Primera fase Boda-tragedia
La despedida de Ranma.
Un bello día de primavera el sol brillante, el viendo meciendo los arboles y causando que algunas flores de Sakura cayeran, un día de picnic era el plan perfecto y aun mas perfecto para una declaración, Ranma y Ryoga habían decidido salir ese día, estaban sobre el pasto en un hermoso parque.
-Parece que fue una buena idea hacer un día de picnic- dijo la pelirroja recostada sobre el paso y con sus brazos debajo de su cabeza.
-S-Si… es… es un buen día- respondió el Hibiki muy nervioso llamando la atención de su acompañante.
- ¿Qué sucede Ryoga? - pregunto extrañada ante su comportamiento, pues tenían mucho tiempo siendo novios, tanto tiempo que hasta habían compartido la intimidad.
-Ran-Ranma… yo quería- comenzó a decir con un nerviosismo más que evidente.
-Tu querías…. Por favor Ryoga no te comportes como un tonto ¿No me digas que estas nervioso por estar conmigo en el parque? Cuando tú y yo sabemos que hemos hecho más que solo tomarnos de la mano - comento acercándose a su oído con picardía.
-No eso eso…- dijo sonrojado y a punto de besarla y hacerla suya ahí mismo, esa chica podía ser muy sensual cuando lo quería, con valor la alejo de él dejándola desconcertada, vio esos ojos azules en los que encontró amor y era lo único que necesitaba confirmar -Ranma… ¿Quieres ser mi esposa? - pregunto por fin sacando de la canasta la cajita con el anillo ante los ojos expectantes de la pelirroja.
- ¡Ryoga! - se arrojó a sus brazos y lo beso -No hace falta que lo preguntes tu sabes la respuesta- lo vio con dulzura y volvieron a besarse.
Ese recuerdo había pasado como un sueño en la mente de Ranma que recién despertaba, su corazón latía muy rápido de solo recordarlo y el miedo de que fuera solo un sueño la obligaba a despertar de prisa para ver si el estaba a un lado suyo, su miedo se incremento al ver la cama vacía, se sentó sobre la cama y vio su mano izquierda y ahí estaba el anillo de compromiso.
-Ryoga...- dijo en un suspiro sonriendo con dulzura.
-Ranma ya debes despertar o se te hará tarde- llamo una chica peli azul entrando de manera brusca a la habitación.
- ¿Tarde? - pregunto confundida, le dolía la cabeza.
-Nunca dejaras de ser la misma torpe- se burló y se acercó a ella - ¿No recuerdas que hoy es el gran día? - le pregunto con una sonrisa.
-Gran día…- se dijo y de pronto se levantó a toda prisa de la cama para ver el calendario - ¡¿Es hoy?!- grito al ver ese día marcado como “mi boda con Ryoga” y el dolor de cabeza era por su pasada despedida de soltera en donde no durmió casi nada.
-Jajaja si Ranma eso es hoy- se rio al ver su cara y sus intentos torpes por querer hacer todo a la vez.
-Debo ir a la iglesia, pero primero debo arreglarme… no, no, primero me baño… ¿pero que digo? Lo primero es el desayuno- decía yendo de un lado a otro en la habitación.
-Tranquila te he preparado un baño caliente para que te calmes por mientras Kasumi esta abajo haciendo desayuno- dijo en voz tranquila tomándola de los hombros y llevándola al baño.
Saotome se quitó la ropa y entro a la tina de agua caliente, la chica Tendo tenía razón, logro tranquilizarse y relajarse un poco, cerro los ojos y pensaba en como seria su nueva vida al lado de Ryoga, estaba consciente de que su vida daría un cambio radical, pues viviría con el Hibiki ya que aún vivía con los Tendo, Soun y Genma no se opusieron a su relación con el colmilludo, permitiéndole vivir ahí hasta que encontrará su propio camino, el señor Tendo le tomo mucho cariño considerándola una de sus hijas, lo que le esperaba por vivir en un matrimonio podía ser nuevo y mas cuando formaran una familia lo que quizá no estaba tan lejos.
-Ranma el doctor Tofu te espera abajo- dijo Akane entrado al baño para dejarle ropa seca.
