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Capitulo 12 - Los votos de Kirishima

Hola queridos lectores! Lamentamos la ausencia de rame en casi un mes, pero Dramer tuvo varios inconvenientes al principio, primero por cosas de la escuela y exámenes, y luego después su computadora se descompuso QnQ, sin embargo como pudo estuvo escribiendo de a poco el capitulo hasta que logró terminarlo UvU esperamos que ya no haya más inconvenientes y podamos seguirles trayendo el capitulo nuevo casa domingo como de costumbre :) así que... Vamos allá! Esperamos que les guste!

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Anteriormente:

Izu se abalanzó sobre Katsuki besándolo para callarlo luego lo miro de frente con una sonrisa muy ancha.

-Me alegro de poder haberte hecho sentir bien- le dijo aun entre unos cuantos tosidos y voz baja.

Katsuki se sintió feliz y lo estrechó muy fuerte, las ideas de la emperatriz, el matrimonio, los votos y el sucesor del trono de la luna llegaron de nuevo a su cabeza.

-Yo arreglaré todo para ti- Dijo Katsuki muy bajo.

Izu no entiendo muy bien a lo que se referia, pero le regreso el abrazo.

-Lo sé. Ahora tú eres mi eternidad- Respondió Izu

Se recostaron sin decir nada, solo continuaron en un largo abrazo antes de regresar al palacio.


Capítulo 12.

Los votos de Kirishima.


Tirado bajo la tenue luz blanca que pasaba a través del traga luz, Taishiro miraba las altas estanterías que lo rodeaban en un sofocante silencio. Poseía más conocimientos que cualquiera en Rimalon y aun así no lograba encontrar respuestas a su problema. Se mordió los labios en frustración, desde niños sólo era uno más junto a Mirio, Katsuki había sido el centro de atención para su padre. Taishiro azotó el suelo con el puño abriendo una grieta en la piedra. Odiaba ser tan inútil.

Unas pasos hicieron eco en los muros, se acercaban al centro del laberinto

-Mi señor, Oh mi afligido señor
Keigo se detuvo mirando a Taishiro en el suelo.

-No estoy de humor Keigo.

Dijo Taishiro cubriéndose los ojos con el brazo.
-Mi señor... Nunca estas de humor y siendo sincero jamás me ha importado. Mi trabajo es devolverte al camino cuando lo pierdes de vista.

Le dijo Keigo con una sonrisa.

-No hay nada que puedas hacer
Dijo Taishiro indicándole que se fuera
Keigo solo sonrió de nuevo.

-El problema de mi señor es que todo lo intenta ver de manera lógica, a veces la lógica no es la solución.

-La lógica siempre es la solución.

Gritó Taishiro, estaba empezando a molestarse. Keigo comenzó a caminar alrededor de Taishiro, muy despacio, jugando con una de sus plumas

- Y mira donde estas ahora.

Taishiro gruño molesto, Keigo siempre había sido muy hábil con su lengua, era más afilada que cualquier daga.

-Hay una forma de hacer las cosas.
Dijo Keigo deteniéndose frente unos libros y leyendo los títulos escritos en los lomos

-El Ómicron tiene una fuerte debilidad ahora.
Taishiro se puso en pie frustrado y camino a grandes zancadas sujetando a Keigo por el hombro
-No estoy para tus juegos.

-No es ningún juego
Dijo Keigo, alzó la pluma roja con la que había estado jugando y la dejo en la mano de Taishiro. Keigo tenía el poder de guardar información en forma de recuerdos dentro de sus plumas y era capaz de trasmitirlos a otros. Taishiro parecía haberse quedado estático mientras la información fluía dentro de su cabeza.

-¿Esto es verdad?
Preguntó Taishiro con los ojos abiertos

-Así es, mi señor
Respondió Keigo con una larga sonrisa

-Esa es la forma en la que logrará deshacerse de esa creatura, de ese Ómicron.

