Reiji llegó a la mansión real y fue directo a la biblioteca.
Para su sorpresa, la puerta que él había cerrado el día anterior, había sido forzada

Abrió la puerta y entró

Todo era un desastre. Los libreros saqueados, las fórmulas derranadas por el suelo, espécimenes sueltos entre el desorden

Fue directamente a su hallazgo principal, el diario de su padre.
Aquella estantería simple, llena de recortes y lo que parecían chácharas, no había sido saqueada

Guadó el libro en el bolsillo interior de su abrigo y siguió recorriendo la biblioteca hasta que se topó con alguien conocido:
Carla Tsukinami

-Reiji Amigo mio...-dijo en un tono burlesco, él se encontraba sentado en un sillón al centro del lugar cual rey en su trono-un gusto verte de nuevo....