XXI
-Ruki-san-dijo la pequeña Beatrix al terminar la lectura
-¿Que sucede?-preguntó el nombrado-¿Ya quieres ir a dormir?
-Tengo sed- dijo con un puchero y unos hermosos ojos al color de los de sus padres
-Vamos a buscar alguna presas-el joven se levantó e hizo una seña de que le siguira
-Padre dijo que no saliéramos-la niña le detuvo por la mano sin pararse
-¿Y que pensaba que bebieran mientras tanto?-alzó su azul mirada en señal de lo absurdo que parecía ese-Yui-san no creo que deje que bebas de ella, tal vez a su hijo se lo permita, pero no a ustedes. Y tu madre está demasiado débil.
-Pero Ruki-san, me siento cansada
-Ven, vamos a la cama-la cargó y se dirijió a la habitación
Acomodó la cama y le recostó en ella
-Trata de dormir, así ahorrarás fuerzas-besó su frente-Descansa
Niños, ustedes también, a la cama
-Pero Ruki...!-se quejaron
-A dormir dije-ordenó señalando la habitación del pequeño Ayato
Los niños corrieron y cerraron la puerta tras sí. Él fue tras ellos para arroparles, pero no le abrieron la puerta
-Ruki-san-Beatrix volvió a llamarle
Ruki fue hasta ella agachándose en cuclillas junto a la cama
-Papá no quiso que vinieran Sebastian y Clarise
-¿Y ellos quienes son?-preguntó mientras acariciaba su frente tratado de que se quedara dormida
-Son los sirvientes, pero si hubiesen venido, podríamos alimentarnos de ellos-dijo triste
-¿De verdad necesitas tanto beber?-su mirada triste le conmovía
Ella movió la cabeza afirmando con un puchero en la boca
Ruki suspiró-Siéntate
Él se levantó de suelo y se quitó su saco, para luego sentarse al lado de ella
Arremangó su camisa y extendió su brazo frente a ella
-Puedes beber-ofreció a la niña
La pequeña se acercó tímidamente y clavó sus colmillos en él
Ruki trató de ahogar el quejido del dolor
Beatrix extrajo sus caninos y comenzó a beber lentamente
Alzó la vista avergonzada y recibió una sonrisa del hombre-¿Estás satisfecha?
Sonrió inocente y negó con la cabeza
-Esta bien puedes beber un poco mas-dijo Ruki
La niña chupó un poco más de su fluido vital y lamió sus labios satisfecha
Él limpió las comisuras de su boca con el pulgar
-¿Tu vas a estar bien Ruki-san?-preguntó ella con un bostezo
-Si, princesa. Tu descansa-arropó a la niña y le dio un beso en la mejilla
Ruki se quedó unos minutos hasta que ella se quedó dormida
Salió lentamente tratado de no despertarla y se fue a su habitación a recuperarse
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