Pasatiempo
• BSD'U
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[ 승리 ]
Miraba la hora en su reloj un tanto impaciente, notando que eran pasadas de las cinco de la tarde y Ranpo iba tarde a su cita.
No se sorprende ni se enoja, ya era lo normal en Ranpo.
Espera unos minutos más en la entrada de aquel parque junto a su mapache, cuando escucha su nombre de lejos. Se gira y mira al menor llegar, vestido con un pantalón gris y holgado que le llagaba hasta media pantorilla y una camisa negra igual de holgada. Era raro verlo vestido de forma casual, aún así, a Poe le encantaba.
Sonríe suavemente y no duda en besarlo cuando lo tiene frente a él, besarlo con dulzura y cariño por unos pocos segundos. Y cuando se separa, nota esa preciosa sonrisa que ama ver del azabache.
- ¿Te hice esperar mucho? -pregunta Ranpo por lo bajo.
- un poco, sí. -suspira con cierta pesadez.
- lo siento.
- no importa. -le sonríe el castaño.
Y se percata de algo.
- ¿Qué traes ahí? -cuestiona, señalando su espalda.
- adivina~
- pues-
- ¡Una patineta! -exclama, mostrándole el ya mencionado objeto.
La superficie era oscura y se notaba una textura rasposa. Por debajo notaba que la superficie era lisa y de un verde claro sin nada más.
- ¡Vamos a practicar skate! -dice Ranpo antes de tomarlo de la mano y adentrarse al parque.
No se opone, por más que le extrañe aquello, no se opone y lo sigue entre caminos y árboles por unos minutos hasta llegar a una pequeña sección en el parque que era precisamente para practicar skate. No había muchas personas y parecía ser un sitio tranquilo.
- ¿En serio vas a patinar? -pregunta Poe cuando su novio suelta su mano y se aleja unos pasos con la patineta.
- ¡Claro que sí! -responde animado.- y tú me ayudarás, ¿Verdad?
- sí sí, claro que lo haré, pero... ¿Por qué patinaje? -cuestiona Edgar, mirando sin mucha confianza la tabla que Ranpo tenía entre sus brazos.
- porque vi un anime de patinaje, parecía divertido y quise intentarlo. -responde con simplesa y una sonrisa.
Oh claro que era simple y Poe parecía un idiota al siquiera haber preguntado. Era simple: Ranpo era como un niño, lo que ve, quiere hacerlo. Lo que llevaban de noviazgo, Poe había visto los distintos y pasajeros pasatiempos que intentó Ranpo debido a series: jugar voleyball, realizar patinaje artístico, crear un club de juegos de supervivencia, ilustrar una revista de chicas mensual... ¡Incluso estudió literatura japonesa, americana y rusa por un ánime!
Claro que esos pasatiempos duraban tres semanas (con suerte) antes que Ranpo se aburriera, pero en ese mes que duraba, Poe lo apoyaba en lo que hacía y buscaba aprender con él. Ahora podía decir que podía defenderse en varias áreas.
Aún así, por más que quisiera a su novio, siempre se preocupaba por esos pasatiempos físicos como los deportes, debido a que Ranpo no era tan atlético y terminaba bastante lastimado.
- entonces, -carraspea Poe.- ¿Qué harás?
- primero, intentar no caer de la tabla. -explica mientras deja la patineta en el suelo.
Mira como apoya un pie sobre la superficie y, sin pensarlo mucho, sube el otro pie. Tambalea poco antes que la patineta se desplaze hacia adelante y Ranpo caiga de espaldas, sontándo un sonoro quejido que alerta demasiado a Edgar. Sin perder el tiempo, se acerca a auxiliarlo.
- ¿Estás bien? ¿Te duele algo? -pregunta preocupado, agachándose para verlo mejor, pero el menor se apura a levantarse.
- ¡No es nada, Edgar! -responde animado.- volveré a intentarlo.
Esta vez, Poe lo ayuda a subirse a la patineta, sosteniendo su mano cuando está sobre la tabla. Ranpo tambalea y se aferra a la mano del castaño, pero no cae.
Torpemente, buscan la postura perfecta para que el menor mantuviera el equilibrio sin tambalear ni caer. Y cuando lo logra, Ranpo sonríe ampliamente.
