Segunda fase Yaoi Hard
Noche de chicos
Una noche de verano en Nerima, las estrellas brillaban aunque no tanto como la hermosa luna llena, el viento era fresco y traía el aroma de todos los Sakura que estaban en flor, Ranma y Akane se encontraban en el balcón del dojo Tendo para admirar aquella agradable noche.
-Como quisiera que las vacaciones de verano no terminaran- dijo Ranma luego de un suspiro decepcionado.
-Yo quisiera lo mismo- respondió Akane recargada en el balcón.
-Pensar que en 2 días volveremos a la misma rutina de siempre- insistió con fastidio viendo al cielo y pensando en volver a ver a Kuno, sus prometidas, el director loco, muchas tareas, el regreso de Happosai para robar ropa intima de las alumnas de Furinkan y todos los duelos que tendría por cualquier cosa.
-Es verdad pero no podemos hacer nada al respecto, solo aprovechar estos días que quedan- contesto sonriente para animarlo además ella a diferencia de su prometido extrañaba a sus amigas y estaba emocionada por iniciar un año nuevo de clases.
-Quisiera que el verano fuera eterno- al decir eso cerro los ojos y volvió a dar un suspiro recordando lo que paso ese verano, donde había confesado sus sentimientos a cierto chico de colmillos y había sido correspondido, las noches en que se fugaba de casa para ir a verlo, quería que el verano nunca terminara porque quería estar todos los días cerca de ese chico, ya no quería saber nada sobre prometidas u otras responsabilidades, solo quería seguir en su romance de verano.
-¡Chicos la cena esta lista!- grito Kasumi desde la cocina sacando a Saotome de sus pensamientos que le habían causando un leve sonrojo.
-Vamos tengo mucha hambre- invito el para evitar sus pensamientos y volver a la realidad.
-Si, yo también- admitió la chica Tendo siguiendo a su aun prometido a la sala
Akane estaba feliz pues en ese verano había notado un cambio en Ranma, se le veía mas feliz, menos preocupado y muy ¿ilusionado? Ella tomo el cambio positivamente permitiéndoles llevar una relación mas tranquila pues los sentimientos del muchacho habían cambiado y veía a la chica como una buena amiga pero ella aun no se enteraba.
-Miren a quien me encontré cuando salí a tirar la basura- dijo la mayor de las Tendo enseñando a ese especial invitado que ya estaba sentado a la mesa en compañía de los mayores.
-Ryoga…- dijo el chico de la trenza sorprendido de verlo por ahí.
-Ryoga, que gusto verte- saludo la peli azul amablemente.
-Hola Akane ¿Cómo has estado?- pregunto sin timidez y con cortesía.
-Miren quien esta aquí, si es el chico perdido- saludo Nabiki llegando a la sala.
-Hace mucho tiempo que no nos visitabas muchacho- comento Soun pues antes se le veía muy seguido por la casa ya fuera como Ryoga o P-Chan.
-Si, bueno… estuve de viaje- respondió agachando la mirada un poco, Ranma sonrió con malicia, sabia que mentía pues todo el verano lo habían pasado juntos.
-¿A si? ¿A dónde fuiste?- pregunto el chico de ojos azules con diversión, pues solo lo molestaba.
-Fui a México- contesto siendo lo único que vino a su mente e intentando no mirar al chico pues se pondría nervioso.
-Dicen que la comida es muy sabrosa- dijo Genma con una sonrisa imaginando todos esos platillos que había visto en revistas sobre la gastronomía mexicana.
-Apuesto a que probaste muchas cosas deliciosas en tu viaje ¿Verdad Ryoga?- insistió Saotome con una sonrisa traviesa pues nunca hubo tal viaje y lo único delicioso que probo fue el cuerpo femenino de una pelirroja, por suerte el comentario y su sonrisa pasaron desapercibidas.
-Si muchas y me gustaría volver a probarlas- se sonrojo un poco pero con seguridad lo vio a los ojos para seguir ese juego que los llevaría a algo muy interesante.
-Por el momento creo que solo podrás disfrutar de mi comida- comento Kasumi sentándose una vez que todo estaba servido.
