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36.

«¡Último capítulo!»

Justin abrió sus ojos gracias a un trueno que resonó en toda la casa. Se sentó en la cama y volteó la cabeza esperando ver a Bethany. Rogaba que todo hubiese sido un sueño, una horrible pesadilla que pronto sería olvidada. Pero Beth no estaba a su lado, ella estaba siendo preparada para ser enterrada. Justin mordió su labio inferior para evitar llorar, sus ojos ya estaban secos.

Él estaba en su casa porque su madre lo obligó a descansar un poco luego del velorio, el cual fue muy íntimo. Sólo fueron los familiares más cercanos de Bethany. Eso hizo sentir aún peor a Justin, no conocía a nadie de ahí. Se dio cuenta que nunca supo mucho de Bethany. Se arrepentía tanto por no haberla disfrutado como se merecía. Pero él estaba confiado de que tendrían toda una vida para conocerse.

Cuando llegó a su casa se acostó y quedó toda la noche llorando por el amor de su vida. Sólo pudo dormir dos horas. No podía aceptar que hoy enterrarían a su chica. Nunca separía no tenerla a su lado, no tenerla para criar a Madison juntos ni para besarla con tanto amor como estaba acostumbrado.

Se acostó nuevamente en la cama y tapó su rostro con un almohadón queriendo morir él también. Pero a la vez quería salir adelante por su hija. Ella poco a poco iba recuperándose, todavía era una guerrera. Cuando Beth murió, hace ya un día, Madison tuvo un paro respiratorio, pero pudieron estabilizarla y nuevamente está luchando.

Su celular comenzó a sonar a su lado. Estiró su mano y lo pegó a su oreja luego de atender.

-Diga. -Dijo cuando respondió.

-Hola cariño, ¿cómo te encuentras? -Preguntó su madre del otro lado de la línea.

-Supongo que bien. -Respondió Justin mientras se levantaba de la cama. 

-¿Has dormido bien? -Preguntó luego de darle un sorbo a su café.

-Si. -Mintió. No le contaría que logró dormir sólo dos horas.

-¿Puedo ir a tu casa? -Preguntó. -Sé que no estás bien y hoy menos, quiero estar contigo.

-Si por favor, ven aquí. -Respondió Justin con la voz entrecortada.

Intercambiaron unas palabras más y luego cortaron la llamada. Justin se colocó una campera y salió de la habitación para ir directo a la cocina. Abrió el refrigerador y miró lo que había adentro pero volvió a cerrarlo segundos después. No le entraría comida en el cuerpo.

Se acercó a la ventana y notó que el cielo se estaba cayendo abajo. Se podían ver varios relámpagos también. Eso haría mucho más deprimente el entierro de Beth.

Se apoyó con sus codos sobre la encimera y tapó su rostro para luego sollozar. Estaba destrozado por dentro, la chica que amaba se fue sin que él pudiera pedirle que fuera su novia. También sentía que no lo perdonó del todo con lo que hizo.

-Desearía tanto tenerte aquí conmigo nena. -Susurró entre llanto.

Había pasado recién un día y ya extrañaba su hermosa sonrisa, sus besos, sus abrazos y sus caricias. Blake le había arrebatado todo en un minuto, por eso mismo no pararía hasta verlo encerrado hasta su muerte. 

Pocas horas después Justin se encontraba abrochándose la camisa negra que usaría para el entierro. Estaba seguro que luego quemaría esa ropa, sólo le traerían más recuerdos horribles.

-¿Estás listo mi amor? -Preguntó Pattie apareciendo en la puerta.

-Así es. -Respondió y luego suspiró.

Salió detrás de su madre y se dirigieron hacia el auto que los llevaría al cementerio. La lluvia aún seguía cayendo con furia.

-Todo estará bien mi amor. -Dijo Pattie acariciando el cabello de su hijo.

-¿Cuándo? -Sollozó. -Ya no soporto esto.

-No lo sé mi amor. -Pattie suspiró.

Cuando llegaron al cementerio, Justin  caminó hacia el auto donde estaba el ataúd de Bethany. Dos hombres que trabajaban en la casa veletoria tomaron el cajón por atrás. Justin y el padre de Beth lo tomaron por adelante.

-No puedo estar despidiéndote. -Negó Justin luego de acariciar el ataúd.

Hicieron todo el recorrido lentamente hasta el lugar donde la enterrarían. Anthony lloraba fuertemente, no era fácil despedir a una hija.

Minutos después, había un hombre diciendo unas palabras sobre Bethany y que sería recibida en el cielo como ella se merecía. Justin se encontraba en su mundo, mirando el ataúd deseando enterrarse con ella. Todos fueron diciendo unas palabras con sus voces entrecortadas y sus ojos llenos de lágrimas hasta que llegó el turno de Justin.