Sin soltar su mano, Edgar lo anima empujarse un poco con un pie. Tiembla un poco pero Ranpo lo hace, tiembla un poco pero logra desplazarse un poco, acompañado de su novio. Ranpo sonríe tan preciosamente que le roba un suspiro a Poe.
Y quiere seguir haciendole sonreír.
La tarde pasa tan tranquila. No soltó su mano hasta que Ranpo se lo pidió, y vio como avanzó dos temblorosos metros él solo, pero no cayó. Cayó cuando avanzó al tercer metro.
No faltaron las caídas como esas, producto de la falta de equilibrio y el exceso de confianza que tenía Ranpo cuando aumentaba la velocidad, incluso llegó a chocar con Poe un par de veces. Pero Edgar no se enojaba, sólo suspiraba de alivio al ver que vivía.
Por veces, Ranpo lo seguía torpemente mientras Poe caminaba sin prisas y pendiente para atraparlo por si caía, pero no pasó. Al cabo de una hora y media, Ranpo ya podía avanzar sin caerse.
Y Poe estaba orgulloso de él.
Y Ranpo quería hacer otras cosas.
Por petición del menor, subieron a Karl y lo empujaron con cuidado para que él también patinara, aunque el animal no entendía porqué diablos su dueño y su novio se derritieran de ternura al verlo avanzar en la patineta.
Y también por petición del menor, Poe subió a la patineta para intentarlo, aunque pidió que Ranpo le tomara de la mano. Tembloroso, avanza y antes de poder cantar victoria, se desequilibra y cae, llevándose Ranpo consigo.
Ambos en el suelo, riendo tontamente como si el dolor no existiera. Como si el tiempo se hubiera detenido sólo por ellos, pero no era así.
Escuchan una suave melodía que anunciaba una llamada. Ranpo suspira y atiende rápidamente.
- ¿Es importante?
No escucha la respuesta, pero aún sin ver al azabache, sabe que es importante por el suspiro tan pesado que suelta y cómo se despide del contrario.
- te necesitan en la agencia... -no era pregunta, Poe lo afirmó.
- sí... Edgar...
- dime.
- ¿Podemos volver mañana? -pregunta el azabache.
Poe gira un poco el rostro para mirarlo, para mirar ese rostro tan precioso y sus ojos verdes tan preciosos y su suave sonrisa tan preciosa... Que le derriten el corazón.
- por supuesto.
| ... |
Ya había pasado una semana en la que Poe asistía por las tardes al parque para reunirse con su novio y ayudarlo con el skate.
No sabía mucho, por no decir nada, de skate, pero para sus ojos bastardos que veían a Ranpo patinar, lo hacía bien. Después de unos días, las caídas dejaron de ser tan constantes y ya no dependía de la mano de Poe para mantener el equilibrio. Ranpo podía avanzar más de tres metros sin caer, girar y poder ir un poco más rápido. Incluso podía subir a las rampas más sencillas y bajas.
- quiero al menos hacer un Ollie. -dice Ranpo, patinando a la velocidad del paso de Poe.
- oh... ¿Qué es un Ollie? -cuestiona el mayor.
- saltar con la tabla y mantener contacto en el aire. -explica tan tranquilo.
- Ranpo... -le llama preocupado.
- ¡Me saldrá! Sólo que toma un tiempo aprenderlo. En el anime, le tomó varias semanas hacerlo... ¡Pero yo lo haré en unos días! -habla tan animado, y empuja la patineta para adelantarse a la zona.
Edgar suspira pesadamente.
No podía decirle que no aunque quisiera. Por más que de solo pensar en el truco y las veces que caería, lo ponían terriblemente ansioso. Pero Ranpo quería intentarlo, y él no podía detenerlo.
Llega a la zona de skate y lo ve sobre el skate, esperándole para verlo. Se apura para dejar su capa, la chaqueta y a Karl en una banca para acercarse rápidamente a él.
- adelante. -habla Poe con una débil sonrisa.
Y Ranpo toma aire, impulso y salta.
Pero la tabla no salta, y cuando el cae sobre la tabla y esta sale dispara hacia atrás y Ranpo hacia adelante, cayendo de cara contra el piso.
