JiMin, Park JiMin, su sólo nombre era perfecto, todo en él lo era, hermoso, lindo, tierno y con una sonrisa que podía quitarle el aliento a cualquiera. No podía dejar de mirarlo, era hipnótico. Su cabello oscuro siempre bien peinado, ligeramente largo, vestía ropa a la moda, era amado por todos, un genio en matemáticas y buen bailarín, había presentado un acto en el concurso de talento de la escuela, con un baile contemporáneo que se había quedado guardado en su mente durante meses, su voz era dulce, su risa aún más, cuando sonreía sus ojos se cerraban creando un par de medias lunas, era perfecto.

No podía dejar de mirarlo, entonces su amigo Mingyu hacía burla sobre él. Taehyung comprendía que sus compañeros pensaran que era extraño, no le gustaba las cosas que los demás idolatraban, siempre estaba en su mundo, pero, al parecer eso era una forma de ir en contra de lo que los demás dictaban, y era blanco de burlas desde niño.

—Le vas a hacer un hoyo si lo sigues viendo—dijo Mingyu con una sonrisa.

Era su único amigo, aunque a veces no se juntaba con él, porque en los descansos porque se reunía con sus compañeros de equipo de baloncesto, con personas más normales. Aún así agradecía que fuera tan amable.

—Se ve tan lindo hoy, creo que se aclaró el cabello, es castaño más claro, sí, eso es.

—¿Nunca has pensado que lo mejor es acercarte?

—¿A Jimin? No, estás loco, jamás, moriría de la vergüenza.

—Jimin es muy amable, a diferencia de los tipos con los que se junta, yo creo que sí le hablas se portará bien.

—¿Hablarle a Jimin? No, imposible, el sólo pensarlo hace que me tiemblen las piernas ¿Y si cree que soy raro?

—Eso ya lo cree todo el mundo, deberías intentarlo, con algo simple, sólo dile hola.

—Hola—susurró—. ¡¿Decirle hola a Park Jimin?! Estás loco.

—No seas dramático, no pasa nada.

—¡Es Park Jimin!

—¿Y qué? Piensa que soy yo.

—Tú no eres Park Jimin—dijo con una mueca.

—No me refiero a eso, digo que trata de imaginar que soy yo, o alguien a quien le tengas confianza, así no será tan malo.

Taehyung lo pensó unos momentos, para él, lo que Mingyu decía no tenía sentido alguno, sin embargo, estaba algo cansado de ver a Jimin de lejos.

—Bueno, después me cuentas qué decidiste, nos vemos después.

—Adiós—dijo con una sonrisa.

Jimin seguía en su mente cuando las clases comenzaron de nuevo, sentado en su pupitre, tomó una enorme bocanada de aire, apretó los puños y se levantó, Jimin estaba adelante, él siempre se sentaba atrás, caminó inseguro, lo bueno es que a nadie le importaba realmente lo que hacía, se posicionó frente a Jimin y se quedó en blanco cuando esté subió la mirada y le observó confundido.

—¿Hola? —dijo al sonreír.

Una cosa era mirar la sonrisa de Jimin de lejos, pero otra muy diferente era estar tan cerca de ella, quedó hipnotizado, completamente en blanco, sus emociones no lo dejaban pensar. Se le quedó mirando fijamente, antes de regresar a su asiento con el rostro en blanco, sin expresión, algunos de sus compañeros le observaron y se rieron. Pegó la cabeza al pupitre y suspiró. Aquello era más difícil de lo que pensaba. Estaba perdido.

—Espera... deja... de... besarme.

Namjoon se separó de Yoongi, quien se volvió hacia Taehyung, este estaba haciendo la tarea en el piso de la sala, con la cabeza pegada al libro, no estaba leyendo, simplemente se golpeaba ligeramente con él.

—Tae, lindo ¿Pasa algo?

Taehyung elevó la vista mirando al novio de su hermano, Yoongi era frío, pero con él siempre fue tierno, su hermano era un caso completamente diferente, un desastre, se preguntaba cómo es que ellos habían terminado juntos siendo tan diferentes.

—Si, todo bien.

—Algo ocultas ¿Qué sucedió?

—¿Te molestaron de nuevo? —preguntó Namjoon con la mirada fija en su hermano—. Dime para romperles la cara.

—No, nadie me molestó, bueno, no tanto, lo normal—suspiró triste—. ¿Cómo supieron que se gustaban? ¿Quien dió el primer paso?

Yoongi chasqueo la lengua. —Nos conocimos en un bar, en la bienvenida de la facultad, nos enredamos ebrios en el baño, después, este zopenco no dejo de seguirme a todas partes. Supongo que ambos dimos el paso ¿Por qué? ¿Te gusta alguien?

—¿Gustar? No, yo lo amo, es tan increíble, tan apuesto, es el mejor, pero...yo...bueno, sólo puedo mirar de lejos.

—¿Por qué? ¿No es gay?

—Ha salido con un par de chicos, así que no es eso, es que soy yo.

—¿Y eso qué tiene que ver? —Yoongi elevó una ceja.

—Yo soy raro, soy tonto, pero Jimin es asombroso, jamás me hablaría, además, soy un tonto cuando estoy cerca de él.

—Oye deberías de intentarlo—bufó Namjoon—. Acercarse no hace daño, lo peor que puede pasar es que sea un grosero y no te conteste.

