=͟͟͞͞ 🍕 Capítulo único.
HyunJin nunca se había sentido tan jodidamente solo, es decir, era sábado por la noche, ¿Y él qué estaba haciendo? Exacto, estaba acostado en su sillón viendo televisión y revisando su celular con la vaga esperanza de que alguien lo invitara a salir.
Malditamente triste y patético.
Todos sus amigos tenían planes, MinHo y JiSung habían decidido ir al cine, SeungMin y ChangBin habían ido a la fiesta de uno de sus compañeros de universidad, Chan y JeongIn estaban fuera de la ciudad, e incluso sus padres habían decidido ir a un club a tomar algunas cervezas con su grupo de trabajo.
¿Desde cuándo sus padres tenían más vida social que él? La soledad apestaba.
Ya resignado a pasar su noche de sábado encerrado en casa, decidió ordenar algo de comida porque, hey, nada mejor que comida chatarra para ahogar las penas.
La verdad no tenía idea de qué quería comer, por lo que optó por seguir el consejo de JiSung y descargar una aplicación llamada "Rappi", según le había entendido a su amigo, ahí encontraría muchas opciones de comida a un buen precio, además, lo mucho que perdería al probarla sería tiempo, y eso tenía de sobra.
Después de esperar unos segundos a que la aplicación se descargara, le dio click para iniciar. Llenó las casillas que pedían con sus datos y completó los pasos necesarios para crear su cuenta, por lo que ya con todo listo un nuevo mundo de posibilidades se abrió ante él.
—Demonios, ¿Dónde estuviste toda mi vida? —Murmuró HyunJin refiriéndose a la aplicación, es decir, habían muchos descuentos, la entrega de tu pedido era rápida, ¡E incluso podían ir al supermercado y traer lo que necesitaras de allí! Era una aplicación para flojos con pequeño presupuesto.
Lo que todos necesitamos.
Algunos minutos pasaron y HyunJin terminó decidiéndose por pedir una pizza de seis porciones, una mitad de pepperoni y la otra mitad hawaiana. Tal vez era demasiada comida para él, pero, ¿Qué importaba? Llenar su soledad con pizza no sonaba tan mal.
—¿Ahora qué? —Preguntó para sí mismo, mientras veía cómo en la pantalla de su celular aparecía un "Espera, te estamos asignando a tu rappi".
Solo unos segundos le tomó a la aplicación dejar de enseñar aquel aviso y reemplazarlo por el nombre del rappi que le había tocado, o mejor dicho, el nombre de la persona que traería su pedido. Lee Felix era lo que la pantalla mostraba.
—Supongo que a esperar. —HyunJin suspiró y se volvió a centrar en la televisión frente a él.
El timbre de su casa sonó sorprendiéndolo. El tiempo había pasado más rápido de lo que esperó, definitivamente esa película de Marvel había sido la mejor opción mientras aguardaba por su comida.
Dejando la televisión en pausa se dirigió a abrir la puerta. Cuando estaba frente a esta, pasó su mano derecha por su cabello en un vago intento de arreglarlo y también acomodó un poco su ropa, puesto que estar cambiando de posición constantemente en el sofá la había dejado desarreglada. Tal vez no volvería a ver a la persona que estaba tras esa puerta, pero antes muerto que sencillo.
El timbre volvió a sonar haciéndolo darse cuenta de que se estaba tardando más de lo necesario, por lo que abrió la puerta de inmediato, no esperando lo que se encontraría al hacerlo.
Al frente suyo se encontraba un chico peliplateado, de unos siete u ocho centímetros más bajo que él, tenía puesto un suéter blanco junto con unos pantalones negros ajustados y mantenía su vista fija en su celular al parecer rectificando datos de la entrega. Al chico pareció tomarle unos segundos notar su presencia, y cuando lo hizo levantó su profunda mirada miel para fijarla en la suya.
—Hola, soy Lee Felix —Dijo el chico de cabellos plateados frente a él —. ¿Eres Hwang HyunJin?
