Episodio Uno. La Hoja Del Origen. (Piloto)
Era un día normal de lluvia intensa sobre Celd York. Un joven paseaba y salía de su trabajo de las 6 y se dirigía a su casa, cuando un viento extraño lo empujó. Junto al viento había una hoja aún más extraña. Unos círculos dibujados con simbolos extraños y aparentemente desconocidos hicieron que el joven lo analizara más detenidamente.
- Dos, seis y diez círculos. - contó al verlos. - Ocho por el perímetro de uno muy grande y otro en el centro.. ¿Qué son éstos simbolos?
A lo lejos, alguien lo observaba con una sonrisa traviesa. Parecía disfrutarlo, pero no dijo nada y se fue al ver que el joven guardaba la hoja en su mochila. Al llegar a su casa, el joven sacó la hoja y la puso en su sala, en una mesa. Sacó su teléfono, pensando qué hacer. Era viernes, y tenía planeado llamar a sus amigos y mostrarles la hoja para platicar un rato. Llamó de forma grupal sólo para asegurarse que todos irían a su casa.
En Llamada
- Oye Iow. - dijo cuando contestó su buen amigo. - ¿Sí vienes a mi casa?
- Claro que sí Jack. - confirmó él. - De hecho, estaba en camino. Estoy cruzando unas cuadras y ya llego.
- Chicos. - dijo la voz de una chica. - ¿Ya están en la casa de Jack?
- Aún nadie Día. - aseguró Jack. - Les debo mostrar algo.
- ¿Y de qué trata? - preguntó otra chica.
- Algo asombroso, Naila. - aseguró Jack. - Dense prisa. ¿Irán Sam y Mía?
- Ya estamos en camino. - dijo Sam. - Pasé a recogerla. Allí nos vemos.
Jack cuelga la llamada
Suspiró algo aliviado. Sin embargo, no pudo notar cómo la hoja había emanado un poco de vapor de cada círculo, y cada círculo lo hizo de un color distinto. Se recostó en su sofá a esperar, mientras tomaba un poco de café para estar más despierto.
Finalmente llegaron sus amigos. Sam y Mía fueron los primeros en llegar, pues Sam tenía un auto propio y fue a buscar a Mía porque ella vivía lejos. El joven Sam tenía un pelo semi rubio, de ojos castaños y piel algo blanca. Una sonrisa ancha se dibujaba fácilmente en su boca. Por el lado de Mía, parecía una española con el pelo castaño y ojos negros. Su piel estaba algo bronceada, y su boca no parecía con ganas de dejar de sonreír.
- ¡Hola chicos! - saludó Jack con un apretón de manos a Sam y un abrazo a Mía. - Me alegra verlos.
- El gusto es nuestro. - aseguró Mía. - Tienes el pelo más corto. Te queda bien el peinado despeinado.
Viendo el aspecto de Jack, con una piel algo oscura por el trabajo que tenía bajo el sol, el pelo medio oscuro y ojos grises le daban cierto aire misterioso, y más porque esos ojos a veces se tornaban rosados cuando hablaba con chicas. Ésto lo sabía, pero no le importaba en lo absoluto.
- Oye Jack. ¿Qué nos querías mostrar? - preguntó Sam. - Dijiste que era asombroso.
- Cuando lleguen los demás, Sam. - afirmó. - Por ahora.. ¿Quieren algo para tomar?
Sam y Mía pasaron a la sala de Jack, tomaron asientos y Jack les sirvió un vaso de jugo a cada uno. Fue cuando sonó el timbre nuevamente. Ahora era Iow quien había llegado. Parecía cansado, con su remera pegada a él. Su piel blanca resaltaba bien sus ojos y pelo negro intenso. Su sonrisa algo alegre pero despistada indicaba que sentía mucho más cansancio del que dejaba ver. Jack ya conocía a su amigo, y lo invitó a pasar mientras esperaban. Antes de cerrar la puerta, habían llegado Naila y Día. Ambas eran primas, y tenían un parecido increíble. Ojos castaño claro, pelo rubio y una piel bastante cuidada. No parecía bronceada ni nada, aunque Día poseía unas pecas en la nariz que la diferenciaba de Naila.
