A través de la historia, se han suscitado una serie de eventos en los que estoy reflexionando...

Vivía atrapado en una vida tan monótona y aburrida. Podría jurar que se sentía como si el tiempo se detuviera en un bucle eterno del que ninguno de nosotros podía salir y seguiríamos regidos por comportamientos estúpidos e, inevitablemente, en su totalidad irracionales. ¿De qué nos sirve ser la especie predominante en la tierra si no somos más que un montón de títeres siendo manipulados al antojo de algo más?

La fuerza de voluntad no existe, es sólo un invento ridículo que por años se ha expandido entre el ser humano, haciéndonos creer que, si queremos dejar algo, sólo lo haremos. ¡Qué mentira más burda! Sólo un montón de falacias que escuchamos constantemente con mierdas como "dejarás de beber algún día, es cuestión de que impongas voluntad para ello".

¿Y cuál voluntad se supone que tú, como ser humano, tomarás? Si estamos atrapados entre los hilos que conducen a las manos de nuestros titiriteros, quienes se divierten al vernos sufrir la miseria y si morimos, igual que una muñeca rota y sin reparo, sólo nos tirarán a la basura y buscarán a su siguiente víctima, aquel que tomará nuestro puesto una vez ya no seamos eficientes.

Somos reemplazables, lo poco que duremos siguiendo los movimientos marcados por los hilos en nuestras extremidades es suficiente para entretener a quien o quienes nos manipulan día a día. Un tétrico espectáculo de nunca acabar; datando de infinitas muertes, guerras, avances tecnológicos, enfermedades, todo esto a través de nuestra "historia", que no es más que un guión estúpido de alguien que sólo quería darle un toque único a su obra, ¿qué mejor que hacer morir a los personajes?

Y es aquí cuando la duda crece en mí... ¿Quién protagoniza todo esto? Nuestras vidas son tan efímeras como la fama, por lo que a mi parecer, cada uno de nosotros es el propio protagonista de su historia, siendo los demás un montón de seres que secundan en la trama de lo que llamamos vida.

Tan sólo era cuestión de mirar alrededor, notando todo el daño que por siglos hemos provocado "nosotros" a causa de aquellos que nos manipulan. Nuestra casita de muñecas está siendo destruida, acabada sólo por el capricho de alguno de ellos que quiso aumentar el drama en la interpretación. ¿Merecemos esto? Vivir hasta el final de nuestros días bajo el ruin mandato de otros que hacen con cada uno lo que se les ha venido en gana.

¿Podré algún día cortar esos hilos que me retienen aquí?

Sé que saben que comienza a despertar en mí la sospecha de su existencia. ¿Alguna clase de Dios? No, definitivamente no... ese Todo Poderoso del que tanto han mencionado desde que tengo memoria no es más que un disfraz para aquellos que nos atormentan con sus juegos; lo que para nosotros es una vida entera.

Y ahora sólo me pregunto... ¿Habrá más de ellos? ¿Alguien que los controle como hacen con nosotros?

La duda me carcome y es la sensación más horrible que pueda experimentar.

Y ahora sólo debo quedarme callado y actuar como se me indica.

La fuerza de voluntad no existe.

Esto es para ellos una triste casa de muñecas que, en cuanto se cansen, la dejarán en el olvido, a su propia suerte...

¿Y qué será de sus muñecas, si no habrá quien les controle?