eleven
¿Cómo habían terminado en aquella situación? Ni siquiera Jimin lo sabía, pero ahora se encontraba persiguiendo a Hoseok por todo el parque quién creía que podría huir de su cita, pues no, para eso estaban Jimin y Yoongi allí, para impedir que la cobardía del pelirrojo lo hiciera retroceder.
— ¡Vuelve aquí, cobarde! —gritó Jimin mientras perseguía la figura del mayor, para el pelirosa no sería trabajo difícil atrapar al contrario, se lo debía a los años de gimnasia y ballet, estaba en buena forma.
Yoongi estaba en una de las bancas del parque con sus gafas de sol puestas mientras bebía un té helado observando la imagen, Jimin lucía adorable corriendo detrás de su amigo, pero Hoseok resultaba patético creyendo que podría escapar de Jimin.
Yoongi hizo un gesto de dolor cuándo Jimin atrapó al pelirrojo tirándolo al suelo y cayendo sobre él haciendo que ambos rodaran en el suelo, observó cómo Jimin le gritaba y Hoseok luchaba por escapar, sin embargo, era increíble pero Jimin poseía más fuerza que el mayor.
— ¡Hobi hyung, tendrá su cita con Taehyung así deba amarrarlo a la silla! —Jimin tiró del suéter de Hoseok obligándolo a ponerse de pie y lo arrastró de vuelta con Yoongi.
— ¡Jimin! ¡Voy a morir de la vergüenza! —lloriqueó el pelirrojo resignado y dejándose arrastrar por el pequeño pelirosa.
—No pasa nada, yo mismo organizaré tu velorio, pero ahora irás a tu cita. ¡Y esa es mi última palabra! —El menor lucía demasiado tierno enojado, y cuándo llegaron a la banca donde se encontraba Yoongi lo empujó obligándolo a sentarse.
—Tú gato es cruel, creo que le está haciendo daño juntarse contigo —puchereó Hoseok hablándole a Yoongi, el mayor le miró detrás de sus gafas de sol y se encogió de hombros.
—A ti no te ha hecho daño, así que no creo que sea contagioso —respondió el pelinegro encogiéndose de hombros.
— ¡Allí viene Taehyung! —chilló Jimin saltando de la emoción y señalando la dirección en la que venía el chico.
—Santa maría, madre de Dios ruega por nosotros pegadores, ahora y en la h...
— ¡Cállate y anda! —Jimin interrumpió el ritual del pelirrojo y lo obligó a ponerse de pie dándole una pequeña patada en el trasero al mismo tiempo que lo fulminaba con lo mirada.
—Ya, ya, gato con mal de rabia, iré... —Hoseok suspiró y caminó decidido a la cafetería que estaba a pocos metros de distancia.
Jimin se dejó caer en la banca junto a Yoongi, acostándose y posando su cabeza en el regazo del mayor.
—Ser Cupido es muy agotador... —murmuró el menor cerrando los ojos.
—Uf ¡ni que lo digas! —dijo Yoongi bufando, Jimin abrió los ojos y lo miró mal.
— ¡Pero si tú no has hecho nada! —replicó el menor cruzándose de brazos y formando un tierno puchero con sus labios.
— ¡Cómo que no! ¡Me maté trabajando para conseguir el dinero que le presté a Hoseok! —habló el mayor indignado y Jimin entrecerró los ojos.
—Es tu dinero, aún así debes "matarte trabajando" para conseguirlo, así no se lo prestes a Hobi... —Yoongi pensó en algo que pudiera responder pero nada llegó a su mente.
—No puedo argumentar nada contra esa lógica... —respondió el mayor derrotado formando un puchero.
— ¡Mi hyung es taaaan lindo! —alargó el menor levantándose y poniéndose de rodillas sobre la banca para envolver a Yoongi en sus brazos.
—Y tú eres un gato, no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas... —Yoongi sintió que Jimin lo asfixiaba debido a la fuerza impuesta en el abrazo, así que luchó por alejarse—. Suel...tame, me estás asfixiando...
Jimin se negó apretando más al mayor y restregando su mejilla con su cabello hasta qué Yoongi consiguió separarse.
— ¡Casi me matas! —exageró el mayor levantándose de la banca y quitándose las gafas—¡Volverás solo a casa por esto!
Y sin más se dio la vuelta para caminar a su casa, Jimin chilló.
— ¡Hyung! ¡No me deje solito! ¡No era mi intención! —lloriqueó Jimin observando la espalda de Yoongi alejarse. Se cruzó de brazos y puchereó—. Hyung malo...
Murmuró sintiéndose triste y abandonado...
¿Qué clase de ser malvado era capaz de abandonar a su gato en medio de un parque lleno de personas que podían ser psicópatas o asesinos en serie?
Bien, quizá estaba exagerando, pero igual, se sentía solo y abandonado.
