16
"Regalo"
—¿Entonces dices que todo salió bien, no? Incluso ese bello dije es tierno—Apunto Minha, pues obviamente había que contarle los detalles acerca de la cita, y mencionarle que por mucho, fue uno de mis cumpleaños más bonitos. Me encantaba compartir ese día con gente importante en mi vida.
—Así es, los dos hablamos realmente bien. También seguí tu consejo y me disculpe como debía, aun no entiendo cómo es que ese hombre es tan bueno—Mencioné mientras vagos recuerdos se reproducían en mi mente. La forma en que me miraba, el suave toque de sus manos temiendo que algo en mí se rompiera, e incluso, la sonrisa que se formó en cada instante del encuentro.
—Deberías ver tu cara—Dijo Jin burlándose de seguramente mi tonto rostro, que no hacía falta verlo para comprobar que era verdad.
—Cállate, tu no viste nada—Mencioné dándole un leve golpe en el brazo, muerta de vergüenza.
—Quiero ver el dije una vez más ¿Puedo?—Jin lo pidió amablemente.
Cuando el collar toco sus manos, lo miraba cuidadosamente, lo tocaba como si quisiera recordar cada parte de ese objeto. Al instante, pareció que algo le llamó la atención, tal vez, esa marca al reverso de aquel dije.
—Es curioso ¿Qué es está marca?—indago curioso, detallando el toque en el grabado de una pequeña cruz que a sus costados tenía como adorno unas alas, apenas podía ser visible.
—Supongo que es cristiano—sugirió Minha.
— Pues no sé, yo también me di cuenta de esa cruz pero no creo que deba tener importancia, digo, es solo un símbolo—Y era verdad lo que había dicho pero aquel pelinegro parecía totalmente fascinado por el símbolo.
—Podría ser—Rompió la miraba hacía el collar y me lo devolvió—Tengo que irme, recordé la tarea de Geometría que tengo que hacer.
—Espera, ni siquiera has terminado de comer—Las palabras de Minha desaparecieron en el aire, pues aquel chico lo ignoró.
Y se fue, tan rápido y ansioso por llegar a un determinado lugar. Podía ser una mentira pero ¿Con qué razón él nos mentiría?
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— Yo dije que este color iba mucho mejor, ahora solo se ve opaco— Opiné sobre el dibujo que estaba en el cuadernillo sobre la mesa.
—Pensé que saldría mucho mejor con este—Mencionó decaído viendo su dibujo, nada satisfecho. Mientras parecía muy interesante ver la punta de sus zapatos.
—Ya aprenderás y mejorarás, pera ser un principiante eres bastante bueno, créelo—Lo motivé y alzo su cabeza, avergonzado pero mostrando una pequeña sonrisa. Como la de un niño que consigue lo que quiere.
—Por cierto, Chae—Su voz se escuchó más gruesa que hace unos minutos y me miraba fijamente, dándome una sensación de incertidumbre—Olvidé darte tu regalo ayer ¿Fue tu cumpleaños, no?
—Cierto, pero no pensé que sabrías mi cumpleaños. No lo sabía nadie aparte de los amigos que puedo contar específicamente con los dedos de mis mano—Me pregunté internamente quien le habría dicho.
Se me fue el aire al sentir la cercanía de su cuerpo mientras me acorralaba contra la pared y recargaba sus manos a los costados de mi cabeza. Su aliento se mezcló con el mío mientras nuestras narices se tocaban una a otra. El único sonido que se escuchaba era el de nuestras respiraciones pesadas. Pero sobre todo, quedé helada al tener esos bellos ojos que tanto aprecie en escasos centímetros.
Por un instante rompí el contacto visual y di una rápida mirada para ver si no había nadie tan sorprendido como yo viéndonos en esta comprometedora escena, casualmente no había nadie en el salón de arte ¿A dónde se habían ido todos?
Volví mi mirada a esos ojos brillantes que reflejaban un sin fin de cosas, una de ellas era mi rostro lleno de sorpresa. Y yo no sabía qué hacer, probablemente pasaron unos pocos segundos y yo me sentí dentro de una burbuja admirando cada instante hasta que el sonido de su voz irrumpió en el silencio.