- ¡Ranpo! -se alarma y corre a auxiliarlo.
Se coloca a su altura y lo ayuda a levantarse, notando unos raspones en su rostro y un hilo de sangre que descendía de su nariz.
- no te preocupes. -habla Ranpo, intentando restarle importancia.- no es nada.
Edgar frunce el ceño, pero calla.
Lo ayuda a levantarse.
Antes que Ranpo volviera a intentarlo, Poe saca una curita de su bolsillo y se la coloca con cuidado y suavuidad a Ranpo en el rasguño más profundo que tenía.
- ten cuidado... -murmura el castaño con suavidad.
- lo intentaré. -se limita a responder Ranpo.
Poe se aleja uno pasos para darle espacio de intentar el truco nuevamente, pero obtiene el mismo resultado.
Aunque quiere ayudar, Poe se limita a mirarlo con dolor en cada intento que hace y cae, pero Ranpo siempre se levantaba animado y listo para volver a intentarlo, aún cuando ya tuviera varios raspones en su pálida piel.
Y entre el suspenso y el dolor que tiene Poe al mirarlo y ayudarlo, pasa una eterna hora.
- ¡Ranpo!
Ambos se giran por ese llamado y ven al idealista de la Agencia llegar a pasos apresurados.
- ¿Un caso? -suspira pesadamente el azabache al intuir de qué se trataba.
- sí... -responde Kunikida frente a él.- te necesitamos para un caso.
El detective frunce el ceño y hace un puchero con sus labios, derritiendo el corazón de su novio, quien interviene.
- ¿Es urgente?
- un poco. Es un caso de robo y secuestro-
- ¡Pueden esperar! -exclama como un niño pequeño.- ¡Esta vez me saldrá el truco! -y se aleja para volver a intentarlo.
Tanto Poe como Kunikida suspiran con pesadez.
- parece un niño. -comenta Kunikida, y quiere ir por Ranpo, pero el castaño lo detiene.
- ¿puede darle unos minutos? Por favor...
Kunikida suspira.
- le doy tres intentos más.
Edgar sonríe suavemente y se gira para ver al frente y presenciar el primer (no tan primer) intento de Ranpo, siendo un fracaso y cayendo de costado. Puede notar que incluso al rubio le duele.
- está bastante herido. -comenta Kunikida, sin volver a Poe.
- lo está, sí... -murmura el castaño.- ¿Puede llevarlo con su doctora?
- Ranpo no deja que ella lo cure. -suspira el rubio.- no puedo culparlo, sus métodos no son los mejores.
- comprendo...
Guardan silencio en cuanto ven que hace el segundo y fallido intento.
- Poe. -llama el rubio, y el castaño se gira a verlo.- cuídalo, por favor.
Edgar se queda callado, porque por instante, no pudo decirle que lo haría. Porque no sabría si podía.
Y ocurre el tercer y último intento de Ranpo, que falla también. Kunikidq suspira y se acerca a él.
- tenemos que irnos ya, Ranpo.
El azabache suspira con pesadez mientras se levanta del suelo y se acerca a su compañero.
- bien. -bufa Ranpo y se dirige a su novio.- ¿Te veo mañana?
- ah... Sí. -sonríe suavemente.
Y Poe los ve marchar con algo de prisa.
No puede evitar preocuparse, aún así, no hay mucho que pueda hacer y eso le molesta. Lo único que podía hacer, era esperar a que Ranpo lo dejara.
| ... |
Ranpo estaba frutrado, y Edgar lo notaba.
Comenzaba la tercera semana del hoobie, y parecía que Ranpo no iba a dejar ir tan fácil la patineta, porque seguía insistiendo en ir por las tardes y lastimarse intentado hacer ese truco.
Mientras tanto, Edgar también se estaba frustrando, y Ranpo no lo notaba.
Le frustraba que aquellas tardes fueran las mismas, aún si después iban por un café o un helado, no quitaba el hecho que estaba cansado de ver el parque y a su novio lastimarse siempre a la misma hora. Simplemente podía ver sus caídas y tapar sus rasguños con curas y vendas que llevaba.
Entre todos los pasatiempos, Poe jamás había estado tan ansioso y preocupado como en ese, ni siquiera en el patinaje artístico ni en el voley ball. Porque no se lastimaba tanto.