- ¡Chicas! - saludó alegremente. - Pasen rápido. No perdamos tiempo.
- Un gusto verte Jack. - asintió Naila.
- Hola Jack. - saludó Día con una sonrisa.
Los seis se reunieron en la sala de Jack, y hablaron un poco. Se habían puesto al día con sus distintas actividades. Día entró en un concurso de tejido artesanal. Naila estaba practicando cocina. Iow trabajaba en una tienda de comidas, siendo el mozo y a veces el cocinero. Sam se dedicaba a conseguir contratos con grandes empresas, pues era el vice presidente de la suya. Mía no parecía entusiasmada. Ella era maestra en una universidad prestigiosa nada más. Jack había entrado a trabajar en una empresa que se aseguraba de repartir pedidos online. Muchas veces comida o productos de otros usos.
- Entonces estás bajo el sol todo el día. - dijo Mía. - Eso es estupendo. Mira, ya estás más bronceado sin ir a la playa.
Y todos rieron.
- Ya dinos. - preguntó Sam. - Dijiste que nos mostrarías algo asombroso.
- Okey okey, ya. - dijo él. Y sacó la hoja extraña. - ¿Qué opinan que sea ésto?
Iow lo examinó. Antes había estudiado para ser geológo y poseía ciertos métodos para inspeccionar cosas. Al ver su tipo de hoja y el tipo de tinta, sonrió.
- Tienes un ritual de Invocación en las manos, Jack. - dijo con una sonrisa.
Todos se sorprendieron. Algo así debía estar en un museo, y los seis lo sabían.
- ¿Estás seguro Iow? - preguntó otra vez.
- Oye Jack. - dijo Mía. - La Hoja está despidiendo humo de colores.
Jack lo notó y lo soltó algo alterado. Los demás sólo pudieron ver cómo salía humo de los círculos alrededor del más grande. Esos símbolos habían empezado a brillar. Los seis se escondieron detrás de los sofás y observaron como todo en la habitación empezaba a moverse.
- Iow.. ¿Qué sucede? - dijo Naila. - Es muy aterrador..
- No lo sé. - admitió él. - ¡Cúbranse!
La Hoja emitió una onda de poder y magia que sacudió toda la casa. Ahora.. Sobre la hoja estaba una criatura alada. Vestía como guerrero, y tenía rasgos humanos desde su cuello para abajo. Sus cuencas oculares estaban vacías, una oscuridad se notaba allí.
La criatura pareció observar y sonreír, mostrando unos afilados colmillos en su boca.
- ¿Ésto es Terra? - murmuró para sí mismo. - ¡Ya te conquistaré! Si no, no me llamaré Ounuri..
La criatura no percibió la presencia de los seis jóvenes, y salió volando en la oscuridad de la noche, rompiendo el techo sobre sí mismo. El temor se apoderó de los jóvenes, hasta que una nueva onda expansiva, algo más débil y menos destructiva, salió otra vez, empujándolos al suelo. Ahora había una persona. Sus ropas eran extrañas. Tenía una gabardina larga y negra, una remera marrón y unos pantalones oscuros. Su piel era bastante oscura, casi como si estuviese bajo el sol todo el día. Tenía los ojos cerrados. Su pelo estaba corto, bien peinado hacia atrás, un anillo adornaba su dedo anular izquierdo.
Al abrir los ojos, la persona tenía los iris plateados. Observó detenidamente a los seis jóvenes, y se levantó de su postura india.
- ¿Dónde estamos? - preguntó el sujeto.
Jack no sabía qué decirle, pero algo le daba confianza en ése hombre.
- Estamos en la Tierra.. ¿Quién eres? - dijo Sam.
