Hope se encuentra sentada sobre los muslos de JungKook. Raven se halla sentado al lado del castaño mientras escuchan las palabras de Roxanne, la trabajadora de servicios sociales.
Como testigos de la familia Raven, está Camile, Mark y Joy, los cuales ya han atestiguado del cambio para bien que JiMin, había hecho luego de haberse casado.

—Todos de pie —habla la encargada.

JungKook carga a Hope en brazos, mientras que JiMin toma el bolso con las pertenencias necesarias de su sobrina.

—Luego de haber escuchado el testimonio de sus trabajadores, y de Roxanne, me doy cuenta, y espero que usted también joven Raven, de lo que ha logrado avanzar —dice la jueza—. La custodia de Hope Raven, hija legitima de Rose Park Raven, hermana de JiMin Park Raven. Sigue estando a cargo de usted y su esposo JungKook Jeon.

—Bravo —susurra el chico, sonriendo para la rubia que sostiene en brazos.

—Eso sí, joven Raven, lo tendremos bajo vigilancia, si su cambio es solo momentáneo le retirare la custodia de su sobrina, y la enviaré a un hogar temporal con una de nuestras tutoras —lo sentencia la jueza.

—No volveremos aquí, se lo aseguro —habla emocionado, JiMin.

—Eso espero, siguiente caso —le pide a su asistente la jueza.

Cuando están fuera del juzgado de familias, JiMin habla con su abogado mientras esperan a que Mark vaya por la camioneta. JungKook permanece al lado de Hope, señalando las nubes que más les llaman la atención, mientras Joy los mira a una distancia no tan prolongada.

—Vamos adentro —le ordena dulcemente el chico a la pequeña, cuando mira la camioneta frente a ellos.

En la parte trasera de la camioneta viaja Camile, JungKook y Hope, y al frente Mark y JiMin. El abogado viaja en su auto junto a Joy, mientras siguen la camioneta del millonario.

Al llegar a la casa del dueño de Raven Corp. Todos se alimentan y conviven por un tiempo. Hope, la linda rubia, es el centro de atención, todos ríen y la cargan, el más feliz de todos es su tío JiMin.

El mayor se acerca a JungKook, aprovechando que su sobrina esta distraída jugando junto a Mark.

—El jefe está feliz —dice el castaño, sonriendo ladinamente.

—Gracias a ti —susurra Park, acercando el cuerpo de JungKook al de él.

—El que cambio fuiste tú, no yo —bromea el menor, sintiendo como los brazos de Raven rodean su cintura.

—Pero tú viniste y a tu manera me guiaste y acostumbraste a cambiar las cosas —dice JiMin, acercando sus labios a los de JungKook.

—Bueno, entonces creo que me merezco un reconocimiento —susurra Jeon, sobre los belfos del mayor.

—Te daré lo que deseas, solo debes pedirlo, corderito —confiesa el pelinegro.

El menor termina con la escasa distancia entre las bocas de ambos, se besan sin importarles que hay más personas junto a ellos. Las manos de JungKook viajan al cuello comenzando a jugar y acariciar el cabello que desciende en esa área del cuerpo de Raven.

—¡Unkoo! —se escucha el grito emocionado de Hope.

—Debo ir con ella —habla entre el beso, el castaño.

—Te quiero —murmura JiMin, sobre los labios del menor.

—¡Unkoo, ven! —grita de nuevo la rubia.

—Debo ir con Hope —dice JungKook, nervioso, alejándose de forma rápida de Park.

—JungKook —lo llama el pelinegro.               
—Ahora no —habla el menor, mientras camina hasta Hope.

Raven se gira sobre sus talones completamente frustrado, mira a su asistente mirarlo, la ignora y decide salir al jardín donde se encuentra su esposo junto a su sobrina.

Hope se divierte en la piscina junto a JungKook, la pequeña sale y va por su tío. Camile va por un short adecuado para su jefe, cuando está listo entra a la piscina junto a su sobrina.

Juegan junto a Hope, pasando por alto lo ocurrido dentro de la casa.

—Cárgame —le pide JungKook a JiMin, enrollando sus brazos alrededor del cuello del pelinegro.

—Sube —dice Park, tomando los muslos del chico mientras se pasean por la piscina.

—Yo, yo, yo —dice eufórica Hope, alzando sus brazos en dirección a su tío y a JungKook.

—Nos cargaras a ambos —le deja en claro el castaño, aferrando sus piernas a la cintura de Raven.