-Gracias, dile que voy en un momento- salió de la tina y se vistió para después bajar a la sala -Buenos días doctor Tofu- saludo al verlo.
-Hola Ranma ¿Cómo estás? - pregunto pues debía sentir mil cosas a la vez al saber que era el gran día, pero sobre todo preguntaba por su salud ya que hace unos días había ido a verlo.
-Muy nerviosa…- respondió algo sonrojada.
-No hay porque estarlo querida Ranma, serás muy feliz a partir de hoy- agrego Kasumi acercándose a ellos.
-Gracias- respondió con una sonrisa, pero una opresión en su pecho apareció (Espero que así sea) pensó con una cara de preocupación.
-Ranma, quisiera hablar contigo en privado- pidió Tofu con cara seria.
-Claro… vallamos a la habitación- la pelirroja sentía como su corazón latía rápidamente, subieron hasta la habitación de la chica, lo invito a sentarse en una silla mientras ella se sentaba en la cama - ¿Pasa algo malo? - pregunto nerviosa.
-Lo que voy a decirte no es fácil…- comenzó a decir con seriedad y buscando las palabras adecuadas pues lo que iba a decir podía no ser sencillo de digerir.
- ¿Tengo algo grave? - volvió a preguntar temiendo lo peor, hace un tiempo que había tenido malestares y decidió ir al doctor para saber que tenía.
-Pues grave no es…- no sabía cómo decírselo pues no era algo de que preocuparse, pero sí que debían atender para evitar complicaciones o problemas.
-Hola mi hermosa pelirroja- llamo alguien desde la ventana interrumpiendo la conversación.
-Ryoga ¿Qué haces aquí? No debes ver a la novia antes de la boda o traerás muy mala suerte- lo regaño acercándose a la ventana donde estaba el colmilludo.
-Pero no me aguante las ganas de verte- respondió besando sus labios -Do-Doctor Tofu- dijo nervioso al verlo adentro de la habitación.
-Hola Ryoga- saludo con una sonrisa comprensiva -Ranma te dejare esto aquí y después hablaremos de ello- dijo dejando un sobre sobra la mesa.
-Gracias doctor- respondió igual de avergonzada y lo vio salir -Eres un tonto debiste esperar un poco- lo regaño aun sonrojada.
- ¿Qué hacia el doctor Tofu aquí? - pregunto con preocupación.
-Nada importante…- aun no sabía que tenía y no quería preocuparlo antes de tiempo.
- ¿Segura? - pregunto para obtener respuesta a su duda.
-Si, solo tenia unas dudas que aclarar tu sabes que hay cosas de mujeres que debo saber- respondió siendo verdad, pues, aunque pasaba mucho tiempo siendo una mujer había procesos por los cuales pasaba y debía comprender ya que le impedían transformarse y necesitaba saber por qué.
-Ya entiendo, bueno si tienes algo no dudes en decirme- pidió tomándola de las manos.
-Lo hare- respondió y lo abrazo (No quiero alarmarte, pero creo que si es algo de que preocuparse) pensó al recordar la reacción de Tofu.
-Sera mejor que me valla antes de que alguien mas me regañe por estar aquí, te veré en la iglesia- se despidió con un dulce beso en su frente y salió por la ventana.
Ranma tomo el sobre, tenia miedo de abrirlo y encontrarse con algo que no quería saber, le temblaban las manos y estaba a punto de abrirlo para saber que enfermedad tenia y si de verdad era algo alarmante, pero fue interrumpida.
-Ranma, Kasumi me dijo que bajes a desayunar- la llamo Nabiki desde afuera de la habitación.
-Muero de hambre- respondió abriendo la puerta y guardando el sobre en uno de los cajones del escritorio que estaba en la habitación.
-Sera mejor que aproveches el desayuno ya que a partir de mañana tu deberás cocinar- comento la castaña.
-Extrañare la comida de Kasumi…- dijo algo triste.
-Aunque no lo creas nosotros también te extrañaremos- aseguro, primero porque se le iba su fuente de dinero en fotos, segundo porque era muy divertido vivir con el y su padre y tercero por la costumbre de convivir todos los días y considerarlo parte de su familia.