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Mirio se había tumbado sobre la cama mirando el desgastado techo de la posada, giraba un lado a otro impaciente. Yosetsu le había prometido recolectar información. Cerró los ojos y dejó de sonreír recordando la clase de trabajo que él hacía. No le agradaba conseguir la información de esa manera, no le gustaba que los omegas de Rifu tuvieran esas vidas indignas, pero no podía hacer nada, no por todos. Mirio saltó de la cama con una enorme sonrisa, tenía una idea. Caminó a la puerta y la abrió de un jalón, del otro lado estaba Yosetsu quien bajo la cabeza avergonzado, se cubrió el cuello con la ropa intentando ocultar las marcas moradas.
Mirio arrugo la cara molesto, por un momento perdió el control de su poder de Alfa, Yosetsu cayó al suelo arrodilladlo y jadeando por aire, se sujetó muy fuerte el pecho, para él fue como haber recibido un duro golpe en el abdomen.

-Lo siento- Se disculpó Yosetsu inclinado la cabeza - No pretendía molestar, lo siento. Lo siento-

Mirio se inclinó despacio, sentía un nudo en la garganta, no pretendía asustarlo, no le gustaba esa sensación, ser temido.

Puso la mano sobre el cabello blanco de Yosetsu y lo acaricio con cuidado, el dulce olor de Mirio impregno el ambiente relajando por completo al omega, haciéndolo sentir seguro.
-No es tu culpa- Dijo Mirio muy bajo, teniendo cuidado con el tono de su voz. Yosetsu levanto la cabeza, tenía lágrimas en los ojos, Mirio solo le devolvía una cálida sonrisa. Muy lento Mirio lo ayudo a ponerse en pie y limpio las lágrimas de sus ojos.
-Yo... obtuve un poco de información- Dijo Yosetsu, Mirio sonrió
- No encontré algo sobre el Ómicron, pero uno de los... clientes me contó que escuchó historias sobre quienes nacen con marcas diferentes-
Mirio lo sonrió y lo tomo por debajo de las axilas y lo levanto muy alto con facilidad. Yosetsu se sonrojo
- ¡Gracias! ¡Eso es de mucha ayuda! ¿Dónde escuchó esas historias?-
Pregunto Mirio, el omega no pudo evitar devolverle la sonrisa, no era para nada como los otros alfas. Se sintió un poco culpable de haber desconfiado de él.

-En el pueblo de Bokso, está a unos días de distancia de Rifu- Dijo Yosetsu. Mirio lo bajo y lo tomo por la mano arrastrándolo fuera por los pasillos de la posada.
-¡Bien!-Dijo Mirio -¡Tú vendrás conmigo!-
-¿¡Eh!? - Yosetsu se liberó del agarre de Mirio y se abrazó al mismo desconcertado -No quiero ser una carga-
Mirio se quedó en pie dándole la espalda - ¿Deseas permanecer toda tu vida aquí?-
Yosetsu no respondió se quedó con la vista anclada al suelo. Mirio se giró y puso las manos en los hombros del omega. Levantando la cabeza encontró la amplia sonrisa de Mirio. Parecía resplandecer. Yosetsu extendió muy despacio la mano, nunca había considerado la idea de irse, de tener amigos. Desde que fue abandonado en Rifu solo conocía la cama de los alfas como un medio para sobrevivir. Mirio lo tomo con cuidado y estrecho su mano llevándolo por el pasillo. Yosetsu vio hacia atrás, contemplo los viejos muros, sentía que una parte de del desprendiéndose. Vio hacia el frente encontrando la ancha y fuerte espalda de Mirio, no estaba seguro, pero él nunca había estado seguro de nada en su vida solo se dejó llevar por la mano de Mirio.
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El sol se ponía en las dunas que dibujaban el horizonte, el cielo se pintaba ya con naranjas y rojos. Kirishima caminaba viendo hacia arriba, movía sus manos de atrás hacia adelante. Se veía inseguro y nervioso, planeaba llevar a Yami al jardín que tantos recuerdos le traía. Yami solo lo seguía en silencio, ninguno había dicho nada desde que salieron del palacio, Kirishima le había pedido salir fuera a dar un paseo, ahora se mordía el labio cuestionándose si fue buena idea. Yami carcajeo, Kirishima lo vio por un momento y bajo la mirada avergonzado.