Justin se agachó delante del cajón y lo acarició suavemente. Limpió sus lágrimas con el dorso de su mano y tomó una profunda respiración.

-Hola mi niña. No sabes lo difícil que es tener que despedirme de ti, no estaba listo para esto. Aunque me comporté como un idiota, no dejaba de pensar que tendríamos un gran futuro junto a nuestra pequeña Madison. Tú no merecías irte, pero juro que haré justicia y hundiré a Blake. -Dijo y las lágrimas volvieron a salir. -¿Recuerdas cuando nos conocimos? Fue un dia lluvioso, tú te veías tan hermosa, no lo olvidaré jamás. Y hoy nos toca despedirnos también en un día princesa, pero no será para decirte nuestra hermosa frase. -Rió con amargura. -Sigue mandándole fuerzas a Madison por favor, no dejes que se vaya lo único que me queda de ti, no podría soportarlo. Envíame todas las fuerzas necesarias. Juro que le hablaré sobre ti en todo momento y le recordaré lo hermosa que era su madre, y que iba a ser la mejor de todas.

>>Es momento de irme pequeña. Pero jamás olvides lo mucho que te amé, te amo y te amaré. Gracias por haberme dado los mejores meses de mi vida y el regalo más preciado. Me harás muchísima falta, extrañaré tus abrazos cada vez que necesitaba contención, tus besos en cualquier momento del día, tus risas por cualquier cosa, extrañaré tu cuerpo, tu rostro, te extrañaré a ti. Enséñane, desde donde quieras que estés, a ser fuerte. Nunca te olvidaré, pero quiero no sufrir tanto. -Sollozó y limpió sus labios con su antebrazo. -Espero que estés bien mi amor, Madison y yo te amamos mucho. Nunca me olvidaré de ti princesa, gracias por haber llegado a mi vida para darme tanta felicidad. No te desharás tan fácil de mí, en unos años nos veremos allí arriba. Estoy muy ansioso por eso. Nuevamente te amo, hasta pronto cielo. -Finalizó.

Tiró la rosa blanca sobre el ataúd y se levantó para meterse a llorar entre los brazos de su madre. Ese día lloró como nunca lo había hecho, sacó todo el dolor que tenía acumulado en el hombro de su madre. Pensaba que por el momento no podría aprender a soltar poco a poco a Bethany.

-Ya está mi amor, ella estará bien en su lugar. -Susurró en su oído y también se largó a llorar. -Nos queda Madison, allí es donde estará Beth. Cuando miremos a esa niña, estaremos viendo también a esa muchacha que tan feliz te hizo.

Justin asintió. Sabía que sería así. Miró el cielo con sus ojos rojos e hinchados y le lanzó un beso lleno de amor.

-Te amo princesa. -Susurró y volvió a abrazar a su madre.

{...}

Cuatro meses después.

Justin ingresó a la clínica con una gran sonrisa en el rostro mientras llevaba con él un portabebés para Madison. Hoy le darían el alta después de tanto tiempo. Ella ya podía respirar por su cuenta, subió de peso y su tamaño era el de un bebé de un mes de nacido a término. No era el tamaño adecuado para un bebé de cuatro meses, pero si para uno muy prematuro.

-Buenos días Justin. -Saludó la chica de recepción.

-Hola Trix. -Respondió Justin con una sonrisa en el rostro.

Ya se conocía a casi todos los que trabajaban en la clínica. No había día que él no pisara ese lugar para ver a su hija. Y hoy por fin era la última vez.

Se dirigió hacia el ascensor y presionó el botón número seis, ahí era donde lo estaba esperando Madison lista para irse a casa.

Se encontraba tan agradecido de que su pequeña campeona haya salido adelante. Por un momento había perdido las esperanzas de que viviera, pero ella demostró ser muy fuerte. Justin sabía que Bethany también había ayudado enviándole todas las fuerzas necesarias.

Él con respecto a la pérdida de Bethany se encontraba mejor. Aún había varios días donde se la pasaba angustiado y la extrañaba muchísimo. Pero su madre y Madison lo ayudaron a ir superando de a poco. Aún era muy reciente. Pero poco a poco estaría bien del todo.

Blake estaba en prisión luego de que Justin habló con la policía. Pronto irían a un juicio donde dirían cuantos años de prisión tendrá Blake. Justin rogaba que le dieran perpetua, pero al menos ya estaba tras las rejas como se merece.

Llegó al piso número seis y bajó emocionado buscando la habitación donde estaban esperándolo. Se encontró en el pasillo con Rose, la obstetra.

