34.
Justin pisaba el acelerador mientras que aún oía a Bethany gritar del otro lado del celular. La llamada no se cortó, así que podía seguir escuchando lo que sucedía en el lugar y eso desesperaba a Justin, la vida de Bethany estaba corriendo peligro y por ende la de su hija también.
-¡No se te ocurra tocarme! -Exclamó Bethany.
-Vamos mi amor, yo sé que tú quieres que te folle duro. -Dijo Blake con dificultad por la borrachera. Justin apretó su mandíbula fuertemente al oír eso.
-¡Aléjate! -Gritó Bethany y luego se escuchó un golpe.
Justin aceleró aún más sin importarle que le hicieran una multa. Aparcó el auto en medio de la calle y corrió hacia el interior de la casa. No le importaba ni siquiera que le roben el auto. Corrió rápidamente hacia la habitación de Bethany.
-¡Suéltala! -Gritó Justin furioso cuando vio a Blake encima de Beth manoseándola mientras ésta lloraba a mares.
-Pero mira a quién tenemos aquí. -Dijo Blake levantándose torpemente.
Bethany sollozó mientras se pegaba al respaldo de la cama.
-Infeliz. -Gruñó Justin caminando hacia él. Le dio con su puño en el mentón a Blake provocando que éste cayera al suelo. -A ella no la manoseas. -Le dio otro golpe.
-¡Suéltame! -Exclamó Blake. No se podía mover.
Soltó un torpe manotazo que Justin pudo esquivar. Este se subió encima de Blake y comenzó a golpearlo sin piedad. Bethany soltó una arcada cuando oyó el ruido de un hueso romperse. Si, Justin le había roto la nariz.
-¡Justin para! -Exclamó Bethany levantándose de la cama con dificultad.
El vientre lo tenía todo duro y Madison no dejaba de moverse al sentir lo alterada que estaba su madre.
-Maldición Justin para, te lo ruego. -Pidió tocando la tensa espalda de Justin. -Lo matarás e irás a prisión, por favor detente por Madison.
-Esa bastarda. -Dijo Blake como pudo y se volteó a escupir sangre.
-No hables de mi hija. -Dijo Justin y lo tomó por el cabello para darle su frente contra el piso.
-¡Justin! -Exclamó Bethany.
Justin escupió sobre Blake y se levantó. Tocó el vientre de Bethany preocupado.
-¿Está todo bien? -Preguntó.
-No. -Respondió Bethany volviendo a romper en llanto.
Justin suspiró y la estrechó entre sus brazos. Por más que estuviesen enojados el uno con el otro, necesitaba demostrarle que estaba por ella para poder calmarla. Sin que ellos se dieran cuenta, Blake se levantó como pudo con un objeto en su mano y los separó. Antes de que Justin o Bethany pudieran reaccionar, Blake le dio un fuertísimo golpe en el vientre a Bethany que la hizo chillar. Se dobló con dolor mientras que con una mano se tomaba fuertemente la parte baja del vientre y con la otra apretaba el brazo de Justin.
-¿¡Qué haces imbécil!? -Exclamó Justin histérico.
Lo tomó del cuello y rápidamente lo sacó de la casa, no sin antes darle otro golpe que lo dejó atontado. Por lo borracho que estaba, hizo como si nada hubiese pasado y comenzó a alejarse. Justin lo hubiese corrido para matarlo a golpes, pero en ese momento le preocupaba más Bethany. Corrió a la habitación y chilló al ver el pijama de Bethany manchado de sangre.
-Llévame al hospital Justin, te lo ruego. -Rogó Bethany desesperada entre lágrimas.
Justin la tomó entre brazos sin importarle manchar su ropa con sangre y corrió hacia el auto luego de cerrar con seguro la entrada principal de la casa. Montó a Bethany en el asiento trasero y comenzó a conducir rápidamente.
-Tengo miedo. -Dijo Bethany con dificultad mientras tocaba su vientre intentando que Madison se moviera. -Por favor, muévete princesa. -Rogó.
Justin sintió una presión en el pecho al pensar que algo malo le podía pasar a su bebé. Blake se las pagaría, lo quería tras las rejas por lo que hizo.
Bajaron rápidamente cuando llegaron a la clínica y Justin comenzó a gritar pidiendo un doctor. Unas enfermeras se acercaron corriendo con una silla de ruedas donde hicieron que Bethany se sentara. Justin se pasó la mano por el cabello histérico, sus brazos estaban llenos de sangre al igual que el pijama de Beth.
