Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi segunda visita

Al poco que mi mamá se había retirado del lugar, empecé a hablar con Penny sobre mi acuerdo con mi mamá. Ante eso, Penny se mostró algo incrédula. No se mostraba convencida, y para ser sincera, eso me inquietó un poco. Pero mientras me distraía dibujando el florero que estaba en medio del mostrador, o tratando de hacer el retrato de una persona, mis inquietudes se hacían cada vez menores.

Me había enfocado tanto tiempo en dibujar o distraerme, que me había olvidado de la noción del tiempo y que ya era la hora de que ellos entraran.

Cuando los vi pasar por la puerta automática dirigiéndose a la habitación de la guardería a través del corredor, me levanté para seguirles el paso. Cuando llegué a la abertura en el mostrador que da al corredor, Penny me habló desde su silla giratoria, y luego se me acercó sobre las cuatro ruedas que la suspendían.

—¿A dónde crees que vas niñita? —me preguntó.

Me puse confundida cuando me respondió de esa manera, pero al final resultó bromear conmigo y me dejó salir del vestíbulo.

Me dirigí a la guardería. Cuando llegué, apenas se estaban acomodando en el lugar, lanzando sus mochilas a los rincones del aula o sobre algunos de los sillones poof coloridos que están junto a la ventana.

Estaban preparándose para ver quién se encargaría de los niños. Así que todos (incluyendo a Christie, por más increíble que pareciese) se acercaron formando un círculo. Todos extendieron un brazo hacia el centro y empezaron a mover su puño de arriba hacia abajo.

La primera vez, nada. La segunda, lo mismo. La tercera, los resultados fueron los siguientes:

Ryan: Tijeras
Blake: Papel
Max: Piedra
Tristan: Piedra
Christie: Papel

Ryan perdía dos veces contra Max y Tristan. Ambos perdían dos veces contra Blake y Christie. Por último, Blake y Christie solamente perdieron una vez cada una por Ryan. Igual que la última vez, las chicas se habían salvado de hacer el trabajo.

Max y Tristan empezaron a quejarse, pero Ryan se quedó en silencio. No mostraba si estaba inconforme por los resultados; solamente se limitó a pintar una sonrisa y a ponerse bien ante los demás.

No sabía lo hizo por quedar bien con las chicas; o por mostrarse un poco más maduro que sus otros dos compañeros; o si tal vez, lo había hecho para hacerse ver bien conmigo. Era una suposición absurda, pero me gusta pensar que fue por eso.

Al poco tiempo de que habían terminado su forma “pareja y justa” para decidir, todos se volvieron hacia donde estaba yo. No habían reparado en mi presencia; excepto Ryan pues, el era el único que miraba hacia el corredor que daba al pasillo.

Los saludé a todos de forma amistosa y la mayoría me respondió el saludo, y no hace falta mencionar quién no fue la persona que correspondió mi saludo (Christie).

Al igual que el día de ayer, me quedé para ayudarles en su duro y complicado trabajo de cuidar a unos niños. Los pusimos a jugar a las sillas musicales. A las serpientes y escaleras. A cantar canciones en grupo. Al Pictionary en un grupo. Muchas cosas de ese tipo.

Seguimos con ese juego hasta la hora del almuerzo de los chicos, que fue a las 12 del día. Dijeron que iban a ir a un café cerca del edificio.

Eso se me hizo extraño pues no tenía ni idea de que hubiera un café por ahí.

Yo iba a esperar de nuevo en el vestíbulo hasta que ellos regresaran; pero antes de que todos salieran del aula de la guardería, Ryan se detuvo y me invitó a que fuera con ellos.

Me sentí tentada a aceptar su ofrecimiento, por desgracia sabía que Penny no me iba a dar permiso; además de que, no tenía dinero. Pero de todas las razones por las que podía decir que no, la única y que era la más comprensible de todas fue la siguiente: no era el momento.

Apenas y estaba entrando en el terreno de su grupo. No había establecido una amistad con alguno de ellos. Primero tenía que adentrarme lo suficiente en el mundo de cada uno como para sentir la confianza de poder estar con ellos en cualquier momento, y no sólo cuando fueran al centro de salud para cumplir con sus deberes cívicos o sociales. Y sobre si debía aceptar o no, de eso no me quedó ninguna duda cuando Christie empezó a protestar con el grupo por la repentina propuesta que me había hecho su amigo.

En ese momento, confirmé que para Christie no le importaba ni un pinche pepino lo que opinaran sus amigos sobre mí, ella solamente deseaba que me fuera y dejara de estar con ellos.

Cuando les dije que no podía ir, todos salieron del aula algo decepcionados por mi respuesta. Y unos cuantos segundos después de haber salido, me asomé al corredor y empecé a escuchar cómo los demás empezaron a decirle a Christie que lo que hizo fue algo imprudente, innecesario y descortés.

Luego de eso, me fui del aula esperando olvidar el hecho de que por mi culpa, los amigos de Christie le habían reclamado y que, seguramente Christie ganaría más rencor contra mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro