3
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T/n dudaba. No sabía si asistir o no a la quedada a la que la había invitado Liam. Estaba tumbada en su cama, mirando como el ventilador del techo daba vueltas.
Liam no parecía mal chico, por algo tenía fans, pero tampoco lo conocía mucho. Quizá quería agradecerle por sacarle las castañas del fuego con las chicas locas.
T/n dejó de mirar el ventilador, se estaba mareando.
Se puso boca abajo y apoyó su mentón en sus manos. Entonces notó un peso sobre su cabeza.
-Rufflet, quita de ahí porfa-dijo.
-No soy rufflet-dijo la voz de su madre.
T/n levantó la cabeza para mirar. Lo que tenía sobre su cabeza era la mano de su madre, que le acariciaba el cabello.
T/n tosió levemente y se sentó en la cama, tomando la mano de su madre entre las suyas propias.
-Hola má, ¿Que ocurre?
-A mi nada, pero tú estás pensativa. ¿Piensas en tu padre?
-No, ahora mismo no. Pensaba en otra cosa-la miró a los ojos, y ella le devolvió la mirada. Se quedaron así un momento mientras su madre trataba de adivinar.
-¿Ha ocurrido algo con tus amigas?
-No exactamente.
-Si quieres puedes contarme.
-Una persona me dijo de quedar, pero...
-¿Pero qué?
-No sé si debería.
-¿A tí que te dice tu corazón?
-No lo se exactamente, solo no quiero problemas-dijo t/n mirando al ventilador de nuevo. Pocos segundos después volvió a bajar la mirada.
-¿Problemas?-se extrañó.
-No es nada, descuida.
-Está bien, solo haz caso a tus sentimientos y tú sentido común. No soy quién para decirte que quedes o no con alguien-su madre le sonrió con melancolía.
T/n se entristecía siempre que su madre sonreía, nunca volvió a sonreír igual desde aquel día.
La chica se miró las manos un segundo.
-Ya se lo que hacer, gracias mamá-le dió un beso en la frente a su madre, se levantó y salió de la habitación.
La madre se quedó un momento allí, mirando al lugar donde había estado sentada su hija. Se sentía tan sola...
~•••~
-Bien, aquí estoy. No sé por qué, pero algo me dice que debo-dijo t/n para si misma.
Estaba en el parque de la zona de ricos, tal y como le había dicho Liam. Rufflet había estado inquieto, así que lo guardó en su pokeball.
Se había sentado en un banco a la sombra y veía a un par de familias con niños de aspecto refinado en los juegos del parque.
-¡Buh!
-¡Ah!
T/n se dió la vuelta rápidamente, asustada. Vió a Liam, el cual parecía arrepentido.
-No esperaba asustarte tanto, creí que me habías oído llegar-dijo con una media sonrisa.
-Oh, bueno, da igual. Solo estaba metida en mi mente.
-T/n, solo quería agradecerte por salvarme está mañana-dijo sentándose a su lado.
T/n lo miró de reojo.
-Tranqui, no es nada-festejó por dentro de haber adivinado lo que quería.
-Si... Bueno, yo a veces puedo ser un poco cobarde... Sobre todo con ellas-se lamentó el de cabello rosa.
La chica soltó una risita.
-¿Te da miedo herir sus sentimientos?-preguntó con curiosidad.
-La verdad es que si.
-Así lo único que haces es darles esperanzas.
-Ya, pero no puedo evitarlo.
-Eres demasiado bueno con ellas-dijo mirándolo con los ojos entrecerrados.
-No puedo evitarlo-dijo con una sonrisa nerviosa.
-Deberias dejarles las cosas claras. Diles que quieres que te dejen en paz. ¿Eso es lo que quieres?-a t/n, a pesar de haber adivinado una vez los pensamientos del chico, le costaba saber que es lo que quería. A penas lo conocía al fin y al cabo.
-Quizá-miró hacia arriba y observó a los pikipek en las ramas de los árboles.
-Oye, ¿Es cierto que estudiaste en Kanto?-preguntó t/n. Se acababa de acordar de su conversación con su amiga.
-¿Eh? Si, estudié allí.
-Así que no era un rumor... ¿Y tu madre es actriz? ¡Estoy segura que no es un rumor!
-Si, lo es.
-Buah, cuando le diga a Bea e Iso que tú me lo has confirmado van a alucinar.
Liam simplemente sonrió.
-Oye Liam, ¿quieres que vayamos por un granizado o algo? Tengo calor-dijo levantándose del banco y estirándose.
-¡Claro!-el chico sonrió y también se levantó-Pagaré yo, como agradecimiento.