-Me duele. -Se quejó Bethany débilmente mientras era arrastrada por el pasillo.
-Todo estará bien. -Respondió Justin entre lágrimas.
-Usted no puede pasar. -Dijo un doctor frenándolo cuando llegaron al sector de revisiones de urgencia.
-¡Pero yo necesito saber como está mi hija! -Exclamó Justin alterado.
El dolor de Bethany creció al oír eso. Por más que estaba medio desvanecida, pudo escuchar lo que Justin dijo. Le dolía que Justin no estuviese preocupado por ella, pero por un lado lo entendía, ella también estaba muriendo de miedo pensando que algo le podía pasar a Madison.
-No podemos perder tiempo con él. -Dijo el doctor y sin esperar un segundo más, comenzaron a correr llevándose a Bethany con ellos.
Justin se quedó gritando furioso y muerto de miedo en el corredor. Moriría si le pasaba algo a su hija, y aunque no quería admitirlo, también moriría si le pasaba algo a Bethany.
-Señor cálmese. -Pidió una enfermera apareciendo en el pasillo. Los gritos de Justin se escuchaban hasta afuera y molestaban a la gente.
-¡Mi novia y mi hija están allí dentro y yo no puedo entrar! -Exclamó Justin.
Sin previo aviso, la enfermera inyectó una jeringa en el cuello de Justin con un tranquilizante. Segundos después cayó en el suelo tranquilo.
Por otro lado, mientras Justin reposaba dopado sobre una camilla, los doctores corrían de un lado a otro en cuidados intensivos intentando salvar a Bethany y a su bebé.
-¡Detengan la hemorragia! -Gritó uno de los doctores.
La obstetra de Bethany había llegado al lugar y estaba presenciando el momento en el que intentaban detener la hemorragia. No estaban seguros de hacer una cesárea porque lo más seguro era que la bebé muriera, y ellos querían intentar salvar las dos vidas.
Justin abrió los ojos sintiéndose desconcertado. Se sentó en la camilla sin saber porque estaba allí. De repente, recuerdos de hace unas horas comenzaron a llegar a su mente haciendo que se alterara nuevamente.
-¡Bethany! -Exclamó y salió corriendo de la habitación. Se sentía un poco mareado, pero no le importaba.
-¡Justin! -Exclamó alguien a sus espaldas haciendo que se volteara.
Frunció el ceño al ver a su madre allí.
-¿Cómo te has enterado que estaba aquí mamá? -Preguntó Justin acercándose a ella.
-Me han llamado desde tu celular para avisarme que estabas aquí y vine rápidamente. -Explicó tomando la mano de su hijo. -¿Cómo te encuentras mi amor? -Preguntó.
-Desesperado mamá. Necesito saber como están Bethany y mi hija. -Respondió con la voz cortada por las ganas de llorar.
-Cálmate, volverán a inyectarte un tranquilizante si te ven así y no quiero que lo hagan. -Dijo Pattie besando la mejilla de Justin.
-¿¡Tú sabes cómo está Bethany! -Exclamó ignorando lo que había dicho su madre.
-Si, sé como se encuentra. -Susurró sintiendo sus ojos arder. -Ven y siéntate. -Le indicó las sillas negras de plástico.
-Mamá dime rápido por favor. -Pidió entre lágrimas. Sentía que todo iba muy mal.
-La buena noticia es que pudieron detener la hemorragia y no necesitaron hacer la cesárea. -Contó Pattie y Justin suspiró.
-¿Hay una mala noticia? -Preguntó y Pattie asintió. -Cuéntame entonces.
-Bethany está en cuidados intensivos. Aún hay riesgo de que haya otra hemorragia. Las dos vidas todavía están en peligro. -Explicó Pattie y sollozó.
Justin se apoyó sobre la pared y colocó sus manos sobre su rostro para soltar un sollozo. Se sentía destrozado y lleno de miedo. Su hija o Bethany podían morir en las próximas horas y él no se había podido disculpar con Beth. Se había comportado como un gran imbécil con ella, la había hecho sentir mal sin razón y eso ahora lo estaba matando.
-No quiero que ellas mueran mamá. -Justin sollozó. Pattie se levantó para abrazarlo fuertemente.
-Ellas no morirán bebé. Todo estará bien. -Dijo Pattie acariciando su espalda.
-Nada está bien mamá. -Negó con su cabeza.
-Tienes que tener fe. -Aseguró. -Ahora vamos con algún doctor para que nos diga si hay alguna novedad.
