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Tercera fase

Descubriendo sensaciones

Una tarde calurosa de primavera en Nerima, Ranma estaba en el dojo entrenando con mucho esfuerzo y dedicación para mejorar en sus habilidades, además estaba en completa concentración porque las chicas Tendo habian ido al centro comercial y la verdad disfrutaba de ese momento sin nadie mas en el dojo, eso le permitía practicar a su antojo, sin la necesidad de su padre o de pelear con la peli azul, Soun y Genma disfrutaban de la tarde viendo el jardín con el estanque.

-Tenia mucho tiempo sin entrenar en calma- dijo sentándose en el suelo del dojo para tomar un breve descanso -Creo que por hoy es suficiente- suspiro cansado y muy tranquilo, para ponerse de pie y entrar a la casa.

-¿Que tal el entrenamiento hijo?- pregunto Genma al verlo entrar.

-Muy bien, pude practicar bastante- respondió sentándose con ellos y tomando un vaso con agua.

-Me alegra muchacho, debes esforzarte mucho para ser un digno heredero del dojo Tendo- aseguro Soun tan orgulloso como siempre por tener un heredero.

-Además no olvides que eres el heredero de la dinastía Saotome- complemento su padre.

-Si, lo se...- estaba fastidiado de escuchar eso todos los días, le quedaba mas que claro sus responsabilidades y no necesitaba que se las dijeran a cada segundo.

Mientras bebía un poco mas de agua y tenia esos pensamientos de fastidio y enojo por la insistencia del señor Tendo y Saotome una persona paso por su mente y una sonrisa se dibujo en su rostro.

(Ryoga... seguramente estas en Rusia) pensó y una leve risita salió de el, se puso de pie olvidando la antigua conversación y con esa sonrisa se estiro viendo al atardecer.

-Sera mejor que me de un baño- se apresuro a decir, sabia como terminarían las cosas si la conversación seguía su curso y no tenia ganas de eso, solo quería relajarse y por un momento no pensar en su futuro.

Frente a las miradas desconcertadas de los mayores por la sonrisa inesperada del joven, el chico de la trenza se decidió a tomar un baño pues el calor de la tarde y el entrenamiento lo tenían completamente bañado en sudor.

Sonreía divertido, recordando un día en particular, mientras buscaba ropa limpia y se dirigía al baño, se rio por ultima vez y se tranquilizo, abrió la llave del agua mientras se desvestía y dejaba a un lado todos sus pensamientos, un suspiro de relajación salió de la pelirroja al entrar a la bañera de agua fría, perfecta para la calurosa tarde.

-Esto si que es vida- se sumergió aun mas en el agua hasta aguantar un par de segundos la respiración y poder estar sumergida por completo.

Cuando la chica de ojos azules disfrutaba de su relajante baño de agua fría que refrescaba su cuerpo, un chico iba entrando de manera familiar a la casa Tendo pero al ser alguien conocido fue ignorada su manera de entrar por los señores que estaban en la sala tomando el té.

-¿Como estas muchacho? ¿Quieres tomar el té con nosotros?- saludo Soun con normalidad.

-¡¿Donde esta Ranma?!- grito aquel chico muy molesto.

-Se esta bañando- respondió Genma despreocupado por lo que pudiera pasar.

Sin decir nada el chico del pañuelo fue hasta el baño para enfrentar a su oponente y nuevamente los señores lo vieron irse algo sorprendidos por su actitud directa pero lo ignoraron.

-Señor Saotome ¿Que le parecería ir a comer algo por ahí?- propuso el señor de la casa, ya que Kasumi estaba con las chicas y no había nada listo para comer.

-Me parece una buena idea Tendo- coincidió el padre de Ranma porque tenia hambre  sabia que habría pelea y no tenia ganas de escuchar todo el desorden que hacían.

Sin mas, los señores se pusieron de pie y salieron de la casa rumbo a algún buen lugar para comer, mientras tanto la pelirroja saco la cabeza de debajo del agua y respiro profundo al haber aguantado la respiración por unos segundos, su tranquilidad se vio interrumpida por las puertas del baño que se abrían con brusquedad.