-Es bueno que me lo digas porque, aunque valla a casarme vendré a visitarlos todos los días así que no se desharán de mi tan fácil- respondió con una sonrisa y los ojos llenos de lágrimas, pero conteniéndose.
Las horas pasaron, el desayuno fue en compañía de las chicas Tendo, Tofu, Genma y Soun quienes recién llegaban pues pasaron la despedida de soltero en casa de Ryoga para darle espacio a las chicas y pasarla bien con el Hibiki, fue un momento familiar lleno de risas y bromas, Saotome intentaba guardar ese ultimo recuerdo pues ya no podría pasar momento así en familia.
Con ayuda de las chicas Ranma había quedado lista y se le veía realmente hermosa con ese vestido blanco, que enmarcaba de maravilla su figura femenina, que acompañada de esos ojos azules y cabellos rojos, dejaba a todos suspirando de solo verla, dentro de la casa todos estaban vueltos locos, corriendo a bañarse, vestirse y arreglarse para la ocasión, mientras la chica de ojos azules estaba afuera disfrutando de un momento tranquilo, se encontraba parada a un lado del estanque y veía su reflejo, sonreía pues nunca imagino verse vestida de novia y estar a punto de casarse con Ryoga.
Se dio la vuelta para ver la casa Tendo desde afuera y escuchando los gritos de adentro “¡Nabiki esos son mis zapatos!” gritaba Akane “No seas egoísta debes prestármelos” respondía la castaña “Chicas no peleen, Akane tu ya traes puestos unos muy lindos que van con tu vestido y tu Nabiki tienes muchos pares en tu armario” puso el orden Kasumi “¡Señor Saotome era mi turno de bañarme!” grito Soun “Lo siento Tendo pero es su culpa por no meterse antes” contesto desde adentro de la baño, no pudo evitar sonreír y reírse, extrañaría esos gritos y peleas diarias, un poco de tristeza apareció en ella (A partir de hoy las cosas no volverán a ser como antes) pensó.
Recordó que su madre le había dado un regalo y fue hasta su habitación para ir por él, subió las escaleras mientras seguía viendo la casa con detenimiento (Solo viviré a un par de cuadras no es como si jamás pudiera volver) pensó sintiéndose una tonta por tanta melancolía, llego a su habitación y abrió el cajón de su escritorio donde estaba la pequeña cajita del regalo, la saco y se coloco aquel collar de perlas de Nodoka “Lo use cuando me case con tu padre” fueron las palabras de la señora Saotome, iba a cerrar el cajón pero nuevamente vio el sobre que le había dado Tofu, la necesidad por saber que decía la mataba así que lo tomo en sus manos para abrirlo.
-Ranma debemos irnos- llamo Akane entrando a la habitación.
-Si… en un segundo bajo- respondió dándose la vuelta y escondiendo el sobre detrás de ella.
- ¿Estas bien? - pregunto al verla con lágrimas en los ojos.
-Lo estoy, no te preocupes- dijo limpiando su rostro, recibiendo un abrazo.
-Imagino que lloras de alegría porque hoy es tu boda- comento pues era el único motivo.
-Si, estoy muy feliz pero no quiero irme, no quiero dejar de verlos- la abrazo con más fuerza no pudiendo contener las lágrimas.
- ¿Pero ¿qué dices? Ranma solo vas a casarte no es como si te fueras a cambiar de mundo- bromeo.
-Jaja con Ryoga nunca se sabe- rio también pues en su luna de miel podrían terminar en Alaska.
-Tienes razón, pero por eso te tendrá a ti, para que no se pierda y espero que no intente llevarte tan lejos de nosotros o se las verá conmigo- advirtió.
Luego de ese emotivo momento ambas bajaron a la sala mas tranquilas, en donde todos las estaban esperado, listos para irse a la iglesia.
-Es el momento Ranma, debemos irnos- dijo Kasumi al verla bajar.
- ¿No querrás que Ryoga tenga tiempo de huir o sí? - bromeo Nabiki.
