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08.

Bethany's Point Of View.

Despertar obligatoriamente, es la peor mierda del mundo. Y es peor, si te despiertas porque tu celular está sonando.

Abrí los ojos molesta y gruñí. Quería seguír durmiendo hasta muy tarde.

Intenté deshacerme del agarre de unos fuertes brazos que me rodeaban, pero se me hizo imposible.

-Justin. -Dije tocando su hombro intentando despertarlo, o al menos moverlo, pero él no me hacía caso. -Justin. -Volví a llamar y acerqué mi rostro al de él para besar sus rubias pestañas.

-Quiero dormir. -Susurró entre sueños y corrió el rostro.

-¡Justin! -Grité y él abrió los ojos asustado.

-¿Qué mierda sucede Bethany? ¿Es que tú tienes la maldita costumbre de despertar a la gente con gritos? La otra vez en mi casa ha sido lo mismo. -Gruñó y me soltó.

-Sólo quería que me sueltes, vuelve a dormir. -Respondí y me levanté. Justin suspiró y se volteó, mostrándome su blanco trasero.

Reí y lo tapé con la manta.

Tomé mi celular, y vi de quién era la llamada, que por supuesto no llegué a atender.

Me coloqué la bata que estaba en el piso mientras desbloqueaba el celular, y fruncí el ceño al ver que la llamada era de Blake.

Até bien las cintas y marqué su número para llamarlo. ¿Qué mierda quería?

-Bethany. -Dijo cuando atendió.

-¿Qué quieres Blake?

-¿Qué haces con Justin? -Preguntó a abrí los ojos sorprendida.

-¿Cómo mierda sabes que estoy con él?

-¿Entonces es verdad que estás con él.

-Respóndeme Blake. -Dije enojada.

-Estoy en la puerta de tu casa. Y he escuchado que gritaste el nombre de Justin. ¿Qué mierda hace allí?

-Nada que te interese, no eres nada mío como para reprocharme.

-¡Eres una puta! ¡No pudiste aguantar mucho tiempo después de nuestra separación que ya estás revolcándote con otro!

-No me interesa lo que me digas. -Dije tranquilamente. -No somos nada. Si quiero follarme a media ciudad, lo haré, porque no tengo compromiso de nada.

-Quiero que me abras la puerta, ahora mismo.

-No lo haré. -Dije enfadada.

-Bethany, necesito hablar contigo. -Dijo haciéndose el tranquilo.

-No te creo Blake, no estás tranquilo, estás actuando. Así que vete de aquí.

-No quiero irme.

-Lo harás.

-¡Te he dicho que no me iré a ningún lugar, maldición! -Gritó y me acaricié el pelo.

Los gritos también se escuchaban fuera de la casa, por lo que Justin se volvió a girar y me miró.

-¿Qué pasa? -Preguntó Justin.

-¡Y el imbécil está al lado tuyo, y pregunta qué pasa. El colmo! -Grita Blake y cansada, corté la llamada.

Pero luego, se empiezan a escuchar golpes en la puerta y los gritos de Blake diciendo que abra.

-¿Es Blake? -Preguntó Justin sentándose en el sofá.

-Sí. -Respondí nerviosa.

Al principio no lo estaba, pero se estaba volviendo loco, y me ponía nerviosa.

-¿Sabe que estoy aquí y está enfadado? -Preguntó y asentí. -Dios. -Suspiró y se levantó del sofá completamente desnudo.

¡Oh Santa Mierda!

Beth, concéntrate, no es momento para pensar en volver a follar con él. Tienes a tu ex enfurecido en la puerta de tu casa, y tú solo pensando en el bombón que tienes al frente.

-Bethany. -Me llamó Justin y lo miré. -¿Viste mi bóxer? -Preguntó.

-No, no lo he visto. -Negué y me dirigí a la puerta.

-¡No abras! -Me dijo Justin.

-No abriré.

-Córrete de la puerta, por las dudas. -Dijo y asentí.

-¡Te he dicho que abras! -Siguió gritando.

-Blake, vete de aquí. -Dije detrás de la puerta.

-Bethany, te he dicho que te corras de la puerta. Puede golpearla y te golpeara a ti. -Dijo Justin llegando a mi. Me tomó de los hombros y me corrió de allí.

-¿Y si llamamos a la policía? -Pregunté con miedo.

-Será lo mejor. -Asintió y tomó el teléfono.

Marcó el número de la policía, y segundos después comenzó a hablar.