-¡Ranma me las pagaras!- fue el grito que se escucho luego de que la puerta se abriera, la chica de ojos azules permaneció en la bañera y solo giro su cabeza para ver quien era.

-Ryoga, que sorpresa, justo hoy pensaba en ti- saludo con una sonrisa, volviendo a ver a enfrente y tomando el jabón que pasaría por su cuerpo ignorando el tono de enojo de su amigo.

-¡¿Que pensabas en mi?! ¡Seguramente te estabas burlando!- hizo un puño molesto al notar la falta de interés de la chica y por lo sucedido hace unos días.

-¡No vengas a molestarme! ¡No vez que me estoy bañando!- respondió molesta por el tono en el que le hablo después de haberle dicho que pensó en el y por interrumpir su agradable baño junto con su tranquilidad y sus deseos por evitar una pelea, por lo cual le lanzo el jabón a la cara.

-¡No me importa! ¡Ahora mismo me pagaras por haberme mentido!- aseguro quitándose el jabón de la cara donde tenia una marca roja por el golpe per después recibir un chorro de agua proveniente de la bañera.

-Jaja Vamos P-Chan no te lo tomes tan enserio- se rio de solo recordar nuevamente aquel día -Dime ¿Hasta donde llegaste? ¿Perú?- pregunto de forma burlesca mientras se seguía riendo y viendo al cerdito.

-¡Cuik! ¡Cuik!- alegaba el pobre animalito saliendo de entre las ropas de Ryoga y brincando hasta la toma de agua caliente.

-Jaja no entiendo idioma cerdo- seguía burlándose la muchacha.

-¡No le encuentro lo gracia!- contesto un chico desnudo luego de dejar de ser un cerdito negro aun enojado por la tranquilidad con la que la pelirroja tomaba la situación cuando era algo muy diferente a una simple broma.

-Yo si jajaj no creí que fueras tan tonto para creerme- insistió quitando unas cuantas lagrimas por tanta risa.

-Pensé que eras mi amigo, por eso creí en ti- el Hibiki puso expresión triste, estaba enojado pero también decepcionado.

-Solo fue una broma no te lo tomes tan enserio, tu y yo somos amigos- se dio cuenta de su cambio y se sintió un poco mal por el pobre muchacho, haciéndola salir de la bañera y ponerse frente a el a punto de disculparse.

-Una broma... ¡¿Para ti fue solo una broma darme un mapa falso para llegar a un estanque del hombre ahogado que nunca existió?!- su enojo volvió y no era para menos.

Ranma le había dado un mapa a Ryoga en donde lo llevaba a un estanque del hombre ahogado que quedaba en algún lugar del continente Asiático, por supuesto eso significo un viaje de muchos días para el chico, una gran decepción al no encontrar nada y un enorme enojo con su amigo al descubrir que todo fue falso y planeado para burlarse de el.

-¡Es tu culpa por ser tan tonto!- por un momento Saotome se sintió mal y aunque no fue bueno lo que hizo tampoco fue la peor cosa del mundo solo quería divertirse un poco aunque fuera de manera cruel.

-¡Confié en ti!- camino hacia la chica enojado y dispuesto a iniciar una pelea ahí mismo.

El destino tenia planeado otra reconciliación que no implicaba una pelea, por accidente cuando el colmilludo intento ir contra Ranma piso el jabón con el que lo había golpeado haciendo que ambos cayeran y el quedara sobre el cuerpo de la pelirroja.

La mirada de ambos se cruzo y un sonrojo apareció en Saotome por ser una mujer y tenerlo tan cerca cuando ambos estaban desnudos, además debido a la caída el muchacho quedo entre las piernas de ella lo que volvía la situación aun mas incomoda.

-¡¿Que esperas para quitarte cerdo pervertido?!- grito muy nerviosa sobre todo por notar el mismo sonrojo en su amigo.

-Lo... lo siento...- de disculpo pero debido a su nerviosismo sus movimientos eran torpes y al intentar quitarse de encima provoco que sus intimidades se rozaran.