Oh, nunca en su jodida existencia se había sentido tan feliz de llamarse así.
—Sí, soy yo. —Respondió con un aire de galantería en su voz. Definitivamente no iba dejar ir a ese chico.
—Sí, bueno, traigo la pizza que ordenó. —Habló de nuevo el repartidor enseñando la caja de pizza en sus manos —Son 11.000 wons.
HyunJin se recostó en el marco de la puerta y sacó de su bolsillo la cantidad exacta que le había sido pedida extendiéndosela.
—Aquí tienes, lindo. —Dijo coqueto el rubio recibiendo una pequeña risa irónica como respuesta.
—Disfrute su comida. —Dijo el menor antes de entregarle la caja de pizza al rubio y darse la vuelta con la intención de irse, sin embargo, sus planes se vieron interrumpidos por una ronca voz.
—¿Sabes que disfrutaría más? —Fue lo que el pecoso escuchó —A ti.
Felix se detuvo a mitad de camino quedándose estático por unos segundos antes de voltearse divertido.
—¿Qué acabas de decir?
—Lo que escuchaste. —Respondió el mayor dejando la caja de pizza en la entrada para comenzar a acercarse de a poco al contrario.
Las miradas de ambos chicos estaban fijas en el otro, ambas desafiantes e incluso parecían tener una batalla por ver quién tenía el control.
—Lo lamento, cariño —Felix rompió el intenso silencio que se había instaurado —, pero no ando acostándome con cualquiera de mis clientes.
—Oh, si es por eso no hay problema... —HyunJin se acercó hasta quedar a escasos centímetros del rostro contrario —Te aseguro que no soy cualquiera. —Finalizó antes de lanzarse a devorar esos brillantes labios que lo habían estado llamando desde el primer momento en que los vio.
El peliplata se sorprendió al sentir los labios ajenos sobre los suyos, la verdad no esperó que aquel chico fuera tan atrevido, más bien creía que solo era un chico bueno usando máscara de uno malo, pero que todo terminaría en nada más que una mala actuación. Sin embargo, las cosas habían resultado ser todo lo contrario, y la verdad... Eso le encantaba.
Esa desvergüenza y seguridad que desprendía la actitud de aquel sujeto era totalmente caliente. Definitivamente era su tipo.
Sus manos fueron al cuello del más alto y sus labios comenzaron a moverse correspondiendo al beso desenfrenado. El calor de ambos cuerpos iba en aumento, pero lastimosamente la falta de aire los hizo separarse, momento que HyunJin aprovechó para jalar de la muñeca al pecoso y adentrarse a la casa junto a él.
—Lamento haberte jalado, pero no quiero que los vecinos disfruten del show —Dijo tomando al peligris por la cintura y hundiendo su rostro en el cuello de este para luego depositar algunos besos y lamidas allí —. ¿Cama o sofá?
—Mierda, no me importa, solo... Mgh. —Felix no podía pensar coherentemente con HyunJin haciendo tan buen trabajo en su cuello.
—Como ordenes, precioso. —Dijo el rubio sosteniendo de los muslos a Felix para poder cargarlo y depositarlo encima del sillón.
Separó las piernas del peliplata para poder colocarse entre ellas y con sus propias manos despojó al chico de aquel suéter que solo estorbaba en ese momento.
Comenzó a repartir besos por toda la nívea piel expuesta, podía sentir cómo con cada beso o lamida se tornaba aún más caliente, además, Felix se veía como un desastre tan perfecto; con sus cabellos rebeldes cayendo por su rostro y una ligera capa de sudor cubriendo su cuerpo, HyunJin no lo pudo evitar y justo encima de las deliciosas clavículas del chico chupó hasta dejar una marca que pronto se tornaría morada.
—¿Apenas nos conocemos y ya... Mgh... Me estás marcando?
—¿Apenas nos conocemos y ya estás dejando que te folle?
—Touché. —Dijo con una pequeña risa el menor, y aunque HyunJin amaría escuchar ese sonido por el resto de su vida, en esos momentos prefería mil veces más oír sus gemidos.