El sujeto respiró pesadamente. Observó la hoja de Invocación debajo suyo, y suspiró.
- Una hoja de Invocación Arcana. - murmuró. - Jugar con esas cosas podría liberar a un...
- ¿A un demonio? - completó Naila. - Sí, lo sabemos.
El ceño se frunció en el sujeto.
- ¿Cómo saben eso? - inquirió.
- Un demonio salió de esa hoja. Rompió mi techo. - contestó Jack.
El sujeto miró hacia arriba. Efectivamente, el techo estaba roto.
- Ésto es grave. - gruñó el sujeto. - Ounuri está suelto.
- Espera espera. - detuvo Día. - Explícanos qué pasa.
- Sí. Acaban de romper mi techo, y ahora dices que es grave. ¿Por qué?
- Calma chicos. - dijo Sam. - Ya se explicará. ¿No?
El sujeto los miró, como si los evaluase. Soltó un pesado suspiro, antes de hacer un gesto para que se sentaran.
- Bien, jóvenes. - empezó. - Ésta hoja de Invocación Arcana es una conexión de su mundo al mío. Sólo un ser sumamente poderoso puede tenerlo. No sé de dónde lo habrán sacado, pero la criatura que destrozó tu techo se llamaba Ounuri, un demonio de mi mundo.
- Dices que ahora hay un demonio suelto en Celd York. - murmuró Iow. - Genial.
- ¿Es posible dañarlo? - siguió Jack. - Digo, todos los malos tienen debilidades.
El sujeto suspiró.
- Es difícil de explicar. - siguió. - Debe tener materiales mágicos para hacerle buen daño.
- ¿Cuáles materiales mágicos? - preguntó Naila.
El sujeto lo pensó un poco.
- Hierro Cabi, Hierro Kalhi, Plata Cabi, Oro Cabi y Oro Kalhi. - dijo. - O algún material común de algún territorio en especifico. Debe emanar magia para hacer daño a un demonio.
Los jóvenes no entendieron, por lo que el sujeto pasó a explicar cómo se estructuraba un demonio.
- Los demonios tienen tres tipos de existencia. Físico, el que causa mayor daño. Mental, donde poseen sus pensamientos. Mágico, donde extraen mayor fuerza a puntos absurdos. - explicó pacientemente. - Al dañar su existencia Mágica, se daña el resto del demonio debido a que es la fuerza Mágica la que canaliza para protegerse y atacar.
- Creo haber entendido. - aseguró Iow. - Pero.. ¿Cómo sabe usted todo eso?
- Porque debo saberlo. - respondió el sujeto. - Me llamo Ezekiel Black, y soy un héroe de mi mundo, y principal cazador y enemigo de Ounuri.
Los seis jóvenes se rieron, hasta que el sujeto empezó a manipular las sombras. La oscuridad rodeó al sujeto y al rato poseía una armadura de oscuridad. Una espada yacía en su vaina, pero notablemente viva. La vaina se movía un poco.
- Wow. - dijeron los jóvenes.
- ¿Ya me creen?
Los seis asintieron.
- Bien, porque Ounuri debe ser detenido.
Una sirena había empezado a sonar en Celd York. La alarma de una batalla. Los jóvenes miraron la ventana. El sol estaba asomando poco a poco. Ezekiel pareció molesto al ver el sol.
- Eso me debilitará. La oscuridad es mi fuerza. - refunfuñó.
Ezekiel salió con educación por la puerta de la casa, y desde ahí salió corriendo. Los jóvenes se miraron, y acordaron silenciosamente seguirlo para buscar respuestas.
Lo hallaron luchando contra criaturas monstruosas. Algunas tenían muchos brazos, un tamaño colosal y tres ojos que enfocaban al guerrero. Ezekiel había desenvainado su espada, y su armadura parecía moldearse más a su cuerpo, dándole mayor libertad de movimiento. El guerrero cortó en dos a la bestia, pero habían otras más. Algunas incluso se separaron del grupo y salieron a destruir al resto de la ciudad.
