Entre estrellas y sueños

En la noche estrellada, ella se encuentra, una chica perdida en su mente absorta contempla el universo, su vasta marea y en cada estrella el destino se reporta.

Se pregunta si el destino es un hilo invisible, que teje nuestras vidas con sutileza, si cada paso dado es inevitable o si hay margen para cambiar la imagen impresa.

Observa las señales que el camino le envía, los encuentros foituitos y las casualidades, se sumerge en las certidumbres del día a día, buscando respuestas en las profundidades;

¿Será el destino un rumbo inalterable, o una danza eterna de posibilidades?

¿Está escrito en piedra o es maleable? dependiendo de nuestras elecciones y voluntades.

En cada suspiro, en cada pensamiento, ella se adentra en la reflexión profunda buscando entender el propósito del viento y descifrar las elecciones que el destino abunda.

Pero talvez, en su indagación constante encuentre que el destino no está solo en lo externo, sino es su propio ser, en su anhelo brisote, en cada elección que hace y en cada sueño interno.

El destino es una melodía que se compone con cada paso sincero.