fourteen
Alerta de diabetes.
Se me salió lo romántica en este cap, ah.
Que conste que este es un Universo todo rosa donde la homofobia en como la heterofobia en el mundo real, cASI NO EXISTE.
. . .
El plan era infalible y sólo constaba de tres sencillos pasos.
Uno: Asegurarse de que la presentación de Jimin terminara exitosamente sin ningún inconveniente.
Dos: Empezar a tocar la canción acordada antes de que Jimin bajara del escenario.
Tres: Esperar que Taehyung y Hoseok hicieran su parte.
Cuatro (esta parte es opcional): Llorar y rogarle a Jimin si dice que no.
El paso dos era el más sencillo de todos ya que Yoongi era el encargado en tocar para la presentación de Jimin, y la sorpresa es que Jimin no sabía ese pequeño detalle.
En ese momento todos estaban tras vestidores, el solo de Jimin era la última presentación de la noche, para "cerrar con broche de oro" cómo había dicho su madre, y no lo ponía en duda.
Yoongi no se encontraba tan nervioso cómo debería, estaba observando desde la entrada del escenario la presentación que se desarrollaba sobre el escenario del despampanante teatro en el que se encontraban, sin duda esa era la mejor oportunidad que Jimin tendría en su vida, y se aseguraría de que todo fuera perfecto.
Había evitado a Jimin desde que llegaron con la excusa de estar ocupado, la verdad es que si había algo que despertara los nervios de Yoongi, era el pequeño pelirosa.
El mayor sentía la corbata del ajustado traje apretarle cada vez más a medida de que se acercaba la presentación de Jimin y casi le arrancó a Hoseok la taza de té que le tendía.
—Recuerda, lo peor que puede pasar es que Jimin olvide un paso o se caiga al hacer una pirueta lo cual arruinaría su presentación, pero si nada de eso ocurre, entonces lo peor sería que te rechace en frente de todos, ah, y eso sería muy vergonzoso claro jaja. —Hoseok habló con una sonrisa y Yoongi consideró seriamente escupirle el té en la cara.
—No me estas ayudando mucho, gracias por tus servicios camarada, pero lárgate a tu puesto que ya debo subir. —Apenas el pelirrojo recibió la taza se marchó, no sin antes susurrar 'suerte' con una gran sonrisa.
Yoongi tragó cuando Jimin se puso a su lado junto a las cortinas para subir y se hecho hacía atrás dejando que las sombras lo taparan y así el menor no pudiese a verlo, y gracias a Dios Jimin se encontraba lo suficiente nervioso ya que no reparó en su presencia.
El menor subió y Yoongi le siguió detrás desviándose enseguida hacia el piano posado a un costado del escenario de manera que fuera visible para el público pero que no entorpeciera el espacio de Jimin, al momento en que el mayor se sentó y Jimin estuvo en posición, las luces se apagaron y se encendió un reflector con una luz tenue que apuntaba al menor y otro más imperceptible a Yoongi.
El pelinegro suspiró y enseguida comenzó a deslizar sus dedos por las teclas del piano, tocando la conocida melodía del "Lago de los Cisnes".
Observó a Jimin comenzar a moverse con delicadeza y en cuestión de segundos todos los presentes se vieron atrapados por la fascinación que sentían al observar al pelirosa que lucia totalmente hermoso con su cabellor rosa y su atuendo totalmente blanco, sus clavículas y parte de sus brazos siendo adornadas por fina escarcha de color plata.
Jimin era inefable, Yoongi se encontraba igual de fascinado que todos y no pudo evitar sonreír orgulloso, el cuerpo del menor se movía tan liviano como una pluma, dando pequeñas volteretas y de vez en cuando dejándose caer al suelo en movimentos que eran parte de su coreografía. Cada movimiento era perfecto, Jimin podía reflejar cada una de sus emociones con su cuerpo, incluso sus expresiones faciales eran impecables, y la gracia con la que se movía era sublime, totalmente arrebatadora.