- Algunos se van. - avisó Sam. - Parece que tiene problemas.
- Claro que sí. - dijo una voz detrás de ellos. Otro demonio con piel de roca estaba detrás de ellos. - ¡Los lidero yo! ¡Cimt, el demonio de la tierra!
Miraron detrás suyo e inmediatamente retrocedieron, sabiendo que eran incapaces de enfrentar al demonio.
- ¡JAJAJAJA! - dijo Ezekiel detrás de ellos.
Los jóvenes voltearon y se asombraron. Las bestias yacían en el suelo, cortadas y muchos empezaban a desvanecerse. Muchas personas inocentes salían corriendo por el pánico y buscaban un lugar seguro. El guerrero miró a Cimt, y lo apuntó con un dedo.
- ¡Tú! - gritó el demonio. - ¿Cómo has hecho eso?
Ezekiel, en un parpadeo, estaba frente al demonio y había asestado un golpe con su puño en el abdomen del demonio, quitándole el aliento.
- Eso para aprender a respetarme, demonio. - gruñó Ezekiel. Miró a los seis jóvenes, y extendió su mano. Al abrir la palma, unos anillos se podían ver. - No soy rival para Ounuri aquí. - dijo él. - Usad éstos anillos para hacer frente a esas bestias.
Los jóvenes tomaron un anillo cada uno. Cada anillo poseía un símbolo, como los de la Hoja de Invocación. Se los pusieron y un poder recorrió a los jóvenes.
- Me siento más fuerte. - informó Iow. - Como si pudiera demoler cosas con mis puños.
- Siento mi fuerza aumentada. - confirmó Jack.
- Siento que puedo ir más rápido. - dijo Naila. - ¿Qué son éstos anillos?
Ezekiel, mientras usaban los anillos, había atado a Cimt con varias cadenas.
- Esos anillos son mejoradores arcanos. Tecnología de punta en mi mundo. - informó. - Ahora tienen acceso a la Magia de mi mundo. Ahora pulsad el botón en cada anillo para activar su armadura y desatar todo su poder mágico.
Jack sonrió. Recordaba una serie llamada Power Rangers, donde algo similar ocurría.
- ¿Son morphers? - su pregunta era inevitable.
Ezekiel miró a Jack.
- Ya dije lo que son. Ahora, o pulsas el botón o mueres. - amenazó.
Al instante, Cimt se liberó de las cadenas y salió al techo de un edificio, desde donde coordinó a tres bestias para seguir destruyendo y el resto atacase a Ezekiel. El guerrero en sí parecía cansado, pero aún así desenvainó la espada y se lanzó al ataque.
- ¡Por Necralhi! - bramó con furia y ferocidad.
Al instante, un aura de oscuridad rodeó al guerrero, y empezó a crecer dentro de un avatar grande de oscuridad, el cual empezó a enfrentarse a las tres bestias colosales.
Los más pequeños miraron a los seis jóvenes, como si fuese un aperitivo.
- Oh no. - dijo Jack. Se puso el anillo y apretó un símbolo, el cual brilló y rodeó a Jack con su luz. Al desaparecer la luz, Jack poseía un traje metálico y ligero, semejante a la armadura de Ezekiel. Su casco tenía un respiradero y un visor con una forma de casco guerrero. - ¡Ja! Como en los Power Rangers.
Al instante, la armadura adquirió un tono rojizo, y la armadura habló.
- Guerrero Arcano de Ford. - dijo la armadura. - Armado para la batalla.
Ésto impactó a los seis, y los demás procedieron a ponerse los anillos y activar los símbolos. Sus brillos también los rodearon y unas armaduras similares al de Jack estaban presentes. Sus colores eran distintos, y la voz de cada armadura recitó una frase.
- Guerrera Arcana de Insh. - dijo el de Naila. - Lista para la batalla. - y se tornó rosado.