—Feliz cumpleaños, mi dulce Chaerin.
Después de eso se acercó aún más lentamente, cerré los ojos fuertemente hasta que sentí un pequeño beso en la comisura de mis labios desatando en color rojo en mis mejillas y sintiendo mi rostro arder. Comenzaba a ponerme más nerviosa de lo normal.
Abrí los ojos viendo como este ya se había alejado de mí con una sonrisa triunfadora y con las mejillas coloradas, seguramente también por vergüenza al cometer tal acto.
—Por cierto, lindo collar—Volteó su cabeza dirigiendo su mirada hasta el ya mencionado. Notando como la mirada que tenía un brillo irreal se oscurecía y sonreía cínicamente dejando escapar una pequeña risa sin motivo. O tal vez un motivo que yo no conocía.
Sin embargo, ignorando eso ¿Qué demonios había sido?
Claramente había invadido mi espacio personal para ponerme nerviosa y besarme.
No tenía en cuenta si él realmente sabía el efecto que tenía en mí, tanto era el efecto que literalmente sentía como mi corazón seguía retumbando en mí oído con rápidos y exaltados latidos. Seguramente él ya sabía lo mucho que me encontraba fascinada de su persona y bromeaba con ello poniéndome en esta situación. Dios, estaba mal, incluso ya estaba comenzando a teorizar sus acciones.
Algo cambió dentro de mí ese momento, y no solo yo, sino que también el destino de una persona.
• • •
Al día siguiente después de ese incidente, no mencioné ni le reclame nada porque para ser sincera, no me había molestado. Pero el actuaba como todos los días mientras yo me carcomía la cabeza en pensamientos.
Mejor dejarlo pasar.
—Chae ¿Estás bien? Tienes cara de idiota—Señaló mi amiga confundida.
—Confirmo—Completo Seokjin.
— ¿Es por el grupo de Hoseok? Sabes que han estado muy ocupados pero ya regresaran, estos días todos estamos hasta el borde de trabajos, es normal—Explicó pensando que ese era el motivo de mi distracción. Y dejé que lo pensara así, ya tendría tiempo de explicarles a ambos, mis fieles y mejores amigos.
—Es verdad. Pronto nos volveremos a juntar como en todos los recesos —Agrego Jin, para así calmarme de mi aparente preocupación.
—Y bien ¿Cómo van con el proyecto de literatura?—Pregunté tratando de dejar el tema de lado.
—Tener que leer un libro de aproximadamente 500 paginas es sumamente aburrido, ni siquiera he comenzado el primer resumen porque no entiendo nada—Dijo Minha.
—Y luego a mí es al que le dices cerebro de aceituna, tú lo tendrás de una maldita lenteja—Expuso el chico aún ofendido de haber recibido ese comentario cuando hizo una publicación de una foto con Hoseok en su perfil de Twitter.
—"Más que un hermano, haz sido un brother" No se supera —Le recordó, ni siquiera paso un segundo cuando comenzó a reír a carcajadas y Jin uniéndosele haciendo un escándalo. Mientras como siempre que estaba con ellos, las personas en las mesas dispersas en aquel patio nos observaban extrañados.
— ¡Basta, deja de decir eso!—Menciono JIn bastante divertido pero fingiendo estar aparentemente molesto. Frunciendo el ceño.
—Esa expresión no me causa miedo, da ternura—Y tomo de la barbilla a Seokjin imitando como si hablara con un bebé—¡Ay! El bebé da ternura, da mucha ternura ¿Verdad que sí, bebé? ¿Verdad que... —Y fue interrumpida por un manotazo en su frente— ¡Hey, no me estés pegando, pedazo de excremento!
Reí al ver sus tonterías y es que a pesar de molestarse mutuamente día tras día, esta pareja se quería y apreciaban mucho. Incluso dudaba de saber con exactitud que pasaba entre ellos porque no entendía como un día, de repente, Minha dejo de interesarse de Jungkook para pasar más tiempo cerca de Jin haciendo quien sabe qué. Y con seguridad sabía que no tenía de que preocuparme, pues al ser mis amigos les conocía y sabía que ambos estaban en buenas manos. ¿Cierto?
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