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Fase 4 cambio de maldiciones

¡Cambio de papeles!

Ranma y Ryoga caminaban tomados de la mano por las calles de Nerima, pues hace un par de meses que eran novios, aunque la familia Tendo y Genma aun no sabían nada sobre su relación, los únicos que sabían sobre el noviazgo eran Shampoo, Mousse y Cologne.

-Ryoga tengo hambre vallamos a comer algo- invito la pelirroja quien iba felizmente a un lado del muchacho.

-De acuerdo ¿Te parece ir al restaurante de Shampoo?- pregunto, siempre le importaba su opinión.

-Está bien, pero démonos prisa o moriré de hambre- insistió, pues esa mañana no había podido desayunar porque Akane cocino y prefería evitar una muerte segura.

Aceleraron el paso para llegar más a prisa pero cuando iban pasando por la casa de una viejecita fueron recibidos por un balde de agua fría, lo que solo tuvo efecto en el Hibiki ya que Ranma estaba como mujer.

-¡Cuik Cuik!- llamo el cerdito negro pues la chica no se había dado cuenta del cambio del chico y si no la llamaba se iría al restaurante y el no sabría como llegar por lo desorientado que es.

-¿Ryoga?- vio hacia los lados y volvió su vista hacías atrás para encontrarse con el animalito -Jaja valla suerte que tienes- se burló Saotome al mismo tiempo que tomaba al cerdito en brazos.

-Cuik Cuik- lo regaño por su burla pero eso quedo olvidado cuando lo pego un poco a sus suaves pechos.

-Eres un pícaro P-Chan- seguía molestándolo y le dio un breve beso.

-¡Mi chica de cabellos de fuego!- grito un sujeto que corría hasta ella con los brazos abiertos.

(Pero que fastidio, no tengo tiempo para tonterías) pensó la chica de ojos azules, busco en donde esconderse o a donde huir pero no había salida, quien la llamaba estaba a un par de metros.

-¡Mi hermosa pelirroja!- se acercó hasta ella y la tomo de las manos haciendo que soltara a la mascota de Akane.

-Hola Kuno- sonrió falsamente pues no podía hacer nada más.

-¡Cuik!- chillo el animalito al caer al suelo mientras veía a la "parejita" tomada de la mano.

-Tenía muchas ganas de verte- la abrazo con fuerza, causando enojo en la muchacha y quería golpearlo para apartarlo de ella pero le era imposible moverse.

-Me asfixias- dijo con la esperanza de ser liberada y así fue -Kuno, debo irme tengo muchas cosas que hacer- retomo aire y recogió a Ryoga.

-¡Espera!- la detuvo.

-¿Qué quieres?- pregunto con enfado al escuchar su estómago gruñir.

-Me iré de viaje y quería dejarte un regalo para que no me olvides- saco de sus ropas una cajita -Espero que no me extrañes y seas feliz en lo que regreso- salió corriendo con lágrimas en los ojos pues para él era una despedida dolorosa.

-Creo que no lo veré en un tiempo- sonrió tranquila pues era un problema menos.

Abrió la cajita del regalo mientras traía en brazos al colmilludo y seguía su camino, encontrándose con una hermoso y sensual traje de baño, junto a un anota “Ansió poder ir contigo a la playa y verte con este traje de baño”

-Por lo menos tiene buen gusto ¿No te parece?- le hablo a su cerdito, era un regalo muy útil y pensaba modelarlo para el Hibiki.

-Cuik- fue la única respuesta que obtuvo en compañía de una expresión de desinterés.

-¡Adiós hermosa!- le gritaron a la pelirroja mientras iba por las calles.

-¡Gracias!- respondió con una sonrisa, siempre disfruto que los chicos la adularan.

-Hola preciosa ¿A dónde va una chica como tu sola?- le pregunto aquel muchacho que se encontró al caminar.

-Jaja solo voy a comer- respondió con una sonrisa tan femenina, se divertía cada vez que un muchacho mostraba interés en ella.

-Que coincidencia yo también ¿Te gustaría acompañarme?- insistió el chico.

-Tal vez en otra ocasión- le guiño el ojo y continuo su camino, para ella era un día normal siendo mujer pero había un cerdito molesto.

