-¡Pero si ni siquiera lo conozco, ni siquiera soy de este país, no me puedes obligar a casarme con él! ¡Tengo derechos humanos!
-En este lugar del mundo no existen los derechos humanos Ayla, si no firmas ese papel todos moriremos y todo va a ser tu culpa... 

El honor es algo importante para todos, para unos es el precio de sus libertades, para otros son el precio de sus vidas, como en mi caso, intento parpadear muy rápido y fuerte con la esperanza de hacer que todo este infierno acabe y que solo sea un mal sueño pero nada desaparece, el documento de la boda... de mi boda sigue ahí en la mesa, mi mano temblorosa sigue sosteniendo la pluma, mi hermano me sigue apuntando con la pistola, mi madre, mi padre y "Él"... siguen afuera esperando a que salga de este cuarto con el papel firmado, todo el pueblo sigue esperando a que salga de aquí como la esposa del gran jefe...

Sigo sin entender cómo mi vida cambió tan de repente, de ser una chica normal con unos padres que de verdad me aman y no me obligan a nada, a estar aquí en un país al otro lado del mundo con un idioma que desconozco con mis padres biológicos que son en verdad unos hijos de puta que me trajeron hasta aquí engañada para casarme con un hombre que apenas hoy conocí...

La pistola de mi hermano presiona mi espalda, ahí donde el vestido blanco acaba y comienza el encaje, el dice algo pero no logro entender lo que dice ya que habla en turco haciendo que me frustre más, si supiera el idioma nada de esto hubiera pasado, en estos momentos me detesto por haber escogido las clases de francés en lugar de las turcas en el colegio, Omar frunce el ceño y me mira con coraje 

-Dije que firmes Ayla, mira, voy a traer al juez y a Dilaver, cuando regrese quiero que dejes de llorar y firmes ese maldito papel sin objeciones, no quiero que ninguna palabra salga de tu boca ¿Me oíste? Ni una, que el jefe sabe hablar español   

La pistola presiona aún más mi espalda, asiento por presión pero mis lágrimas no cesan, de hecho aumentan más cuando Omar sale de esa puerta, en serio me quiero morir, debería de haberme quejado cuando pude y que el me dispara para terminar con este infierno 

Soy solo una niña, tengo dieciséis años recién cumplidos, tengo otra vida, ni siquiera me llamo Ayla, bueno, asi no me dicen mis papas, pero al parecer ese es mi nombre real...

Mis ojos empiezan a buscar alguna salida, alguna forma de escapar pero el cuarto en donde estoy ni siquiera tiene ventanas y si salgo por la puerta por donde se fue Omar me pueden matar en seguida 

"Piensa Aria piensa"

Muy tarde, Omar entra junto con un hombre bajo y calvo que se sienta en la silla de enfrente del escritorio donde estoy y me sonríe, evidentemente no le devuelvo la sonrisa 

A mi lado hay otra silla que es ocupada por un hombre extremadamente alto con unas facciones muy definidas y hermosas, sus ojos cafes me miran fijamente, su boca se torna en una ligera sonrisa que desaparece después de un momento, se puede decir que la cantidad de frustración que tengo en este momento es la cantidad que tiene este hombre de guapura, sin embargo eso no hace que lo odie menos.

El juez comienza a hablar, ruedo los ojos porque habla turco, Dios llevame por favor, las lagrimas salen mas y no puedo evitarlo, siento la mirada de mi hermano fluminandome 

-Sen Dilaver Arslan, yasal eşin Ayla Yalmaz olarak kabul ediyorsun...

-Kabul ediyorum-dice el hombre a mi derecha con firmeza 

El juez me mira y me repite lo que le dijo a el, no se que significa, Dios ayúdame, en que me he metido, estoy segura que para este punto mi maquillaje ya se corrió, miro a Omar esperanzada en que me ayude a comprender algo, el me mira con una sonrisa falsa y asiente con la cabeza y me hace una señal para que haga lo mismo, con miedo en todo mi cuerpo miro al juez y asiento con la cabeza, creo que acabo de decir "Sí acepto" seco con la manga de mi vestido mis lágrimas, el hombre a mi derecha me mira con un poco de preocupación 

-Neyin var-me dice 

Ah me quiero morir, en serio, no comprendo porque me mira asi, de seguro es por mi llanto, si está preocupado por mi es un verdadero imbecil, como no quiere que este asi si el me esta obligando a casarme, ni siquiera se como se llama, maldigo el dia en el que me trajeron aquí...

Omar le dice algo a "Él", "Él" lo voltea a ver y asiente un poco, regresa su mirada al juez que vuelve a hablarle, él toma una pluma del escritorio y firma el documento, el juez me mira y me dice lo mismo que a "Él", no necesito saber turco para saber que significa, me quedo congelada, la pluma sigue en mi mano, siento la mano de Omar en mi hombro, el frío amargo de la pistola me recuerda lo que tengo que hacer, y asi con lagrimas en los ojos, destruida, firmo..