Capítulo 6°: Las estrellas sangran
Las estrellas sangran
El caos es amigo mío
—Bob Dylan
No se supone que las estrellas sangren, no se supone que Seokjin sangre. Pero lo hace, está sangrando y no tengo manera de saber cual en el mundo es la razón porque él está totalmente paralizado mirando hacia ninguna parte.
No me he detenido a pensar en mi hermano y Hoseok ni en el por qué la mitad de mi sala está a oscuras con uno de los jodidos bombillos hecho pedazos en el piso porque mi estrella está sangrando y parece que algo va realmente mal.
No es tu estrella Min. No es tuya.
Hoseok está balbuceando algo medio asustado y medio enloquecido cuando paso a su lado hasta llegar a la entrada del pasillo que da a las habitaciones del apartamento.
—¡Hey! ¡Jin! ¿Qué ha pasado? —Me acerco más de lo que es socialmente permitido e intento tomar sus manos temblorosas entre las mías, pero están tan calientes que tengo que morderme la lengua para no retroceder. Trago duro y retengo el aliento cuando noto sus palmas desgarradas y sangrando como si se hubiese cortado cien veces con un cuchillo para carne —Jin, necesito que me escuches, ¿De acuerdo? Tenemos que ir al hospital ahora ¿Sí?, pero necesito que te muevas del piso.
Los ojos de Jin están opacos, realmente opacos y no puedo ver estrellas ni constelaciones ni color alguno en sus orbes que ahora lucen negros como desprovistos de vida y me asusta, realmente me asusta. Sin embargo, Jin no se mueve, en su lugar, parece reaccionar de repente y me sorprende diciendo: —¿No estás enojado conmigo? —Luce consternado y confundido, como si no entendiera las razones de mi reacción y yo solo quiero decirle que yo tampoco las entiendo, pero estoy demasiado preocupado por lo que le ha sucedido como para detenerme a analizarlo.
Suelto el aire y niego despacio mientras intento guiarlo hasta el mueble más cercano. Jin me mira a los ojos cómo si no tuviera idea de qué ha sucedido y tengo que frenarme para no entrar en pánico porque hay una intensidad diferente de cosas sucediendo dentro de mi cuerpo que jamás había experimentado antes.
Sacudo cada pensamiento de mi cabeza para concentrarme en lo que está pasando y me agacho frente suyo cuando logro que se siente en el sofá, su mirada está tan perdida que solo quiero tomarlo en brazos y mecerlo como solía hacer mi abuela conmigo en noches de tormenta.
—Espérame aquí, ¿Quieres? Iré a buscar el botiquín —él asiente despacio, y sigue mirando un punto fijo en la pared cuando me levanto y encaro a mi hermano y mi mejor amigo, quienes parecen haberse quedado sin palabras. Mi hermano está pálido y tengo miedo de lo que haya sucedido mientras estaba en la cocina, pero, como siempre, me hago el desentendido —¿Vieron qué fue lo que pasó?
—Algo explotó —dice Hoseok bajito, mirando a Jin con interés y confusión grabada en su ceño fruncido —Creo que la luz subió y bajó y luego el bombillo explotó... fue cuando él salió del pasillo-
—Quizá algo en tu habitación explotó también, hyung —Jungkook se ve tembloroso y me recuerda mucho a cuando era apenas un niño: mordiéndose los labios y con los ojos muy abiertos —Hyung, ¿Tu novio está bien? —Preocupado, luce preocupado.
Camino hasta el baño, evitando los trozos de vidrio y vuelvo lo más rápido que puedo. Los tres siguen en el mismo lugar, sin un cabello en otra posición.
—No es mi novio —respondo por fin —solo somos amigos... muy, muy viejos amigos.
—¿Amigos? Min, te conozco desde que teníamos cuatro años y jamás he oído hablar de ningún Jin.
—Seokjin —corrijo —Ha vivido lejos muchos años —trabajo en mi mentira velozmente cuando vuelvo a agacharme delante de Jin — ¡Ah, mira esto! Espero que no sean profundas o de verdad tendremos que ir al hospital —tomo un algodón y lo sumerjo en el líquido antiséptico antes de volver a sus manos totalmente quietas sobre sus piernas. La sangre de Jin es tan roja y ligera que parece tinta china —Ha venido a la ciudad hoy y no tiene donde quedarse.