Retomando su trabajo, el rubio atacó esos jugosos labios y se tomó su tiempo para apreciar el delicioso sabor a cereza que estos poseían, definitivamente besar aquellos belfos podría convertirse en su mayor droga, sin embargo, necesitaba y quería más, por lo que después de succionar un poco el labio inferior del chico, le dio una mordida al mismo pidiendo permiso para poder ingresar su lengua.
El peligris inmediatamente entendió la señal y abrió su boca dándole la autorización que el hombre arriba suyo pedía, mas cuando HyunJin ingresó su lengua se encontró con algo que antes no había notado, pero definitivamente estaba más que feliz de ahora ver, o mejor dicho sentir.
—¿Tienes un piercing en la lengua? —Aquello se escuchó más como un gemido que una pregunta por parte del mayor.
—Eso no importa, solo sigue comiéndome la boca. —Exigió Felix jalando a HyunJin con fuerza hacia sí mismo de nuevo.
Sus labios volvieron a chocar, la lengua de HyunJin explorando la cavidad bucal contraria. Jugó un poco con aquella esfera de metal antes de chuparla, y joder, se sentía como el mismísimo cielo, no saben cuánto le ponía el perfecto contacto entre sus labios y lenguas, y ahora junto a esa fría bola de metal.
Su miembro parecía querer hacer una fiesta dentro de sus pantalones.
Cuando la falta de aire los obligó a separarse y por muy difícil que fuera para HyunJin, dejó de lado los belfos de Felix y aquella debilidad por su piercing para comenzar a deshacerse de la ropa que llevaban puesta que no hacía más que estorbar.
Por más que soñaba con sentir aquella esfera en la lengua del otro chico recorriendo toda su virilidad, estaba demasiado desesperado por follar a Felix, así que dejaría esa idea para la próxima.
Porque habría una próxima, ¿Verdad?
La única pieza de ropa que aún quedaba entre ellos era la ropa interior del rubio, sin embargo, eso no le impidió dar una embestida en falso que los hizo gemir fuerte a ambos. Felix al sentir aquel gran y duro bulto tentando su entrada rasguñó con fuerza los brazos del mayor haciéndolo gemir de nuevo por la mezcla perfecta entre dolor y placer.
—¿Será que te puedes quitar esto? Me estorba. —Se quejó el menor colocando sus dedos en el bóxer del contrario jalándolo en un vano intento de quitarlo.
—Lo siento, cariño, pero no me ando acostando con cualquier repartidor. —Dijo el rubio usando una frase parecida a la que poco tiempo antes el pecoso había usado en su contra.
—¿Sabes? Vete a la mier- ¡Joder! —Felix no pudo reprimir un grito al sentir como su entrada había sido profanada de forma inesperada —¡Mgh!
—¿Decías?
El dedo intruso en la entrada del más bajo se mantuvo moviéndose durante unos minutos antes de que un segundo se uniera e incluso un tercero. Ya cuando HyunJin sintió que fue suficiente y aquel rosado agujero ya estaba más que preparado, atacó de nuevo los labios del menor dando inicio a un lujurioso y apasionado beso.
Usando aquello como distracción, HyunJin se desprendió de sus bóxers dejando por fin libre su gran miembro. Lo tomó con su mano y lo acarició un poco aprovechando aquella maravillosa y perfecta vista que era Felix.
A los oídos del menor llegó el sonido de un envoltorio siendo abierto, por lo que dirigió su vista hacia el lugar donde provenía, allí pudo notar cómo el chico encima suyo colocaba un condón en su gran longitud y claro, no pasó desapercibido el gran tamaño de esta. Felix no pudo hacer nada más que pasar saliva y cerrar los ojos esperando lo mejor.
Rogaba que eso entrara en su culo sin dejarle repercusiones graves.
—¡Maldición! —Fue lo que salió de sus labios al sentir aquel intruso que como había notado segundos antes, en tamaño era mil veces mayor que aquellos dedos que lo habían "Preparado".