- Guerrero Arcano de Helt. - dijo el de Sam. - Armado para la batalla. - y se tornó verde.
- Guerrera Arcana de Pólux. - dijo el de Día. - Lista para la batalla. - y se tornó azul.
- Guerrero Arcano de Necrorium. - dijo el de Iow. - Armado para la batalla. - y se tornó de negro.
- Guerrera Arcana de Finn. - dijo el de Mía. - Lista para la batalla. - y se tornó de amarillo.
Eso los hizo sentir confiados, y sin arma alguna, empezaron a repartir golpes, causando mucho daño. Los monstruos retrocedían heridos por los seis jóvenes, los cuales sólo estaban calentando. Iow observó un símbolo en su pecho, y lo presionó. Ésto activó unos guantes y botas de guerra que aparecieron de forma mágica.
- Guantes y Botas necronianos. - dijo su armadura. - Habilidades activadas.
- ¿Habilidades? - murmuró Iow.
En su casco apareció un panel con sus habilidades. Iow sonrió al ver varios. Miró a sus compañeros, y los llamó.
- ¡Chicos! - gritó. - ¡Tenemos armas extra!
Jack también observó el pecho de su armadura, viendo un símbolo. Pulsó el símbolo, lo que empezó a generar una espada frente a él. Al tomarla, su armadura soltó una frase.
- Espada fordniana. - dijo. - Habilidades activadas.
- ¡Genial! - se emocionó Jack. También observó su panel de habilidades, y decidió probar una. - ¡Tajo Arcano!
Blandió su espada y un brillo rojo salió de esta, golpeando a varios monstruos. Los monstruos se deshicieron en polvo tras su golpe.
- Genial. - dijo Iow al verlo. Miró su panel de habilidades, y también decidió probar una. Notó varias mejoras arcanas, y activó "Sigilo Arcano", que silenciaba sus pasos, y "Fuerza Arcana", que lo dotaba con mayor fuerza. Observó un ataque especial, y eligió una. - ¡Golpe Oscuro!
Su puño se rodeó de oscuridad, y sintió una fuerza mayor. Corrió rápidamente detrás de sus enemigos y los golpeó por la espalda. La oscuridad formó un pincho, generando una herida profunda en la bestia, la cual se desintegró. Mía observó ésto y luego presionó su símbolo en el pecho, y frente a ella apareció un arco con aspecto poderoso.
- Arco finniano. - dijo su armadura. - Habilidades activadas.
Mía observó una de sus habilidades, un ataque con una flecha de tormenta.
- ¡Flecha Tormentosa! - anunció ella.
Apuntó con una flecha que se materializó en su mano, la disparó al cielo, donde una nube empezó a formarse, la cual había arrojado rayos fulminantes a los monstruos. Éstos se hicieron polvo al instante. El agua siguió cayendo de la nube en forma de lluvia.
- Esa flecha es poderosa. - murmuró Mía al ver su nube, la cual empezaba a desvanecerse.
Naila había pulsado su símbolo, provocando que frente a ella se materializaran dos dagas de guerra.
- Dagas inshnianas. - dijo su armadura. - Habilidades activadas.
- ¿Todo ésto lo tengo disponible? - murmuró asombrada al ver su panel de habilidades. - Provaré el "Impulso Arcano" y "Corte Limpio Arcano".
Al instante, una fuerza inundó sus piernas, producto de su habilidad del Impulso Arcano. Ajustó sus cuchillos a sus costados y corrió entre los monstruos feroces. A un cíclope con escudo lo cortó a través del mismo, posible gracias a su habilidad "Corte Limpio Arcano". El cíclope cayó a sus pies, al igual que el resto de bestias.
- ¿Qué son esos bichos? - preguntó Día al ver un monstruo de cuatro brazos.
- Es un Cinticuatrero. - contestó su armadura. - Posee mucha fuerza, velocidad y agilidad. Su resistencia es grande excepto en sus ojos.
- ¿Puedes hablar? - le preguntó Día con asombro.