—É-Él parece en shock, hyung —me dice mi hermano y noto que Jin sigue con su vista perdida... demasiado perdida para considerarlo normal. Analizo su rostro en busca de reacción en algún punto de su rostro y su cuerpo relajado y creo que finge mirar hacia otro lado.
Esta cosa inteligente, casi me has engañado.
—Es ciego —murmuro suavemente y Jin me regala una media sonrisa temblorosa, así que bajo mi voz a solo un susurro para que sólo él sea capaz de escucharme y siento que estamos lo suficientemente cerca como para que sea incómodo, pero Jin no se aleja de mí, confiando plenamente en mi presencia —Hey, Jin, cariño, ¿Estás bien? Esto arderá solo un poco ¿De acuerdo? Prometo que seré cuidadoso
Siento que los dos a mis espaldas se mueven a los otros muebles en lo que yo limpio las heridas de Jin y los oigo murmurar cosas que realmente no alcanzo a entender por la distancia, así que los ignoro olímpicamente como mejor me sale.
Jin es muy valiente y solo hace pequeñas muecas cuando el algodón toca los surcos en su piel y se muerde el labio inferior porque sé que no quiere gritar.
—Buen chico... eso es, solo un poco más, lo prometo, y dejará de doler —mi voz es serena y sé que es probable que mi hermano y Hoseok solo escuchen el murmullo de mi voz, haciendo que no quiera pensar en lo que podrían estar imaginando
—No duele tanto —hace una mueca y yo sonrío tenso, porque sigo preocupado por él y el sudor frío que perla su rostro me es motivo suficiente para estarlo.
—Claro que no...¿Me dirás qué está pasando? —hablo lo suficientemente bajo para que los otros no nos escuchen y Jin suelta el aliento en mi rostro.
—No estoy muy seguro. Creo que no puedo controlar la energía en mi cuerpo humano, creo... que he sido poco cuidadoso con la cantidad que he dejado salir por los pequeños poros de mi piel que ha terminado por desgarrarse.
—Entonces la bombilla... ¿Fuiste tú?
—Lo siento, la energía ha salido disparada y yo —Jin tiembla, y sé que no es por el dolor de sus manos —lo lamento, pude haber lastimado a tu hermano o a tu mejor amigo o... a ti. No podría perdonármelo jamás.
—Shh, cariño, está bien, no ha pasado nada ¿De acuerdo? No le hiciste daño a nadie, pero te lastimaste a ti mismo, Jin, no puedes hacer cosas como estas, los seres humanos no somos de materiales espaciales, no somos inmortales.
Cuando la última palabra salió de mi boca me arrepentí e inconscientemente aprieto las manos del chico entre las mías que comienzan a acostumbrarse a la electricidad haciéndolo pegar un pequeño quejido.
—Estoy bien, Gi.
—¿Y tus ojos? —Jin sonríe y es la sonrisa más simétrica que he visto alguna vez. Me parece hermosa pero no veo razón para decirlo en voz alta.
—¿Qué pasa con ellos?
—Están negros como... muy negros ¿Has podido apagar tus ojos a voluntad todo este tiempo?—Jin parece pensarlo antes de responder, algo desconcertado por mi pregunta.
—No están negros, Gi, mi pupila se ha expandido, me pasa igual que con ustedes bajo el efecto de la adrenalina, pero mis sentidos de supervivencia son más altos... supongo que tengo remanentes físicos de mi naturaleza.
—Así que ¿Tu pupila se expande tres veces su tamaño? ¿Y las galaxias?
—Los puntos de luz que ves son constelaciones que representan las conexiones y los vínculos que mi energía posee con la tierra y el espacio. Ahora mismo no los puedo sentir, solo puedo mirar diez veces la luminiscencia de esta habitación y sentir lo que pasa dentro de ella... supongo que mis vínculos desaparecen con el miedo para permitirme concentrarme en una sola cosa y-
—Bueno, cállate ahora ¿De acuerdo?
Jin vuelve a sonreír y de inmediato siento que mi expresión se suaviza.
Seokjin no es un niño ni un cachorrito, lo tengo bastante claro, pero entonces no quiero pensar en cual sería el origen de mis reacciones hacia él, con él, para él.
Mi estrella está dormitando en el sillón con vendas en sus manos, luego de haberse acabado casi toda la comida tailandesa que Hoseok y Jungkook habían traído para mí.
No ha hablado mucho y descubro que es mucho mejor actor que yo al fingir tener sueño cuando ha sentido que el efecto de la adrenalina comenzó a disminuir de su cuerpo y sus ojos comenzaban a volver a la normalidad.