Comenzaron a caminar buscando al doctor que anteriormente había atendido a Bethany. Justin no recordaba mucho su rostro, pero Pattie si.
-¡Doctor! -Exclamó Pattie cuando lo vio aparecer por un pasillo. Este frenó al ver de quien se trataba.
-Buenas noches. -Saludó. Aún era de madrugada.
-Buenas noches. -Saludaron Justin y Pattie al unísono.
-¿Cómo se encuentra? -Preguntó el doctor al recordar que Justin había sido inyectado.
-Bien, pero no importa eso ahora. ¿Cómo se encuentran Bethany y la bebé? -Preguntó histérico. El doctor suspiró sin mucha esperanza.
-Hemos podido detener la hemorragia, pero aún hay riesgo. Tiene que estar veinticuatro horas sin hemorragia. Aún quedan veinte. -Respondió el doctor y Justin cerró sus ojos. Serían las peores horas de sus vidas.
-¿Y qué sucederá si tiene otra hemorragia? -Preguntó Justin agarrándose de su madre.
-Tendremos que sacar a la bebé y detener rápidamente la hemorragia para que no muera. Pueden morir las dos, como puede morir una sola o no morir ninguna. -Respondió el doctor. -No hay que perder las esperanzas.
-¡No! -Exclamó Justin rompiendo en llanto nuevamente.
-Roguemos que estas veinte horas pasen sin problemas. -Dijo el doctor.
-¿Qué pasará con Madison si la sacan? -Preguntó Justin. -Ella es muy pequeña.
-Lo sé, por eso haremos todo lo que esté en nuestras manos para intentar salvarla.
Justin asintió sin poder responder. Quería despertar de esta horrible pesadilla. Quería estar pidiéndole disculpas a Beth mientras la llenaba de besos. Pero no, se encontraba en esa horrible situación deseando matar a Blake por poner la vida de Bethany y Madison en peligro.
-¿Puedo pasar a ver a Bethany? -Preguntó Justin.
-Muchacho, ella est... -Justin lo interrumpió.
-Por favor, quizá esta sea la última vez que la vea. -Dijo Justin con dificultad al pronunciar esas horribles palabras.
El doctor suspiró, Justin tenía razón, quizá esto sería una despedida.
-Ven conmigo. -Dijo.
-En un rato volveré. -Le dijo Justin a Pattie.
-Ve tranquilo mi amor. Déjale un beso de mi parte. Respondió ella.
Justin ingresó junto al doctor a cuidados intensivos y caminaron hacia donde se encontraba Bethany. El corazón de Justin se encogió al verla tan pálida y llena de cables.
-En unos minutos volveré a buscarte. -Aviso el doctor antes de retirarse.
Justin sólo asintió y se sentó a un lado de la camilla de Beth. Tomó su mano entre las suyas aferrándose como si nunca quisiera separarse de ella. Y realmente no quería hacerlo, no se quería separar de ella. Ni siquiera quería imaginarse una vida sin Bethany.
-Hola bebé. No te preguntaré como estas, no tienes buena pinta, pero aún así sigues viéndote hermosa como siempre. Princesa, no quiero perderte, te ruego que luches un poco más, por Madison, por mí. Te necesito bien para disculparme por haber sido un idiota. Te amo como no tienes idea, no sé que se me cruzó por la cabeza cuando dije que quería ser libre, yo sólo te quiero a ti Beth. -Dijo Justin mientras lloraba a mares. -Te juro que cuando estés mejor te pediré que seas mi novia de la mejor manera y te demostraré cuanto te amo.
-Te amo. -Murmuró Beth abriendo un poco sus ojos. Se sentía muy mal.
Justin sonrió débilmente y besó su mano. Le alegraba ver que había despertado. Pero no estaría despierta por mucho tiempo, se volvería a dormir por la anestesia.
-Perdóname Beth, juro que quiero estar toda mi vida contigo. -Dijo Justin y Beth sonrió sin fuerzas.
-Estas perdonado. -Respondió e intentó acariciar la mano de Justin. Éste se levantó y plantó un gran beso en sus labios.
-Te amo, las amo. -Respondió colocando la mano sobre el vientre de Beth. -Ustedes son fuertes, saldrán de esta. -Dijo Justin.
-Siempre te amaré. -Empezó a decir Bethany. -Si no salgo de esta, quiero que cuides muy bien de Madison. Si ella sobrevive, dile que la amé muchísimo aún sin conocerla. Y si ninguna de las dos sobrevivimos, quiero que sepas que siempre te cuidaremos y en unos años más nos encontraremos allá arriba. -Dijo tomando aire de a ratos mientras que las lágrimas descendían por sus mejillas.