-Es raro que esta vez no traigas regalos- dijo la castaña pues siempre que el Hibiki llegaba traía regalos para todos pues se había vuelto parte de la familia.
-Nabiki eso no es lo importante- regaño la chica de ojos cafés por su comentario tan interesado.
-Disfrute tanto de ese viaje que me olvide de comprar regalos- el chico del pañuelo comenzaba a ponerse nervioso, no estaba preparado para tantas preguntas.
-¿Qué fue lo que mas disfrutaste?- pregunto Ranma en doble sentido solo entendible entre el y Ryoga, disfrutaba tanto de eso porque lo hacia sonrojar al obligarlo a recordar esas fogosas noches que pasaban juntos.
-Debieron ser las playas- comento el señor Tendo quien alguna vez fue en compañía de su difunta esposa.
-Insisto en que fue la comida- agrego el señor Saotome que solo pensaba en comer y probar nuevos platillos.
-Disfrute todo en realidad- intento calmarse y seguir con su cena ignorando las provocaciones del chico.
La cena siguió, entre platicas, preguntas y bromas, Ranma dejo de molestar al pobre chico pues aunque era divertido no quería meterse en problemas y levantar sospechas innecesarias.
-Ryoga ¿Por qué no pasas la noche aquí?- invito Kasumi tan atenta como siempre.
-Muchas gracias pero no quisiera molestar- rechazo amablemente pues esa noche iba a Saotome en su casa como todas las noches anteriores.
-No es molestia muchacho- insistió Soun.
-Anda Ryoga es muy tarde, será mejor que descanses- agrego Akane.
-Lo mas seguro es que te pierdas al volver a tu casa, así que deberías aceptar- dijo Nabiki siendo sincera pues era el motivo por el cual lo invitaba a dormir ahí, además de que le tenían un gran aprecio, pero para ser honestos aunque fuera de día se perdería.
-Son muy amables pero de verdad necesito volver, muchas gracias por todo- hizo una pequeña reverencia y tomo la bolsa de plástico que traía antes de llegar ahí.
-Hijo será mejor que lo acompañes- aconsejo Genma sabiendo lo desorientado que era el muchacho.
-Si Ranma ve con el, ¿Por qué no pasas la noche en su casa? Tiene mucho que no se ven y les hará bien, quizá tienen mucho de que hablar- animo la peli azul sin saber la verdad, nadie había visto al chico del pañuelo desde un poco antes del inicio del verano y creían que el chico de ojos azules tampoco lo había visto.
-No es una mala idea- acepto el chico de la trenza pues de cualquier modo iba a ir con el y si no aceptaba ambos se quedarían en la casa Tendo y no podrían pasarla juntos.
-Muchacho espera un momento- el señor Tendo fue a detener a el colmilludo para que no se fuera solo.
-Te traeré ropa limpia- la mayor de los Tendo subió por la pijama de Saotome y por ropa limpia para el día siguiente.
-No hagan muchas travesuras- Nabiki guiño el ojos pues siendo una noche de chicos podrían hacer muchas cosas divertidas tal como lo harían las chicas en una pijamada.
-Gracias, nos veremos mañana- tomo las cosas que le había traído Kasumi y corrió con emoción a la puerta donde lo esperaba el Hibiki.
Caminaron unos minutos en silencio hasta que se alejaron un poco del dojo Tendo y tenían la seguridad de no ser escuchados.
-¿Puedo saber a que fuiste al dojo Tendo?- pregunto Ranma con curiosidad pues no habían planeado verse ahí.
-No iba al dojo, fui a hacer unas comprar, sin darme cuenta llegue hasta ahí me encontré con Kasumi y me invito a pasar- respondió con la verdad pues sabia que esa noche vería a el chico de la trenza en su casa.
-Nunca dejaras de ser un desorientado- contesto para molestarlo, al pasar por una casa vio una manguera y se detuvo a mojarse -Eres un suertudo porque esta noche podrás dormir conmigo- dijo la pelirroja acercándose a el y lo beso, era de noche y nadie los veía así que no había problemas.
-¿Solo dormir contigo? Yo tenia otra cosa en mente- respondió con picardía al terminar el beso.
-¿Y que tenias en mente?- pregunto aun sabiendo la respuesta.
