Un poco lejos
_Vives un poco lejos del pueblo.
_Si, pero me gusta. Me siento bien.
_Wow, este bosque es hermoso. Me imagino la vista desde tu cabaña. Y más cuando llueve.
_Tu lo dices y no lo sabes. Además, hace bastante frío.
_¿Te digo algo Gabriel?.
_¿Qué?.
_Eres muy blanco, la luz del sol te hace brillar, mis ojos no pueden con tu piel.
_Me eche a reír, y le contesté:
_No puedes hablar, mírate a ti. Estás rojo. Te diré niña. Ajajajajajaja.
_Si te atreves te mat... Wow, ¿esta es tu cabaña?.
_SI, te dije que te iba a gustar. Entremos.
_(El interior aún es más lindo), pensó.
_Subamos a mi cuarto. _Bien.
_Ahora cuéntame cómo te sientes.
_No, me contestó bruscamente. Sabía que ibas hacer esto, y aunque vi que estabas mintiendo te traje a mi casa. Da igual no importa, ya sabes donde vivo. Puedes venir cuando sientas que tienes que venir.
_Gabriel, te contaré una historia la próxima vez que vuelva. Mi corazón se terminó de desboronarse en ese momento. Se me hizo un nudo en la garganta. No podía hablar. Entré al baño y intenté tragarlo, pero cuando lo hice, mi corazón ya no era un corazón. Su palabra lo destrozó.
_Oye, ¿estás bien?, pregunto mientras observaba el bosque desde mi cabaña. ...Si, ahora salgo.
_¿De que me contarás la historia?, le pregunté con mis dedos que rodeaban mi cuello.
_Ya veras. Pero primero yo te preguntaré algunas cosas.
_¿Como cuales?.
_Por el amor de Dios cállate.
_(Y de nuevo esta de lunático).
_Me iré, fue un gusto conocer tu hermoso hogar. Lástima que yo no tengo ninguno.
_¿Qué?, espera, no te vallas. Enmanuel oye. Enmanuel.
_Se fue corriendo y por más que lo persiguiera no lo encontraba ni veía. Vuelvo a la casa y pensé en lo que dijo... "Lastima que yo no tengo ninguno". ¿Pero donde dormirá?.
_Bueno, solo tengo que volverlo a ver y preguntarle algunas cosas. ...
_¡¡PUN!!, ¡¡PUN!!...
_¿Quién estará tocando la puerta tan fuerte?, no será el.
_¿Ah?, ¿ TÍO?, ¿no que venía en dos días?.
_ cállate y termina de abrir la puerta. Dijo con una voz gruesa.
_Yo le abro la puerta si me da el gusto. No si usted me lo pide.
_Abre la puerta Gabriel.
_Le conteste que no.
_Empujó la puerta, haciendo que mi rostros chocara con la esquina de la puerta. Mi nariz empezó a sangrar. Entro y estaba tirado en el piso.
_Sentía que mi vida acabaría en ese momento, al verlo tan alto y yo tan bajo, sin ninguna oportunidad.
_Se agachó y apretó mis hombros fuertemente... A quien crees que le hablas así, me grito bruscamente.
_Yo escupí su asqueroso rostro. El se alteró y me dijo escoria. Me dio varios puñetazos en mi rostro.
_Estaba sangrando bastante.
_¡¡¡ERES UNA MIERDA!!!, ¡¡¡RESPETA A TU TÍO. RATA ASQUEROSA!!!, me gritaba mientras me pateaba la espalda y el estómago. No tenía oportunidad contra el. El portazo en mi rostro me debilitó bastante. Mi mente estaba en blanco.
Sostuvo mi cuello y me escupió mi rostro.
_Te ves hermoso con toda esa sangre, si quieres te puedo enviar con tu abuela ahora mismo. No puedo mentir de qué fue una gran mujer. Hermosa, pocas o mejor dicho. Nadie como ella. Ella lo tenía todo pero su familia la desprecio, la odio y la maltrato. En sus ojos azules como el mar se veía el sufrimiento. Pero tú madre, su hija... es una perra y lo sabes. Solo quiere el dinero. Y tú eres igual a ella. Un niño que solo piensa en si mismo. ¿Crees que si te mato ahora a ella le importará?.
_Tosía mientras abrazaba mi estómago y veía el piso lleno de mi sangre, no quería morir. Conocí a alguien que me hace sentir vivo. Y me dijo que me contaría una historia cuando me vuelva a ver. No, no, no. ¿Por qué me sucede esto?. Tengo problemas de ira. Todo el tiempo lo supe. Pero no lo voy a respetar ni en la otra maldita vida. Decía en voz baja. Pero el no escuchaba lo que decía. Solo gritaba; y gritaba por su asquerosa boca.
¿Qué es lo que murmurarás?, contesta mi pregunta. ¿Si te mato, crees que tú madre se preocuparía?...
_Estaba quedando inconsciente. Tantos golpes. Ya ni siquiera puedo escuchar bien. Solo me queda... Tosía y tosía, y más sangre salía de mis golpes. No tenía fuerzas.
_Mira este bate que tengo en mis manos. Tu lección no es suficiente. Te falta entender quien es el que manda.
_Me dio un gran batazo en el brazo derecho y grite fuerte. Pero aunque gritara nadie podía escucharme. (Enmanuel ayúdame, quiero escuchar tu historia). Pensé.
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