Bethany's Point of View.

Cuatro meses.

Sonreí al sentir un recorrido de besos húmedos desde mi cuello hacia mi mejilla y una mano en mi abultado vientre de cuatro meses. Abrí mis ojos y coloqué mi mano sobre la de Justin.

-¿Qué sucede? -Lo miré y él sonrió.

-Nada, sólo quiero comprobar si Madison está despierta. -Dijo y reí.

Sí, hace unos días nos dijeron que tendríamos una niña, nuestra Madison. Justin no podía con su felicidad al enterarse de que tendría a una princesa.

-No está despierta, déjala así. -Respondí.

-¿Quieres saber algo? -Preguntó y levanté mi ceja.

-Si, quiero saberlo. -Respondí.

-Quiero comenzar a hacer la habitación de la niña. -Respondió y sonreí.

-¡Si! -Dije emocionada y me senté en la cama. -¿Podemos empezar ahora? -Pregunté y Justin sonrió.

-Claro. Pero primero tenemos que ponernos ropa que podamos ensuciar. -Respondió y asentí levantándome de la cama.

La habitación por ahora la haríamos en mi casa, así que Justin hace unos días trajo ropa que podrá ensuciar con la pintura.

Caminé hacia mi clóset mientras él tomaba la ropa que se pondría, y elegí una remera toda gastada junto a un short en el mismo estado.

-¿Cómo me veo? -Pregunté haciendo pose de supermodelo mientras reía.

-Preciosa. -Respondió Justin y se acercó a mí.

-Tendrías que enseñarme a mentir tan bien. -Le guiñé un ojo y besé sus labios.

-Yo no miento. -Se encogió de hombros y colocó sus manos en mi vientre.

-Como digas. -Puse mis ojos en blanco. -¿Vamos? -Pregunté y él asintió.

-Claro. -Respondió y salimos de mi habitación para ir a la que sería de Madison.

Faltaban pocos días para que la bebé de Jenna nazca y sabríamos si realmente es hija de Justin. Justin había visto pocas veces a Jenna desde que nos vimos en McDonald's, pero sólo fue para hablar sobre el embarazo. Él aún no le envía dinero, pero sé que estuvo ahorrando para poder enviarle cuando se confirme que la bebé es de él. Será estresante, si da positivo el ADN, tener a dos niñas que mantener.

{...}

-¡Justin! -Exclamé cuando sentí el rodillo pasando por mi brazo manchándolo con pintura lila.

Decidimos que no queríamos un cuarto rosa tradicional, el de Madison sería lila y le pegaríamos stickers de animales en la pared.

-Has quedado más hermosa. -Dijo riendo pero dejó de hacerlo cuando manché su mejilla con pintura. -¡Bethany! -Exclamó.

-¿Qué sucede? -Pregunté riendo.

-Eso no es hace. -Gruñó.

-Esto tampoco. -Dije mostrándole mi brazo. -Sigamos pintando. -Dije y puse más pintura en la brocha.

Justin no me dejaba pintar mucho, ya que no podía agacharme ni subirme a una escalera, así que estaba pintando un mueble de madera que habíamos comprado con color blanco.

-Se está moviendo. -Dije con una sonrisa en mi rostro colocando mi mano sobre mi vientre. Justin rápidamente dejó de pintar la pared y se sentó a mi lado.

Levantó mi remera y acercó sus labios a mi vientre. Sonreí al sentir que Madison pateó nuevamente.

-Hola princesa de papá. -Le habló Justin y besó la zona baja. -¿Cómo se encuentra todo allí dentro? Por aquí estamos acomodando tu habitación para cuando llegues. -Continuó y reí.

Colocó su mano dentro de la pintura y cuando la sacó, la colocó sobre mi vientre dejando allí su mano marcada.

-Esto merece una foto. -Dijo.

-Pero ambos tenemos las manos sucias. -Torcí mi boca y él asintió.

-Deja que se seque y cuando estemos limpios tomaremos la foto. -Besó mis labios.

-Está bien. -Respondí y miré nuevamente mi vientre. Tomé la mano de Justin y la llevé a la zona en donde estaba pateando la bebé. -Ahí ha pateado. ¿La sientes? -Preguntó y él frunció el ceño.

-No. -Torció la boca.

Desde que Madison empezó a patear la ha podido sentir muchas veces, aún da patadas leves que yo puedo sentir. Pero en pocas semanas comenzará a darme patadas que me harán doler bastante, o al menos eso leí en los foros de maternidad en los que me metí.

-Quizá la próxima la sientas. -Sonreí y me levanté del suelo. Él hizo lo mismo y caminó hacia la pared que estaba pintando. Se subió al banco alto y tomó el rodillo para seguir pintando.