-Eres muy lindo- Dijo Yami tomándole la mano. Kirishima arqueo las cejas y abrió la boca, sentía el calor de Yami, no se parecía en nada a los demás, era cálido, pero también frio a la vez. Kirishima no sabía explicarlo bien, aun así le gustaba.
El recorrido fue en silencio y cómodo, Kirishima no había dejado de sonreír y en momentos silbaba cualquier cosa sin ritmó que pasaban por su cabeza.

Atravesaron por el estrecho callejón y frente a la mirada de Yami apareció un hermoso jardín de hojas blancas y troncos robustos de tonos oscuros, para cuando llegaron al extremo de la muralla la luna llena brillaba en lo alto. Una fosa con agua turquesa rodeaba el sahn. Cruzaron por un viejo puente de madera, Kirishima a ese punto estaba tirando de Yami, se sentía ansioso por mostrarle el lugar, paso tan buenos momentos durante su niñez y deseaba compartir eso con Yami. El césped verde parecía brillar con luz propia igual que las hojas.

-Izu- Dijo Yami en voz baja, sentía la magia de su amigo emanando en todo el lugar.

Kirishima lo llevó hasta el árbol más grande y alto que se habitaba en el centro, se detuvo frente al árbol y tomo ambas manos de Yami. Lo miro fijo.

-En este lugar fue donde jugué con mi madre por última vez-
La voz de Kirishima fue suave y muy familiar, Yami se tensó en repuesta

- Donde conocí a la madre de Katsuki. Donde Katsuki me prometió que seriamos amigos por siempre. El lugar que Izu trajo de vuelta para mí. Los momentos más felices han pasado en este lugar, ahora yo...- Kirishima guardo silencio, Yami sintió como su corazón latía más rápido
-Quiero que este lugar también sea tuyo, nuestro. Quiero ver a nuestros hijos mientras corren por este lugar, que nuestros nietos salten a nuestros pies mientras les cuento la historia de como conocí a su abuelo-
Kirishima se arrodillo, las mejillas de Yami se tornaron rojas.

En la distancia desde la terraza del palacio. Izu y Katsuki sintieron una descarga atravesar por su espalda.
-¿Qué demonios es esto?- Preguntó Katsuki viendo al cielo, la luna poco a poco fue torrándose de un color rojo.

-¿Un eclipse de luna? ¿Qué está pasando? -
Las marcas de Izu y Katsuki comenzaron a brillar al igual que las de Yami y Kirishima.

-Una ceremonia de unión- Dijo Katsuki sin creerlo -¿Pero de quién?-
-Son Yami y Kirishima- Dijo Izuku mirando por la terraza, sus ojos brillaban de un fuerte plateado.

Katsuki se estremeció al escucharlo y miro en la misma dirección
-Ese imbécil, siempre tan impulsivo- Katsuki sonreia
Izu se arrodillo, Katsuki lo observó por un segundo comprendiendo la situación, luego él también se arrodilló, ambos extendieron sus brazos marcados al cielo.
-La luna otorga su bendición- Dijo Izu sonriendo.
-El sol otorga su bendición- Dijo Katsuki.

-Yo, Izu, flor de la luna, guía de los perdidos, amigo y hermano intercedo por esta unión ante los dioses-
-Yo, Katsuki, guardián de las arenas, protector de los desamparados, amigo y hermano intercedo por esta unión ante los dioses-
Lejos en el jardín de la muralla Kirishima tomo la mano de Yami colocándola en su pecho, yami sintió el latir del corazón.

Kirshima aspiro profundo y sonrió
-Te entrego mi tiempo. Estaré contigo cada segundo, cuidare de ti cada minuto, te hare sonreír cada hora y prometo amarte durante el resto de mi vida. Yami, caminemos juntos hasta que ambos pertenezcamos a las arenas una vez más-
Kirshima espero nervioso con ojos cerrados, Yami no parecía responder. Hubo un largo silencio, los labios de Kirshima se curvaron y entonces abrió los ojos muy amplios al escuchar la voz de Yami.

-Durante las noches seré la luz que te guía, durante el día seré la sombra que te cobije. Seré la brisa que mitigue tus veranos y la calidez que te arrope en los inviernos. Kirshima, caminemos juntos hasta que ambos pertenezcamos a las arenas una vez más-

Kirshima se puso en pie y tomo la cabeza de Yami acercándolo hasta que sus frentes estuvieron juntas y sus miradas fijas, acaricio con el dorso la mejilla de Yami sintiendo lo suave de su piel Y muy despacio unió sus labios a los de él. Abrazándose y pasando la manos sintieron el cuerpo uno del otro. La hierba y las hojas se mecieron desprendiendo pequeñas partículas de luz que se mantenían suspendidas en el aire como estrellas.