Con pesar, mira a su novio desde una banca junto a su mapache. Por un instante, desvía su mirada a su reloj de bolsillo y nota la hora.
- me tengo que ir, Ranpo. -dice Poe, levantándose de su asiento.
Ve a Ranpo bajarse rápido de la patineta y acercarae a él.
- ¿Ah? Dijiste que me acompañarías-
- dije que sólo sería una hora porque debo reunirme con Fitzgerald y trabajo en un nuevo escrito. -le corrige el mayor.
Lo ve suspirar con pesadez y hacer un pequeño puchero, cosa que hace al mayor suspirar.
- ¿Y si vienes? -propone con una suave sonrisa.- sólo discutiremos un trabajo con Fitzgerald, será rápido y luego vamos a cenar los dos y-
- pero aún no hago el Ollie.
- puedes descansar hoy. -intenta persuadirlo.- y luego vamos a mi apartamento, te leo algo y-
- aún no lo logro, -vuelve a interrumpirle.- además, después debo regresar a la Agencia.
Poe sólo suspira, cediendo ante su postura.
- te prometo que leeré tu escrito y te ayudaré con lo que sea, ¿Sí?
Poe sonríe suavemente.
- está bien.
| ... |
No, no estaba bien.
A mitad de semana sentía que la molestia y la misma rutina lo carcomían. Y es que seguía mirando cómo Ranpo se caía y se frustraba e intentaba nuevamente y caía y se frustraba e intentaba nuevamente...
Estaba harto de la situación que se repertía en cada párrafo.
Le mira esa tarde, y Poe se debate si estaba bien lo que él, como novio, hacía: apoyarlo a costa de su salud. Porque Ranpo tenía más rasguños por todo el cuerpo y siempre soltaba algún quejido cuando lo abrazaba o se sentaba.
Poe estaba tan en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Ranpo vuelve a caer y la patineta sale expulsada hacia donde él, golpeándolo en la pierna. Él sólo suelta un pesado quejido y gruñe mientras se agacha a acariciar la zona golpeada. Ranpo se apura a levantarse y y acercarse a él.
- ¡Ah disculpame! No quería golpearte, en serio...
- está bien. -dice Poe, levantándose lentamente y forzando una sonrisa.
No quiere preocupar a su novio, y parece que logra su cometido cuando Ranpo le sonríe suavemente y se agacha para tomar la patineta. Y está por volver a intentarlo, cuando Poe llega a la conclusión que si Ranpo no se molestaba en no preocuparlo a él, ¿Por qué el sí?
- ya basta. -dice, y toma el otro extremo de la patineta, deteniéndolo. Confundido, Ranpo se gira a mirarlo.- te quiero pero ya basta-
- ¿De qué?
- de esto, del skate...
- pensé que me apoyabas
- te he apoyado y sigues lastimándote.
- no crees que lo logre, ¿Cierto?
- no pongas palabras en mi boca.
- Edgar-
- entiendo que esto te gusta, pero estás esforzándote de más-
- tengo que hacerlo. -le interrumpe el menor.- no puedo dejarlo sin haber logrado una sola cosa-
- ya puedes andar sin caerte.
- eso cualquier idiota puede hacerlo en un rato.
- Ranpo-
- mira, yo... No quiero dejar esto sin hacer algo genial o que valga la pena, porque entonces, ¿Para qué empecé esto?
- lo hiciste porque viste una serie.
- bueno sí, pero-
- ¿Lo haces sólo para tener la misma fantasía que tienen ellos o porque te estás divirtiendo?
- yo-
- no quiero que sigas lastimándote.
- lo seguiré haciendo y no puedes detenerme.
- quiero hacerlo, porque no es sano para ti. Podemos hacer otras cosas juntos, puedes probar otras cosas y divertirte.
- quiero hacer esto.
- pero no-
- ¿Entonces qué? ¿Lo dejo y vamos a encerrarnos a leer un tonto libro?
Ranpo supo, por el ceño fruncido de Poe, que lo había arruinado.
- Edgar-
- no es necesario que sigas haciendo algo que te lastima sólo para demostrar que puedes. Tampoco para "divertirte".