Su normalidad.
—Así que hyung... —dice Jungkook, y me recuerda mucho a mí — Un amigo de hace muchos años ¿Eh?
—¿Sólo amigos, Min? Me pondré celoso si es así, parecen amigos bastante cercanos, ¿Mi puesto peligra?
—Dejen de ser tan ridículos.
—¡Nos ha llamado ridículos, Hoseok hyung!
—¡Ridículos! Y eso que estamos tan felices por su felicidad ¡Aigoo! Los valores se pierden, Min, ¿Dónde ha quedado tu lealtad?
—¡¿Quieren callarse?! —Grito en un susurro —Seokjin está durmiendo, por amor a Cristo...
—¿Lo oyes, Jungkookie? No quiere despertar a su chico, ¡Min! Jamás pensé que fueras ese tipo de novio.
—Que no es mi-...espera, ¿Qué quieres decir con que no sería ese tipo de novio? ¡Yo soy un novio estupendo!
—Nunca has tenido un novio, hyung —replica mi hermano, haciendo énfasis en la o.
—Corrección, Jungkookie, nunca ha tenido novio hasta ahora —Masajeo mis sienes lo más lento que puedo mientras termino de lavar los platos que hemos utilizado y ellos están apoyados en la encimera hablando de mí justo frente mío. He suspirado más veces de las que puedo contar y me siento mareado de tantas veces que he volteado mi rostro hacia la sala para verificar que Jin no se lastime las manos mientras duerme.
—¿Saben qué? —Digo luego de la tercera mención de mi noviazgo probable con Seokjin —Pueden pensar lo que quieran, Jin es mi amigo y si fuera algo más no sería su problema. Solo les pido que no mencionen esto cerca de mi madre, ya saben lo que sucedió la última vez y no quiero que se repita.
La mirada de Kook se volvió arrepentida de inmediato.
—Hyung, tu sexualidad no debería ser un problema, no lo es para nosotros y no lo será para mamá.
—Eso no pareció aquella vez que-
—Min, debes dejarlo ir, ¿De acuerdo? —Hoseok luce enojado —Siempre he creído que tu asexualidad es solo un mecanismo de defensa frente a lo que pasó, pero debes dejarlo ir y permitirte vivir tu vida intima como te plazca.
—Y en dado caso que lo seas, hyung, no es un problema —mi hermano mira a Hoseok como si le recriminara su comentario anterior y este solo se encoje de hombros —Pero ¿Me permites decirte algo?
Suspiro, de nuevo, y una vez más y otra más porque esto es algo que se ha repetido innumerables veces y ya he dejado de sentir que mi intimidad me pertenece.
Ellos se preocupan por ti, Yoongi.
Asiento, y le digo que dispare, pero no sé si estoy preparado para lo que me va a decir.
—¿De verdad conoces a ese chico desde hace muchos años? Porque, hyung, jamás te había visto mirar a alguien o hablarle a alguien de esa manera, ni siquiera con Hoseok hyung y bueno, si afirmas que no son pareja, de verdad parece que por lo menos tienes alguna clase de sentimientos por él.
No puedo evitar reírme ante la hilaridad de la afirmación de mi hermano, pero él me mira muy serio.
¿Sentimientos? No han pasado veinticuatro horas de conocerlo.
¿Es así?
Entonces ¿De donde sale la confianza que siento? ¿La preocupación de hace un rato? ¿Y si Seokjin me miente? ¿Y si ya nos hemos conocido?
—¡¡Esperen!! —El grito de Hoseok me sobresalta y casi dejo caer el vaso de vidrio que he tenido en la mano todo este tiempo. Jungkook rueda los ojos y sé que el gesto lo ha aprendido de mí y lo sigo odiando. Mi hermano empuja a mi mejor amigo con el hombro antes de que este diga lo que quería decir —¡Respeta a tu hyung, niño!
—Debes dejar de gritar, hyung, Seokjin hyung está durmiendo ahora.
—Ah, ahora es tu hyung también ¿Debería estar celoso de ti, mocoso?
—Hoseok, ¿Qué ibas a decir? ¿Por qué gritas tanto? —Me está dando dolor de cabeza.
—Iba a decir que ya recuerdo de dónde se me hacía familiar el nombre de Seokjin. La primera vez que lo has mencionado dijiste Jin solamente y no había caído en cuenta, pero ya lo recuerdo.
