Meses después

Una linda parejita caminaba felices mientras un cachorro ladraba al ver a sus dueños comer helado, Yeontan preguntaba por qué su papi Tae le daba ¿Su boca a el chico con cabello de carbón?

—¡Yeontan! — Jungkook llama al perro, este lo habían adoptado hace unas semanas atrás, lo encontraron en un callejón abandonado y con una herida en sus patitas pero nada que no se podría curar llendo al veterinario.

Yeontan, era su nombre, y para Tae era la cosita más hermosa y linda del mundo, era su bebé

Já, ¿Bebé?, Esa cosa era el mismo demonio en persona, de seguro y le tenía la mala, cuando agarraba de la mano a Tae le gruñía y si le daba de comer ni siquiera le agradecía con una muertas de cariño, en cambio a papi Tae era un ángel.

Ángel vestido de un demonio

—Kook, ya vámonos a casa ¿Sí? —

Por cierto, ellos habían empezado a salie hace meses y decidieron vivir juntos, comprado entre los dos un lindo y cómodo apartamento con los -grandes- ahorros de Jungkook, un poco de ayuda por su madre y dinero de Taehyung, era hogareño, tenía dos baño, dos habitaciones, la principal contaba con un baño y la otra era sencilla pero bonita para visitas; una sala, cocina y un balcón con vista hacia las calles de Seul.

El edificio era lindo y cómodo para ellos y tenían al pequeño Yeontan.

Ellos era una linda parejita dónde su amor era mutuo y sin duda perdurará por un largo tiempo.

Fin