sixteen
||Por alguna razón me costó mucho escribir este cap. No lo corregí so, si hay errores perdónenme la vida.|| Fiesta latina modo on, ysi.
La fiesta estaba fuera de control, eran alrededor de las doce de la noche y las personas ya habían entrado en ambiente. Yoongi no entendía de dónde había salido tanta gente pero había una masa de personas ebrias bailando en la improvisada pista.
Los cuerpos se movían unos contra otros y el aire era pesado acompañado de humo y sudor. Yoongi quién estaba a cargo de la música no sabía cómo había pasado de rapero a trapero pero ahora lo único que se oía eran canciones de bad bunny y él ni siquiera sabía que tenía esas canciones en su computadora.
Dios Kanye, perdónalo.
El pelinegro estaba apreciando un espectáculo en ese mismo momento, y cuando la canción cambió y comenzó a sonar "Like I would" de Zayn casi se desmaya.
Jimin estaba entre la masa de gente, frente a la consola de sonido pues quería "estar cerca de su hyung". El pelirosa movía sus caderas al ritmo de la música, Yoongi estaba hipnotizado por la forma en que lucía tan natural, cómo si no pudiese darse cuenta de que resaltaba entre todos los presentes.
Jimin era hermoso, aparte de eso era sexy, demasiado para las hormonas de Yoongi, y el hecho de que se viera tan bien en aquellos pantalones ajustados le hacía querer encerrarlo para que nadie más pudiese verlo.
— ¡Hyung! —El aliento tibio del menor le golpeó el rostro y no supo en qué momento se había acercad—. Baile conmigo ¿Siii?
El puchero en los labios del pelirosa lo desconcentro pero no pudo evitar percibir el aroma a alcohol casi imperceptible, pero estaba allí.
— Jimin ¿bebiste? —El pelinegro le miró con ojos entrecerrados y enganchó dos dedos en los bordes del pantalón contrario.
—Sólo un poquiito. —La voz del contrario se tambaleó y Yoongi negó con la cabeza.
Sin embargo, Jimin no estaba en todos sus sentidos en esos momentos por lo que no notaba la leve molestia en su novio, el aliento de Yoongi se estancó en su garganta cuando el pelirosa rodeó sus caderas con sus brazos y se pegó más a él moviéndose contra su cuerpo.
El mayor pensó que si hacía sudar a Jimin probablemente le bajaría un poco el efecto del alcohol, había muchas maneras de ponerlo a sudar... Pero por ahora la más viable era bailar.
Yoongi podía parecer que no bailaba ni los ojos, pero la verdad era que si bailaba, y lo hacía muy bien de hecho. Uno de sus talentos ocultos para suerte del pequeño.
Le había servido de algo ir a tantas fiestas en sus tiempos rebeldes. Osea, antes de comenzar a salir con Jimin. Aparte de eso también, su madre era profesora de baile, algo tenía que heredar.
— ¡Tenemos mucho dinero! ¡Wuuu! —Hoseok pasó gritando y bailando junto a ellos con una botella de quiénsabequé en la mano.
—Y podríamos hacer otra fiesta. ¡Seremos los reyes de las fiestas si seguimos así! —Taehyung llegó detrás agitando dos fajos de billetes en sus manos.
Claramente estaban ebrios también.
Yoongi volvió su atención a Jimin cuando los otros dos se marcharon y no supo cómo ni en qué momento pero el pelirosa ya tenía una botella de cerveza medio vacía a mitad de camino a sus labios.
— ¡Eh, eh! No más alcohol para ti por hoy. —El pelinegro le arrebató la botella en un movimiento y terminó el contenido de esta él mismo antes de tirarla sobre un sofá.
—Pwro hyuuunng. —Jimin hizo un puchero y Yoongi le ignoró volviendo a mover sus caderas al ritmo de alguna canción de Anuel ("verte ir" se llamaba según la chaviza) tratando de distraerlo.
Después de un momento estaban totalmente absorbidos por los movimientos de sus cuerpos juntos y Yoongi estaba sorprendido por la forma en que sus movimientos se sincronizaban, cómo si estuviesen conectados.
Romeo Santos, y dos chicos alcoholizados no eran buena combinación, Yoongi lo sabía.
Dios Kanye.
La manera en que Jimin movió sus caderas le impidió apartarse y cuando enredó sus brazos en su cuello y se acercó a su boca supo que estaba perdido. Pero no lo besó.
Por todos los cielos que alguien me quite a este chico de encima antes cometer una locura. Pensó.
Jimin estaba en otro mundo, demasiado fuera de sí, de otro modo no estaría restregándose de aquella manera contra su cuerpo.
¿Dónde había dejado a su gato?
Roxanne, Roxanne.
All she wanna do is party all night.
Bendita dualidad la de su playlist. Podía respirar mejor ahora.
Pasaron un rato bailando siendo acompañados solo por el sonido estridente de la música, Yoongi estaba sudando al igual que Jimin y estuvo a punto de parar justo cuando Hoseok llegó a su lado jalando de su brazo para llamar sus atención.
—Houston, tenemos problemas. Se está acabando el alcohol. —El pelirrojo habló como si se tratase de un crimen y Yoongi bufó.
—Les dije que no era suficiente. —El pelinegro se cruzó de brazos y observó a Jimin por un segundo quién estaba apoyado sobre su hombro.
—La verdad es que hay más gente de la que esperábamos —habló el pelirosa un poco más cuerdo.