-Ya lo veras, tengo algo nuevo en mente y prometo que va a gustarte- el Hibiki desde hace un par de días tenia una idea en la cabeza y esa noche haría de esa idea una realidad.
Siguieron su camino en calma y a paso lento, disfrutando caminar uno al lado del otro, hasta que llegaron a la casa Hibiki, entraron y fueron directo a la habitación del chico.
-Volveré en un momento- dijo Ryoga saliendo y dejando a la pelirroja en la habitación.
Ranma comenzó a quitarse los pantalones y después el bóxer, solo se quedo con su camisa china, con los botones abiertos, se sentó con las piernas cruzadas en una silla que estaba en la habitación para esperas a que el muchacho volviera, lo vio entrar y puso su atención en la bolsa de plástico que traía desde hace un rato y que seguro era el motivo por el cual se perdió.
-¿Lubricante?- pregunto extrañada al ver que era lo que estaba dentro de la bolsa -No necesitabas comprar eso, tu siempre logras que yo me moje- dijo de manera sensual, separando las piernas frente a el para que notara que lo que decía era verdad.
-Lo necesitaremos…- no dio explicaciones y vio como Saotome se ponía de pie para quedar frente a el y lo besaba tomándolo por el rostro.
-Hazme tuya Ryoga- pidió en un susurro tomando la mano del colmilludo y dirigiéndola a su húmeda intimidad, el Hibiki quito su mano con suavidad para poder quitarle le camisa a la chica.
-Siéntate en la silla- le ordeno a la muchacha que estaba desnuda frente a el, sin dudarlo obedeció, se quito uno de los pañuelos que llevaba en la cabeza, tomo las manos de la chica de ojos azules para llevarlas a la parte trasera del respaldo de la silla y las ato juntas.
-No imaginaba que te gustaran estas cosas- sonrió divertida pues era la primera vez que hacían juegos de ese tipo pero no le desagradaban en absoluto.
Mientras ella estaba en la silla, el comenzó a quitarse la ropa frente a la mirada expectante de la muchacha, eran muy excitante ver como se quitaba la ropa para ella, de manera sensual, con su mirada fija que dejaba ver el deseo que sentia por ella.
-Cierra los ojos- susurro a su oído, por instinto los cerro y se dejaría llevar por todo lo que el quisiera hacerle.
Ranma permanecía quieta mientras que Ryoga daba un suspiro de nervios por lo que venia, tenia miedo de como pudiera reaccionar ella, pero al verla en la silla, atada y con los ojos cerrados como se lo había pedido tomo confianza y se animo a actuar, la pelirroja estaba con la respiración agitada, ansiosa por lo que venia cuando de pronto sintió una húmeda calidez en su cuerpo ¡¿Agua caliente?! Abrió de pronto los ojos y comprobó lo que pensó.
-¡¿Qué haces Ryoga?!- pregunto el chico de la trenza con un poco de susto al ver que lo había convertido en hombre.
-¿No es obvio?- pregunto entre irónico y nervioso pero sin dejar de verlo a los ojos.
-¡¿Estas loco?! Solo podemos hacerlo cuando soy mujer- estaba sorprendido mas que asustado, no olvidaba que era un hombre pero no quería estar con el siendo un chico, esas idea de dos hombre compartiendo la intimidad le daba miedo, no quería verse como un afeminado pues si se convertía en mujer las cosas se veían mas normales.
-Debes probar cosas nuevas de vez en cuando- fue lo único que dijo, comprendía como podía sentirse pues el también era un hombre pero quería dejarle claro que no le importaba si era hombre o mujer y quería que viera que podía amar su cuerpo en su forma real, se acerco hasta su cuello y comenzó a lamerlo como lo hacia siempre.
-No Ryoga detente…- pidió sonrojado y sin nada que hacer por tener las manos atadas, sentía la lengua de su amante pasar por su cuello y dejar un rastro de saliva que escurría suavemente hasta llegar a su pecho masculino -No… po-por favor Ryoga…- insistió con la respiración entre cortada, lo disfrutaba pero al mismo tiempo tenia miedo de que pasaría.