-Ahh...- fue un leve gemido culpable que salió de los labios de la pelirroja ante aquel contacto lo que la hizo desviar la mirada y no saber como actuar.

-Ranma...- llamo tímidamente el Hibiki buscando algunas palabras por parte de ella pero no las obtuvo, su instinto lo hizo repetir aquel movimiento en sus caderas que causo otro roce en sus intimidades.

-¿Quieres quitarte?- pidió en forma de pregunta la chica de ojos azules, bloqueada por la situación tan extraña y evitando sentirse bien con esas sensaciones tan agradables.

-Yo no quise...- el colmilludo reacciono y en lugar de levantarse permaneció mirando a sus ojos azules, esos labios rosas y esos pechos suaves sobre los que estaba.

Ambos estaban sin saber que hacer ¿Como habian llegado a esa situación si estaba peleando? Se preguntaban los dos sin saber la respuesta, Ranma sentía su corazón latir muy rápido y algo ansiosa por las sensaciones antes sentidas hizo un movimiento en sus caderas, curiosa por repetir esas sensación tan extraña es su cuerpo.

Ryoga que quedo quieto al notar ese movimiento de aprobación por parte de la chica y dejando de pensar en todo se acerco a los labios de Saotome y los probó, en ese momento parecía lo mas apetecible y no se equivoco, encontró en sus labios un sabor exquisito acompañado de ese rose en sus intimidades que volvía la situación cada vez mas excitante.

-Ryoga...- pronuncio su nombre una vez que el beso termino y sus pensamientos de culpas y preguntas regresaron pero no duraron mucho al sentir una tímida mano por el contorno de sus caderas.

-No me había dado cuenta de lo hermosa que eres- adulo, ni en momentos como esos dejaba de ser un chico lindo, su sonrojo se intensifico al haber admirado el cuerpo de Ranma pero su mano seguía delineando su figura.

Como respuesta a estas palabras, la mano de la pelirroja llego hasta el miembro del chico del pañuelo y noto lo erecto que estaba en tan poco tiempo y no era para menos teniendo a ese escultural cuerpo frente a el, la chica de ojos azules sabia como hacer su trabajo, conocía muy bien como tocarlo para poder excitarlo aun mas y así lo hizo.

El sonrojo de ambos se evaporo quedando solo miradas cómplices y llenas de deseo, Ryoga se puso de rodillas entre las piernas de Ranma y fue directo a sus enormes pechos que comenzó a lamer tímidamente y cuando comenzó a conocer bien los pechos que tenia a su disposición dejo la timidez.

-Mmmm si Ryoga...- suspiraba levemente la muchacha al sentir como sus pezones eran levemente mordidos y llenos de saliva por la boca de su acompañante.

-Aaaaahhh Ranmaaa- el chico gemía al sentir la mano de Saotome en su miembro que era tomado con firmeza proporcionando caricias suaves y fuertes en puntos muy sensibles, esas pequeñas manos húmedas por la saliva de su dueña comenzaban a mojarse por el liquido pre seminal del chico.

Los jadeos de Ranma se hicieron presentes en poco tiempo, no porque las caricias de Ryoga fueran experimentadas y le brindaran mucho placer sino por la novedad de esa situación que le daba un placer tan grande al experimentar y descubrir nuevas sensaciones a tal grado que estaba muy mojada y lista para lo que seguía.

Por otro lado, el colmilludo era quien realmente disfrutaba pues las caricias de la pelirroja eran perfectas al tener experiencia y saber que se sentía tocarse de esa manera, pero no solo esa estimulación tan experimentada lo tenia tan erecto sino tener a ese escultural cuerpo femenino ante el y a sus disposición, cosa que nunca antes le había pasado, podía ser muy lindo y tierno pero también era un hombre con deseos.

-Ryogaaaaa soy... soy toda tuya- dijo con un gemido y una respiración evidentemente agitada, tomo la mano del Hibiki y la llevo hasta su intimidad, la cual era una zona prohibida y nunca antes tocada por alguien, pero por el deseo que sentían dejo a un lado sus inseguridades y entrego su cuerpo por completo.

