Justin's Point of View.

Noté como Beth se quedaba sin responder y apreté mis puños enojado.

-Responde Bethany. -La obligué. -¿Sigues amando a Blake? -Pregunté nuevamente y ella bufó.

-Claro que no Justin. -Respondió y solté un poco mis puños.

-Pero actúas como que sí. -Dije.

-No Justin, deja de pensar cualquier cosa. -Dijo cruzándose de brazos y bufé.

-Bien, bien, lo siento. -Dije levantando mis brazos rendido, no quería pelear por esto.

-No quiero que dudes de eso Justin. -Dijo Beth y se acercó a mí para abrazarme.

-Sólo tenía esa duda. -Respondí y coloqué mis manos en su cintura.

-Pues entonces deja tus dudas de lado y no dejes que tu mente piense cualquier cosa. -Respondió y reí. -¿Qué te ha dicho la otra mujer? -Preguntó y levantó su rostro para mirarme. Fruncí mi ceño al ver sus ojos rojos e hinchados y besé cada uno.

-No quiero que te sientas mal. -Susurré y besé su nariz.

-Ya ha pasado. -Sonrió y besó mis labios.

-Te amo. -Dije y ella curvó sus labios.

-Yo te amo a ti. Pero ahora dime que dijo Jenna. -Pidió y reí.

-Me ha contado sobre Blake. -Respondí. -Dijo que ella no tenía intención de quedar embarazada, pero las cosas pasaron. Y que no sabía que Blake tenía novia cuando se acostó con él por primera vez.

-Eso no me interesa. -Negó y solté una carcajada.

-Como quieras. Luego me sobre la bebé, lo que ya te conté antes.

-Bien. -Asintió y se separó de mí.

-Quiero ir a darme una ducha otra vez, he sudado mucho de los nervios. ¿Vienes conmigo? -Pregunté y ella negó.

-No, ya me he bañado. -Sonrió.

-Pero yo quería estár contigo, ya sabes en qué sentido. -Dije guiñándole un ojo y ella soltó una carcajada.

-No hace falta que estemos bajo el agua para eso. -Dijo y me besó lentamente.

Colocó sus manos en mi pecho mientras yo colocaba mis manos en su trasero y comenzaba a masajearlo. Metí mi lengua en su boca y comencé a moverla junto a la de ella sin detenernos un segundo, nos necesitábamos muchísimo y nuestros cuerpos se extrañaban. Bethany bajó sus manos por mi torso hasta llegar a mis pantalones y comenzó a desabrochar mi pantalón para luego bajarlo.

-¿Un poco desesperada? -Pregunté con la respiración agitada cuando nos separamos.

-Sí, muy desesperada. -Respondió de la misma manera que yo y sonreí.

-Bien, entonces vamos a divertirnos. -Dije y volví a besarla.

Beth colocó sus manos en mi trasero y comenzó a apretarlo, me encantaba que hiciera eso. Comenzó a caminar hacia atrás empujándome con ella hasta que mis piernas tocaron la cama y dejó de empujar. Me senté en la cama y la atraje hacia mí para sentarla en mis piernas. Tomé su cabello y mi otra mano la puse en su cara para seguir besándola. Beth me empujó haciendo que quedara acostado y comenzó a quitarme las zapatillas y las medias.

Volvió a mí y se sentó en mis piernas. Bajó para besar mis labios nuevamente y tiró de mi labio inferior haciéndome gemir. Besó el lóbulo de mi oreja y comenzó a bajar lentamente hasta mi mandíbula, la cual mordió y chupó haciéndome cerrar los ojos del placer, me volvía loco que hiciera eso.

-Te necesito. -Murmuró y asentí colocando mi mano en su trasero.

-Yo a ti. -Dije.

Bethany quitó mi remera por encima de mi cabeza y bufé al ver que yo estaba sólo en bóxer y ella estaba completamente vestida. Tomé la punta de su remera y comencé a subirla, ella levantó sus brazos y ayudó a sacarla. Fui hacia su pantalón y lo desabroché para luego comenzar a bajarlo, Beth se lo sacó por completo y lo tiró por ahí. Ahora que estaba en ropa interior era mejor. Volvió a mí y comenzó a descender por mi cuerpo dejando húmedos besos que me erizaban la piel, hasta que llegó a mi entrepierna.

Besó mi erección, la cual dolía como el demonio, por encima de mi bóxer y mordí mis labios para no quejarme. Beth levantó su cabeza para mirarme y sonrió de costado para luego comenzar a bajar mis bóxers dejando libre a mi erecto e hinchado pene. Los tiró por algún lado junto a la demás ropa y tómo mi pene con su mano.

Besó mi glande haciéndome estremecer y comenzó a mover su mano por toda mi longitud. Gemí cuando comenzó a chupar y tomé su pelo en una colita. Me senté en la cama y ella se alejó por un momento. Volvió a poner su atención en mi pene y siguió masajeando y chupando. Pasé una mano por mi cabello y gemí fuertemente cuando acarició mis testículos, me estaba matando con esto.