Oh, créanme que nada lo hubiera preparado así, ni siquiera todas esas folladas a lo largo de su vida.
¿Qué demonios le habían dado de comer a ese chico de pequeño?
El más alto solo podía gemir intentando reprimir esas fuertes ganas de comenzar a embestir ese esponjoso culo hasta partirlo en dos. Mientras tanto, por su lado Felix intentaba acostumbrarse, cosa que le tomó unos pocos minutos más.
—Muévete. —Articuló, dándole rienda suelta a HyunJin.
El rubio comenzó a embestirlo con fuerza intentando encontrar aquel punto dulce que haría llorar de placer al repartidor. A la sexta embestida supo que lo halló, pues sintió cómo el cuerpo debajo suyo fue recorrido por un fuerte temblor.
—Oh por Dios, ahí. Hazlo de nuevo. —Rogó el menor con la voz hecha un delicioso gemido a oídos del contrario.
Como el chico obediente que era, el más alto cumplió la petición. Cada vez que golpeaba aquel punto ambos cuerpos temblaban de placer, el que se encontraba abajo por sentir una corriente eléctrica recorrer cada parte de su ser, y el que estaba arriba por sentir cómo esas paredes se contraían deliciosamente a su alrededor.
Acelerando aún más sus movimientos, HyunJin llevó su mano al miembro del peligris y comenzó a masturbarlo al mismo ritmo de las embestidas, haciendo a Felix gemir aún más fuerte. La doble estimulación simplemente se sentía irreal, era demasiado para él.
—Me vengo. —Avisó HyunJin entre gemidos, y tan solo pocas estocadas después lo cumplió, llenando completamente el preservativo con su esencia.
Con la sensación del condón siendo llenado dentro suyo y la caliente temperatura del líquido dentro de este, se corrió con un fuerte gemido y con espasmos recorriendo cada parte de su cuerpo.
HyunJin salió con sumo cuidado del cuerpo debajo suyo y después de quitarse el condón, hizo un nudo y se dirigió al baño para botarlo. No le tomó más que unos segundos, por lo que rápidamente volvió a la sala y se sentó en el sofá quedando frente al menor, quien se había sentado poco antes.
—Ha sido una de las mejores propinas que me han dado.
—Oh, créeme que tu servicio fue tan bueno que me dan ganas de volver a darte propina.
—Vaya, es una oferta bastante tentadora, pero me temo que paso. —Respondió Felix rodando los ojos y riendo un poco antes de recoger sus cosas para empezar a vestirse.
—¿Te vas? —Preguntó el mayor al ver que el otro chico se vestía y se preparaba para irse —Pensé que podíamos comer la pizza juntos...
—Lo lamento, cariño, pero tengo trabajo que hacer. Las cuentas no se pagarán solas. —Dijo mientras se dirigía a la puerta completamente vestido —Gracias por el buen polvo.
Lo siguiente que HyunJin escuchó fue el sonido de la puerta siendo cerrada. ¿En serio se había ido?
Él sabía que no debió haberse ilusionado y esperar algo más después de aquella sesión de sexo, pero, ¿Saben? Con ese chico de cabellos plateados era difícil no hacerte una idea de algo más.
Con enojo y desilusión recorriendo sus venas se dirigió hasta la entrada para recoger la pizza que había dejado allí tiempo antes, no obstante, algo lo hizo detenerse con la comida en mano, específicamente un papel.
Frunció un poco el entrecejo tomándolo entre sus manos, al leerlo todo aquel mal sentimiento que sentía segundos antes se desvaneció, siendo reemplazado por una sincera sonrisa.
"Aquí está mi número, esperaré a que llames para darme aquella propina extra ;)
-Lee Felix"
Y a pesar de que ninguno lo sabía, ellos eran la perfecta muestra de que cuando menos lo esperes el amor tocará a tu puerta.
Comenten aquí si les gustaría que traiga más contenido de este tipo. 👉🏻
에이브릴🌹
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