-¡Nihao Ranma!- saludo alegremente Shampoo al verlo llegar.

-Hola Shampoo ¿Como estas?- le sonrió y entraron al restaurante

-Yo estar muy bien ¿Y tú?- contesto llevándola a una mesa para que se sentara.

-Muy hambrienta jaja- conto con una sonrisa que decía "dame 10 platos de Ramen"

-Enseguida yo atenderte- se fue a la cocina para poder preparar la comida.

-Hey Mousse ¿Podrías darnos agua caliente y prestarme ropa para Ryoga?- pidió al chico que atendía otra mesa.

-Hola Ranma, claro que si- respondió brevemente pues el lugar estaba un poco lleno y con mucho trabajo.

La chica y el cerdito siguieron al chico de lentes hasta la habitación del muchacho, de donde saco algo de ropa y a unos cuantos pasos quedaba el baño, era necesario que Ranma volviera a ser un hombre pues después de ir a comer tenía un compromiso que cumplir con Akane, luego de un par de minutos la pareja volvió a la mesa, al igual que Shampoo llegaba con sus órdenes.

El chico de la trenza comió como si no hubiera un mañana, le encantaba esa comida y tenía mucha hambre haciendo que ignorara la actitud de su novio, pero cuando por fin termino de comer pudo notar la incomodidad y molestia del chico.

-¿Estas bien Ryoga?- pregunto curioso por su cambio repentino.

-Si, estoy bien- respondió serio y dando un pesado suspiro.

-Se que mientes dime ¿Qué te sucede?- e iba a tomarlo de las manos sin importarle que fueran hombres pero él no se lo permitió.

-Me sucede que me molestar ver como mi novia recibir regalos y piropos de cualquier chico que va por la calle- confeso, aun no se acostumbraba a ver aquello.

-Jaja ¿Estas celoso?- se burló pero vio que él no se reía -Te amo solo a ti y lo sabes- lo vio a los ojos y lo tomo para obligarlo a verlo.

-¡No te creo! la pasas muy bien recibiendo halagos y en lugar de decir que tienes novio dices "Tal vez en otra ocasión"- llevaba mucho sin confesar su incomodidad con esas situaciones y esta vez exploto.

-¡¿Acaso crees que lo disfruto?! ¡Yo solo trato de sobrellevar la situación y mi maldición!- contesto molesto, él no tenía la culpa de escuchar eso por la calle, no le molestaba sentirse admirada y no hacía nada malo más que agradecer y rechazar de manera amable como le gustaría a cualquier chico, su experiencia con Akane le hizo entender que ser grosera no era la manera de tratar a los hombre.

Esta pequeña discusión comenzó a llamar la atención de los otros clientes pero también de una vieja momia que estaba en la cocina y estaba decidida a intervenir esa pelea para evitar problemas en el café del gato y para evitar que pelearan por algo como eso.

-¡No digas mentiras! ¡Está claro que tu disfrutas de esas atenciones! - insistió el Hibiki

- ¡Si fuera así ¿Que te importa?! ¡Pero ya te lo dije yo solo trato de vivir bien con mi maldición! - ya hacía mucho tiempo que estaba maldito y su mejor opción era aceptar que era atractiva como mujer eso le ahorró muchos problemas e inconformidades con el mismo.

- ¡¿Tu maldición?! ¡¿Como puedes quejarte si estas muy bien siendo una mujer?!- recrimino y los clientes veían al chico de la trenza de pies a cabeza y comenzaban a susurrar sobre lo que habían escuchado, dándose cuenta de que no era una mujer, pero había sido llamada como una.

- ¡¿Tu que sabes?! ¡Es más fácil ser un estúpido cerdo que solo come, es consentido y duerme con las chicas!- le restregó pues aun dormida con Akane de vez en cuando.

-Muchachos será mejor que se tranquilicen- intervino Cologne pues ya se habían dicho muchas cosas -Tomen este té y se van a tranquilizar- dio un poco a cada uno y sin renegar lo bebieron.

-Lamento el alboroto abuela- se disculpó Saotome, era cierto se calmó con el té, luego de esas palabras le dio una mirada molesta al colmilludo y salió del lugar.