- no es eso, pero no puedo abandonar si no he hecho algo-
- ¡Pero ya has hecho algo!
- ¡Caerme, eso he hecho!
- ¿¡Entonces por qué sigues!?
- ¡Porque-! -duda en seguir y termina soltando un bufido.- olvídalo...
- no, dímelo.
- olvídalo, Edgar, sólo vete.
- por dios, habla.
- ¡Ya déjalo y vete, si no me apoyarás!
- ¡¿Cómo esperas que te apoye si no me dejas apoyarte!?
- ¡No lo entenderías!
- ¡Sólo dilo, maldita sea!
- ¡No soy bueno en nada, ¿Ok?! -grita, explota, sorprendiendo al mayor, pero continua.- No puedo hacer una tarea tan simple y me pudro en mi silla haciendo nada... Necesito hacer esto bien, porque estoy harto de ser un idiota inútil.
- Ranpo-
- pero claro, tú no lo entenderías... -le mira con el ceño fruncido.- tú ya eres bueno escribiendo cualquier tontera que se te ocurra...
Y ve a Edgar fruncir el ceño.
- tú ni siquiera puedes escribirlas, -se atreve a responderle.- y eso jamás me importó, porque era una oportunidad para apoyarte si querías hacerlo. Siempre fue así... O eso pensé. -murmura, comenzando a retroceder y alejarse del menor.
Ranpo sólo mira cómo el castaño se va, sin mirar atrás y no hizo más intentos.
| ... |
[ Ya dejé el skate, ¿Feliz? ]~
visto ✓✓
Frunce el ceño y deja el teléfono a un lado, molesto por ese visto que ya llevaba días. Ya hizo lo que Edgar quería, ¿Por qué no le respondía?
Oh claro, la maldita pelea de hace tres días. Si lo pensaba fríamente, sí fue un idiota.
Entendía lo molestia de su novio, entendía que se había excedido y entendía que estaba destinado a quedarse en su silla y sólo resolver casos tan sencillos. Sólo eso.
Sus compañeros sólo le pedían eso, porque hasta ellos sabían que no podría hacer nada más, que ni lo más sencillo le sale, incluso Ranpo lo sabe. Entonces... ¿Por qué siquiera intenta hacer otras cosas?
Ranpo estaba frutrado.
Con varias curitas y rasguños en su rostro, sin poder hacer un Ollie y sin su novio, de quien apenas sabía que estaba molesto y trabajaba en un nuevo escrito. Y se sentía como un idiota.
Un idiota inútil.
Era domingo por la tarde, él releía un reporte y todos estaban en su mundo, cuando tocaron la puerta de la Agencia y, para sorpresa de Ranpo, entró Poe al lugar.
- Ranpo, -llama a secas el mayor, acercándose y tendiéndole un sobre carta.- es mi último escrito...
- hoy no-
- y prometiste que lo leerías para darme una opinión y mejorar. -le interrumpe un poco brusco.- me iré en cuánto lo hayas hecho.
Suspira y evita su mirada cuando toma el sobre.
Lo abre y saca las páginas que tienen una nueva historia en puño y letra del castaño. Se coloca sus lentes y comienza a leer la primera línea.
« El cielo era cálido, la brisa era fría. En medio de aquel parque de silencio y soledad, Edogawa Ranpo disfrutaba la tarde que caía. »
- ¿Qué-?
| El gato en la calle Morgue |
Dejó de ver las páginas frente a él, dejó de estar en la Agencia y dejó de estar bajo la mirada del castaño.
Lo recibió una cálida tarde en medio de un tranquilo parte, donde notó que había uns pista para skate.
Todo había cambiado, incluso sus ropas estaban cambiadas, pues ahora llevaba un croptoo verde y unos pantalones negros flojos. Y en su mano, tenía su patineta.
- ay Poe... -suspira con cariño.
No sabe exactamente que hacer, por lo que hace lo más obvio y coloca su patineta en el suelo para subir en esta y patinar tranquila y simplemente por la zona. Estaba solo, completamente solo.
Desespera al cabo de unos minutos dando vueltas. Frustrado, patina hacia una pequeña rampa y salta.
Pero falla y cae.
Pero no duele.
Aunque el golpe haya sonado por todo el sitio, no le duele nada
Y entiende qué debe hacer.