-Hola Justin. -Le sonrió.

-Hola. -Besó su mejilla.

-¿Listo para empezar esta nueva etapa? -Preguntó Rose palmeando su hombro.

-Claro que sí. -Rió.

-Vamos a ver a tu pequeña. -Dijo y comenzaron a caminar.

Entraron a la habitación y Justin sonrió ampliamente al ver a su niña ya cambiada en la cuna. Se encontraba despierta mirando todo lo que tenía a su alrededor. Elevó sus manos al ver a Justin.

-Hola mi amor. -Saludó y besó su cabeza emocionado después de que la tomó en brazos.

La pegó a su pecho y comenzó a acariciar su espalda con cariño. La niña hizo un sonido con su boca y se acomodó en el pecho de su padre. Justin volvió a besarla y la miró con todo el amor del mundo.

-Hoy nos iremos a casa al fin mi amor. -Justin festejó. -Tus abuelos te esperan con emoción. -Sonrió.

Rose lo miraba con los ojos cristalizados desde la esquina de la habitación. Ella pensaba que Justin era un hombre muy fuerte y que saldría adelante con esa niña.

-¿Ya ha comido? -Preguntó Justin sacándola de sus pensamientos.

-Así es, hace unos pocos minutos lo hizo. -Respondió.

-Grandioso. -Respondió y metió a Madison en el postabebés. La tapó para que no tuviera frío al salir de allí y volvió a besarla. No podía dejar de hacerlo. -¿Ya nos podemos ir? -Preguntó Justin.

-Claro que sí. Recuerda que debes venir la semana que viene por control. -Dijo Rose.

-Claro, no lo olvidaré. -Respondió Justin y caminó hacia ella. -Muchas gracias por el apoyo y la ayuda que me has brindado en este tiempo.

-No hay de qué Justin. -Sonrió y lo abrazó fuertemente.

Minutos después, en los que varias enfermeras fueron a despedirse de la bebé y Rose le dio algunas indicaciones a Justin, al fin pudieron irse.

-Es momento de ir a casa. -Dijo mirando a Madison, quien se había quedado dormida en el portabebes.

Lo enganchó en la parte trasera del auto y luego de que verificó que estaría segura, se sentó en el sector de conductor. Tendría que haber tomado un taxi para cuidar a Madison atrás.

El camino a casa fue muchísimo más largo. Justin en ningún momento fue rápido, quería tener el máximo cuidado ya que su pequeña estaba a bordo. Claro que recibió varios insultos y bocinazos de los otros conductores, pero el simplemente respondía con un fuck you.

-¿Qué se siente estar fuera de ese lugar Mad? -Preguntó sabiendo que la niña no respondería. -Bien, ignora a tu padre. -Bufó.

Cuando llegaron a la casa, Pattie ya se encontraba en la puerta esperando con emoción. Justin ahora vivía con ella. Primero, porque luego de la muerte de Beth se sentía más sólo y necesitaba de su madre para que lo calmara en sus ataques de llanto. Y segundo, él necesitaba de trabajar y no quería dejarla con una niñera, por lo que Pattie se ofreció a cuidar de ella.

Justin estacionó y bajó rápidamente. Abrió la puerta trasera y la primera en agarrar a Madison fue Pattie. La meció en sus brazos con emoción, era tan hermosa.

-Hola nena, soy tu abuela. -Sonrió y miró a Justin. -¿Ha venido tranquila? -Preguntó mientras se dirigían al interior de la casa.

-Es un angelito. -Respondió Justin pasando un brazo por encima del hombro de su madre.

No podía dejar de mirar lo bella que era su hija. Tenía un gran parecido a Bethany.

Ingresaron a la casa y Justin se sorprendió de ver a Anthony allí. Él se encontraba más flaco y ojeroso, pero era entendible.

-¡Hola! -Justin lo saludó.

-Hola muchacho. -Dijo y se levantó para mirar a su nieta. Sus hijos se cristalizaron al ver que era igual a Beth cuando era bebé. -Oh Dios, hola preciosa. -Acarició su mejilla.

La bebé se tapó el rostro. Quizá sentía que tenía seis ojos mirándola fijamente.

-Toma. -Pattie le pasó a la bebé a Anthony. Este la tomó con gusto.

-Han hecho un gran trabajo. -Sonrió con sinceridad por primera vez en mucho tiempo.

Justin sonrió a medias sin poder hablar. Se le había formado un gran nudo en la garganta.

Estuvieron toda la tarde mirando a la niña como dormía o pedía de comer. Para Justin fue muy emocionante ponerla en sus brazos para darle un biberón. Cuando Anthony se marchó y Pattie se fue a la cocina para comenzar a preparar la cena, Justin tomó a Madison del portabebes y la acomodó en sus brazos. Aprovecharía que estaba despierta y le mostraría la casa.

