El hijo mayor del señor Jeon, estaciona su auto frente a la casa de su padre, toca el claxon y la puerta se abre.
Su padre sale con tomando una de las manos de Anne y cargando sobre sus hombres a Hope, la sobrina de Raven.

Jungkook baja a toda prisa los escalones y va directo hacia donde su hermano. El peligris baja del auto y toma dos bolsas que su hermano le entrega.

—Es ropa nueva que compre para Hope —le explica.

El mayor asiente e introduce las bolsas al auto.

—Está bolsa es para JiMin, lo elegí para él —dice en voz baja. —Y entrégale su tarjeta —le pide, dejando sobre la palma de la mano izquierda de su mano la tarjeta negra del millonario.

—Estás exagerando —comenta Chanyeol.

—Recuérdame cuando fue que te pedí tú opinión sobre mis decisiones —espeta molesto, Jungkook.

—Basta —les llama la atención su padre.

—Ven, Hopie —dice el castaño.

Carga en brazos a la niña, la abraza por unos segundos y luego deja un beso en el rostro de la rubia.

—Obedece a tú tío —le pide.

La niña asiente mientras la deja en la parte trasera del auto, le coloca el cinturón y tragando grueso cierra la puerta.

—Jungkook —lo llama su hermano mayor.

Hope, empieza a sollozar dentro del auto al ver a Anne y Jungkook fuera.

—Creo que deben hablar —lo aconseja el peligris.

—Lo haremos, Channie —responde el castaño, a la defensiva. —Gracias por llevarla —agradece, se da la vuelta, sube los escalones y entra a la casa.

—Habla con él —le pide Chanyeol a su padre.

—Déjalo, Chanyeol. Deja que él aprenda sus lecciones —habla el señor Jeon—. Tú no has vivido lo mismo que él, no puedes obligarlo hablar o siquiera a regresar con el millonario si él no lo desea.

El peligris asiente ante las sabias palabras de su padre y entra al auto, se ajusta su cinturón y luego le entrega su celular reproduciendo caricaturas a Hope.

El mayor de los Jeon conduce hasta la casa color blanco, aquella enorme propiedad que deja boquiabierto a cualquiera.

Cuando está entrando a la propiedad del millonario, Hope, lo reconoce, Chanyeol, detiene el auto frente a Raven, se retira el cinturón y sale del vehículo.

Abre la puerta trasera, coge su celular, lo bloquea y lo introduce al bolsillo izquierdo de su pantalón. Le retira el cinturón a Hope y la ayuda a bajar del auto.

—¡Oa! —grita Hope, corriendo hacia su tío.

—Hola, cariño —dice Park, agachándose un poco para luego alzarla, haciendo que la niña ría.

Camile se acerca a su jefe y a la niña en el preciso momento que mira a Chanyeol acercarse a JiMin con tres bolsas.

—Ve con, Camile —le pide Park a su sobrina.

La niña extiende sus brazos en dirección a la sirvienta, y está la lleva dentro de la enorme casa.

—Estás dos bolsas dijo que son ropa que había comprado para Hope —habla el peligris, entregándole las bolsas al millonario.

—¿Está bien? ¿Se está alimentando? ¿Se encuentra en la casa que le compré? —lo atiborra de preguntas el pelinegro.

—Sí, está bien, y sí, Jungkook, nunca deja de alimentarse —sonríe Chanyeol. —Y no, no está viviendo en la casa que le compraste —responde a todas las preguntas. —Está bolsa es para ti, dijo que lo eligió para ti —le hace saber, Chanyeol.                 

—Creo que lo estropeé todo —comenta JiMin.

—Escucha. Jungkook es mi hermano y lo único que puedo decirte es que seas paciente, respeta su espacio y cuando menos lo esperes te contactará para que hablen sobre lo sucedido —musita el peligris.

Saca la tarjeta del millonario y se la extiende.

Raven niega.

—Solo hago lo que él me ha pedido hacer —le esclarece Chanyeol.

—Dijo que no volverá —añade Park, mientras toma la tarjeta negra.

—Solo di la verdad y dale tiempo —susurra el peligris.

Se gira sobre sus talones y le da la espalda al millonario.

—Volverá —habla con seguridad, Chanyeol, para luego caminar hacia su auto.

Raven se gira y entra a su casa y le entrega las bolsas con ropa de su sobrina a Camile.

JiMin se sienta al lado de su sobrina, toma un cubierto y empieza a comer pastel de chocolate junto a la rubia, mientras mira a Mickey Mouse.

El celular de Park suena, se pone de pie y lo saca del bolsillo de su pantalón, cuando mira el nombre de Jungkook plasmado en la pantalla lanza cubierto al sillón, coge la bolsa con lo que el castaño le ha enviado y atiende mientras camina hacia las escaleras.

—Jungkook —habla el mayor.

—JiMin —articula el castaño.

—Chanyeol me dijo que estás bien y que no estás viviendo en la que casa que te regale —dice el pelinegro, mientras sube las escaleras.

—No estoy listo para verte y sabía que si te enterabas que estaba en esa casa tú...

