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35

Una semana había pasado, es viernes por la tarde, JungKook junto a Hope y Anne salen de una tienda de ropa para niñas. El castaño carga dos bolsas, una en cada mano mientras su hermana y la sobrina de su esposo caminan tomadas de la mano a unos cinco pasos de distancia de él y de Mark, el cual, carga la mayor cantidad de bolsas con ropa dentro.
—Espera —dice el chico, deteniéndose frente a un aparador.

—Anne, Hope —llama Mark a las pequeñas.

Las niñas retroceden mientras sonríen.

—Ese blazer en JiMin, se verá increíble —articula el menor, observando el atuendo tras la ventanilla de cristal.

Hope suelta un pequeño quejido, lleva sus manitas hechas puño a sus ojos y los frota constantemente.

—Tiene sueño —deduce JungKook, reconociendo las acciones de la rubia.

Mira a la niña y luego mira el aparador.

—Ve a comprarlo, llevare a Hope a la camioneta —habla Mark.

—Déjame la mitad de las bolsas, es lo justo —le propone JungKook.

Anne corre hacia su hermano con su mano derecha toma la parte de atrás del suéter del castaño. JungKook toma las bolsas que Mark le entrega y entra junto a su hermana al local.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlo? —se acerca una de las empleadas, sonriendo y saludando cordialmente.

—Hola, quiero ese blazer —dice el chico.

Intenta señalar hacia el maniquí, pero no lo consigue. Sonríe divertido y deja las bolsas en el suelo.

—Ahora sí —ríe apenado. —Ese blazer —alza su brazo derecho y señala en dirección del maniquí que se halla tras la vitrina.

—Muy buena elección, es un blazer Saint Lauren, entro a la tienda el día de ayer, su precio es un poco alto —le comenta la mujer mientras caminan hacia el aparador.

JungKook busca su billetera, saca la tarjeta negra que Raven le ha entregado, llama la atención de la mujer agitando su mano, pero esta al caminar unos pasos adelante de él no lo nota. Anne se acerca a la mujer y tira un poco de la falda del uniforme de la empleada.

—¿Sí? —articula mujer mirando a la pequeña.

Anne señala a su hermano y le empleada se gira.

—Pagaré con esto —dice el castaño, extendiéndole la tarjeta de su esposo.

La mujer alza sus cejas y asiente.

—Iré por el blazer —le hace saber a JungKook. —Gracias —susurra el castaño. —Ven acá, Anne —la llama.

Mientras preparan el blazer, JungKook escoge dos camisas para su hermano y su padre, se las entrega a la mujer y le pide que las agregue a la compra.

Esperan unos minutos, el castaño le entrega la tarjeta negra a la empleada mientras baila de forma graciosa junto a su hermana la música que se escucha dentro del local.

—Necesito su firma —habla la mujer.

—Ok —dice JungKook, toma la mano de su hermana y se acerca al escritorio.

Toma el bolígrafo y deja su firma de casado en el pequeño espacio en blanco que el ticket tiene, deja el bolígrafo sobre el escritorio y le entrega el ticket a la mujer y ella le entrega una copia.

El castaño dobla el ticket y lo guarda junto a la tarjeta de JiMin en uno de los depósitos de su billetera.

—Gracias por su compra —recita la empleada, mirando atenta a JungKook y a Anne.                

—Claro —murmura el chico.

Toma las dos bolsas y se detiene hasta el resto de bolsas con ropa de Hope y Anne.

—Ayúdame —le pide a su hermanita.

La niña toma dos bolsas medianas, JungKook acomoda el resto de bolsas en sus manos.

—Sostente de mi suéter —le ordena a su hermana.

—Sí, JungKookie —masculla la castaña, agarrando la parte trasera del suéter de su hermano tal cual y como lo había hecho anteriormente.

Salen de la tienda y luego abandonan el centro comercial mientras algunas personas lo miran al ver la cantidad de bolsas que carga.

—Sera la última vez que hacemos esto —habla el castaño, mientras le da una breve mirada a su hermana.

Al salir del centro comercial, Mark baja de la camioneta y se acerca JungKook.

—Hope, esta dormida —le comunica el pelinegro.

—Gracias, Markie —agradece el castaño.

JungKook ayuda a su hermana a subir al auto, le coloca el cinturón luego de sentarla al lado de la sillita de Hope, se cerciora de que la linda rubia este comoda y cierra la puerta con sumo cuidado.

Sube a la camioneta, se coloca el cinturón y luego Mark arranca.

—¿Hacía dónde? —cuestiona el chófer.

—A la oficina de JiMin, quiero entregarle el regalo que elegí para él —dice emocionado el menor.

Mark asiente, mientras JungKook se acomoda en el asiento del copiloto.

El sonido de notificación del celular del castaño suena, JungKook lo saca del bolsillo de su pantalón, lo desbloquea y entra al mensaje que su hermana le ha enviado. Sonríe y empieza a responder.

El chófer estaciona la camioneta frente al edificio de Raven Corp., mira a JungKook por unos segundos y sonríe al verlo sonreír.

