Ella estaba sola y débil en un rincón de la biblioteca llorando.

¿Pasaría el resto de su larga vida con aquel monstruo?

¿Por que no nació siendo una simple humana?

-Princesa-Una voz conocida interrumpió sus pensamientos-¿Quien se atrevió a hacerte esto?

Era su amado, el cual la tomó en sus brazos delicadamente y la llevó a su cama.

-Estas llena de heridas, y de...-ese aroma entró en su olfato, el aroma de alguien que conocía de siempre-¡Fue el maldito de mi hermano! ¿Verdad?

Ella no quería recordar lo sucedido solo lo miraba y comenzó a llorar. A lo que el joven caballero sacó su pañuelo y limpió sus rostro

-Esto no volverá a pasar-la abrazó con ternura-No te dejaré sola de nuevo.

†Continuará

Konichiwa! Ya no apedreen a mi Reiji-kun, ya volvió por su amada