-Siempre serás solo mía- aseguro viéndola a los ojos con profunda pasión haciendo que apareciera un vuelco en el corazón de la muchacha y latidos aun mas fuertes en el chico, que declaro aquello sin pensarlo pero con seguridad.

La mano del colmilludo se posiciono sobre la intimidad de la pelirroja quien dio un fuerte suspiro al sentir la caricia, ambos solo podían disfrutar, en pocos segundos la mano del chico exploro la zona con caricias muy placenteras, el baño se lleno de gemidos y jadeos provenientes de ambos.

Estaban tan extasiados que sus instintos les decían que aun había algo mas por experimentar, que los llevaría al borde de la locura y el placer infinito, el chico del pañuelo al notar lo mojada que estaba la muchacha tomo a Saotome y la puso de lado para continuar, dio un par de besos en su espalda y tomo su miembro muy erecto y palpitante, lo rozo en la entrada de ella pero no se atrevía a introducirse.

-¿Seguirás dudando o lo harás de una vez?- pregunto algo molesta por su tardanza, pues sentía que dudaba sobre si hacerla suya o no.


-Solo quiero ser cuidadoso- se avergonzó por las palabras de la chica pero dijo la verdad, podía ser su amigo de la infancia pero era una chica.

-Si no estas seguro no es necesario que...- comenzó a decir pues sus pensamientos volvieron y se dio cuenta de la situación en la que estaba con su amigo, pero fue callada al sentirse invadida.

-Estoy muy seguro de querer hacerte mía- susurro en su oído entrando cada vez mas en ella.

El deseo que sentía Ranma ayudo mucho pues en lugar de sentir dolor como se pensaba lo único que sintió fue mucho placer, el miembro de Ryoga pudo entrar sin dificultad alguna hasta lo mas profundo de la pelirroja, esto permitió dar penetraciones veloces y sin cuidado alguno, luego de un par de minutos con incesantes movimientos de cadera por parte de ambos, llevaron al orgasmo juntos.

El silencio reino en ambos, descansaron un par de minutos en el suelo del baño mientras veían al techo e intentaban comprender lo que había pasado y lo que pasaría después de eso, la chica de ojos azules fue la primera en ponerse de pie y volvió a la bañera, debía limpiarse de todos esos fluidos que estaban en su cuerpo.

El Hibiki hizo lo mismo unos minutos después, veía de reojo a la chica en espera de algunas palabras o por lo menos un regaño o un reclamo pero no decía nada, su rostro solo reflejaba tranquilidad, desde abajo se pudieron escuchar voces de "Ya llegamos" dichas por las chicas Tendo, se vistieron y cuando estaba por salir del baño Ranma se detuvo antes de abrir la puerta.

-Ryoga... perdón por la broma que te hice- se disculpo apenada recordando que fue el motivo de la pelea.

-Ya olvídalo...- respondió el colmilludo resignado pues sabia que eran bromas comunes de parte de su amigo, Saotome volvió a tomar la puerta para abrirla pero volvió a darse la vuelta para ver al Hibiki.

-Gracias por este momento- cerro los ojos y se acerco a los labios de el chico del pañuelo.

El colmilludo estaba muy sonrojado, de recordar lo ocurrido y saber que le había gustado a ella, en realidad la chica de ojos azules agradecía porque por ese breve momento olvido que era un heredero, que tenia un compromiso y que su forma femenina era una maldición, solo disfruto olvidando todos sus problemas.

El beso fue breve pero cumplió su función de compartir sentimientos especiales, se separaron lentamente, la pelirroja sonrió para el y volvió a girarse para abrir la puerta y salir del baño, dejando a un chico sorprendido, sonrojado y muy confundido por sus sentimientos.



¡¡¡¡Hola!!!! Aquí queda mi one shot de la tercera fase, me pareció muy interesante que se hiciera con nuestra interpretación de una imagen y me emociono mucho escribir lo primero que vino a mi mente, espero les guste y lo disfruten, quedo en espera de mi puntuación. 💖

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