—Hola Jimin. —Saltó en su lugar viéndose sorprendido por la chica que se había sentado a su lado, pero se tranquilizó al ver que se trataba de Jennie, una de sus compañeras de ballet.
—Hola Noona. —La chica le dedicó una sonrisa y Jimin se la devolvió.
— ¿Qué haces aquí solo? —preguntó la chica comiendo el helado que sostenía en su mano.
—Vine con Yoongi hyung, pero me ha abandonado. —Jimin volvió a formar un puchero.
—Ah, qué mal... Yo vine con mi mejor amiga, pero ella está en una cita y yo debo esperarla, ya sabes, no quería ser el mal tercio... —La chica hizo una mueca y Jimin asintió ladeando su cabeza dándole a entender que la entendía.
—Jennie. ¿Quieres robar a mi gato? —Una tercera voz los hizo pegar un brinco a ambos y la mencionada chilló debido al susto.
— ¡Ah! ¡Yoongi oppa! ¿De qué hablas? —La chica frunció el ceño y Yoongi rodó los ojos.
—Jimin. ¿Acaso quieres robármelo? —respondió señalando al rosado con la cabeza. El mencionado se puso de pie enseguida aferrándose al pecho del mayor.
— ¡Hyung! ¡Volvió por mí! —El menor restregó su mejilla con el pecho del contrario sonriendo complacido.
—No quiero robar a nadie, sólo vine por qué lo vi solo y... Ya sabes, cómo la canción: "Lo vi solito y me lancé"... —bromeó Jennie y Jimin rió.
—Jennie noona vino porque su mejor amiga está en una cita y ella tampoco quería estar solita... Pero usted, ¿a dónde fue? —preguntó Jimin separándose un poco y frunciendo el ceño.
—Fui a comprar otro té helado. —Yoongi alzó el vaso en su mano y Jimin murmuró un "Ooh..." asintiendo con la cabeza.
—Oigan. ¿Quieren ir a una fiesta este fin de semana? —preguntó Jennie terminando de comer su helado.
— ¿Fiesta? ¡Sí! ¡Yo quiero! ¡Me gustan las fiestas! —chilló Jimin y Yoongi solo alzó una ceja.
—Es el cumpleaños de mi mejor amiga, es el sábado, te daré la dirección mañana en clases Jiminnie, ya debo irme. —La chica se levantó y se despidió de ambos chicos dejándolos solos una vez más.
Yoongi suspiró resignado observando cómo Jimin seguía saltando emocionado por la "fiesta". Estaba a punto de hablar cuándo un grito lo interrumpió y se dio la vuelta observando a Hoseok correr en dirección a ellos.
— ¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡No lo van a creer! —chilló el pelirrojo emocionado y enseguida Jimin prestó toda su atención a él.
— ¿Qué? ¡¿Qué ocurrió, hyung?! ¡¿Llegaron extraterrestres en medio de tu cita y se llevaron a Taehyung?! ¡¿Te contó que tiene seis dedos?! No, espera... ¡¿Te hiciste pis en los pantalones?! —Jimin llevó sus manos a su boca y abrió sus ojitos en demasía, Hoseok lo miró con confusión y rio.
— ¿Qué? No, nada de eso, todo lo contrario... Me dijo qué le gustaba y... ¡Lo besé! ¡Lo besé, Yoongi! ¡Toma eso! —El pelirrojo golpeó el brazo de Yoongi y este soltó un quejido.
— ¡Maldición! —lloriqueó el mayor, había perdido.
— ¡Oh no puede ser Hobi hyung, estoy tan feliz por ti! ¡Lo sabía, lo sabía! —Jimin saltó en su lugar y luego se tiró a abrazar a su pelirrojo amigo.
— ¡No! Jimin ¡No te emociones! ¡Acabo de perder el dinero que le preste a este caballo! —Se quejó Yoongi pareciendo estar al borde del llanto—. ¿Ahora cómo pagaré la multa...?
Murmuró el pelinegro posando sus dedos en su frente queriendo llorar.
— ¿Multa? ¿Qué multa? —preguntaron Jimin y Hoseok curiosos al mismo tiempo, Yoongi maldijo internamente, creyó que no le habían escuchado.
— ¿Multa? Yo no dije multa, dije... Dije... Mula... ¡Si, mula! Es que compré una. —Yoongi se felicitó mentalmente, claramente lo había disimulado a la perfección.
—Yoongi... ¿Te volvieron a multar por conducir ebrio? —cuestionó Hoseok serio alzando una ceja.
—Sí.
Yoongi se tiró a la banca resignado y Jimin y Hoseok negaron con la cabeza.
— ¡Tengo una idea para conseguir el dinero! —habló Jimin saltando en su lugar.
— ¿Cómo? —preguntaron Hoseok y Yoongi al mismo tiempo.
— ¡Venderemos limonada!
Y Yoongi en ese momento vio su vida pasar frente a sus ojos, ya sabía que nada iba a salir bien ahí...
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