-¿Agradecimiento? Olvídalo, cada uno paga el suyo.
-Pero...
-Nanay.
-T/n.
-He dicho que no. Punto. Venga, vamos a la tienda de la calle principal.
Liam se resignó.
-De acuerdo-en realidad, no estaba acostumbrado a que una chica le llevara la contraria, normalmente todas las chicas de las escuelas a las que había ido siempre le daban la razón, en un intento de tener una oportunidad con él.
~•••~
-¡Me encanta el granizado de fresa! ¡Aaah es tan refrescante!-dijo t/n dando un sorbo a su granizado.
Liam la miró sonriendo.
-Yo soy más del de limón-dijo mirando su granizado amarillo.
Al final cada uno había pagado el suyo propio, a pesar de que Liam había vuelto a insistir en pagar, pero t/n no lo habia permitido.
-Liam.
-¿Si?
-No tienes gusto en los granizados.
-¿Eh, por qué?-el chico estaba visiblemente sorprendido.
-¡Todo el mundo elige el de limón! El de fresa es menos popular, y por tanto es mejor-tomó un sorbo a su granizado y de inmediato se llevó la mano a la sien-¡Ah se me congelaron los sesos!
Liam bajó la vista a su granizado por un momento.
«Menos popular igual a mejor...-se quedó pensando-Quizá yo debería ser menos popular y así ella tendría otra opinión de mí...»
-¿Que es lo que te gusta tanto del granizado de fresa?
T/n pensó unos instantes.
-No solo del granizado, las fresas, frambuesas, moras, arándanos... ¡Todos! Tienen sabores únicos y cautivadores-dió un último gran sorbo a su granizado, a sabiendas de que se le congelaría la garganta y la cabeza.
Arrojó el vaso de plástico a una papelera.
Liam también tomó un sorbo a su granizado.
-Sabores únicos y cautivadores...-repitió pensando.
-Si, son maravillosos.
Liam arrojó su vaso, el cual contenía un poco de hielo pero sin sabor a la misma papelera.
En ese momento estaban cerca de las afueras.
-¿Quieres probar algo rico?-preguntó t/n sonriendo.
-¿Algo rico? ¿En qué tienda?
-¿Tienda?-ella soltó una risotada.
-¿Que es tan gracioso?-preguntó Liam tratando de entender. Si había algo gracioso el también quería reírse de aquello.
-Ven conmigo-hizo un gesto con la mano para que lo acompañase.
Liam obedeció, atacado por la curiosidad.
T/n lo llevó por un callejón que daba al bosque. La chica guiaba el camino entre los árboles, evitando Pokémon salvajes y a través de arbustos.
-¿A dónde vamos t/n?-preguntó Liam cuando llevaban varios minutos caminando aparentemente sin rumbo.
-Un momento, ya casi estamos-lo tranquilizó ella sin siquiera mirarlo. Estaba prestando atención a su alrededor y no quería distracciones.
Liam escuchaba el sonido de sus pasos sobre la tierra, el crujir de las ramas, el mecerse de las hojas a la brisa y los sonidos de los Pokémon pájaro y bicho pululando por ahí.
-T/n...
-Un momentito Liam.
T/n se metió dentro de un tupido arbusto que crecía hasta muy alto, tanto que no podía ver a través o por encima. Liam por su parte se quedó ahí, quieto, sin saber si seguirla o si darse la vuelta e irse.
-Liam, sígueme-dijo de pronto t/n asomando la cabeza por el arbusto-. Solo tienes que cruzar y ya estamos.
El chico, vacilante dió un paso dentro del arbusto. Dudaba si debía.
Pero al final decidió confiar en la chica que había seguido a ciegas por el bosque, al fin y al cabo no había razón para ni confiar en ella.
Lento comenzó a atravesar el arbusto.
De pronto, t/n lo cogió de la muñeca y tiró de él hacia el otro lado.
Liam cayó al suelo de bruces y al levantarse puso ver el más bonito lugar que en su vida pudo imaginar.
Era un claro del bosque, aislado del resto del bosque por enormes arbustos y árboles muy tupidos. Pero eso no era todo, había un círculo de champiñones rodeando un tocón enorme y había montones de arbustos con todos los tipos de bayas que pudiese imaginar y frutos silvestres.
T/n estaba de pié mirando al cielo, las suaves nubes salpicaban el intenso azul.
Era un paraje increíble.
Liam se levantó y echó un vistazo a su alrededor.
-T/n, esto es maravilloso-dijo tras un silencio bastante prolongado pero no incómodo.