-Muchacho nadie tiene una maldición más fácil que la otra, solo hay quienes aprenden a vivir con ella y quienes no- aseguro sabiamente la vieja amazona, sorprendiendo a Ryoga con esas palabras.

Cologne volvió a la cocina, dejando al muchacho pensativo, dejo en la mesa el dinero para pagar la cuenta y salió del restaurante rumbo a su tienda de campaña, pensó en ir con Ranma pero aún estaba molesto por no darle la razón y su actitud, así que mejor no fue.

-Piensa que convertirse en mujer es más fácil ¡Ja! No tiene idea de lo que dice- iba diciendo el chico de ojos azules cuando iba hacia un lugar tranquilo para pensar y calmarse antes de ir con su aun prometida, así llego hasta el parque.

Como era de esperarse Ryoga se perdió en su intento por ir a su tienda de campaña llevándolo hasta el pequeño bosque de la escuela Furinkan.

-Creo que no podre volver- suspiro resignado y se acostó en el pasto -Ranma no me comprende… piensa que para mí es fácil ver como todos lo chicos la ven y ella no los rechaza, ojalá yo tuviera una maldición más fácil como la de ella- decía para el mismo viendo las nubes oscuras del cielo.

-Rayos, va a llover- dijo Ranma que estaba sentado en una banca del parque -Ni hablar, será mejor que me adelante al centro comercial- se estiro al ponerse de pie e iniciar su camino, pero mientras lo hacía se desató una fuerte lluvia que lo mojo por completo en segundos.

Mientras tanto una vieja amazona se encontraba viendo por la ventana para contemplar el día lluvioso y una sonrisa apareció en sus labios.

-Jajaja ya a comenzado a llover- se burlo

- ¿Qué pasar abuelita? - pregunto Shampoo al verla con expresión cómplice y traviesa.

-Nada mi querida Shampoo, solo una gran lección para ese par, para amar hay que comprender, recuérdalo siempre- le aconsejo con una sonrisa y mirada sabia dejando desconcertada a la amazona.

- ¡¿Pero qué rayos está pasando?!- grito Ryoga con susto y sorpresa al ver que el agua fría de la lluvia había causado un efecto diferente en su cuerpo -Soy… ¡Soy una mujer! - volvió a gritar poniendo sus delicadas manos sobre sus pechos que recorrieron su cintura y sus caderas, fue tanta la impresión que se desmayó.

-Señorita… Señorita… ¿Se encuentra bien? - pregunto una voz un poco familiar.

- ¿Qué sucedió? - abrió los ojos y fijo su vista en el chico que la tomaba en brazos y estaba muy cerca de su rostro.

-Menos mal, me alegra que se encuentre bien- se acercó aún más pues la forma femenina del Hibiki era verdaderamente admirable.

- ¿Quién eres? - pregunto con nerviosismo y un sonrojo pues aun no comprendía la situación y era la primera vez que tenía una cercanía así que no fuera con Ranma.

-Que mal educado, soy Mikado- sonrió galantemente.

En el parque de Nerima un cerdito corría con toda la velocidad que sus pequeñas patitas le permitían, para poder ponerse a salvo de unos niños que lo seguían.

-Vamos a jugar con el ¿Qué tal si lo arrojamos al rio para ver si sabe nadar? - propuso uno de los niños.

-Si, seria divertido, atrápenlo- coincidió el otro chiquillo.

- ¡No! No sean malos se puede ahogar- defendió una niña de 5 años.

-No vengas a molestarnos- regaño un niño y empujo a la pequeña haciéndola caer y llorar.

- ¡Cuik Cuik! - comenzaba a decir Ranma muy molesto por la brusquedad de los niños, regresando y haciendo que esta vez fueran los niños quienes corrieran.

-Gracias, eres muy lindo- agradeció la niña tomando al cerdito y regalándole un breve beso.

(Es muy fácil ser un cerdito, yo no le veo el problema, pero no puedo quedarme así) pensó Saotome mientras era abrazado por la pequeña.

-Cuik Cuik- se despidió Saotome y se soltó suavemente del abrazo.