La parte rápida de la canción sonó y con esto Yoongi también sintió su corazón acelerarse, Jimin hizo un Pirouette perfecto y luego un arabesque dejando a todos aún más fascinados, Yoongi no podía sentirse más orgulloso.
Cuando la música cesó el menor hizo su pose final dejando caer un fino pedazo de seda que llevaba sobre sus hombros, al mismo tiempo se escucharon los aplausos del público y Yoongi pudo ver las miles de sonrisas que aprobaban la presentación del menor.
Jimin reverenció y Yoongi se levantó durante un momento para hacer lo mismo, pero apenas vió que Jimin tenía intenciones de marcharse las luces volvieron a apagarse y Yoongi empezó a tocar aquella canción conocida sólo por los dos.
I need you, la habían llamado en uno de sus tantos momento de cursilería.
Jimin se congeló en su lugar cuando reconoció la melodía y enseguida se giró para ver hacia el pianista, sus ojos abriéndose con sorpresa, percatándose por primera vez de que era Yoongi.
No supo que hacer, su mirada se posó en el publico que solo disfrutaba de la desconocida melodía y quizá fue el momento más emotivo de su vida, estaba llorando.
El llanto aumentó cuando observó entre las filas del público dos personas pararse a cada extremo y alzar una gran pancarta de colores sobrios y escritura cursiva bastante elegante que decía.
"¿Quieres ser las notas de mi piano?"
Y definitivamente no podía llorar más, se giró sonriente cuando la canción acabó y corrió para abrazar a Yoongi quien le recibió enseguida dejando un besito en su frente.
Jimin repitió 'si, si, si' varias veces y la mayor parte del público volvió a aplaudir claramente enternecido, se abrazaron durante largos segundos olvidando que había todo un publico observándolos. Al final reverenciaron una vez más y luego se retiraron del escenario dando por concluido el espectáculo y encontrándose con todos los que les esperaban tras vestidores para felicitarles.
—Quería ser cursi por una vez en mi vida —susurro el mayor a su lado con una sonrisa y Jimin observó fascinado el ramo de flores que le tendía y sintió que podía volver a llorar de felicidad.
—H-Hyung... Es tan bonito, gracias. —Sorbió la nariz y el pelinegro dejó escapar una risita.
—Si no dejas de llorar pensaran que te obligué a aceptar —bromeó el mayor saliendo con Jimin para reunirse con sus amigos y familiares.
— ¡Felicitaciones, gato! —Hoseok corrió a Jimin y casi caen al suelo con el fuerte abrazo que le dió, detrás de él siguió Taehyung con una tímida sonrisa.
—Felicidades Jiminnie, tu presentación fue hermosa. —Jimin agradeció devolviéndoles el abrazo y cuando terminó con ellos siguió con su madre y así hasta que ya se sentia empalagado de tanto amor que estaba recibiendo.
Y ya saben quién es Jimin, era casi imposible empalagarlo con amor.
. . .
.
Ahora se encontraban los tres idiotas y el inteligente sentados en el sofá de la casa del idiota mayor mientras pensaban cómo iban a pagar el dinero que YoongI había tomado 'prestado' para pagar toda la sorpresa para Jimin.
— ¿Organizamos un torneo de fútbol? —propuso Taehyung.
—No sabemos jugar fútbol —respondió Yoongi.
Torneo de fútbol. Descartado.
—¿Una guardería? —dijo esta vez Jimin.
—Podríamos dejar morir a los niños —respondió Hoseok.
Niñeros. Descartado.
— ¡Una venta de garaje! —gritó Yoongi.
—Si vendes algo más de tu casa tu mamá va a echarte. —De nuevo Hoseok.
Subasta de la porcelana China de la mamá de Yoongi. Descartado.
— ¡Ya sé! —Jimin se levantó enseguida—. ¡Hagamos una fiesta benéfica! Cobramos las entradas, invitamos a mucha gente y ya está, no puede ser tan difícil.
Todos se miraron, pensándolo por unos segundos, analizando los pro y los contra pero sin esforzarse demasiado, luego asistieron en acuerdo... quizá debieron pensarlo más.
Y aquí iban otra vez a seguir un plan de Jimin.
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