—Namjoon tiene razón, tal vez sería buena idea que te acercarás a él, que hablarán, hasta podrías invitarlo a una cita.

—Si Tae, eres un gran chico, no te derrotes antes de tiempo.

Taehyung lo pensó, realmente lo pensó mucho, toda la noche a decir verdad, estaba pensando tan fuerte que su cabeza dolía por la mañana, ¿Podía acercarse a Jimin? ¿Podría siquiera hablarle? ¿Podía invitarlo a salir? La sola idea hacía que su corazón palpitara con mucha fuerza, que sus manos temblaran al igual que sus piernas y que su frente sudara. No podía controlar sus reacciones estando a su lado.

Lo pensó en toda las clases, mirándolo de lejos, sin poder hacer mover a sus piernas, lo pensó en el almuerzo, lo pensó tanto que creía que ya tenía la forma de hacerlo, por eso a la salida de la escuela se acercó al grupo de amigos que siempre le habían intimidado. No los conocía, pero eran los chicos geniales del instituto.

SeokJin era perfecto, en todo, cualquiera caía por su belleza, eso había hecho que obtuviera cualquier cosa que deseara. Siempre estaba al lado de Hoseok un chico alegre y vivaz y de JungKook el estudiante modelo, alguien que podía hacer cualquier cosa y lograr éxito.

Jihoon a quien nunca veía hablar, pero era el primero en la clase y JeongHan, un excéntrico chico que tenía una lengua filosa, siempre tenía algo qué decir y a veces no era muy amable.

Ellos estaban sentados bajo los árboles riendo, Jimin se hallaba leyendo un libro mientras que comía golosinas, se veía increíble, como todos los días. Brillaba a sus ojos.

Se acercó, sus piernas temblaban, se sentía extraño, no podía con la maraña en sus entrañas, estaba tan nervioso que por unos segundos pensó que podía vomitar.

—J..Ji..Ji...—no podía hacer más que balbucear, se golpeaba mentalmente por eso.

—Se llama Jimin—dijo Jin con una sonrisa amable, eso le ocasionó más vergüenza.

Sus mejillas se encendieron, al tiempo que Jimin se ponía de pie.

—¿Sucede algo Taehyung? —preguntó con una sonrisa amable, la sonrisa más hermosa que había visto. Eso le dió un poco de valor.

—Yo...quiero hablar contigo.

—Muy bien—dijo caminando.

Se sentaron en una banca cercana, Jimin le miró curioso, pero Taehyung ni siquiera podía verlo a los ojos, estaba muy nervioso.

—¿Sucede algo?

—Yo...quiero...preguntarte algo.

—Claro, dime.

Taehyung le miró con esperanza, no esperaba mucho, pero al menos quería intentarlo, tomó una enorme bocanada de aire, armandose de valor.

—Jimin ¿Tendrías una cita...conmigo?

Y lo dijo, las palabras que jamás pensó decir salieron de su boca, de repente el nudo en su estómago se apretó aún más, jalando sus entrañas, vomitaria o lloraría debido a la presión. Jamás se había expuesto a una humillación por sí mismo, no tenía sentido que Jimin aceptará, menos siendo él, pero, al menos esperaba que no fuera cruel. Le miró por mucho tiempo, tratando de descifrar la expresión en el rostro de Jimin.

—Yo....sí, tendré una cita contigo.

—¿Qué? —preguntó pasmado, no estaba preparado para esa respuesta.

—Dije que saldré contigo.

—¿De verdad?

—Sí—lucia confundido

Lo estás arruinando Taehyung. Se dijo mentalmente.

—¿Estás seguro que quieres salir conmigo en una cita?

—¿Esperabas que dijera que no?

—No, pero, no pensé que llegaría tan lejos, ahora no sé qué hacer.

Jimin rio por lo bajo. —Oh, bueno, puedo darte mi número, me puedes mandar un mensaje cuando hayas pensado lo de la cita. ¿Te parece bien?

Asintió frenético. —Yo...puedes darme tu número, por favor hazlo. No te molestaré, sólo mandaré el mensaje.

—Dame tu celular, guardaré mi número—Jimin extendió la mano, Taehyung sacó el celular de forma torpe, se lo tendió, no podía creer que Jimin estaba tocando su teléfono con sus pequeñas y preciosas manos, iba a morir—. Ya está, listo. Avísame con tiempo, para despejar el día.

—Claro, lo haré.

Jimin se levantó, y él hizo lo mismo, sus manos temblaban, trataba de no tirar su teléfono, ahí tenía el número de Park Jimin, tenía que cuidarlo muy bien.

—Ji...Jimin, gracias por aceptar salir conmigo en una cita, muchas gracias.

—Gracias a ti por invitarme, nos vemos después—Jimin le regaló una sonrisa hermosa.

Jimin era precioso, tan hermoso y ahora tendría una cita con él, era momento de perder la cabeza.

Jimin

Hola Jimin, soy yo, Taehyung.
Espero no molestarte.
Yo, quería preguntar si tienes tiempo este viernes a las 5pm
Si no lo tienes, será el día que puedas. 🥺

Hola Taehyung, claro, ese día está bien, nos vemos. ⭐

Soltó un suspiro, bien, ya tenía todo, menos un plan, ¿A dónde debería llevarlo? Era momento de perder la cabeza. Pero, ¡Iba a tener una cita con Park Jimin!

Se me había olvidado que tenía está historia 💜

💛💚💛