Pero justo cuando estaba libre e iba correr de nuevo para buscar ayuda tal vez con el doctor Tofu, inesperadamente fue capturado sin que pudiera ver quien lo había tomado y a donde lo llevaban, pues esa persona lo había golpeado en la cabeza.

Por otro lado, Ryoga seguía en esa incómoda situación a la que no sabía cómo reaccionar, hasta que por su mente paso la idea de que era un hombre y por la lluvia se convirtió en mujer, justo como le pasaba a Ranma, así pudo recordar porque se había desmayado, pero ahora tenía algo que resolver, tenía que salir de esa incómoda situación.

-Mikado es un gusto conocerte y gracias por la ayuda, pero tengo novia- confeso olvidándose que era mujer y lo más correcto era decir que tenía novio.

-Parece que he llegado tarde, no tenía idea de que te gustaran las mujeres, pero si algún día quieres estar con un hombre de verdad solo búscame- le dijo seductoramente regalándole un beso en la mejilla y tomando su camino.

-Ni que estuviera loco- contesto aun sabiendo que estaba solo -Por sujetos como este es porque tengo que cuidar a Ranma- se puso de pie y volvió a tocar su cuerpo, apareciendo un sonrojo -Demonios… tengo… tengo que ir al baño- su nerviosismo creció en ella.

Hibiki camino por las calles de Nerima intentado llegar a su casa, pero le resultaba imposible, por mil caminos que tomaba ni uno solo lo llevo al destino deseado, resignado a no poder llegar a su casa y conseguir agua caliente, no le quedo de otra que ir al centro comercial que estaba a unos cuantos pasos y tener que entrar a los baños públicos.

-No sé cómo Ranma puede hacer esto…- comento muy avergonzado y tomando valor para entrar al baño de mujeres el cual afortunadamente estaba vacío.

Al estar dentro abrió su pantalón y se puso incomodo por ver lo que estaba en lugar de su miembro, había visto muchas veces a Ranma desnuda, pero esto era distinto, pues era su cuerpo, con un suspiro de resignación hizo sus necesidades evitando tocar su cuerpo, tenía miedo por lo que pudiera sentir al rose de sus manos, al salir se lavó las manos y pudo ver su cuerpo en los espejos que estaban ahí.

- ¿Soy… soy yo? - se preguntó, la figura femenina que se reflejaba era de envidia, unas caderas generosas acompañadas de un buen trasero redondo, una cintura pequeña y pechos grandes, aunque no tanto como los de la pelirroja, toco el espejo y después su cuerpo, sin duda era él.

Se escucharon unas voces que se dirigían a los baños, el colmilludo entro en pánico y su primera reacción fue entrara nuevamente a un baño.

-Ranma es un tonto no se como pudo faltar a su palabra- sin duda era la voz de Akane.

-Seguramente se metió en problemas y no pudo venir- respondió Nabiki.

-Es un grosero justo hoy que habíamos planeado venir a comprar las cosas para la fiesta sorpresa de Kasumi se desaparece- contesto con notable molestia.

- ¿Le pasaría algo malo? - se preguntó Ryoga desde el baño al escuchar la plática, su mente comenzaba a hacer ideas locas [Kuno déjame ir, pedía Ranma para ser soltada, lo siento mi chica de cabellos de fuego, pero no puedo dejar que te apartes de mi lado, nos iremos juntos, salió corriendo con la pelirroja en brazos] - ¡Debo impedirlo! - grito sin pensarlo llamando la atención de las chicas que estaban afuera.

Salió avergonzada mientras las hermanas Tendo la veían con curiosidad, pero la ignoraron al seguir enojadas con Saotome, como si fuera un milagro consiguió encontrar la salida del centro comercial, no sabia donde buscar a la chica de ojos azules así que solo daba vueltas por la ciudad, hasta que todo se volvió oscuro.

- ¡Mousse! - grito alegre al ver a alguien conocido y por instinto lo abrazo como si se tratara de su salvación.

- ¿Nos conocemos? - pregunto el amazona ajustando sus lentes.

-Soy yo Ryoga- se separó de él para que pudiera verla.