-¿Puedes poner un poco de música por favor? -Pidió.

-Claro. -Respondí y limpié mi mano. Tomé el celular de Justin y entré a su música poniendo la reproducción aleatoria.

Forbidden Voices de Martin Garrix, mi bebé hermoso, comenzó a sonar en toda la habitación y Justin comenzó a bailar encima del banco mientras pintaba al ritmo de la música. Me daba miedo que se cayera.

-Ten cuidado por favor. -Rogué.

-Claro que sí hermosa, no pasará nada. -Me guiñó un ojo y continuó pintando.

-¿Quieres que prepare algo para comer? -Pregunté.

-Claro. -Respondió. -Tu trabajo por hoy ha terminado. -Dijo y levanté mis cejas.

-¿Qué? -Pregunté cruzándome de brazos. -No he terminado con el mueble aún. -Me quejé mientras lo señalaba.

-No importa, no terminaremos todo hoy. No quiero que sigas aquí con la pintura. Me falta poco para terminar esta pared, cuando lo haga también dejaré de pintar. -Dijo y bufé.

-Bien. -Respondí y salí de la habitación para ir directo a la cocina.

Lavé bien mis manos y busqué los ingredientes que usaría para cocinar. Quería hacer un rico almuerzo para Justin, él se lo merecía.

-Nos hemos ganado la lotería con tu padre pequeña. -Le dije a mi vientre y segundos después Madison pateó haciéndome reír.

La niña, sin haber nacido, sabía que su padre es un sol.

{...}

Levanté mi cabeza del libro cuando oí pasos en la sala y vi a Justin en el pasillo caminando hacia mí mientras desordenaba su cabello húmedo con la mano.

-Ya no hay rastros de pintura en mí. -Dijo levantando sus manos en forma de victoria y aplaudí.

Luego de haber tomado la foto que Justin quería, también me había metido a bañar y ahora ambos estábamos completamente limpios.

-Bien. -Sonreí y le hice un espacio en el sofá. Se sentó y tomó mis piernas para colocarlas sobre su regazo.

-¿Qué quieres hacer? ¿Quieres ir a caminar o comprar algo para la bebé? -Preguntó colocando su mano sobre mi vientre y dejé el libro que estaba leyendo a un lado.

-Si quieres podemos ir a caminar, pero si estás muy cansado nos quedamos aquí. -Respondí y Justin sonrió.

-No estoy cansado bonita. -Respondió. -Vamos a caminar por ahí. -Dijo levantándose y me ayudó a hacer lo mismo.

-Está bien. -Sonreí y coloqué mis brazos alrededor de su cuello para besarlo.

Unos minutos después salimos de la casa tomados de la mano y comenzamos a caminar por Seattle mientra mirábamos vidrieras.

De repente Justin paró y me arrastró hacia una vidriera donde estaba lleno de ropa para bebés.

-Quiero entrar. -Dijo y sonreí.

-Vamos. -Respondí y entramos. Era una gran tienda.

Comenzamos a caminar por los pasillos y paré frente al sector de ropa. Tomé un pijama rosado entre mis manos y soreí al ver lo bonito que era. Tenía una capucha con orejas de oso y en el trasero tenía la parte trasera del animal.

-Es hermoso. -Dijo Justin tomándolo. -Lo llevaremos.

-No es necesario. -Negué. Sé que no debíamos ganar dinero en cosas que podríamos ver después.

-Si lo es, quiero llevarlo. -Dijo besando mis labios. -Me encantaría poder comprarle toda la ropa de niña que hay en esta tienda, pero como no puedo hacerlo, al menos déjame comprarle ésto. -Pidió y sentí mis ojos arder.

Lo abracé fuertemente y besé su pecho.

-Gracias Justin. -Susurré sintiendo como una lágrima caía por mi mejilla. -Eres un amor, no importa que no puedas comprar toda ésta tienda. No la quiero de todos modos. -Dije y reímos. -El enorme corazón que tienes te hace rico, y también hace que te ame mucho.

-Yo te amo a ti Beth. -Respondió y levantó mi mentón para besarme.

Él lo era todo, era un gran hombre que quería poner dentro de una caja de cristal para que nadie le hiciera daño. Él merecía todo lo mejor de éste mundo.

{...}

¡Primer capítulo luego de siete meses! Espero que sigan aquí algunas que estaban desde el principio, y bienvenidas sean las nuevas lectoras.

Espero que les guste este nuevo capítulo, sé que es corto, pero era sólo para que sepan que volví con la historia :)

Nos leemos en la próxima, las amo, nat<3