Izu sonrio, Yami por fin tendría alguien que pudiera brindarle un nuevo tipo de felicidad. Katsuki lo abrazo por la espalda recargando el mentón en la cabeza del Omicron.

-¿Katsuki?- Izu se aferró con las manos a los brazos del sultán - ¿Pasa algo malo? Te he visto muy distraído

-Solo estoy cansando- Respondió y apretó el agarre alrededor de Izu

- ¿Puedo intentar marcarte otra vez?...

Izu resoplo, la última vez que lo habían intentado solo fracasaron

-¿Es necesario? Te amo ¿Qué más pruebas necesitas?-

Izu se soltó del agarre, estaba molesto con el mismo por no poder darle a Katsuki lo que deseaba. Él le había entregado todo y no podía corresponderlo de la misma manera. Caminó hasta la barandilla deteniéndose para mirar la luna roja en el cielo, intentaba entender ¿Por qué no podía ser marcado? ¿Quizás muy en el fondo había perdido la capacidad de amar? El corazón de Izu dio un salto que lo estremeció con miedo, la idea de no poder amar a Katsuki de regreso lo aterro.

-No puedo evitarlo- Dijo Katsuki frunciendo las cejas - Mi parte alfa lo grita, mi cuerpo arde por esa necesidad. Cuando un alfa encuentra a su omega destinado es natural que pase, el no hacerlo provoca una ansiedad que no puedo explicar-

Izu se estremeció "Cuando un alfa encuentra a su omega" las palabras martillaron en su cabeza haciendo un fuerte eco. Entonces se sujetó el brazo izquierdo sintiéndose la marca.

-Pero yo... No soy un omega... - Dijo Izu con voz baja, con aquella voz sin vida que uso por tanto tiempo, Katsuki se estremeció al escucharlo dándose cuenta de lo que había dicho

- Yo soy... esto... - Izu se golpeó la marca circular en su brazo

- ¿Y si no puedo ser marcado? - El aura de Izu se desprendió de su cuerpo, pero no era un tono azul como siempre, era un oscuro profundo

- ¿Y si no nací para ser amado?

Izu levantó la cabeza con una expresión vacía. Katsuki se había petrificado en el lugar, la energía que lo rodeaba era hostil, había miedo en ella, rechazo

-¿Y si un día encuentras a tu destinado?-
La luna roja en el cielo desapareció, las estrellas también había desparecido, ahora era de un abismal oscuro, Izu se quedó en silencio.

Katsuki quería correr hacia él, pero las palabras de Izu lo había tomado por sorpresa ¿Qué haría si eso pasaba, si él un día encontraba a su omega destinado? Solo se quedó viendo sin poder moverse. Aun desconocía tanto de él Omicron.

Las lágrimas se derramaron de los ojos de Izu
-No quiero estar solo... No quiero volver a ese lugar oscuro... No quiero ser odiado... ¡No Quiero!-
Izu gritó arrodillándose al suelo cubriéndose la cara con las manos, el suelo se agrieto y zarzas de color negro emergieron serpenteando, y enredándose alrededor del cuerpo de Izu, las espinas se incrustaron en la pálida piel del omircon e hilos de sangre cayeron.
-¡Detente!- Katsuki corrió hacia él, pero las zarzas se abalanzaron como serpientes furiosas, lograron herirlo, las espinas rasgaron en su mejilla y brazos. Izu abrió con horror los ojos, recordó como había lastimado a su pueblo, todos lo habían tratado mal, pero lo que él hizo en ese entonces no fue mejor. Ahora estaba haciéndole lo mismo a una de las pocas personas que le abrió su corazón.

