En la mansión Tsukinami, no se oían voces

Solo se podían escuchar los sonidos de un general alistándose para la batalla

Ambos hermanos sacaron sus mejores ropajes militares llenos de dorados cordones y botones relucientes

Cada detalle era impecable

Las espadas relucientes fueron envainadas para su uso en el momento idóneo

Aquel sería El Momento para ellos

Faltaba el último detalle, la fórmula

Carla colocó aquella sustancia en un estuche de cuero perfectamente lustrado y la colgó a su cuello con una cadena de oro

Incluso tenían una estrategia bien estructurada

Sin embargo, con los otros clanes, no era la misma historia

La ansiedad les carcomia

Tener experiencias previas semejantes, les daba cierta idea 

Pero el hecho de no saber como ni cuando vendría, no les ayudaba mucho

Sin embargo, ese día había llegado cual sequía en medio de la siembra

Lo que se temía, había llegado

Él ahora estaba allí

Continuará...

I'm so bad...