— ¿Estás seguro de esto, hermano? —escuchó el grito del chico pelirrojo natural desde abajo, el ruido de la música había disminuido un poco y lo único que se escuchaban eran cuchicheos llenos de asombro y diversión. No quería ver abajo, pero se obligó a hacerlo. Cuando su mirada azulada localizó al chico de cabello rojizo quien era el responsable que él estuviese en el techo de aquella casa, solamente tragó duró. En serio estaba a punto de lanzarse a la piscina desde esa altura, su cuerpo iba a arder ante el contacto del agua por la fuerza y ni hablar de la posibilidad que había de que él cayese fuera de la piscina. Iba a morir.

Luke miró hacia debajo de nuevo, tratando de equilibrarse en el borde del tejado, esta vez logró visualizar a Michael de pie, viéndole asustado. A su lado estaba Ginna, algo dentro de él se ablandó al notar la expresión de preocupación por parte de ella.

—Luke, no tienes que hacerlo, ya probaste tu punto —gritó Michael, llevándose las manos a su boca como megáfono. Luke negó.

Después de que Ginna se fuese enojada de su lado, él fue directo donde estaba Layla y otros chicos. La estaba pasando bien, fumando hierba e ingiriendo alguna que otra extraña pastilla. Así que cuando uno de esos chicos le retó a saltar desde el techo a la piscina del patio trasero, él aceptó seguro. Por supuesto que estaba fuera de sus cinco sentidos cuando hizo esa decisión, seguía estándolo.

— ¿Estás seguro? —volvió a preguntar el pelirrojo, con su celular en mano, listo para grabarle.

— ¡Estás loco, bájate de ahí! —oyó de repente, miró hacia abajo para encontrarse a Layla viéndole sorprendida.

—No estoy seguro —contestó Luke al chico pelirrojo, llevó sus manos hacia su nuca y retrocedió unos cuántos pasos. Pudo escuchar las palabras de alivio de Layla.

Tomo una gran bocana de aire y sin pensarlo tomó impulso, yendo con rapidez hacia el borde del techo y dando un gran salto. El lugar se llenó de gritos asombrados.

Su cuerpo automáticamente azotó con la fría agua, se hundió y se sacudió tratando de llegar a la superficie, cuando estuvo afuera escuchó cómo todos le tiraban hurras y le festejaban su estupidez.

Miró hacia el techo donde había saltado y maldijo internamente, era demasiado alto, la casa era de dos pisos. Un paso en falso y pudo caer en otro lado y morir.

Hundió la mitad de su rostro en el agua, mirando cómo los demás se metían. A lo lejos notó a Ginna viéndole seria de brazos cruzados. Luke prefirió meter toda su cabeza debajo del agua antes de aguantar la mirada llena de desaprobación y disgusto de la chica que le gustaba.

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