JiMin carga en brazos a su sobrina, mientras JungKook se aferra a los hombros y cintura del pelinegro. El juego termina cuando Hope se queda dormida en brazos de su tío, el castaño sale de la piscina con la pequeña, entra a la casa para dejar a la niña en su habitación junto a Camile.

—Raven, sal del agua, tengo al que mostrarte —le pide Joy a su jefe.

El millonario sale de la piscina, toma una toalla y empieza a secarse frente a su asistente.

—Te escucho, habla —le hace saber, Park.

—Sé que posiblemente no creas lo que estoy por decirte, por eso quiero que veas esto —la pelinegra desbloquea su celular, entra a la galería, cuando encuentra lo que busca coloca la pantalla frente a JiMin.

—Ese es Dave —dice Raven, luego de reconocer a su hermano junto a alguien más.

—Y el otro chico es el hermano de tu esposo, y dentro del auto se encuentra su padre y su hermana —le informa Joy, mientras el vídeo continúa reproduciéndose.

—Dave y yo ideamos un plan para demostrarte lo interesado que es tu esposo y su familia. Lo único que ha hecho todo este tiempo es sacarte dinero, está estafándote, Raven.

—Imposible —espeta Park.

—Su hermano acudió a Dave para amenazarlo con exponer la verdad sobre tu matrimonio con el chico. Tu hermano tuvo que ofrecerles dinero para que no divulgaran la verdad y no estropear tu reputación —habla de forma rápida la pelinegra—. Y JungKook, tu esposo, regreso casi toda la ropa con viñeta. Envío a su hermana para que se quedará con el dinero.

—JiMin —lo llama JungKook.

—Te dije que no era correcto que lo comprarás —le recuerda Joy, cruzándose de brazos.

—¿Sucede algo? —pregunta el castaño.

—¿Qué hiciste con la ropa que te compré? —lo cuestiona Park.

—¿A qué te refieres? —dice confundido el chico.

—Responde, JungKook —le ordena el pelinegro.

—La devolví —responde el menor.

—¿Por qué? —realiza otra pregunta, JiMin. —Y más vale que no me mientas —lo señala con el dedo índice de su mano izquierda.

—Primero dime que es lo que sucede, o no —hace una pausa el castaño, acercándose a Raven y a Joy. —Mejor dime lo que sea que ella te dijo —le pide JungKook.

—Contesta, corderito —exige, JiMin.

—Aun no escucho lo que Joy te ha dicho —se cruza de brazos, el menor.

—Lo de tu padre era mentira ¿no es así? —lo confronta el mayor.

—Por qué mentiría con algo tan delicado? —se defiende, JungKook.

—Por la misma razón que tu familia amenaza con divulgar la verdad de nuestro matrimonio, para sacarle dinero a mi hermano —suelta de sopetón el millonario, dejando impresionado, indignado y molesto al castaño.

—Muy bien. Ok, está bien —habla en voz baja el chico, asintiendo en repetidas ocasiones. —Ya entendí todo, pero es que siempre estuvo todo tan claro. Soy idiota al haberle creído a tu estúpido hermano —dice el menor. —Dave fue a la casa de mi hermano, amenazó con exponer la verdad sobre el matrimonio. Mi padre me llamó desde el celular de Chanyeol, tú me llevaste y esperaste por mí, tu hermano quería dinero, le di mis ahorros, los ahorros de mis hermanos. Y sí, regrese la ropa cara que me compraste y mi hermana le entrego el dinero a Channie. Se reunieron el día de ayer con tu hermano para entregarle el dinero que reunimos, esa es mi versión —concluye JungKook.

—Es la mentira más...

—Cállate, Joy. Esto es entre JungKook y yo —la interrumpe Raven, molesto.

—Sé lo que piensas, y realmente no me interesa si me crees o no, JiMin —le deja claro el menor.

—Así de simple, no dirás algo más —se dirige Park al castaño.

—¿Qué más quieres escuchar? Te he dicho mi versión —habla exasperado el menor, mientras JiMin niega. —No tengo más nada que decirte, pero si tú quieres que te diga algo, dímelo que con gusto obedeceré tus malditas órdenes y caprichos —suelta el castaño.

—Dime la verdad, solo dime la maldita verdad —demanda JiMin, acercándose a él.

—Ya te dije mi versión, JiMin —replica JungKook, serio.

—JungKook —susurra Park, posando su mano derecha sobre su rostro.