Se levanta y vuelve a subir a su patineta. Avanza un poco, lentamente. Toma aire y valor cuando intenta saltar con la patineta. Pero no lo logra y cae. Repite el párrafo una y otra y otra y otra vez por todo el parque, cayendo en cada ocasión y dejando escapar suspiros tan pesados.
Toma un respiro mientras se se sienta sobre la tabla. No le dolía nada, pero sí se sentía cansado.
¿Lo lograría? ¿A los cuántos intentos Poe había escrito que lo lograría? ¿Le falta poco para cumplir la palabra de Poe y largarse?
Frunce el ceño y vuelve a intentarlo.
Y vuelve a fallar.
Maldice a Poe en el suelo, porque no sabe cuándo lo logrará, no sabe cuándo lo escribió... Sólo sabe que debe hacerlo para salir.
A medida que lo intenta y falla varias veces, se da cuenta que el tiempo no avanzaba allí. El sol no bajaba, el viento no aumentaba y nada parecía moverse realmente, sólo él y eso lo estaba desesperando.
Aunque nadie viera su fracaso, se sentía uno. Sentía que no lo lograría y, sumado al hecho quw es Poe quien escribió todo aquello, no se sentía capaz de hacerlo él sólo.
Limpia una lágrima traicionera que se el escapa al estar en el suelo. Desganado se levanta y vuelve a colocarse sobre la tabla. Se impulsa un poco y avanza.
Suspira con pesadez.
Y salta.
Aún en el aire, siente la tabla justo por debajo de sus pies hasta aterrizar y mantenerse de pie. Se queda quieto y su cara es un poema que nadie pudo ver.
- ¿Lo logré? -cuestiona incrédulo al aire.
Se apura a impulsarse y ganar velocidad. Salta y logra mantener los pies sobre la tabla cuando salta hasta que aterriza, obteniendo el mismo resultado.
- lo logré...
Y sin creerselo, vuelve a hacer lo mismo, pero esta vez sobre una pequeña rampa y terminando en lo mismo. En un Ollie.
- ¡Lo logré! -grita eufórico.
- lo lograste.
Se gira sorprendido y casi cae de su patineta cuando ve a Poe en la entrada de aquella zona.
Tenía una tabla bajo él. Iba con ropas más informales: una camisa blanca bajo una chaqueta oscura y holgada con detalles en amarillo, unos pantalones negros que le llegaban hasta más arriba del tobillo. Se veía precioso, aún cuando no fuera su Poe.
Lo ve acercarse en la patineta hasta estar frente a él. Antes que Ranpo pudiera reaccionar, el contrario lo abraza fuertemente. El detective sonríe ampliamente y acepta el abrazo.
- felicidades... Lo lograste. -lo escucha y sabe que sonríe.
Finalmente se separan y ese Poe le mira.
- ¿Vamos a patinar? Estamos cerca de S y-
- no.
Ese Poe le mira confundido.
- pero tal vez veamos a SNOW y-
- no quiero patinar. -dice Ranpo con una débil sonrisa.- quiero salir...
Sabe que se saltó una parte del escrito, y no le importa. Sólo quiere terminarlo ya.
Y así sucese.
Pasa de la cálida luz en aquel parque, a la fría luz de la Agencia. Nota que el día había acabado por la oscuridad que prevalecía.
Con sus ojos, recorre toda la oficina, encontrándose sólo con ese lindo castaño que le da la espalda mientras ordenaba unas carpetas en el escritorio de Dazai. Aún no se percata de su regreso.
Ranpo no dice nada. Desde atrás de su escritorio, vuelve a tomar los papeles que Poe le había dado antes de su pequeño viaje y comienza a leer para ver lo que había escrito. Para ver qué tanto había escrito de su destino.
Y llega a ese párrafo que tenía respuestas.
« (...) ¿Cuánto más pasaría hasta lograrlo? ¿Cuánto más caería sobre el frío pavimento? ¿Cuánto más se lastimaría sin dolor?
No había dolor. No había tiempo. No había tales cosas para ese tan apasionado que quería un logro con el cuál jactarse al retirarse de ese mundo...
Lo logró cuando menos lo esperó, después de tantos intentos que nadie podía contar, lo había logrado.