-Si huye lo buscaremos hasta que se haga responsable por dejar a Ranma en la iglesia- aseguro Genma serio y con cara de batalla.
-Bien dicho Saotome- Apoyo Soun.
-Esperen un momento…- pidió la pelirroja al ver que todos iban en dirección a la puerta.
- ¿Ya te arrepentiste tan pronto? - pregunto la castaña.
-Nabiki… ¿Qué sucede Ranma? - pregunto Akane tomándola de las manos.
-Se que cuando salga por esa puerta las cosas cambiaran y quizá no los vea por un largo tiempo- comenzó a decir pues sabia que un viaje de luna de miel al lado del colmilludo significaba 1 años perdidos -Por eso… por eso yo quisiera agradecerles por todo, señor Soun en especial a usted que me recibió a mi y a mi padre en su casa y aun después de romper mi compromiso con Akane nos permitió vivir aquí hasta que encontrara mi camino- dijo con voz temblorosa producto de las próximas lágrimas.
-Nada que agradecer Ranma, tú te has ganado un lugar en este familia- aseguro dándole un fuerte abrazo paternal.
-Kasumi tú fuiste como una hermana mayor en quien siempre pude confiar y te agradezco por todos tus cuidados- la verdad es que mas que una hermana mayor la considero como su único contacto maternal claro antes de conocer a Nodoka y compartir tiempo con ella.
-Querida Ranma, siempre serás bienvenida y cuando necesites algo de mi estaré para servirte, en especial si quieres venir a comer con gusto cocinare para ti- dedico una sonrisa y también le dio un abrazo.
-Nabiki a ti te agradezco las veces que me sacaste de algún problema, aunque tú me hayas metido en él o me hayas cobrado muchos Yenes- no sabía de qué otra manera agradecerle su compañía pues ninguno quería admitir que se querían mucho como buenos hermano.
-Fue un placer pequeña Ranma y no olvides que aun tienes deudas conmigo así que debes volver- agrego siendo su manera de decir “visítanos siempre”.
-Doctor Tofu, usted fue de mucha ayuda siempre que lo necesite y me ha ayudado mucho con mi nueva vida muchas gracias- le dijo pues él además de su medico era su amigo y fue quien le respondió todas sus dudas con respecto a su nueva vida siendo una mujer.
-Siempre estaré para servirte y ahora más que nunca estaré al pendiente de ti- respondió sin levantar sospechas más que en Saotome que sabía que aún había un tema que atender son su salud.
-Akane…- la vio a sus bellos ojos cafés y la tomo de las manos -Akane a ti mas que a nadie tengo que agradecerle fuiste muy comprensiva conmigo y la amiga que mas necesite, te pido una disculpa por los problemas que pudimos tener antes al pelear todo el tiempo y sobre todo por romper nuestro compromiso pero estoy segura que serás más feliz que estando a mi lado, encontraras a un buen chico y siempre podrás contar conmigo para lo que necesites, te quiero mucho Akane- le brindo un muy fuerte abrazo acompañado de lagrimas por parte de ambas.
-Yo también te quiero mucho Ranma- la abrazo con mas fuerza, aun le dolía ver que no era correspondida en sus sentimientos por la persona que amaba, pero estaba feliz -Cuídate mucho y prométeme que donde quiera que estés siempre serás feliz- pidió tomándola de la mejilla.
-Te lo prometo- confirmo la chica de ojos azules y recibió un beso en la mejilla por parte de la menor de los Tendo (El beso de la muerte) paso por su mente y se rio por esa tonta idea, pero era lo único que venía a su mente cuando una chica besaba su mejilla, pero no se lo dijo prefirió guardarse ese pensamiento sin sentido.
Luego de que Ranma se despidiera de todas las personas que amaba y consideraba importantes en su vida subieron a los autos que los esperaban afuera para llevarlos a la iglesia la familia Tendo iba en un auto mientras que la pelirroja y su padre iban en otro.
-Te vez muy hermosa Ranma- alago el señor Saotome.
-Gracias papá- beso su mejilla como una hija suele hacerlo a su padre -No creas que me olvide de ti…- dijo llamando su atención.
- ¿De qué hablas? - pregunto interesado.