El vaso cae, pero hay agua en el lavavajillas y eso evita que se parta.
—¿S-Sí?
—¡Sí! ¿Recuerdas Jungkook? ¡El amigo imaginario de Min se llamaba Seokjin! Entonces ¿No era un amigo imaginario después de todo? ¿Es ese mismo Seokjin?
★★★
Tengo ganas de escuchar de nuevo el álbum de Sinatra que Yoongi colocó más temprano en la mañana, pero también tengo curiosidad sobre un álbum casi nuevo que vi en el estante y cuya portada tiene estrellas en el fondo.
He aprendido sobre la expectación y han pasado solo 105,86 segundos desde que lo estoy pensando cuando me llegan los sonidos de la conversación que están manteniendo en la cocina.
No debería escuchar, pero he aprendido sobre la curiosidad y, como muchas de las experiencias humanas, es inevitable.
—¿Amigo imaginario? Nunca tuve uno —Escucho la voz de Yoongi bañada en incredulidad y siento mi pulso acelerarse de nuevo, haciendo que, involuntariamente, la única luz que queda en la sala titile.
Contrólalo Seokjin.
No escucho que se diga nada más y lo siguiente que sé es que siento una mano tibia a punto de rozar mi frente pero me volteo, como si aun estuviera durmiendo para evitar que suceda porque sé que no es Yoongi.
—Hyung —Susurra Jungkook y aguanto la respiración, quedándome muy quieto —¿Seokjin hyung? Sé que está despierto, creo que tiene fiebre.
Me remuevo un poco sin abrir mis ojos y sé que su rostro está muy cerca del mío. Conozco a Jungkook, sé muchas cosas de Jungkook y sé que, si el concepto de pureza es algo más que algo abstracto y subjetivo, la definición perfecta sería Jeon Jungkook, el medio hermano de Gi.
—¿Jungkookie? —murmuro como si acabara de despertarme —¿Está todo bien?
—Yo estoy bien hyung, pero parece que usted tiene fiebre.
Su tono es preocupado y sé que debería tranquilizarlo, decirle que no estoy enfermo, que mi piel es así, que mi energía es tan poderosa que sobrecalienta mi cuerpo, que siempre mi temperatura será mucho más elevada que la de un humano común y que por eso debo evitar que me toque porque podría lastimarlo igual como casi le sucede a Yoongi, que debo estar con muy poca energía en mi cuerpo o haberla expulsado para poder tener contacto físico.
Pero no lo hago, en lugar de eso le digo: —Estoy bien, Jungkookie, pero si te tranquiliza, me tomaré una pastilla para prevenir.
Quiero abrir mis ojos, pero tengo miedo de la reacción que podría tener otra persona al verlos, me preocupa que me señalen y conozco por primera vez lo que es el miedo al rechazo y no me gusta. Es curioso, sin embargo, que nunca lo sentí con Yoongi, incluso si sabía que corría mucho riesgo frente a él.
—Insisto en que debería ir al médico hyung —el tinte en el tono de voz de Jungkook es diferente pero no logro reconocerlo, él se separa y se sienta en la alfombra justo a los pies del mueble, quedando su rostro a la altura del mío. Aprovecho su distancia para sentarme en el sofá, pero me niego a mirar hacia él.
—Siento que quieres hacerme alguna pregunta ¿Cierto, Jungkookie? —sonrío, porque él se parece mucho a su hermano.
—Hyung está en la cocina con Hoseok hyung hablando sobre usted —murmura —les dije que vendría a velarlo porque realmente quisiera hablarle.
—Y supongo que lo que quieres decirme, ellos no lo pueden saber —sigo sonriendo, porque Jungkook tiene una energía tan fuerte y bonita, al igual que Yoongi, y eso hace que todo se sienta diferente.
—No me malinterprete hyung, no le diré nada malo, pero pensé que sería más fácil para usted hablar conmigo si ellos no estaban en la ecuación —frunzo el ceño.
—Entonces... adelante, Jungkookie, dime lo que te preocupa.
Oigo un suspiro y luego siento como se levanta y se sienta cerca de mí en el sofá, tengo que mantenerme concentrado para no retroceder porque no quiero que se haga ideas equivocadas.