-En este momento no eres una chica así que no supliques como una, eres un hombre y no tengo porque ser delicado contigo- dijo en su oído mientras mordía suavemente su oreja, se puso un poco rudo, sino lo había y tomaba ese papel, las suplicas de Saotome terminarían por detenerlo y no poder probarle su amor.
-Pe-Pero…- intento alegar pero la verdad es que comenzaba a gustarle esa situación.
-Quien manda aquí soy yo- aseguro con voz ronca y masculina, poniendo sus manos sobre la silla y poderlo tener muy cerca de su rostro a lo que el chico de la trenza no dijo nada mas.
El colmilludo sonrió al ver que había dejado de pedir que parara, lo beso en los labios, permitiéndose jugar con sus lenguas, su mano fue bajando hasta el miembro de el chico de ojos azules quién iba a quejarse pero de su boca no pudo salir nada al estar unida al chico del pañuelo.
-Relájate, prometí que ibas a disfrutarlo- sonrió y siguió sus masajes en la masculinidad de Ranma.
-Aaahhh Ryoga- el primer gemido salió de su boca y no fue precisamente por lo que hacían las manos del chico sino por lo que hacia su boca.
-Eres un egoísta, solo tu querías disfrutar de esto- comento sacando el miembro de su boca, aunque no lo dijera le daba curiosidad saber que se sentía darle sexo oral a un hombre pues veía que Ranma disfrutaba de hacérselo.
Saotome no podía decir nada, era muy extraño lo que sentía, claro que era placentero pero era la primera vez que le hacían sexo oral y lo estaba disfrutando, logro venirse en un par de minutos por su inexperiencia.
-Sabe delicioso- halago el colmilludo sin desperdiciar una gota -¿Lo disfrutaste?- pregunto con interés.
-Si…- respondió avergonzado de admitir que había disfrutado que un hombre lo había tocado de tal manera.
-Me alegra porque eso es solo la primera parte- sonrió con malicia, le soltó las manos y lo empujo a la cama.
-Ryoga ya esta bien, déjame ser una mujer- pidió le daba miedo disfrutar de esas caricias cuando ambos eran hombre.
-¿Aun no lo entiendes?- pregunto decepcionado de que sus intento de demostrar amor habian fracasado.
-¿Entender que?- respondió con otra pregunta, de verdad que no tenia ni idea, creía que solo lo hacia por experimentar algo nuevo.
-Ranma… no lo hago para que te sientas incomodo, para que te sientas mal y tampoco voy a obligarte…- suspiro, se dio cuenta que si disfruto lo anterior pero no estaba listo para aceptar lo que podía pasar mas allá -Lo hago porque te amo, quería que vieras que no importa si eres hombre o mujer de cualquier manera podemos compartir todo, hasta la intimidad…- confeso.
-Ryoga…- no sabia que decir ante aquellas palabras, saber eso le hacia sentirse en confianza y si Ryoga se había arriesgado por el al intentar hacer el amo aunque fuera un hombre, también se arriesgaría y dejaría sus inseguridades -Ryoga… hazme tuyo- pidió sonrojado y diciendo “tuyo” para referirse a su yo masculino.
-¿No te arrepentirás?- un vuelco en el corazón del chico del pañuelo apareció pero no quería hacerse ilusiones.
-No, te amo Ryoga- lo tomo del rostro para poder besarlo.
Saotome estaba debajo, besaba a el Hibiki con pasión y amor, ya no importaba nada mas que lo que sentían, el calor subió en ambos, las manos del chico de la trenza estaban en la espalda de su acompañante y poco a poco bajaron hasta su trasero.
El colmilludo iba dejando un camino de besos y marcas rojas por el cuello de el chico de ojos azules, tomo el bote de lubricante que había comprado y puso una cantidad generosa sobre su miembro, separo las piernas del chico y busco su entrada, puso la punta al encontrar el lugar y volvió a subir a los labios de Ranma, poco a poco comenzó a introducirse en el.
-Ryo-Ryoga- dijo con dificultad al sentirse invadido por aquella masculinidad.
-Estas muy estrecho- dio otro empujo suave pero firme.
-Aaaahhh continua- pidió ansioso por tenerlo dentro.