-También quiero darte las gracias, se que hiciste un buen trabajo en cuidarme todos estoy años y que fue difícil al no tener al apoyo de mi madre y aun así nunca me abandonaste, pero también… me siento culpable de la decisión que tome sé que tú no te opusiste a que me casara o a que fuera una mujer pero en fondo sé que fue difícil aceptarlo y decepciónate también… de ver que tu único hijo termino siendo un afeminado…- se disculpaba tristemente pues aunque no lo demostraba le importaba lo que su padre podía decirle agacho la miraba y arrugaba un poco su vestido -Perdóname papá- pidió con la voz más que quebrada.
-Ranma…- susurro, nunca creyó que pudiera sentir y pensar eso pues demostraba ser una mujer segura -Ranma, no digas eso- la abrazo para calmarla -Debo confesar que si fue difícil pero no por lo que tu imaginas, fue difícil porque yo no sabia como ser padre de una niña pero luego me di cuenta que era lo mismo, que hombre o mujer no importa, no dejas de ser Ranma y no dejas de ser mi hijo, te amo sin importar lo que decidas- aseguro limpiando sus lágrimas.
- ¡Papá! - grito más que feliz correspondiendo a sus brazos como si fuera la última vez.
Llegaron a la iglesia y todo estaba listo, bellos arreglos de rosas blancas que daban un delicioso aroma al ambiente, los invitados también estaban ahí, se habían enviado invitaciones a todos los cercanos a la familia, incluyendo a todas las prometidas de Ranma lo que quizá no fue tan buena idea.
-Querida te vez bellísima- adulo Nodoka que la esperaba en la entrada.
-Mamá pudiste venir- corrió a sus brazos.
-No podía perderme la boda de mi pequeña- correspondió el abrazo, estaba en un viaje, pero al recibir la invitación de Saotome no lo dudo y corrió para llegar a Nerima lo antes posible.
-Espero que no vuelvas a irte tan lejos- dijo pues su madre pasaba viajando de vez en cuando para convertirse en una buena esposa para un artista marcial.
-No lo hare, tu padre y yo viviremos juntos aquí en Nerima para que puedas visitarnos- confeso pues era una sorpresa.
- ¡¿Hablas enserio?!- pregunto con emoción.
-Si querida, esta no será la ultima vez que nos veamos- aseguro.
La marcha nupcial empezó, Ranma entro por esas enormes puertas de la iglesia de la mano de su padre, al ver hacia arriba se podía ver como la luz entraba por los vitrales, al ver a los lados veía a todos sus conocidos con sonrisas, felices de compartir ese momento con la pelirroja.
Ukyo estaba a un lado de Benny Tsubasa y se les veía muy felices tomados de la mano, Kodachi estaba con Kuno ajena a que quien se casaba era Ranma hombre pero Tatewaki estaba con un ridículo pañuelo al ver como ”su chica de cabellos de fuego” iba a casarse pero al mismo tiempo estaba a un lado de Nabiki quien tomaba su mano, Cologne, Mousse y Shampoo estaban al otro lado dándoles sonrisas en especial la vieja decrepita quien ayudo aconsejando a Ranma, el chico de lentes al ver una oportunidad libre y Shampoo resignada a verlo feliz aunque por momento su sonrisa se desvaneciera, Kasumi tan sonriente como siempre de la mano de Tofu, Soun abrazando a Akane.
Al fijar su vista al frente un enorme suspiro salido de ella al ver de pie a Ryoga, sonrojado como siempre y nervioso, ella lo animo con una sonrisa haciendo que el correspondiera y fijara su vista en ella, llego hasta el colmilludo, lo tomo de las manos y vio como su padre se dirigía a su asiento a un lado de Nodoka fue muy lindo verlos juntos, tomados de la mano y sonrientes de ver a su hija, cerro los ojos intentando memorizar todas esas caras sonrientes que lo acompañaban en ese día especial.
-Te ves preciosa Ranma- susurro al oído de la chica haciéndola sonrojar.
-Eso ya lo sé, soy la mujer mas hermosa de todo Nerima- respondió para evitar su nerviosismo del momento.