-¡Por favor!- Grito Izu entre lágrimas y con voz quebrada -Por favor... mátame-
Izu estaba al límite, todo parecía repetirse otra vez, ya no podía soportarlo. Katsuki mostro los dientes furioso y camino hacia el frente, las zarzas cortaban su piel abriendo heridas muy profundas, la carne fue expuesta al viento ardiéndole con la brisa, pero continúo, parecía que no sentía dolor, en sus ojos solo estaba la figura asustada de Izu.
Se inclinó abrazándolo, las espinas se clavaron en la piel de Katuski, Izu intento alejarse, pero los brazos del sultán lo estrecharon más cerca.
-No vuelvas a pedirme eso, te daré lo que quieras, pero no vuelvas a pedirme eso- la voz de Katsuki fue suave, casi con un sollozo, sus ojos se habían puesto rojizos
- Te elegí a ti y solo a ti. Si tú no eres mi destinado entonces yo te convertiré en el-
Las zarzas se envolvieron alrededor de ambos clavando más profundo. Sus ropas estaban casi de un tono rojo, habían perdido mucha sangre. Katsuki se alejó y limpio las lágrimas de Izu con el pulgar, ambos tenía la vista borrosa. Acercándose a Izu deposito un beso, las zarsas se tensaron y retorcieron finalmente volviéndose polvo que fue arrastrado por el viento. Ambos se quedaron arrodillados uno frente al otro unidos por un beso, pero ya no estaban conscientes. Se habían desmayado sujetos con fuerza.
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A varios kilómetros de ese lugar, Tamaki veía el cielo esperando a que Monoma y himiko terminarán de divertirse. Escuchaban los gritos de las personas en el pueblo a sus espaldas, las llamas ascendían muy alto arrojando columnas de humo negro.
-Deberías unirte a la diversión de vez en cuando- Monoma se acercó por detrás de Tamaki, pero solo lo ignoro y continúo con la vista en el cielo. Las ropas estaban cubiertas de sangre de los pobladores que había asesinado.

-Tiene una cara linda, pero su corazón es más frío que el de la emperatriz- Himiko llegó arrastrando el cadáver de una mujer, por la arena había un largo rastro de sangre.
Tamaki se cubrió con la capucha, los conocía desde hacia mucho, pero para el no eran más que extraños, no compartía sus gustos por asesinar sin razón.
Los tres sintieron un escalofrío recórreles el cuerpo, las marcas de Monoma y tamki brillaron. Himiko miro hacia el cielo, ella era una bruja como la reina y tenía una capacidad muy alta para percibir la magia. En lo alto la luna se torno rojiza.

Himiko sonrió, amaba ese color que tanto le recordaba la sangre.

-Es la primer vez que presenció una ceremonia de unión- dijo Monoma
-Viene de Shams - dijo himiko, las mejillas se le habían puesto rojas.
Tamaki alzó la mano, un cuervo negro bajó desde el cielo, era tan grande como un Roc. Himiko dejó el cadáver atrás y subió con los otros dos. El cuervo vatio las alas y ganó altura perdiéndose de vista, parecía otra parte más del cielo negro. Unos segundos después la luna y las estrellas desaparecieron, habían sido envueltos por una completa oscuridad y unos minutos después la luna regreso con pequeños destellos acompañándola.

-Ahora entiendo por qué la reina está tan interesada en ese lugar- Dijo Tamaki en voz Baj.
-creo que nos divertiremos bastante- Monoma sonrió recostándose en el lomo del cuervo. Himiko se sostenía las mejillas con las manos incapaz de ocultar su euforia.

Continuará.
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Bueno corazones eso fue todo por hoy,¿Les gustó?, ¿qué les pareció el hecho de que kiri bb y Yami bb se unieran? Sjjsjs ¿también sufrieron cómo yo con el pobre Izu fuera de control? como el pobre apenas está comenzando a aprender a diferenciar sus emociones pierde el control con facilidad. UvU

Chicos quiero aprovechar para agradecer inmensamente a la hermosa artista de Redmoe Redmomo00 quien dibujo una secuencia con una de las escenas del capitulo 6, el omicron y la flor. :'3 le quedó hermosisisismo!!! aquí se los dejo, vayan y busquenla en redes sociales para que vean sus hermosos dibujos!





Esperamos que les haya gustado el capitulo :'3 y ya saben déjenos sus comentarios y su estrellita si les gustó, gracia por seguir con nosotros y nos leemos el próximo domingo! Besos!!! ❤ ❤ ❤

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