- Podemos hablar. - afirmó la armadura. - Pero eres la única que me oye.
- ¡Genial! - dijo Día. - Activa mi arma.
Una lanza se materializó frente a ella. La tomó y la blandió, asegurando su resistencia.
- Lanza Poluxciana. - dijo la armadura. - Habilidades activadas.
- ¿Qué habilidad me recomiendas contra ése cinticuatrero? - preguntó Día viendo su panel de habilidades.
- Recomiendo que uses "Torbellino Arcano". - contestó la armadura. - Y así te acercarías lo suficiente para clavar tu lanza en sus ojos.
- A la orden. - asintió ella. - ¡Torbellino Arcano!
Ella se puso a girar velozmente su lanza, formando un pequeño vórtice que se llenó de copos de nieve. El monstruo fue atraído al vórtice a pesar de que clavó los cuatro brazos dentro del suelo. Día giraba implacablemente su lanza, y cuando estuvo lo bastante cerca del cinticuatrero, asestó un golpe mortal en sus ojos, perforando su cabeza limpiamente. El monstruo se deshizo en polvo.
Los seis jóvenes se juntaron al lidiar con las bestias, y observaron cómo Cimt estaba luchando contra Ezekiel en un techo de rascacielos.
- Wow. - murmuró Iow. - ¿Cómo subimos?
- Podríamos hacer algún tipo de habilidad para ir más rápido. - sugirió Día.
- Yo no tengo habilidades así. - replicó Jack. - Sólo sirvo para atacar.
- Y yo no he activado mi arma. ¿Cómo lo hago? - confesó Sam.
- Presiona el símbolo de tu pecho. - aclaró Naila.
Sam lo pulsó, y un hacha grande de combate se materializó frente a él.
- Hacha heltniana. - dijo su armadura. - Habilidades activadas.
- ¿Habilidades? - y observó su panel de habilidades. - Wow.
- ¿Tienes algo para ir más rápido? - preguntó Jack. - Quizá me puedas llevar.
- No es algo para llevar. - se lamentó Sam. - Tengo algo llamado "Impulso Arcano". Pero su descripción indica que es para evadir golpes.
- Iré adelantándome. - dijo Iow. - Los veo arriba.
Iow había leído una habilidad llamada "Agarre Arcano", cuya descripción indicaba que podría agarrarse con firmeza a cualquier cosa. Sonrió y miró el techo. No caería si usaba la habilidad. La activó y procedió a trepar.
Naila examinó con detalle su panel de habilidades y leyó "Antigravedad Arcana", la cual indicaba que le dejaría alterar la gravedad.
- Chicos, creo que puedo llevarlos. - indicó Naila.
Iow estaba cerca del final, cuando observó debajo suyo y vió a sus amigos de cabeza subiendo. Al pasar, Jack lo saludó amistosamente.
- Hola Iow. - dijo al llegar. - Y adiós Iow. - se despidió al pasar de largo.
Ésto frustró a Iow. ¿Quién iba a decir que podían flotar de cabeza? Subió más rápido. Al llegar, los demás ya estaban detrás de Ezekiel y frente a Cimt, el cual parecía molesto.
- No son, dignos de interrumpir mi batalla. - gruñó el demonio. - Ésto es asunto entre el necroniano y yo.
- ¿Quién? - preguntó Jack.
Ezekiel blandió su espada.
- Se refiere a mí. - aclaró. - Si quiere que lo elimine, lo haré.
En unos movimientos rápidos, Ezekiel ya tenía tumbado a Cimt en el suelo. Lo sometió y luego, sin dudarlo, lo eliminó. En lugar de deshacerse en polvo como el resto de bestias, Cimt se deshizo en fuego y rocas. Ezekiel soltó un suspiro.
- Uf. Si lo hacía mal podría haber sido peor. - murmuró.
- ¿Cómo sería eso? - dijo Iow.
Ezekiel lo miró.