—Creyó que no lo reconocería ¿Verdad? —susurra y el tono es tan diferente y drástico que me oprime, se oye con emoción, pero no puedo identificarlo —¿Cómo es siquiera posible, hyung? Usted no era real... usted solo aparecía en mis sueños, como un niño de mi edad, pero es usted, sé que es usted, y ¡no intente negarlo hyung!, yo... yo estaba mirando hacia el pasillo cuando usted salió, yo vi lo que pasó, hyung, por favor... míreme —aprieto mis manos y sé que las he hecho sangrar de nuevo por debajo de las vendas, pero el dolor físico es ajeno a mí ahora porque no se supone que esto sucedería.
Eso pasa cuando rompes las reglas del cielo, Seokjin.
Abro los ojos muy despacio mientras giro el rostro hacia su voz. Jungkook es solo un par de años menor que yo y ha sido una constante en la vida de Gi que conozco incluso más que a él. Kook es un libro abierto y vive cada cosa en su existencia con mucha intensidad, por eso no me sorprendo cuando he muevo mis párpados hacia arriba y él deja escapar el aire con los ojos cristalizados como si estuviese asustado.
—Vaya —susurra —si es usted... no olvidaría los ojos, jamás.
—Pensé que los humanos no podían recordar sus sueños de manera literal —murmuro de regreso —creí que solo quedaban remanentes inconscientes.
Jungkook suelta una risa con ojos humedecidos y se muerde el labio mientras niega con la cabeza, antes de que diga nada más lleva sus manos a sus ojos y los aprieta.
—Debo estar enloqueciendo, hyung, ¿Estoy soñando ahora? —niego — Entonces, todo lo que he visto en sueños desde hace años, todo lo que me ha contado... ¿Qué? ¿Es cierto? Eso es muy loco, hyung —Destapa su mirada y veo la profunda inquietud y el brillo de incertidumbre que los hace bailar sobre mi rostro y conozco por primera vez como se siente la culpa.
—L-Lo...lamento, Jungkookie —Él comienza a negar desesperadamente mientras sus ojos grandes me observan con extraña fascinación —Nunca debí aparecer cerca de ti, pero era la única forma que tenía de... de-
—De cuidar a hyung, yo- —sonríe, pero es una sonrisa rota —yo lo sé —Jungkook intenta tomar mis manos, pero las escondo y él niega, mirándome seriamente antes de colocar sus manos rotundamente por debajo de las mías, sin tocarlas realmente —Hyung... ¿Eres real? Te aparecías en mis sueños para que yo pudiera estar en el lugar indicado siempre... siempre justo antes de una crisis nerviosa, siempre antes de que hyung tomara alguna mala decisión, siempre antes de un ataque de pánico, siempre antes de la ansiedad y toda esa... esa mierda que hyung pasaba por el miedo, incluso si yo era mucho más pequeño para comprender qué pasaba o qué hacía.
Me duele, me duele, es mucho peor que el dolor físico, me asusta más que ver sangre que no sabía que poseía, me duele de una manera que la tierra no conoce.
—Jamás debí hacerte pasar por eso, Jungkook, yo, de verdad, de verdad, no debí haber roto esa regla, jamás debí hacer contacto, yo-
—Salvaste la vida de mi hermano, hyung, nos salvaste a ambos
—Pero-
—Me hiciste fuerte para sostenerlo a pesar de que no lo sepas ahora, y no tengo idea de por qué estás aquí, no tengo idea de por qué has aparecido ahora pero siempre creí en ti, siempre confié en ti y no tengo razón para no hacerlo ahora —sus manos rodean las mías hasta que puede pasar las yemas de sus dedos por encima de los míos haciendo contacto mínimo, logrando una pequeña corriente que le hace fruncir el ceño —Solo quiero que mi hermano sea feliz.
—Lo sé.
Y no sé qué más decir. Jungkook se ha secado los ojos y ahora sonríe con complicidad y sé que va a seguir hablando en cualquier momento.
—¿Sinceramente? Pensé que hyung te recordaría, incluso cuando Hoseok hyung ha mencionado a su amigo imaginario, pero no lo hizo.
Y no lo hará, pienso, pero no lo digo, porque no quiero que cuestione mis decisiones, cosa que jamás había considerado porque un ente de energía no tiene la capacidad de hacer eso. Mi consciencia es una cosa sin lugar y sin propósito, solo conociendo lo que debo conocer y nada más.
Yoongi no me recordará de la misma manera en que no recuerda sus ataques de ansiedad cuando los tiene. Es un mecanismo de defensa, es la única forma que encontré para protegerlo de daños más complicados, de poseer recuerdos dañados y envenenados.