Minutos después, yo me encontraba recuperándome de mi impresionante orgasmo mientras Beth se limpiaba la cara. Se quitó el sostén junto a sus bragas y se vino hacia mí y sonreí tomándola por la cintura.

-Eso ha sido fantástico nena. -Dije y besé sus labios.

-Quiero mi recompensa. -Dijo y soltamos una carcajada.

-Tendrás la mejor de todas. -Respondí y la coloqué debajo mío. Me acomodé entre sus piernas y besé uno de sus pechos haciéndola gemir. -Ahora es mi turno de llevarte al séptimo cielo.

Dicho eso, comencé a besarla lentamente, creo que ya no había prisas, ahora sólo queríamos disfrutarnos el uno del otro. Bajé mis besos por su cuello y ella arqueó su espalda dándome más accesibilidad. Comencé a descender por su cuerpo dejando húmedos besos como había hecho ella conmigo.

-Justin. -Gimió y enredó sus manos en mi pelo cuando besé la parte interna de sus muslos.

Rápidamente volví a ella y tomé sus labios nuevamente. Metí mi lengua en su boca y comezamos a deborarnos sin prisa, nuestras lenguas se cruzaban en una sensual batalla que nadie quería terminar. Acaricié todo su exquisito cuerpo con mis manos y dejé mi palma justo en su clítoris. Comencé a moverla lentamente torturándola de a poco.

-Oh por Dios. -Se arqueó y cerró sus ojos. Introducí un dedo en su mojado interior y comencé a moverlo lentamente.

-¿Así es cómo te gusta? -Pregunté y mordí sus labios hinchados.

-S-sí. -Respondió con dificultad y sonreí. Quité mi dedo y sonreí maliciosamente de costado cuando levantó su cabeza desconcertada.

-Acuéstate. -Dije y ella bufó obedeciendo.

Me levanté de la cama para tomar un preservativo de la mochila y saqué uno de la caja. Me acomodé nuevamente entre las piernas de Beth y saqué el preservativo de su envoltorio, lo deslicé por mi pene y coloqué este en la entrada de Bethany. Coloqué una de mis manos detrás de la cabeza de Bethany para sostenerme y con la otra guié mi pene para meterlo lentamente en su interior hasta que estuvo por completo adentro.

Ambos gemimos al mismo tiempo que cerrábamos nuestros ojos. El mínimo roce nos volvía locos en estos momentos. Coloqué mi otra mano también detrás de la cabeza de Beth y comencé a mover mis caderas lentamente de adelante hacia atrás. Bethany colocó sus manos en mi espalda y comenzó a apretar cada vez que me metía duro pero lento en su interior.

-¡Ah! -Gimió y mordió mi cuello.

-Estás a-apretada. -Gemí y besé su frente.

-Muévete más rapido, por favor. -Pidió cerrando sus ojos y sonreí.

Me reincorporé y tomé de la cadera a Bethany y la elevé un poco, ella gritó al sentir que estaba más profundo dentro suyo y sujetó sus pechos. Salí un poco de su interior y volví a introducirme de un tirón haciendo que ámbos gritaramos por esa sensación.

-¡Sí, maldición! -Gritó y comencé a moverme más rápido y duro mientras gemíamos sin parar.

Ella comenzó a mover sus caderas al mismo tiempo que yo, haciendo más excitante esto. Estar con ella en la cama, en su interior, era una maravilla del mundo.

Y así seguimos por un largo rato, entregándonos en alma y cuerpo, devorándonos, sumidos en nuestra burbuja de pasión. Sudados, pegajosos, excitados, y se puede decir que enamorados, así era como estuábamos entregándonos el uno al otro.

{...}

Sonreí al sentir a Beth removiéndose entre mis brazos y besé su hombro desnudo. Aún era temprano, por lo que no quería dormir, pero Bethany había quedado cansada y se terminó durmiendo, eso me daba la posibilidad de verla dormir, era un ser hermoso de luz. Besé su mejilla y me levanté de la cama para ir a darme una ducha rápida, antes de que ella despertara. La invitaría a comer afuera, ya que mañana volvíamos a Seattle.

Tomé un poco de ropa y me encerré en el baño. Abrí el agua y comencé a desnudar mientras se templaba, yo también estaba cansado luego de los calurosos arrebatos que tuvimos hace un rato, pero no quería dormir.

Me metí a la ducha y comencé a bañar. Ahora estaba tranquilo y tenía tiempo para pensar en mi hija, en Jenna. ¿Qué podía hacer? ¿Cómo iba a mantener a mi hija? Tenía que buscar un nuevo trabajo urgente, no podía esperar a que naciera y no tener nada.

Quizá si era mi hija, algo me decía que lo era. No iba a ser un padre de puta madre, pero haría todo lo que estuviera al alcance de mis manos para que nada le faltara. Sé que esto podré lograrlo junto a Beth, esa chica me dará todas las fuerzas necesarias para todo esto que se viene.