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Único Capítulo

La noche de Diciembre sobre Buenos Aires, con pocas semanas antes de la llegada de las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, se vieron truncadas cuando las calles del Microcentro Porteño fueron el escenario de un feroz tiroteo que terminó con la muerte de un Oficial de la "Policía Federal" y un hombre gordo que había traído sandía a la fiesta que Ricardo Riganti había organizado en la casona que debía cuidar para Clara, su prima, evitando que la ocupara, ilegalmente, otras personas. 

Los periódicos se hicieron eco y un "festín", un frenesí de puro donde no faltaron las fotos más grotescas, horribles, donde aparecía la calle de aquella zona salpicada de sangre, al igual que los caídos. Una locura. Una investigación que llevó a cabo la Policía para dar con Miguel, responsable de lo ocurrido pero que, aprovechando todo el caos y demás, consiguió darse a la fuga, abandonando a Ricardo, no sin antes darle un arma que, más tarde, se dio cuenta que estaba sin municiones y que le había pedido que montara guardia con el fin de ver si las Policía estaba detrás suyo. Fue también tarde cuando se encontró, en aquel periódico de Peralta, de todo lo ocurrido y había unido todas las piezas del "Rompecabezas", llevando a que se escapara de allí para reunirse, más adelante, con "El Pollo", "El Chiqui" y Walter, haciendo las paces por su caída desproporcionada que había atravesado en aquel momento.

Ahora, hallándose en un bar, tomando una cerveza que le había servido, el joven observaba la televisión, justo en el canal de las noticias, donde se hallaba una periodista y atrás suyo estaban las patrullas junto a las ambulancias que llevaban, en sus camillas, los cuerpos de dos caídos, envueltos en sábanas negras para ir a la Morgue y con ello se oía lo que ella decía.

- "La Policía está investigando un misterioso tiroteo que se cobró la vida de dos personas. Hasta el momento y gracias a las Fuerzas del Orden y el testimonio de los vecinos del bloque de edificios, nos han informado de que los nombres de los abatidos son "El Negro" Pablo y su amigo, al que apodaban "El Mulo". - Transmitía aquella periodista desde la entrada al "Docke" cuando el que estaba escuchando todo casi se atragantaba con la cerveza que estaba bebiendo. Tosió, tragó, volvió a toser y de ahí tomó aire para oír mejor lo que ella decía. Necesitaba una atmósfera limpia y serena.

- "¡¿Ricardo?!".- Se preguntó, asombrado, ya que conocía, muy bien, que "El Negro" Pablo era alguien de temer pero ¿si lo había hecho aquel al que había entrenado en las artes del robo y el uso de armas de fuego?. No quiso perder más tiempo, quizás había llamado la atención del dueño del bar y los clientes, por lo que pagó, dejó una propina y salió de allí, dirigiéndose hacia la casona.

Le llevó un tiempo, ya que la Policía seguía tras sus pasos pero, al alcanzar su objetivo, se topó con un auto que jamás había visto, estacionado allí y de ahí emergía, desde el interior, a toda prisa, "El Chiqui", quien abría la puerta, se metía adentro, justo en la zona del umbral y de ahí salían Walter y Sergio con Ricardo en brazos.

- ¡Richard, Richard!.- Gritaba el huérfano de la calle al verlo en ese estado. Por lo que Miguel pudo ver, notó que estaba herido, tenía su remera empapada de sangre y cuando quiso dirigirse hacia el interior del inmueble, tuvo que darse la vuelta, ya que podía ser una mala decisión y más con el odio que le tenía "El Pollo" a él por lo ocurrido con su amigo.

Sintió bronca, dolor en su interior pero tuvo que tragarse aquello, darse la vuelta y desaparecer, en medio de la noche, para dirigirse hacia un sitio donde no lo reconocieran, por un tiempo.

El tiempo fue pasando, la muerte de Ricardo Riganti fue un duro golpe para todos ellos, quienes se vieron sacudidos, en especial para su hermana menor y amigos, quienes tuvieron que sufrir, en carne propia, como la vida se le escapaba de las manos hasta caer en las manos de la Muerte. 

¿Qué se puede hacer en momentos en los que todo está por caerse a pedazos?. Muchos se desplomarían del dolor, dándose cuenta de que, todo por lo que lucharon, terminó hundiéndose por completo hasta desaparecer. Miguel, por su parte, había ido, después de permanecer un buen tiempo en las sombras, en un "exilio", a visitar la tumba de Ricardo. 

Era un día nublado y frío sobre Buenos Aires, su vuelta no hizo mucho ruido. Ya nadie sabía quién era él. Quizás un simple peatón, alguien con el que nos cruzamos, alguna vez, en nuestras vidas, hasta que lo vemos desaparecer. Puede ser. 

Los Seres Humanos tienen esas características tan llamativas, curiosas, cuando se trata de hacer amistades con alguien que, apenas conocen o que es un amigo de toda la vida. Para Miguel, el entrar en aquel Cementerio de La Chacarita, buscar la tumba de Ricardo, la cual estaba cubierta por la última precipitación caída sobre la Ciudad de Buenos Aires, llevó a que éste hiciera la Señal de la Cruz, lanzara una oración por su amigo y de ahí respirara hondo.

