Shu descansaba como siempre sobre un columpio de jardín en la huerta de Yuma.

El castaño se le acercó-Señorito, es tu último día de soltero-le despertó

Este solo abrió un ojo y volvió a su siesta

-¿Me oíste?- insistió

-Si lo oí-se molestó y se sentó-que quieres que haga?

-Pues podemos ir a divertirnos-sonrió pícaro

-¿Si? ¿Como?-dijo el rubio.

Yuma se sentó en el columpio y un pequeño crak se oyó seguido de....

-Ahhhh!-ambos gritaron.

El columpió no soportó el peso de ambos y se cayó.

Los dos estaban muertos de risa en el suelo.

-La diversión ya comenzó-dijo el mas alto.

-Edgar, Yuma,-Shu se levantó-Ya no somos unos niños, tengo que cumplir. Faltan pocas horas.

-Pues aprovechemos el tiempo bien-Dijo Yuma jalandolo al suelo de nuevo.

-Yuma!-Este lo ignoró y le plantó un beso

-¿Que haces?-Shu se apartó y se levantó de nuevo.

-Se que tu también lo deseabas-Tambien se paró-no te vayas, podemos hacer otra cosa, lo siento, no podré tenerte de nuevo.

-Lo sé, pero...-fue interrumpido.

-¿Y si vamos por un trago?-dijo Yuma.

-Esta bien, pero solo una...

Este capítulo es simultáneo al anterior y al siguiente.