detalles y acciones de las pequeñas le recuerdan que no importan los cambios si tienes a personas que te aman a tu lado.

Los ojos del millonario brillan al ver la enorme sonrisa en el rostro de JungKook, puede sentir las palpitaciones de su corazón contra su caja torácica y el mismo nerviosismo que sintió cuando descubrió que sentía amor hacia el castaño.

Es la sonrisa de JungKook lo que lo hace sentirse plenamente feliz, el verlo feliz lo hace feliz. Tiene una pequeña y linda familia gracias a la llegada de ese chico castaño que llego de improvisto para quedarse y adueñarse del corazón y amor de Raven.

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