—Yo iría por ti —concluye la oración el millonario.

—Así es —masculla el chico.

—Sé que me equivoqué y que es por mí causa el que ahora te encuentres lejos de mí —empieza a hablar Raven—. Pensé que podría ocultarte esa mentira, pero no lo conseguí, y ahora me arrepiento por no haber sido sincero contigo.

Guarda silencio a la espera de alguna palabra por parte de Jungkook, pero al no escuchar nada decide continuar hablando.

—No me lo estás preguntando, pero no he dormido bien, extraño tus abrazos por la noche y sé que no hay nadie que llene el vacío en mi cama como lo haces tú. No quiero ni necesito a otra persona que no seas tú, Jungkook —continúa hablando el pelinegro, tomando asiento al borde de la cama. —Te quiero a mi lado, Jungkook, sin juegos, sin mentiras, sin gente creyendo conocerme que te hace dudar de mí. Sé que no tengo la mejor reputación, pero solo te quiero a ti —confiesa el mayor.

—Raven —susurra Jungkook.

—Te quiero en mi habitación, enredado entre mis sábanas y mi cuerpo mientras vistes algunas de mis camisas, y te sostengo apegado a mi cuerpo, disfrutando de tú compañía.

—¿Por qué no la despediste? —pregunta el castaño, interrumpiendo las palabras de su esposo.

—La conozco hace cinco años, cuando falleció mi hermana, Joy, fue mi vía de escape. Sí, la despedí, pero al siguiente día cuando llegué a la oficina estaba dentro esperándome, le recordé lo sucedido, pero ella me recordó el trato y la ayuda que yo mismo le ofrecí en el pasado —el mayor hace una breve pausa, pasa saliva y prosigue. —Le di la oportunidad de terminar de trabajar este mes para que reuniera un poco más de dinero, le depositaria el dinero restante para los medicamentos del siguiente mes de su madre, ese era el trato —le explica JiMin.

—¿Sientes algo por ella? —inquiere el menor.

—Mierda, no —acota, Raven. —Lo único que siento es agradecimiento hacia ella, es la razón por la cual decidí dejar que terminará de trabajar este mes. No me gusta Joy, te lo he dicho anteriormente y te lo digo ahora, no siento nada por ella, no me gusta Joy. Me gustas tú, Jungkook —contesta Park.

—¿Por qué me mentiste?

El millonario suelta un bufido.

—Porque soy un imbécil, yo..., no quería discutir contigo, sabría cuál sería tú reacción y tú decisión, así que decidí no comentártelo y manejar ese tema a mi manera —responde. —Pero me equivoqué, y te juro que me arrepiento —le asegura el mayor. —No la quiero a ella a mi lado, si fuera así crees que estaría hablando contigo en estos momentos, si sintiera algo por ella jamás te hubiera dicho lo mucho que me gustas y lo dispuesto que estoy para amarte y tenerte a mi lado siempre —agrega el pelinegro.

—No volveré, JiMin —habla en voz clara, Jungkook—. Al menos no por ahora.

—Jungkook, no hay nadie más en mi mente que tú, no existe un lugar en mi corazón y mi vida para otra persona. Solo te quiero a mi lado a ti.

—Cuídate mucho, Raven —susurra el castaño.

—Voy a escribirte y a esperarte hasta que tú decidas volver, voy a esperarte lo que tenga que esperar —habla el millonario. —Te lo prometo corderito —añade.

Escucha a Jungkook tratar grueso y luego no escucha nada, aleja el celular de su oreja y mira la pantalla oscura, lanza el aparato electrónico a la cama, y saca la caja de la bolsa que Chanyeol le ha entregado.

Abre la caja y observa el cuello del atuendo, lo saca de la caja y extiende la prenda, sonríe al ver el blazer color azul que su chico ha escogido para él.

Se pone de pie, coge un gancho de ropa y lo cuelga al lado de sus sacos, sale de la habitación y baja las escaleras, llega hasta donde su sobrina se encuentra, apaga la televisión y toma una de sus manitas.

—Ven, Hopie —habla el pelinegro, llamándola como Anne lo hace. —Iremos a divertirnos juntos —dice el millonario, saliendo de su casa mientras la niña asiente feliz.

Camile sale a toda prisa de la casa con la maleta de la pequeña, la deja en el asiento del acompañante mientras su jefe se encarga de colocar en su sillita a su sobrina y asegurarse de que el cinturón este correcto.

Mira los lindos ojos azules de Hope, sonríe al recordar a su hermana, la rubia sonríe y ahora el rostro de Jungkook sonriendo ampliamente para él se posa en su mente.

—Haré las cosas bien, Hopie —susurra JiMin, dejando un beso sobre la frente de su sobrina.

Antes de cerrar la puerta, enciende la tableta con vídeos para entretener a Hope, y luego cierra la puerta.

Se despide de Camile mientras rodea su auto, abre la puerta y entra al vehículo, enciende el motor y luego arranca alejándose de su enorme casa, dejando su tristeza en ese lugar para poder disfrutar de la compañía de su linda sobrina.

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