—Mierda, te dije que me tienes. ¿Por qué no acudiste a mí? —reprocha el mayor. —Soy tu esposo —le recuerda, JiMin.

JungKook niega y ríe débilmente.

—No porque lo deseaste —musita el chico.

—Te quiero. ¿Por qué te cuesta tanto entenderlo? —alza su voz, Raven.

—Me compraste, JiMin —le recuerda, posando su mano sobre la del mayor. —Me compraste para ser tu esposo —le recalca.

—No me crees —dice con voz tenue, el pelinegro.

—Tú tampoco me crees —susurra JungKook, retirando la mano de JiMin de su rostro.

Sin decir más nada, el castaño gira sobre sus talones y empieza a caminar hacia la casa.

—Tenías razón, JiMin —suelta el menor, antes de entrar a la casa. —Tú familia es más complicada que tú, más complicada que cualquiera —comenta el castaño, y luego entra a la casa.

—Raven —dice Joy, acercándose a él.

—Vete, Joy.

—Déjame encargarme —le pide la pelinegra.

—¿Encargarte de qué? —la cuestiona Jeon—. Me gusta ese chico, me tiene Joy.

La chica niega incrédula.

—¿Crees poder hacer algo para que me crea de una vez por todas que lo que siento por él es real? Puedes hacer algo como eso, porque yo creo que no.

—JiMin —susurra, Joy.

—Vete, ¡ahora! —alza su voz el pelinegro.

La chica limpia unas cuantas lágrimas de su rostro mientras camina hacia la salida del jardín.

Raven, entra a su casa, sube los escalones, abre la puerta de su habitación esperando encontrar a JungKook dentro, pero solo mira a Camile, tomando la tumbilla con ropa sucia dentro.

—Esta en su habitación, lo vi entrar —le informa la sirvienta.

—Gracias —murmura Park, saliendo de la habitación.

El millonario camina por el pasillo hasta llegar a la habitación en la que JungKook dormía antes, gira el pomo y abre la puerta de forma lenta.

—Sí, adiós —dice JungKook, cancelando la llamada al ver a Raven entrando a la habitación.

El castaño lanza su celular a la cama, intenta huir, pero JiMin es más rápido evitando que lo deje solo.

—JungKook —articula en voz baja, Raven.

—JiMin —habla de igual forma, el castaño.

—Yo...

El chico niega, se acerca al cuerpo de JiMin y estampa sus labios contra los del contrario.

—Deja de decirlo —susurra JungKook, tomando con sus dos manos el rostro del millonario.

—Te quiero —suelta de nuevo el pelinegro, con más énfasis, pero de igual manera parece no convencer al castaño.

—A la mierda las palabras —dice el chico.

Se miran fijamente por un rato en silencio, para luego acabar riéndose a carcajadas como dos adolescentes.

—Solo acaríciame y bésame —le pide el menor.

JiMin lo observa unos segundos más, contempla el lindo rostro de JungKook y suspira mientras sonríe.

—A la mierda las palabras —repite el pelinegro.

Besa los labios de JungKook, los besa con deseo, desesperación y amor, muerde los belfos del menor, provocando que pequeños quejidos salgan de la boca del castaño.

Ambos se dejan a caer sobre el colchón, Park, acaricia con determinación las piernas del chico, lame y succiona su piel, ganándose la aprobación del castaño.

—Sí, así —balbucea el menor, sintiendo las manos del pelinegro acariciar y recorrer su piel son desdén.

Se dan besos lentos de esos que incendian, de aquellos con los que disfrutas quemarte.

Park lo tiene todo claro, y el cuerpo de Jeon se lo confirma. Disfruta escuchar los gemidos fuertes que suelta el chico, esos que no logra contener, y también le encanta deleitarse con los aquellos gemidos que terminan ahogados sobre la piel de su cuello o en su boca, mientras dos de sus dedos entran y salen de la entrada del menor.

Se miran una vez más, los ojos de ambos llenos de lujuria mientras sus cuerpos se unen y chocan entre cada embestida que el miembro del mayor le brinda a la entrada del menor, gimiendo al mismo tiempo al sentir el dolor y placer que les brinda la cercanía del contrario.

En definitiva, el sexo entre ellos no es solo sexo, cuando estan juntos las palabras sobran, se quedan a la espera para ser utilizadas de nuevo cuando ambos pudieran articular alguna palabra coherente.

La noche de los esposos Raven se basó en; unas rondas de besos lentos acompañado de unas sesiones de hacer el amor duro.

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