- ¿Cómo andas, Ricardo?.- Saludó éste a alguien que no estaba, solo siendo recibido por el viento frío que movía las copas de los árboles desprovistos de hojas. Unas pocas cayeron, por acción del Elemento, contra el suelo, mientras que tocaban el suelo. Éste respiró hondo, se mantenía frío y firme, sin llorar ni nada por el estilo, a pesar de que los sentimientos le jugaban en contra.- Lo ocurrido aquella noche, con el tiroteo, sé que te mantuve una cierta parte de la información oculta pero tuve mis motivos. Espero que no me la hayas jurado. Sé que estuvo mal pero no podía caer en cana, amigo.- Resaltó, dando a entender sus motivos para huir.- Así como también el haberte dejado una Pistola sin municiones. Culpa mía.- Se detuvo, respiró hondo y suspiró.- Qué pancho que fui, Dios. Pero me enteré de lo que hiciste: Bajaste al "Negro" Pablo. Lo hiciste.- Mostró sus respetos, se arrodilló, acarició la lápida y de ahí fue buscando algo en uno de sus bolsillos.

Extrajo aquel pequeño Revólver "S&W", el cual se hallaba en una cajita y con la ayuda de una pequeña pala, excavó la tierra y la enterró cerca de donde se encontraba la tumba de su amigo, no sin antes darle su bendición.

- Sé que es poco pero es un presente de mi parte.- Apuntó, se fue poniendo de pie pero, de improvisto, alguien estaba cerca suyo, mirando una de las tumbas hasta caminar y quedar cerca suyo.

https://youtu.be/bzlHPlq8hIs

 Miguel la miró: Una chica de largos cabellos negros pero lo más llamativo, casi "aterrador", "siniestro" era su mirada desprovista de sentimientos, de emoción alguna. Una "Máscara Pétrea" donde todo rastro de Naturaleza Humana había desaparecido y solo quedaba esa fachada gélida, mientras que se levantaba del suelo. El viento volvió a soplar, moviendo los cabellos de la joven, tomando por sorpresa al delincuente, quien se asustó cuando ella le miró y casi se caía al piso.

- Disculpe.- Ofreció perdón, tendiendo su mano y él pudo oír su acento. No era de allí, sino extranjera.- 

- Tranquila, no pasa nada.- Le respondió el citado, poniéndose de pie.- Ni sabía que estaba aquí.

- Ni yo.- Alegó la joven con esa frialdad absoluta en su ser.-

- ¿Vino a visitar a un ser querido?.- Quiso saber. Ella se volteó, mirándolo de frente, un escalofrío que le recorría su espalda. ¿Qué era esa sensación de miedo?. No, quizás era porque esa muchacha tenía su forma de ser por algún evento muy duro por el que estaba transitando y era así.

- El Cementerio me trae una cierta "paz" pero no en el sentido completo. Cuando lo veo, camino y noto las tumbas con sus fechas de nacimiento, muerte, las fotos y ofrendas mientras que me pregunto cómo es que la vida misma puede acabar así. Uno no sabe lo que le espera, desconoce sus principios y hasta trata de encontrar una forma de ser inmortal, como en la "Epopeya de Gilgamesh".- Relataba la chica extranjera, sintiendo el viento que movía sus cabellos.- Si te pones a pensar, el Ser Humano trata de olvidarse de que, algún día, va a morir, por cualquier cosa, desde una enfermedad o una guerra y quiere encontrar la forma ideal de vivir eternamente pero cómo. ¿Cómo hacerlo si solo estamos en este Mundo?.- Alegaba la joven de cabellos negros, quien los movió con una mano y de ahí volvía la mirada hacia la lápida, señalándola.- ¿El que está allí era amigo suyo?.-

- Lo era.- Respondió Miguel y la chica quedó en silencio un buen rato.

- Cuánto lo siento.- Lo miró y él notó esa expresión en su rostro.- Debió ser duro el perderlo.

- Era de buena familia pero se metió con alguien equivocado.- Relató el joven ladrón de Buenos Aires.- Yo le enseñé que debía haber matado al que lo jodió pero lo hizo tarde. Las acciones que uno toma llevan a sus consecuencias más tardes.

- En todas, sean buenas o malas, no podemos prever el Futuro y si lo cambiamos, una y otra vez, llevaremos a que las mismas consecuencias tengan otro aspecto pero seguirán siendo desgracias o beneficios.- Alegó la joven extranjera, mientras que suspiraba profundamente, mirando una fotografía de ella con una chica peli rosa pálida bajo un bello día soleado de Primavera, en algún parque de una ciudad.- 

- Es el precio a pagar por lo que hacemos porque nada es gratis en esta vida.- Argumentó el calvo y ella asintió en silencio. 

Pronto, desde los Cielos, comenzó a caer una intensa precipitación gélida, cubriendo el césped, volviendo un lodazal las zonas de tierra desprovistas de aquella protección. Las pocas hojas de los árboles las atrapaban y caer formaban charcos de gran inmensidad sobre la superficie, mientras que las lápidas se empapaban, completamente, de la lluvia. Miguel y la chica corrieron hasta ponerse a resguardo, fuera del Cementerio, bajo el techo de una pizzería llamada "El Imperio", justo a pocos metros de las escaleras que daban al Subterráneo de la "Línea B".

- Un encuentro fortuito, ¿no crees?.- Preguntó ella, bajo aquel tono gélido que tenía consigo.

- Puede ser.- Alegó el muchacho, tendiendo su mano.- Mi nombre es Miguel.- Se presentó y ella, por un momento, dudó hasta que, finalmente, la estrechó.

- Mi nombre es...- Dio a conocer ella su nombre.

[Dejo este One-Shot con un final abierto. Ya verán quién es la chica con la que habló con Miguel y también las de la otra historia ("Adiós y buena suerte"). El próximo Viernes sacaré otro One-Shot más de esta "Primera Fase".

Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, amigos.

Cuídense y buen Sábado de mi parte.].

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