-Si no lo fueras no nos estaríamos casando- respondió para molestarla.
- ¿Entonces si hubieras encontrado a alguien mejor me dejarías? - pregunto algo molesta.
-Si, claro- contesto sin dudar, dejando un rato en silencio, pero temía que Saotome gritara ¡Detengan la boda! Así que se apresuró a decir algo mas -Pero eso nunca hubiera pasado, no hay nadie mas hermosa en este universo que tu- volvió a susurrar con esa voz masculina que le encantaba.
- ¿Po-Podrías poner atención a lo que dice el sacerdote? - pidió más roja que antes por las tiernas palabras de su futuro esposo, y sobre todo porque habían estado platicando mientras iniciaba la boda.
-Si alguien se opone que hable ahora o calle para siempre- dijo su famosa frase viendo todos los presentes mientras una chica dudaba si intervenir o no -Siendo así continu…- las sonrisas de la pareja se desvanecieron al escuchar aquella interrupción.
- ¡Yo me opongo! - grito una chica saliendo de su asiento, poniéndose en el pasillo y frente a la pareja -Esta boda no puede pasar, Ranma se casará conmigo- sentencio señalando al Hibiki con decisión.
-Shampoo vuelve a tu asiento- ordeno Cologne seria y tranquila al mismo tiempo -Disculpen a mi nieta- pidió acercándose a la amazona.
-No abuelita, esto no se quedará así- la empujo mandándola al piso dejando a todos sorprendidos por esa actitud con su abuela.
- ¡¿Se puede saber que rayos haces Shampoo?!- intervino Ukyo saliendo de su lugar.
-No te metas Ukyo, tú puedes resignarte a perder a Ranma si quieres y casarse con ese chico que esta a tu lado ¡Pero yo no! - grito molesta acercándose a ella.
-No dejare que arruines este día para Ranma- se acercó más a ella para iniciar una batalla.
- ¡Ya basta las dos! - grito Akane furiosa - ¡¿Hasta cuando vas a entender Shampoo?!- regaño - ¡Ranma es feliz y yo tampoco permitiré que te interpongas entre ellos dos! - aseguro uniéndose a la cocinera.
-Perfecto, a mi no me importa jugar un poco, ¡Prepárate Ryoga porque sigues tú! – sentencio.
Una batalla comenzó en el interior de la iglesia dejando a todos sorprendidos y escandalizados, el sacerdote se escondió debajo de la mesa mientras los demás veían atentos lo que sucedía y en que terminaría.
-Debo detener esto- dijo Ryoga soltando a Ranma no podía dejar que las chicas pelearan ese día y por defenderlos.
- ¿Qué harás? - pregunto preocupada viendo como se alejaba de ella y temiendo lo que pudiera pasar.
-De acuerdo Shampoo, peleare contigo y cuando te gane saldrás de aquí y no volverás a molestar- ordeno deteniendo la pelea captando la atención de la peli morada.
-Ya era hora de que actuaras como un hombre- se burló, Akane y Ukyo se apartaron para no interferir en la pelea, estaban consientes de que era responsabilidad del chico del pañuelo ponerle fin a todo esto.
- ¡Shampoo! ¡Vámonos ahora mismo! - ordeno Cologne poniéndose de pie y muy enojada por la humillación.
-Mi… mi querida Sha… Shampoo tranquilízate y vamos a casa- dijo Mousse tímidamente y con miedo de verla tan enojada y decidida -Por favor…- insistió acercándose un poco a ella, pero era inútil.
Shampoo y Ryoga se veían fijamente a los ojos como si con eso pudieran vencer a su oponente, estaban a una distancia prudente, pero en cualquier momento se desataría esa terrible batalla, el chico de lentes fue ignorado por completo y una sonrisa perversa apareció en la amazona, quien de su vestido saco lo que parecía solo la base de una espada, pero al moverlo con su mano se convirtió en una katana.
-Prepárate Ryoga porque este es tu fin- sentencio poniéndose en un pie y con la katana muy cerca de su rostro.