Comenzó a caminar por la sala mostrándole los cuadros que había, fue hacia la cocina donde comenzó a molestar a Pattie por unos minutos. Casi logra que la niña se ponga a llorar, así que prefirió seguir con el recorrido. Se acercó a la puerta que daba al jardín pero no salieron, estaba fresco y no quería que se enfermara.

-Allí es donde papi en un futuro te pondrá una hamaca y podrás jugar. -Dijo señalando el lugar.

La niña sólo siguió mirándolo a él. Sus ojos se iban cerrando poco a poco indicándole que tenía sueño.

Cuando estaba por subir, Pattie lo llamó indicándole que la comida estaba lista. Dejó a la niña en el carrito y la colocó a su lado mientras él se sentaba a comer junto a su madre.

-Mira la paz que transmite. -Dijo Pattie luego de que tragó un pedazo de tomate.

-Lo sé. -Respondió Justin. -Por ahora es bastante tranquila, pero creo que la abuela Pattie tendrá bastante trabajo. -Bromeó.

-Oh no muchacho, yo no me haré cargo por completo de esta niña. -Respondió y miró a su nieta. -Maldición, a quien engaño. Claro que lo haré, como me negaría a esa cara.

-¿Y qué te parece esta cara? -Preguntó Justin enrollando sus labios dejando a la vista sus dientes.

Pattie soltó una carcajada. Le alegraba ver mejor a su hijo.

-Tú eres un idiota. -Golpeó su brazo.

-Más respeto que hay un menos. -La hizo callar. -Puedes dañar mi salud mental. -Rió.

Pattie negó con su cabeza mientras reía. Justin no tenía remedio.

Cuando terminaron de comer, levantaron la mesa y Pattie comenzó a lavar los platos.

-Iré a mi habitación ma. Si quieres ir a mi habitación por algo no hay problema. -Dijo Justin

-Claro cariño. -Respondió Pattie y saludó a Justin con un beso en la mejilla y a Madison con muchos besos en todo el rostro.

Justin subió las escaleras y entró a su habitación, donde había una cuna al lado de su cama y un mueble blanco con toda la ropa que le había comprado junto a Beth y otras prendas nuevas.

-Aquí dormirás tú. -Justin señaló la cuna. -Aunque igual prefiero que duermas en mi pecho. -Rió y acarició el pie de su hija.

La dejó en el medio de la cama y tomó su pijama. Se lo colocó rápidamente y volvió a tomar a la bebé en brazos. Se acostó en su cama y la colocó sobre su pecho, justo en su corazón.

-Aún no tienes habitación propia, pero pronto la tendrás. Dormirás en tu cuna, mi pecho o a mi lado en la cama. Este lugar es tuyo, ninguna mujer tocará el lado desocupado de mi cama. Tú eres mi única chica. -Susurró en su oído.

Cuando la miró, notó que Madison ya estaba profundamente dormida. Se metió debajo del edredón para tapar a su hija.

-Descansa cielo. -Besó sus pequeña manitos. -Gracias por haber resistido, te has quedado para salvarme de toda oscuridad que haya querido envolverme. Juro que seré el mejor padre para ti hija. Te amo como no tienes idea Madison.

Justin cerró sus ojos dejando caer sus lágrimas de emoción. Lindo sería tener a Bethany acostado junto a él disfrutando de su pequeña. Pero sería fuerte por su bebé y haría el papel de los dos. Beth le dio el mejor regalo de todos, eso sin duda se lo agradecería por toda la vida.

Madison Bieber era un ángel que fue enviado para salvar a ese chico destruido, su padre. El chico que se encargaría de que nada le faltara y haría hasta lo imposible para ver feliz a esa hermosa bebé, y sabía que obtendría gran ayuda de parte del amor de su vida, Bethany. Ella le mandaría todas las fuerzas necesarias para que ellos dos puedan salir adelante como una familia. La pequeña familia Bieber.

{...}

Foto de Justin con Madison:

No puedo creer que ya llegó el final. Costó, pero al fin llegó. Díganme que les pareció este final. Un poco sad al principio, pero creo que luego fue mejorando un poco 💖

Preguntas:

1) ¿Creen que justin será un buen padre?

2) ¿justin conocerá a otra chica o no podrá superar jamás a Beth?

3) ¿Quién más cree que justin es pura ternura con los bebés?

4) ¿Les gustó el final?

Aún falta el epílogo y los agradecimientos, así que nos estaremos leyendo muy muy pronto. Las amo muchísimo, natt 💖🖤

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