—Bien, eso no importa ahora. Yoongi, tienes que ir a comprar. —Hoseok estampó un fajo de billetes en su mano antes de que pudiese protestar.
—Vamos hyung, yo lo acompaño —ofreció Jimin con voz adormilada gracias al alcohol.
Luego de eso se pusieron en marcha, caminaron tomados de la mano hasta un supermercado cercano de 24 horas y compraron todo el dinero que Hoseok les había dado en bebidas y dulces para Jimin.
Su gato había vuelto y a Yoongi le sorprendía que la dualidad de Jimin aumentara gracias al alcohol, pues había pasado de frotarse contra su cuerpo cómo híbrido en celo a acurrucarse contra su cuerpo casi ronroneando.
—Hyung es taaan lindooo —habló el menor entre risitas mientras caminaban de vuelta a la casa, Yoongi tenía las grandes bolsa con bebidas en las manos mientras Jimin se abrazaba a uno de sus brazos frotándose contra él—. Lo amo taaanto.
—Yo también te amo, gatito —respondió Yoongi en voz baja sabiendo que el menor aún estaba demasiado ebrio e ignorarlo sólo lo haría peor.
—Quiero darle muuchos besitos. Pero también quiero saltar sobre usted como un conejito. —El pelirosa soltó con una risita y Yoongi casi se ahoga.
— ¿Q-Qué estás diciendo, mocoso? —Las mejillas del mayor enrojecieron levemente.
—Qwuiero... Qué mi primera vez sea c-con usted hywng... —Las palabras salieron enredadas de su boca haciendo reir a Yoongi quien mantuvo silencio dejándole hablar—. Y-Yo... Qwero complacerlo, pwara que no t-tenga que buscar a algwuien más... Pwrque yo s-se lo daré todo...
Estaba hablando por inercia, no sabía lo que decía, era producto del alcohol, sin embargo, Yoongi no pudo evitar sentir una pizca de pena por el chico y paró abruptamente en mitad de la calle para girarse a verlo.
—Jimin —trató de hablar pero el chico le interrumpió.
—Y-Yo se que... Soy ines-... Inexperto pwero...
—Jimin. —Yoongi habló un poco más fuerte haciendo que callara—. No necesito que hagas algo que no quieras. Si estoy contigo es porque te amo, y porque lo que veo en ti no lo veo en nadie, ni siquiera en alguien más "experto". Tú eres el mejor para mi, no importa si me complaces sexualmente o no. Con que estés conmigo mimándome y siendo tan dulce como siempre es suficiente, eso fue lo que me enamoró de ti. Y si algún día estamos juntos íntimamente será porque los dos lo queremos. No tienes que apresurarte.
Quizá el hecho de que Jimin estuviese ebrio era lo que le había dado valor para decir aquello en voz alta, pero se sentía bien poder decirlo. Aunque casi cambia de opinión cuando el pelirosa comenzó a llorar.
Malditos efectos del alcohol.
—H-Hyung... Es lo más lindo que me ha dicho... —sollozó el pelirosa y Yoongi bajó la bolsas un segundo para abrazar al menor.
Jimin escondió su cabeza en el pecho de Yoongi y aún estando ebrio era consciente de lo mucho que amaba a su hyung y de lo feliz que era por tenerle a su lado.
—I-Igual quiero dar saltitos sobre usted hyung... —Y allí se rompió el momento romántico.
—Otro día, mocoso hormonado. —El pelinegro recogió las bolsas del suelo y le ofreció su brazo a Jimin para retomar su camino.
Probablemente en otras circunstancias Yoongi no hubiese dudado en tomar a Jimin y llevarlo a su casa para joderlo de todas las maneras posibles, pero la situación era otra y Yoongi estaba conociendo su lado sensible, amaba tanto a Jimin que no quería lastimarlo y cualquier cosa que hiciesen quería que fuese especial, y no un revolcón guiado por la calentura de dos adolescentes hormonales medio ebrios.
Sí, a Yoongi se le estaba pegando lo cursi de Jimin.
— ¡Hasta que llegan! —gritó Hoseok apenas les vió pues parecía estarles esperando en la acera desde hacía rato—. Creí que los habían secuestrado, qué bueno que no fue así.
El pelirrojo le arrebató las bolsas y tan rápido como pudo volvió al interior de la casa, Yoongi y Jimin le siguieron.
En ese momento una canción de Harry Styles se estaba reproduciendo.
En serio, ¿Qué jodidos con mi playlist? Pensó el pelinegro una vez más.
—Escuche hyung, le dedico esa cancion —El pelirosa llamó su atención saltando emocionado a su lado—. I walk through the fire for you, just let me adore you.
Aún ebrio la voz de Jimin seguía siendo hermosa y el corazón de Yoongi se encogió a medida de que el pelirosa le cantaba la canción con una sonrisa.
Sin duda la mejor fiesta de su vida.
Debían seguir los planes de Jimin más seguido.
Por algo él era el inteligente.
. . .
A las seis de la mañana no quedaba nada en la casa más que un gran desastre y cuatro adolescentes con una resaca de mil infiernos.
— ¡Ahora sí empieza la fiesta! ¡Es hora de limpiar! —Taehyung habló demasiado alto llegando al salón con escobas, trapeadores y productos de limpieza.
Los otros tres chicos sobre el sofá gimieron en queja.
— ¡Vamos, vamos! Manos a la obra, este desastre no se limpiará solo. Uh, y alguien vomitó en el baño y en las escaleras.
Sí, sin duda la mejor fiesta de todas.
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