Justin sollozó fuertemente.
-No te despidas de mí princesa, no morirán. Todo saldrá bien. Tú volverás a casa y allí esperaremos el nacimiento de nuestra pequeña.
-Ojalá sea así, pero me siento muy mal. -Cerró sus ojos por unos segundos.
Justo cuando Justin iba a responder, el doctor ingresó a la habitación.
-Justin, es momento de salir. -Avisó. Sonrió al ver despierta a Bethany. -Que bueno que hayas despertado, ¿Cómo te sientes? -Preguntó.
-Mal. -Respondió Bethany llorando. Se encontraba muy asustada.
Tenía miedo de morir y no conocer a su bebé, miedo de no ver más a Justin ni a su padre, y peor aún morir sin haber arreglado todo por completo con ellos. Pero su mayor miedo era que Madison muriera. No se lo podía imaginar, si tenía que dar su vida por su bebé lo haría.
-Ahora te revisaremos. -Dijo el doctor sacándola de sus pensamientos. Estaba preocupado. -Te pido que salgas Justin, por favor. -Volvió a decir.
-Está bien. -Respondió Justin. Acarició el cabello de Bethany y le dio un gran beso en los labios. También besó con cariño su vientre. -Te estaré esperando afuera. -Alentó con dolor en su interior, no quería dejarla allí sola.
-Recuerda cuidar bien a Madison si muero, nunca me olvides por favor. -Rogó Beth entre lágrimas. Justin cerró sus ojos con dolor por su despedida, quizá era la última vez que la veía. -Siempre te amaré.
-Siempre te amaré. -Murmuró Justin entre lágrimas y volvió a besar sus labios. -Luego nos reiremos recordando esta despedida, tú saldrás de esta .
-Vamos Justin. -Dijo el doctor presionando un botón para que otros doctores vinieran a revisar a Bethany.
-Adiós mi vida. -Dijo Justin antes de salir de la habitación sin dejar de llorar.
No tenía muchas esperanzas, eso era lo que más le dolía.
-¿Cómo se encuentra? -Preguntó Pattie cuando vio a su hijo.
-Mal mamá. Creo que nos hemos despedido. -Respondió Justin y se abalanzó sobre su madre para dejarse derrumbar aún más en un doloroso llanto.
Las horas seguían pasando y las únicas noticias que tuvieron de Beth fue que seguía como antes, no había mejorado ni empeorado. Pero los médicos aún tenían esperanzas porque faltaban sólo cuatro horas para que se cumplieran las veinticuatro que habían dicho. En todo este tiempo Justin no había pegado un ojo y lo único que había ingerido en su organismo fue un café y un sándwich que ni siquiera había acabado. Pattie volvió en la tarde luego de descansar un poco, pero se fue nuevamente sin lograr que Justin se fuese a descansar a la casa, sabía que no podría moverlo de alli.
Justin se removió incómodo en el sofá de la sala de espera antes de levantarse para estirar sus huesos. Tomó su celular y comenzó a recorrer los pasillos vacíos, a esa hora de la madrugada no había nadie.
Cuando estaba por llegar a la puerta de cuidados intensivos, paró al oír que muchas pisadas se acercaban hacia él. Se volteó asustado y se corrió al ver que era una manada de médicos apurados por entrar a cuidados intensivos.
-¡La paciente está teniendo otra hemorragia y está embarazada de cinco meses! -Escuchó Justin que un doctor le gritaba a los otros.
Justin se apoyó sobre la pared mareado y sintiendo que le faltaba el aire. Su peor pesadilla y la de los doctores se estaba volviendo realidad, quizá Bethany, Madison o las dos saldrían sin vida de esta.
{...}
DOS MESES SIN ACTUALIZAR, DOS MALDITOS MESES. LO SIENTO TANTO BEBÉS, SE ME FUE EL TIEMPO MAL.
No les meteré excusas falsas para zafar, solo les pediré disculpas por haber tardado tanto tiempo en actualizar.
Por cierto, que capítulo más doloroso dios mio. Pobre Beth, pobre Justin, pobre Madi. ¿ustedes que dicen que pasará?
Y les tengo una noticia con respecto a la historia. Solamente quedan dos capítulos y el epílogo, así que preparensé porque se viene lo mejor.
Si les gustó voten y comenten bebés 💙
Las amo mucho, nos leemos la próxima, nat❤
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