-No te confíes- respondió, tenía un plan muy sencillo, era muy fácil vencerla pondría el pie para que la chica callera, la brincaría con apoyo de su cabeza o se deslizaría por debajo de sus piernas, la amazona tomo impulso y corrió hacia el poniendo la katana hacia enfrente para atravesar su pecho.
¡Shampoo! ¡No dejare que cometas una locura! - grito la pelirroja al ver la seriedad de las cosas y sintiendo un terrible miedo de que algo le pasara al colmilludo, corrió hasta quedar frente a Ryoga con la esperanza de evitar el ataque, pero no fue así, fue el peor error que cometió pues el Hibiki tenía todo bajo control, pero aquella katana termino por atravesar el vientre de la chica.
-Ra-Ranma…- dijo Shampoo en un susurro al ver lo que había hecho, sus ojos se llenaron de lagrimas y soltó la katana.
- ¡Ranma! - grito Ryoga al sentir el cuerpo de Saotome cayendo hacia él.
- ¡Hija! - gritaron al unisón Genma y Nodoka, intentaron correr hasta ella, pero Soun los detuvo.
- ¡Kasumi llama a una ambulancia! - ordeno el señor Tendo conteniendo a los padres de la pelirroja para evitar que fueran a asesinar a la amazona.
-No… yo no quería que esto pasara…- decía la peli morada ida y asustada por lo que hizo.
- ¡¿Qué le has hecho?!- grito el colmilludo teniendo en sus brazos a quien iba a ser su esposa.
- ¡Ranma! - Akane logro llegar hasta la pareja y se quedo sin palabras al ver a Saotome sobre Ryoga con la katana en su vientre y la sangre corriendo.
-Ranma querida- Nodoka llego hasta ella llorando sin parar en compañía de su esposo que no podía decir nada.
-Tranquilo Ryoga no la muevas, ya vendrá la ambulancia- intervino Tofu acercándose a la chica para comprobar sus signos vitales que eran cada vez mas débiles por la pérdida de sangre.
- ¡¿Cómo pide que me calme?!- grito alterado de verla ahí en el suelo.
- ¡Escucha Ryoga! - respondió la peli azul dándole una fuerte cachetada - ¡Ranma no necesita que te pongas a gritar como un loco! - lo regaño, aunque comprendía la situación perfectamente.
-Lo sé, pero…- se acercó más a la chica de ojos azules -Estarás bien, la ambulancia ya viene- le dijo calmadamente -Siempre estaremos juntos- seguía diciendo entre lagrimas frente a todas las personas que veían con tristeza lo que sucedía.
-Estaremos bien…- dijo derramando un par de lágrimas tomando su mano con debilidad y dirigiéndola hasta su vientre cubierto de sangre.
- ¿Estaremos? - pregunto entre llanto y con los ojos muy abiertos pues no entendía muy bien, Ranma saco un sobre que había guardado en una bolsa del vestido para evitar que Akane la viera, el cual el Hibiki abrió muy deprisa para comprobar lo que pensaba - ¿Es-Estas…? ¿Embarazada? - pregunto con miedo y emoción de saber la respuesta.
-Si… pero quizá… quizá en otra vida seamos una familia feliz- contesto con su ultimo esfuerzo y una leve sonrisa, rindiéndose al perder fuerza.
- ¡NO! ¡Ranma! No cierres los ojos aun podemos serlo ¡Ranma! No me dejes…- pedía con desesperación y un mar de llanto - ¡Seremos padres, no te rindas! - insistía para que ella se mantuviera con vida.
-Te amo Ryoga…- dijo como un susurro recibiendo un ultimo beso en los labios.
Muy levemente se escuchaba como la ambulancia iba hacia el lugar, pero ya era demasiado tarde la mano de la chica perdió fuerza y cerro completamente sus bellos ojos azules, el vestido blanco estaba completamente manchado, por el suelo se veía correr la sangre de color rojo, rojo como aquel color que significaba la pasión con la que se amaba aquella pareja, tan rojo como sus cabellos de fuego.
¡¡¡¡Hola!!!! Espero que este One-Shot les guste, puse mucha inspiración en escribirlo y hasta llore un poco, quedo en espera de mi puntuación, gracias por leer. 💜💜💜💜
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