Grita eufórico.
Y su novio lo ve, de lejos, sintiéndose tan orgulloso de él que no puede evitar acercarse a él en su propia patineta. Lo abraza, con todo el cariño de su alma. Ojalá el momento sea eterno, pero no podían quedarse mucho tiempo, no si querían llegar a la Carrera S. Tomados de la mano, se apresuran a ir a la Carrera S dónde-(...) »
- Ranpo. -escucha su llamado.
Su verdosa mirada se dirige al escritor que se acerca a su escritorio.
- no me di cuenta cuando volviste-
- Poe. -le interrumpe mientras deja el escrito en su escritorio y rodea el mismo.
Mira al castaño retroceder un paso y, antes que pudiera retroceder más, lo atrapa entre sus brazos, apretándolo suavemente, aunque él mismo le doliese hacerlo.
- no te merezco... -le susurra dulcemente el detective sobre el pecho del contrario.
- dios no digas eso... -ríe avergonzado.- en verdad yo-
- lo siento, Edgar. -se separa para mirarlo.- siento haber sido tan egoísta y desconsiderado... Inútil e idiota...
- te faltó por preocuparme cada que caías y hacías que mi corazón se lastimara de verte así.
- Edgar-
- y aún así... Me sigues gustando y te apoyaré en lo que se te ocurra, ya sea robar un banco, patear ancianas, rescatar a tu agencia teniendo al mundo en contra... te apoyaré, Ranpo. -suspira débilmente.- pero también te protegeré y en verdad, odio verte así.
- ¿Así? -cuestiona ligeramente confundido.
Y Poe acuna su rostro entre sus frías manos.
- lleno de moretones, rasguños y curitas... Pensando tontamente que eres inútil e idiota... -dice mientras acaricia sus mejillas con sus pulgares.- no lo eres. Eres brillante, hagas lo que hagas.
Ranpo sonríe tontamente.
- lo siento...
El mayor suspira suavemente antes de acercarse a besar sus labios con suavidad y cariño. Con ese simple beso, logra hacer que Ranpo tenga los ánimos arriba y entienda que estaban bien.
- te quiero. -susurra Ranpo sobre los labios del castaño, y le mira sonreír.
Pasan un rato más abrazados antes de caer en cuenta de lo tarde que era. Terminan cerrando la Agencia y salen a la calle, caminando lentamente por la acera, pensando en algún sitio para comer, pero Ranpo se detiene a mitad del recorrido, llamándo la atención del castaño.
- Edgar...
- dime.
- ¿Cómo sabes de SNOW?
El castaño se sobresalta.
- tú-ú lo mencionaste y-
- jamás lo mencioné. -asegura.- de hecho, jamás dije sus nombres o de la pista S...
Mira como el castaño se queda callado y desvía la mirada.
- ¿Viste mi anime? -cuestiona de pronto.
- uh un poco, sí... -confiesa con un poco de vergüenza.- es bueno-
- ¿Verdad que sí? -interrumpe con una sonrisa.- me encantaron todas las carreras que hicieron aun en el mismo camino, es tan genial. -expresa animado.
- lo es. -se limita a responder.- ¿Quieres hacer un maratón de eso?
- ¿Hablas en serio?
- sí, vamos a mi apartamento, hago palomitas... -duda.- también podemos ir al parque para que practiques o-
- o mejor~ -le detiene el menor mientras se acerca a él y pasa sus brazos por detrás del cuello del mayor, quedando a pocos centimetros de distancia.- vamos a tu apartamento, me lees algo y...
- ¿Y...?
- me quedo a dormir.
Poe sonríe suavemente.
- me parece bien.
[ f i n ]
.
.
.
Heeey volví(?
Cómo están?? Todo bien?
Saben? Tengo varios borradores que en teoría están listos, pero son tristes, sexosos o songshot, so... No quiero saturar de eso. Así que estoy haciendo lo que puedo para otros shots y tenerlos listos para subirlos pronto.
Y por cierto, vEAN SK∞ THE INFINTY PORQUE ESA SÍ QUE ES OTRA ONDA Y AHÍ APARECE LANGA MI VARÓN-
Y pues nada, solo eso.
Cuídense y nos vemos pronto!
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