Ahora Yoongi sabe manejarlo, pero no es fuerte, no es feliz.
—Jungkookie, nadie más puede saber de esto ¿De acuerdo? — Ya he roto demasiadas reglas, es lo que pienso, y sé que esta prórroga que el cielo me otorgó para estar aquí no será eterna, en algún momento mis sanciones me alcanzarán una vez termine mi labor y no sé cuándo será eso.
—Lo sé, no creo que al cielo le guste ¿cierto? —asiento
—Hay reglas y secretos que son necesarios para mantener el equilibrio
—¿Equilibrio, hyung? —se ríe, recostándose en el mueble y mirando hacia la cocina desde donde se oyen las risas de Yoongi y Hoseok —Tenía entendido que el universo es puro caos, tu vienes de allí, ¿no?
Sonrío.
—¿Me ayudarás, Kook? A mantenernos en secreto y todo eso, es claro que tu hermano tendrá que saber que sabes de mí, pero ya se me ocurrirá una manera de decírselo sin mentirle, pero sin contarle la verdad tampoco.
—No tengo idea de cómo piensas hacer eso, pero, por supuesto, ¿Sabes? Has sido mi amigo mucho antes de serlo de mi hermano, tengo derecho de antigüedad... eres el Hoseok de mi Yoongi —Asiento y me río, Jungkook es bueno —Mientras, podemos conseguirte lentillas o algo.
Hay algo que he aprendido y es que puedo mentir y guardar secretos, que puedo lastimarme y lastimar a otros y por primera vez desde que estoy aquí comienzo a tenerle miedo a mi humanidad.
He aprendido, como cuando intenté probar el jarabe para la tos pensando que sería dulce, que muchos remedios pueden ser contraproducentes.
—Bueno, pero se supone que lo velarías, no lo despertarías, mocoso—cierro mis ojos de inmediato cuando escucho la voz de Hoseok.
Él me agrada, aunque no entiendo mucho de lo que me ha dicho esta noche. Habló cosas sobre "la sexualidad" y cuidados que no puedo registrar porque, supongo, es conocimiento que no estaba predestinado a necesitar y, por ende, no tenía idea de ello.
—No me ha despertado, realmente, ya estaba despierto, ha sido amable al acompañarme.
—Oh, eres del tipo dulce ¿Cierto? Eso es lindo —da una risita contagiosa antes de sentarse en el mueble individual que está a un costado de donde estoy, puedo sentirlo y sentir su mirada sobre mí, pero esta vez es diferente, no hay hostilidad en el ambiente y toda el aura densa de hace unas horas se ha desvanecido —espero sinceramente que los comentarios que puedan llegar a escuchar en la calle no los haga retroceder.
—¿Retroceder?
—Sí, ya sabes, con lo que sea que estén construyendo entre ustedes —no comprendo nada de lo que dice y eso comienza a ponerme nervioso. No puedo ponerme nervioso porque es una respuesta que no sé controlar aún —Yoongi me ha dicho que eres de la capital y no sé cómo sean las cosas en las ciudades grandes, pero esta es casi una provincia en cuestión de cultura, aquí la gente no tiene la mente tan abierta... claro, tampoco merecen esconderse solo por eso.
No entiendo y me asusta, pero no me asusta el no entender sino la connotación de sus palabras. ¿Estamos haciendo cosas malas? ¿Qué clase de cosas que molestarían a otra gente? ¿Es porque finjo mi ceguera?
—¡hyung no lo asustes! Yoongi hyung ya nos dijo que no tenían nada y yo le creo.
—Somos a-amigos
—En todo caso —insiste y puedo oír la sonrisa en su voz —tienen nuestro apoyo, ya sabes, eres agradable y haces que sonría mucho más de lo que logramos nosotros así que tienes mi total apoyo. Si alguien les dice algo, lo acusas conmigo, niño, yo te defenderé si Min no lo hace adecuadamente.
Nervios, nervios, tengo nervios y creo que entonces he hecho algo malo sin saberlo. ¿Estoy metiendo en problemas a Gi?
—¡Jin! —Yoongi ha salido de la cocina y no sé qué está haciendo o cual es la expresión de su rostro, pero sé que está tenso, las olas de energía que llegan a mí son más intensas que antes — ¿¡Tus manos sangran otra vez!? Tsk, ¿Por qué no me habían dicho? Iré por vendas nuevas para ti —y así como así, he dejado de estar nervioso.
Así como así, sonrío.
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