- ¿Ryoga? - le hecho una mirada de pies a cabeza que le incomodo bastante y se sonrojo al imaginar lo que había pensado al verla pues mientras caminaba por las calles escucho cosas como “Adiós preciosa” “Que chica tan hermosa” “Pero que mujer tan sexy” y cosas por el estilo que la hicieron enojar mucho, pero lo ignoro pues su prioridad era encontrar a Ranma.

- ¡Mientes! Ryoga es un hombre- dijo casi seguro ignorando a la chica.

-Soy Ryoga- insistió y volvió a recibir esa mirada cuidadosa para volver a comprobar que se trataba de una mujer.

-Pruébalo- pidió creyendo que era imposible y se trataba de una mala broma.

-Te conviertes en pato con agua fría y estas perdidamente enamorado de Shampoo- respondió con fastidio.

- ¡Ryoga eres tú! ¿Qué te paso? – pregunto.

-Es una larga historia…- suspiro además no sabía cómo explicarlo porque no sabía que paso.

Ryoga y Mousse fueron hasta la casa del amazona, mientras le contaba lo que le había sucedido y que estaba buscando a Ranma, pero le aconsejo buscarlo a la mañana siguiente ya que era muy tarde y se ofreció a ayudarlo.

Luego de que el pequeño cerdito perdiera el conocimiento y fuera robado, comenzó a despertar y observaba a su alrededor, parecía un bosque a las afueras de Nerima, sentía que todo daba vueltas a su alrededor y pensó que era por el golpe que había recibido, pero era porque alguien le daba vueltas a la rama donde estaba atado sobre un fuego para ser asado.

- ¡Cuik Cuik! - gritaba con desesperación al notar en la situación en la que estaba.

-Que cerdito tan escandaloso- dijo el viejo hombre que intentaba asarlo, no se traba de alguien mas que de el viejo aprovechado que se comió toda la comida de Ryoga y a cambio le hizo una inscripción para ser el hombre mas fuerte del mundo.

En lugar de seguir gritando para ser liberado, Saotome rompió con sus dientes las cuerdas que lo sujetaban y logro escapar, corrió sin rumbo pues solo quería alejarse de aquel hombre, vio al cielo y se dio cuenta que ya había atardecido y pronto se haría de noche.

(Pobre Ryoga, no imagino cuantas veces han intentado comérselo) se compadeció de él (Es muy tarde Akane me matara por no llegar al centro comercial) se dio cuenta que comenzaba a entrar a Nerima y prefirió ir al dojo Tendo para conseguir agua caliente y después ir en busca de la peli azul, después buscaría una manera de solucionar su nuevo problema.

Para su mala suerte, siendo un cerdito no podía avanzar tan rápido por lo que le tomo cerca de una hora poder llegar al dojo Tendo, estaba sumamente cansado, pero al fin lo había conseguido, aunque ya fuera muy noche, tuvo la suerte de que nadie lo vio entrar, quedo frente a las escaleras que daban a su habitación y suspirando con cansancio viendo aquella fila interminable de escalones.

No podía bañarse y salir desnudo así que no le quedo mas remedio que subir a su habitación para buscar ropa, sus patitas eran tan cortas que le tomaba mucho tiempo y esfuerzo subir un solo escalón, cuando iba por la mitad escucho una voz conocida.

-Ya llegamos- anuncio Akane mientras que quitaba los zapatos -Nabiki iré a esconder el regalo- le dijo a su hermana y fue a las escaleras que la llevarían a su habitación - ¡P-Chan! - grito con emoción al verlo subir las escaleras y lo tomo en brazos.

-Cuik Cuik- saludo con nerviosismo, intentando parecer su mascota cada ver que lo ve.

-Te extrañe mucho- lo abrazo con mucha fuerza y lo llevo hasta su habitación en donde dejaron el regalo.

-Cuiiiik- lloriqueo Ranma al ver que estaba arriba pero no había podido ir a su habitación por ropa, además de que la peli azul lo llevaba de regreso a abajo.

Fueron a cenar y el se resigno a fingir por un tiempo mas ser su mascota, no podía quejarse estaba en brazos de la chica Tendo y le daba de comer en la boca, así que disfruto ese breve momento.

-Akane ¿Sabes dónde está Ranma? - pregunto Genma con interés y rareza de que no llegara a la cena.

