"Ella"

—Es tu deber protegerla, no sobrepasarte con ella ¿Que te está pasando?— Exclamó buscando mi respuesta.

—No lo sé, te juro que no lo sé. Pero la quiero a pesar de que sé que no debo. Por favor entiéndelo, busco empatía de tu parte pero solo osas a juzgarme por lo que nos han obligado a creer. Esto no es malo, yo no soy malo.

Mi amargo sentir se apoderaba de mi cuerpo, dejando que la rabia y el enojo también aparecieran. Esta cruda realidad no me dejaba estar cerca de ella por más que lo deseara e implorara dentro de mí, esos gritos que exigían liberar mi deseo de estar para ella siempre se estancaban por un determinado tiempo y se desvanecían por el miedo a perder todo aquí.

Sabía que estaba prohibido, pero no sabía si estaba dispuesto a cometer ciertos conflictos si eso me permitía sentirla por primera vez. Cualquier cosa justa y necesaria para verla más cerca que todos alguna vez.

Quiero que me veas, quiero ser real para ti.

—¡La viste desnuda de una repugnante forma! Eso está mal—Se alteró, el había sido un bueno conmigo todos estos años, pero no entendía lo que trataba de explicar ni que le había confiado esperando que me entendiera—Incluso trataste de tocarla—Su mirada triste se posó en mí—Perdón pero te desconozco querido hermano y no puedo dejar que te guíes por el camino de mal. Ni dejaré que corrompas este lugar con tus deseos y tu clara lujuria, pecado capital.

—No me entiendes, no es así—Entré en pánico al saber que estaba dispuesto a delatarme—¿Eres mi amigo, no es verdad? No me traiciones de esta manera.

—Nadie podrá negar que fuiste fiel a su lado como protector y pastor para conducir lo que lleva de su vida, pero te estás sobrepasando. Desde su comienzo hasta la muerte, no puedes acercarte a ella, promételo y no diré nada.

—Es verdad—Y me sonrió esperando que hubiera reflexionado correctamente sobre mis pensamientos— No puedo hacer eso, no puedo prometer nada. La quiero tener y eso voy hacer.

Y ahí, su mirada se nubló derramando lágrimas y conteniendo sus sollozos con las palmas de sus manos para que nadie más se diera cuenta de nuestra presencia en aquel arroyo.

—Por dios ¿En qué te convertiste?—Se levantó bruscamente—Perdóname por esto, es lo correcto—Y salió corriendo despavorido de aquel lugar.

Ese era mi final pero también el comienzo de algo realmente bueno.

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Hola hola, mis vacaciones de invierno comenzaron así que las actualizaciones de esta historia serán más frecuentes!

Nuevamente, gracias por todo el apoyo, aún si solo tres personas leen lo que escribo, estaré eternamente agradecida con ustedes. ♡