Tzuyu paseaba entre toda su galería, la mayoría de personas estaban saliendo, su respiración era tan tranquila al igual que sus pasos para apreciar una y otra vez su arte.

Tenía una inconformidad muy grande sabiendo y no sabiendo la razón del sentimiento sabia que lo único que le faltaba era Sana.

Llegó casi al final de la exposición donde su último cuadro eran muchos manchones rojos al no saber como representar su dolor, solo tomo un pincel para trazar miles de grietas que representaban el estado de su alma, hecha pedazos.

Era fácil mostrar en una pintura un sentimiento de felicidad debe ser colorido y precioso como lo era la primavera.

Tan pura como el agua, consolando el dolor de cualquiera solo con mostrar su belleza, Tzuyu sabía que la primavera representaba ese sentimiento de calidez para ella.

Muy al contrario mostrar el dolor en el arte parte el alma en pedazos, esta mezclando lo que más ama, como una manera de desahogo como un respiro en una noche lluviosa, era tratar de darle forma a su dolor, era imposible ¿No?

Necesitaba encontrar un camino, necesitaba volver a Sana, ya lo había entendido ahora volvía a ser la misma de antes solo para tratar de encontrar un camino que la guiara hacia Sana, quizás entre tantas noches solo llorar no le iba traer a su vida devuelta pero si iba reflexionando del por qué lo perdió. Suspirando dio una vuelta para volver a la entrada del museo, alzando su cabeza, cuando alzo su cabeza miles de sentimientos reprimidos cayeron en lágrimas buscando una salida de la inmensa cárcel del dolor y la soledad.

Entre toda su visión borrosa, la vio, Sana estaba frente a ella dio un paso para retroceder sin poder creerlo, el estaba frente a ella, tan hermosa como siempre, tan pura como la llegada de la primera, ahí estaba dándole la oportunidad de verla.

── Tzu ──La voz de Sana salió desde su corazón, sus ojos se cristalizaron pero su sonrisa no fue borrada.

Tzuyu no respondió solo dio media vuelta para tratar de controlar su respiración, su corazón casi movió todo su cuerpo.

── Tzuyu ──Llamó acercandose a ella, colocando una mano en el hombro de la más alta.

El tacto de Sana la hizo sentir aquella sensación en su vientre, lo que sentía como algo nuevo y hermoso, antes era con lo que estaba tan cercano, eran casi uno solo, ahora se sentía tan lejano.

── Sana ──Dijo aún con rezagos de sus sollozos dando varios parpadeos donde sus pestañas se sentían empapadas.

Quizás el silencio era la mejor respuesta a ese llamado que casi parecía venir de un sueño pero al final necesitaba hablar todo lo que reprimió por tanto tiempo, necesitaba hacerle frente a Sana.

Con cuidado de no ser muy brusca se movió para quedar cara a cara con la mayor, tomando su mano de su hombro antes de hacer otro movimiento que pareciera mal, busco la aprobación de Sana.

Ella lo entendió, después de todo su conexión seguía como una flor recién salida de la primavera, reluciéndo sus pétalos con una belleza inmensa, lista para cumplir su deber.

── Te extrañé tanto ──Tomó la mano de Sana alzándola hasta su cara donde la mayor tocó su mejilla, acariando levemente ante un suspiro de satisfacción de parte de Tzuyu, cerró los ojos disfrutando el tacto de la suave y cálida mano de Sana, extrañaba su toque.

── Mi Tzuyu ──Susurró.

── Que placer ver a un ángel como tú ──Abrió sus ojos conectando miradas con Sana, quien movió su cabeza avergonzada con un leve rubor acompañando sus mejillas.

La calidez que emanaba las manos de Sana era lo más reconfortante que pudo haber pedido Tzuyu, sin evitarlo sonrió acomodando la mano de la mayor para sentir mejor su tacto.

── Sé que no tengo derecho a decir esto pero permíteme mostrarte por qué te enamoraste de mí, sé de memoria cómo saben tus besos pero permite que los vuelva a probar, se que podemos volver a intentarlo.

── Tzuyu, tengo miedo que vuelvas a cambiar al igual que ahora ──Sus ojos mostraron la llegada de las lágrimas, su nariz se torno roja al intento de reprimir el llanto.

── Sigo siendo la misma.

── Pero renunciaste ──Quitó su mano con extremo cuidado de no ser brusca, Tzuyu acarició su mano antes de soltarla.

── Sí, lo hice, renuncie porque me di cuenta de todo lo que perdí por culpa de quitarle el amor, tengo que darme un descanso, un descanso que debí darme hace mucho para llenarte de amor, lo siento mi amor llegué muy poco tarde, discúlpame por pederme cada una de tus competencias, discúlpame por no apoyarte en tu sueño.

Lágrimas brotaron de Sana, no aguantando y abrazó a Tzuyu por encima de los hombros, sintió como ésta quedó inmóvil antes de abrazarla por la cintura, ambas se hundieron en un abrazo, se sintió tan correcto como volver a tu hogar luego de un día lluvioso fuera de él.

Era impresionante como dos almas que poseían un gran amor por la otra se unían en un gesto tan simple como un abrazo.

── No puedo Tzuyu, no puedo vivir sin ti, me siento una exagerada por terminar contigo, siento que-

── No Sana, no fuiste un exagerado por poner tus sentimientos por delante déjame recompensar todo el tiempo que perdimos dame otra oportunidad para desmotrarte lo que ya sabes que te amo.

Sana hundió su cara en el cuello de Tzuyu, extrañando tanto su aroma como su cuerpo sintiendo la calidad emanar de ella, se sentía tan cómoda.

── Volvamos a intentarlo, no dejemos convertir esta primera en noches de lluvia ──Dijo mientras alzaba su mano para acariciar el castaño cabello de Sana.

Hay momentos en la vida donde para tomar una decision solo hay que tomar un momento para sí solo, donde sólo pienses en todo y si la otra persona es correcta para tu vida, toma todo tu tiempo para pensar en la felicidad, si hay alguien que te hace feliz o si simplemente te hace daño.

Sana sabe eso con perfección estuvo noches de desvelo pensando lo mejor para su relación y para sí misma.

── Hay que darnos una oportunidad de volver a enamorarnos ──Tzuyu se separó de golpe de Sana al escucharla.

La miró a los ojos para verificar una y otra vez si había escuchado perfectamente, fue tan inevitable como la primavera, emboscó una enorme sonrisa mostrando su emoción y felicidad, sus ojos brillaron como estrellas en una noche despejada.

── Si pudiera morir ahora mismo lo haría de la mejor manera, sabiendo que me estás dando otra oportunidad ──Le dijo haciendo que Sana ría un poco por la comparación.

── Tonta, tienes mucho talento para pintar pero no para decirme cosas lindas ──Rió.

── Te amo tanto como para dejarte sin primavera.

── Yo te amo más que a mi vida ──Le respondió con una bella sonrisa decorando su cara que fue correspondida por Sana.

Luego de un momento de crisis lo mejor es hablar con el corazón pero también hay tomar con calma todo, al estar alejadas tomaron una decisión.

La decisión fue estar juntas por su gran  amor, porque después del invierno llega la primavera.

Fin.