-No tío, ese torpe no se ha aparecido desde después de la escuela- contesto con enojo.

El cerdito negro sintió un escalofrió al saber lo que le esperaba cuando volviera a ser hombre, pero luego buscaría la manera de disculparse, luego de la cena, la menor de los Tendo fue a lavarse los dientes y se llevo a “P-Chan” con ella, pensó en aprovechar y convertirse en hombre, pero no era buena idea, no podía explicar lo que paso.

No dijo ni hizo nada, sabía que la muchacha lo llevaría de vuelta a arriba donde estaban las habitaciones y le evitaría el problema de subir las escaleras nuevamente, su sorpresa fue ver que no lo soltó en ningún momento y no supo cómo escapar.

-Buenas noches P-Chan- dio un beso en la frente al animalito y siguió abrazándolo.

(Necesito salir de aquí) pensó Saotome, pero al intentar escapar ella lo abrazo aun mas fuerte (Tendré que esperar a que se duerma) se resignó.

Lo que no sabia es que la chica era muy mal dormida y sin querer lo soltó del abrazo, el cerdito iba a aprovechar para escapar, pero le cayó un brazo encima cuando la chica se estiro, nuevamente estaba atrapado, así paso un rato más hasta que por fin pudo salir, buscar su ropa y bañarse en agua caliente.

-Ser un cerdito no es nada fácil- dijo mientras se vestía, al salir e ir a su habitación vio el reloj que estaba aún lado del teléfono y eran las 10:30 -No es tan tarde, necesito resolver este problema- salió de la casa tenia la necesidad de arreglar su maldición -Nunca creí extrañar convertirme en mujer- se rio con ironía y corrió rumbo a la casa de una persona que podía ayudarlo.

Mientras tanto, Ryoga ya convertido en hombre se escabullía de la casa de los amazonas, no podía quedarse si saber donde y como estaba Ranma, se preocupo al ver lo que es ser una mujer, camino un par de metros, pero de pronto se topo en su camino a alguien.

-Ryoga…- dijo el muchacho al verlo.

- ¡Ranma! - se apresuró a abrazarlo - ¿Estas bien? - pregunto con interés viendo que estaba completo y a salvo.

-Si… ¿Por qué? - no entendía su preocupación.

-Bueno… escuché a Akane decir que no habías llegado al centro comercial y pensé que te había pasado algo- respondió y un sonrojo apareció al recordar lo que paso en el baño.

-Tuve un pequeño problema…- no dio detalles y volvió a su mente el motivo por el cual iba a casa de los amazonas.

-Abuelita ¿Qué hacer ahí? - pregunto Shampoo al ver a Cologne sonriente en la ventana.

-Nada querida nieta, ven aquí, podrás ver que a pesar de las peleas el amor siempre triunfa- invito y la peli morada hizo caso, viendo por la venta a los chicos.

-Perdóname Ryoga, no comprendía tu situación y pensé que tu maldición no era nada comprada con la mía, pero ya veo que no es así…- se disculpó.

-Es porque aun no aprendo a vivir con ella como tú lo haces, sé que es difícil ser una mujer, ahora te entiendo y perdón por creer que lo disfrutabas- lo tomo de las manos y sonrió tímidamente.

-Creo que ambos nos equivocamos- devolvió la sonrisa.

Justo como paso después de su pelea volvió a llover y por breves instantes Ryoga pudo ver a Ranma como un cerdito y Ranma a Ryoga como una mujer, para después volver a sus maldiciones normales, desde la ventana la vieja amazona sonrió complacida pues el té que les había dado les permitía cambiar de maldiciones y el efecto duraba hasta que ambos entendieran lo que vivía el otro.

-Vamos a casa Ryoga- la pelirroja tomo al cerdito le dio un beso y lo abrazo con fuerza, todo había vuelto a la normalidad y lo único que le importaba era seguir al lado del Hibiki.







¡¡¡¡¡Hola!!!!! Tarde pero seguro, lamento la tardanza, pero quería desarrollar bien este one shot y me llevo mas del tiempo que imaginaba y me inspire tanto que creo que quedo muy largo, espero que les guste y nuevamente quedo en espera de mi puntuación, gracias por leer.

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