Ella solo sonrió.
Una tos salió de su boca.
-¿Estás bien?-preguntó el chico.
-Si, tranquilo-volvió a toser-, creo que me resfrié un poco.
Liam decidió creerle. Se agachó y miró los arbustos de bayas.
-¿Quieres probar?-dijo t/n.
-¿Se pueden comer?
-Claro, no te traje aquí solo para admirar el paisaje.
-Incluso aunque hubiera sido para eso solo, me hubiera sentido agradecido.
-Que raro eres-dijo ella riendo. Se agachó a su lado y seleccionó un arbusto de frambuesas. Cogió algunas y le entregó la mitad a él-Estas son mis favoritas. Mi madre suele ir al mercado a comprar pero creo que las silvestres tienen más sabor, son menos artificiales.
Liam comió una e instantáneamente se maravilló. Era un sabor más intenso que el de cualquier frambuesa que hubiese comprado antes.
-Tenias razón-dijo.
-Lo sé, tienes los ojos brillantes, se nota que te gustaron-dijo sonriendo. Ella se metió un par de frambuesas a la boca.
Liam fue a sentarse en el tocón y miró a su alrededor. Estaba simplemente impactado, no pensaba conocer un lugar tan increíble en la isla en la que vivía.
-¿Cómo conociste este lugar?-preguntó.
T/n volvió a mirar la cielo y cerró los ojos.
-De pequeña solía venir al bosque a jugar con mi padre. Un día él me trajo aquí y me enseñó el camino. Me dijo que lo mantuviera en secreto, que sería nuestro lugar seguro.
Liam pudo notar un cierto aire melancólico en su voz.
-¿Y por qué me lo enseñas a mí? ¿No sé supone que es secreto?
Mantuvo silencio.
-Me has caído bien-dijo al fin-. A demás desde que murió mi padre estuve viniendo sola, y no es lo mismo venir sola que con un acompañante.
Liam bajó la vista.
En parte no se sentía digno, pero por otra parte sentía que t/n había confiado mucho en él, y eso le reconfortaba.
-Gracias por confiar en mí -agradeció sonriendo-. Lo mantendré en secreto.
-¡Así me gusta! La verdad no me gustaría que esté lugar se llenase de gente curiosa... Eso le quitaría toda la magia-comió otra frambuesa.
-Tienes razón, este sitio tiene como un aura, una energía o un algo casi mágico.
T/n se acercó un poco al chico.
-¡Exacto! Este sitio me cautivó desde que entré por primera vez hace ya diez años. Y se mantiene como si nada, como si no pasase el tiempo para este rincón del mundo. Siento que quiso enseñarme este sitio antes de morir, como un legado.
-Un legado...
-Si... Lo echo de menos... Pero no hay manera de traerlo de vuelta así que no vivo en el pasado. Siempre con la cabeza alta para afrontar el futuro.
-Es una buena forma de pensar.
-Gracias. No quiero ser como mi madre.
-¿Tu madre?
-Vive atascada en el pasado y se niega a recibir ayuda. Yo quiero vivir feliz y agradecida de tener mi pasado, nada de vivir triste y decaída por cosas que no pude evitar. Quiero hacer muchas cosas en el futuro, ¡tengo tantos sueños que no se por donde empezar!
Liam estaba feliz de ver a la chica emocionada. Él no tenía objetivo fijo, si bien es cierto que le gustaban algunas cosas y era bastante bueno en las clases no tenía objetivo.
El chico miró al cielo, pudo ver como poco a poco se teñía de naranja.
-Debería volver, mis padres se preocuparán si no llego pronto-dijo.
-Claro, ¿necesitas que te guíe a fuera?
-Si por favor, no me gustaría perderme en el bosque-bromeó.
T/n soltó una risa y mientras se hacía cada vez más de noche lo acompañó hasta su hogar.
~•••~
Hola gente, me estoy tardando lo mío con esta historia, lo sé y lo siento.
Pero bueno, lo importante es que estoy escribiendo capítulos nuevos.
También me da mucha pereza revisar los capítulos y por eso tardo más, a demás que hay que decorarlos un poco para que queden bonitos.
En fin, ¿Qué tal os va todo? Yo por mi parte estoy tranqui, trabajando en las historias sin acabar.
Gracias por leer y si has leído hasta aquí comenta tus impresiones, dale estrellita y añade a tus listas de lectura. Ojo, no obligo, solo es una sugerencia para que me mostréis que os gusta y así yo se que queréis que siga la historia.
Nos leemos pronto.
✨¡Astro la vista!✨
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