- El demonio podría crecer ferozmente. Eso me habría obligado a usar un avatar oscuro contra él. - explicó. - ¿Y cómo se sienten?
- Me siento con poder. - asintieron todos.
- Genial. - sonrió el guerrero. Se quitó la armadura de oscuridad y envainó su espada. - Desactiven sus poderes, guerreros.
- ¿Ya? Quería practicarlo. - se quejó Jack.
- Yo igual. - dijo Mía.
- Pero no deben usar los poderes arcanos siempre. - confrontó Ezekiel. - Sólo en emergencias.
- Está bien. - accedieron.
Todos pulsaron sus símbolos en sus pechos, y un brillo los dejó en sus estados normales.
- Ahora devuelvan los anillos. - ordenó Ezekiel.
- ¿Por qué? - dijo Jack. - Ya nos viste en acción. Déjanos apoyarte para librar Celd York.
- No es sólo Celd York. - replicó el guerrero. - Es todo el mundo. Deberemos enfrentar a Ounuri tarde o temprano, Jack Wilson.
Ésto impactó a todos. Ellos o recordaban haber dicho sus nombres.. ¿Cómo podía saberlo ése hombre?
- Yo... No te dije mi nombre. - recordó Jack.
- No. - afirmó Ezekiel. - Pero usaste magia de mi mundo. Soy un ser mágico, Jack. Puedo usar la Magia como pueda imaginar. Además, sólo han usado habilidades predeterminadas.
- ¿Predeterminadas? - preguntó Naila. - ¿Podemos llegar a más?
El guerrero asintió.
- Podrían. Pero no lo harán. - dijo. - Esos anillos no les corresponden.
Los seis se miraron. Extendieron las manos con sus anillos. Ezekiel alzó una ceja. Luego cerró los puños de cada uno.
- Quedaoslos. - dijo. - Si están dispuestos a soltar el poder es porque sus corazones son nobles.
Las sonrisas no faltaron en los rostros de nuestros jóvenes.
- Pero, entrenarán en sus armas. - dijo. - Cuando llegue el momento adecuado, les enseñaré a usar más poder del que ya tienen. Por ahora, sus cuerpos no soportarían esa magia. Usad más esas habilidades en combate real, serán más fuertes.
- Como en Power Rangers. - dijeron Iow y Jack.
Ezekiel los miró curioso.
- ¿Qué cosa? - preguntó.
- Power Rangers es una serie. - contó Mía. - Son héroes con poder de algo llamado Red Mórfica, y demás. Salvan constantemente el mundo.
- Ya veo. - murmuró. - Pero ustedes son los Guerreros Arcanos. No Power Rangers.
- Oh por favor. - rogó Jack. - ¿Podemos asumir el nombre?
Ezekiel puso los ojos en blanco.
- Está bien. - cedió. - Pero no hagan el ridículo.
Los demás formaron un semicírculo y pusieron sus manos en el centro.
- Power Rangers Arcanos. - dijo Jack. - ¡Hasta el fin!
- ¡Hasta el fin! - gritó el resto con una sonrisa.
- Eso no lo apruebo. - gruñó Ezekiel. - Si usan magia de mi mundo, dirán "Por Antigua". ¿Entendieron?
Ellos asintieron y repitieron.
- Power Rangers Arcanos. - repitió Jack. - ¡Por Antigua!
- ¡Por Antigua! - gritó el resto.
Sin saberlo, una magia fue liberada de ellos tras ése grito. Ezekiel sí lo notó, pero era algo que no dijo porque no traería problemas reales.
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Espero les haya gustado el episodio Piloto de Rangers Arcanos. Ha tenido ciertos problemas por lo largo que es, de modo que aviso que cada episodio podría salir en mucho tiempo, por lo que recomiendo paciencia.
También aclaro que depende del recibimiento del episodio anterior que el otro sea publicado. Ya veremos cómo va.
Por ahora, disfruten lo que tienen. Se despide Vida Hijo de Nada.
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