—Volveré rápido —se dirige el castaño al pelinegro.

—Ve —sonríe Mark.

El castaño baja de la camioneta, el chófer le abre el baúl y él se encarga de buscar la bolsa Saint Laurent con una caja dentro. Cuando encuentra la bolsa la coge y cierre el baúl.

Camina hasta la puerta principal, saluda al vigilante y va directo al elevador.

Se acomoda en una esquina dejando espacio para que más personas entren al elevador, alguien presiona un piso antes del de su esposo y espera a que bajen algunas personas, cuando se queda solo presiona el quinto botón, la puerta se cierra y el elevador se mueve.

Las puertas se abren y sale del elevador sosteniendo la bolsa con su mano izquierda. Camina por el pasillo con una sonrisa que ni la mirada rabiosa de la recepcionista puede borrar de su rostro, pasa de largo frente al escritorio de la mujer, llega al camino que lleva hasta la oficina de Raven.

Se detiene frente a la puerta, sin hacer algún sonido abre la puerta aun con la enorme sonrisa en su rostro, la cual, desaparece al ver a Joy colocándose su camisa, mientras muestra su sostén color rojo pasión.

La mirada del castaño viaja hasta JiMin, el cual se encuentra acomodando su cinturón, pero al verlo deja de hacerlo y empieza a negar.

—JungKook —pronuncia, nervioso el pelinegro.

El menor cierra sus ojos y suelta un largo suspiro. Abre sus ojos y los observa a ambos.

—Sé que...

—Cállate, JiMin —lo interrumpe el castaño. —Estoy tan molesto, mierda —espeta JungKook. —Lo esperaba todo de ti —dice señalando a Joy. —Pero no de ti —añade triste. —Dime Joy. ¿Qué haces aquí? —la cuestiona el castaño.

—Trabajando —responde la mujer, abotonando su camisa.

—Trabajando —repite JungKook, asombrado, mirando con su entrecejo fruncido al millonario. —Se supone que la despediste —le recuerda indignado.

—Déjame explicarte —le pide Raven, acercándose al menor.

—¿Qué? ¿Qué vas a explicarme? —lo confronta JungKook, cuando el mayor está lo suficientemente cerca de él. —Por qué no la despediste en serio, o por qué la encuentro en tu oficina semi desnuda mientras tú te acomodas el cinturón. ¿Vas a explicarme eso, en serio? —replica el castaño, molesto, alejando a Park de él.

—Solo escúchame —suplica JiMin.

—Bien, habla —espeta el menor, cruzándose de brazos.

—No es lo que parece, JungKook —empieza el millonario.

El castaño ríe y lo mira una vez más, intentando no perder el control.

—Sabes que, me marcho —suelta JungKook, haciendo que los ojos de Raven se ensanchen.

—JungKook —lo llama nuevamente JiMin, saliendo de su oficina.

—Vuelve adentro, Raven —le pide JungKook.

El chico se detiene, se gira sobre sus talones y lo mira con semblante preocupado y nervioso.

—Lo digo en serio, vuelve adentro —le repite de forma seria, el menor.

—Mierda, JungKook —masculla el millonario.

—No me llames, ni me busques. Lo digo en serio, Raven —lo señala JungKook.

—Mierda —repite el pelinegro. —JungKook, solo déjame explicarte —insiste el mayor.

—Tu explicación comienza con un no es lo que parece —suelta entre dientes, el chico. —¿En serio quieres que crea que no es lo que parece cuando la veo de esa manera? —realiza una pausa breve. —Y tú, acomodando tu cinturón y maldición —dice exasperado el castaño, descendiendo su mirada. —Quedamos en que la habías despedido y está aquí, trabajando para ti como si nada —comenta furioso.

—Todo tiene una explicación —musita el millonario.

—Sí, lo sé, lo que no sé es hasta cuando pensabas decirme que no la habías despedido. ¿Es esa la razón por la cual no querías que viniera? —lo cuestiona JungKook.

Park realiza un chasquido con su boca y, luego niega.

—¿Por qué siempre retrocedemos lo que avanzamos? —pregunta JiMin.

—No lo sé, Raven —acota JungKook, mientras se gira dándole la espalda al millonario. —No lo sé —dice una última vez en voz baja, pero audible para Park mientras se aleja de la oficina del pelinegro y camina en dirección a las escaleras de emergencia.

Baja las escaleras sin prisa, suspira y bufa unas cuantas veces, sale por la puerta de emergencia del edificio y camina hasta la camioneta.

Abre la puerta del copiloto, toma asiento y deja la bolsa sobre sus piernas.

—UnKook —suelta emocionada, Hope.

El castaño se mueve en el asiento, gira su rostro un poco y mira a la pequeña, le sonríe y luego le lanza un beso a la rubia y luego a su hermana.

—Arranca —pide con dificultad.

Sin articular una sola palabra, Mark arranca mientras JungKook saca su celular y escribe unos cuantos mensajes.

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