De un ultimo golpe consiguió estar completamente dentro, pero pudo darse cuenta que había sido doloroso para el chico de la trenza, tomo su miembro y le dio carisias muy suaves y agradables para excitarlo y que se concentrara en lo placentero, en pocos minutos los movimientos de cadera por parte del chico del pañuelo se hicieron presentes.
-Ryogaaaaa aaaahhh esto es muy aaaahhhh placentero- confeso sin vergüenza alguna permitiéndose disfrutar de la situación.
-Debimos intentarlo antes- respondió agitado penetrándolo con mas fuerza y velocidad.
El Hibiki tomaba con fuerza por las caderas a Ranma y de un movimiento hizo que su espalda se arqueara, obligándolo a aferrarse a su espalda, un fuerte grito por parte de ambos se escucho, ambos habian terminado, sus respiraciones eran agitadas y se veían frente a frente.
El chico del pañuelo salió de el, se acostó a un lado de el chico de ojos azules y cerro los ojos, mientras Saotome pensaba.
-No es justo- dijo en voz alta haciendo que el colmilludo abriera los ojos.
-¿Qué no es justo?- pregunto sin entender.
-¿Quién te has creído? ¿Por qué solo tu puedes ser quien disponga de mi cuerpo?- pregunto poniéndose sobre el, cuando el era mujer era Ryoga quien llevaba el control aunque de vez en cuando era el pero en este momento nuevamente había sido Ryoga quien le había quitado su virginidad a sus dos cuerpos.
-No… yo nunca…- si lo pensaba un poco podía darse cuenta que quizá tenia razón.
-Tendré que castigarte P-Chan- aseguro viéndolo de manera maliciosa.
El Hibiki no se opuso, el había iniciado esto y de alguna manera estaba feliz de ver tanta confianza en Saotome, el chico de la trenza tomo el lubricante y lo aplico en su masculinidad hasta conseguir que estuviera aun mas erecto y para facilitar la penetración, siguiendo lo que había pasado antes, separo las piernas del chico del pañuelo hasta encontrar su entrada e igualmente se introdujo lentamente.
-Ranmaaaaaa aaahhh- trato de aguantar el dolor hasta ver que el miembro de su acompañante estaba completamente dentro, esta vez el estaba debajo y disfrutaba ver la cara triunfadora del muchacho que lo había penetrado.
-Te dije que se siente muy bien, pero es mejor ser quien mande- confeso, nunca había estado con una mujer y era la primera vez que su masculinidad estaba dentro, sentía la presión del cuerpo de Ryoga, su calidez y la lubricación, era muy placentero y quería que no dejara de repetirse.
-Disfrútalo porque la próxima vez tu estarás abajo- respondió para molestarlo, comenzando a dejar escapar un par de gemidos.
-Muéstrame que sabes hacer- pidió, lo abrazo con fuerza y consiguió que el colmilludo quedara sobre el justo como la pelirroja solía hacerlo.
Obligó al Hibiki a ser el quien regulara los movimientos, mientras el solo disfrutaba de las sensaciones sin hacer ningún esfuerzo, descubrió el placer por penetrar a su compañero de cama y no pensaba dejar de hacerlo.
-Aaaahhhh ¡Ranma!- el chico del pañuelo empezó a dar pequeños brincos, disfrutaba de ser penetrado, era la primera vez, una sensación nueva y muy agradable pero en esos momentos Saotome aprovecho el lubricante, se lo puso en la mano y comenzó a masturbar al Hibiki.
El miembro de Ryoga estaba muy erecto y con sus caricias lo llevaría al borde de la locura por el doble placer que sentía, no podía aguantar mas por lo que las penetraciones quedaron a cargo de Ranma quien lo tomo con fuerza por las caderas y acelero los movimientos hasta que nuevamente ambos se vinieron.
-Ahora estamos a mano- aseguro el chico de la trenza para después ser besado por el chico del pañuelo en agradecimiento por esa noche.
Hola!!!! Es la primera vez que escribo Yaoi así que no se como haya quedado, espero que les guste y disfruten de leerlo, ya que fue difícil escribirlo al tomar un nuevo reto que es escribir otro genero pero me gusto probar cosas nuevas y desarrollar mas mi escritura, quedo en espera de mi puntuación, gracias por leer.
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