-En unos minuto estarán aquí. -Avisó y asentí mordiéndome las uñas. -No te muerdas las uñas, sino no podrás arañarme la espalda cuando tengamos sexo la próxima vez. -Dijo con gracia y reí.

-¡Bethany! -Volvió a golpear la puerta, pero mucho más fuerte, y grité.

Me temblaban las manos, y me sentía mareada de los nervios. Maldición, no podía estar pasando esto.

-Tranquila Beth. -Me abrazó. -No te hará nada. Me soltó y caminó hacia la ventana para mirar.

-Ven aquí Justin. -Dije con la voz entrecortada.

-¡Hijo de puta! -Gritó Blake y apareció en el vidrio donde estaba Justin.

Estampó su puño contra el vidrio, haciendo que éste caiga en pedazos. Grité asustada y tapé mi boca.

Justin dio un paso hacia atrás e hizo una mueca.

-Ven aquí hijo de puta. -Dijo Blake e intentó tomar a Justin con su mano toda ensangrentada, pero no podía. -Si eres tan hombre, ven y pelea.

-No tengo nada que pelear contigo Blake. -Dijo Justin.

-¡Sí, tú me robaste al amor de mi vida! -Gritó fuera de sí e intentó nuevamente entrar, pero no podía por ese espacio de la ventana.

-Justin, ven aquí. -Le pedí y él negó.

-Tú vete a tu habitación o a la cocina. -Me dijo y caminé hacia la cocina intentando no desplomarme, pues, las rodillas eran gelatina.

Me adentré a la cocina, pero estaba pegada a la puerta, por lo que podía oír todo.

-¡Acéptalo Blake, la perdiste! -Gritó Justin. -¡Desde el momento en que le dijiste que la dejabas y la engañaste, la perdiste!

-¿¡Tú cómo sabes todo eso!?

-Porque sí.

-¿¡La perra esa ha ido y te contó todo mientras follaban!?

-Sí, me ha contado, pero no mientras follábamos. -Oí que rió y cerré los ojos. El idiota haría que se enoje más.

Puede que él no tenga miedo, pero yo me iba a desmayar en cualquier momento.

-¡Esa maldita perra, tiene que ir dando lástima por todos lados!

-No creo que así la recuperes. Bethany no es una maldita perra.

-¡No la defiendas! -Gritó Blake.

-Lo hago si quiero. -Lo retó Justin y negué con la cabeza.

Unos intentas después, se oyó una sirena de policía y un auto que se estacionaba frente a mi casa.

-¡Maldito maricón, tuviste que llamar a la policía, y no me afrontaste como un verdadero hombre!

-Si no hubiera una dama, te hubiera partido la cara. Pero como hay una dama en la casa, no haré eso.

Sonreí al escuchar eso y asomé mi cabeza por la puerta de la cocina.

Instantes después, ya no se escuchaba nada. Solo murmuros que provenían de afuera, pero nada más que eso.

Justin se corrió de la ventana, y comenzó a caminar hacia donde estaba yo. Por lo que corrí la cabeza y me apoyé en la pared.

-Beth. -Me dijo Justin cuando entró. -¿Estás bien? -Me preguntó.

-Sí, estoy bien. -Asentí y me abrazó.

-Tranquilízate, se lo están llevando.

-¿Se lo llevarán? -Pregunté levantando mi cabeza de su pecho.

-Sí, se ha pasado con lo que hizo. -Dijo y lo calló un sonido en la puerta.

Alguien estaba tocando.

Justin tomó mi mano y nos dirigimos a ella, pero antes de abrir, Justin miró por la ranura.

-Es un oficial. -Susurró y suspiré aliviada. Había pensado que era Blake.

-Respira Bethany, tranquila. Mientras yo esté aquí, nada te pasará. -Dije besando mi frente y abrió la puerta.

{...}

Hoy Justin se comportó como un caballero. Creo que haberle dado sexo fue bueno, o no.

Se comportó como si estubiéramos enamorados, pero no, no estoy enamorada, solo es lindo, pero nada más.

Es una atracción normal, nada de otro mundo.

-Bethany. -Me dijo Justin y me separé de él.

Era de noche, y Justin seguía aquí. Estuvimos charlando con el oficial, y Blake quedará detenido unas horas, y tengo miedo para cuando salga.

Después estuvimos arreglando el vidrio roto, mejor dicho, esperando a que lo vengan a arreglar.

Luego, Justin quiso sexo. ¿Y por qué no? Me había dejado caliente cuando se levantó desnudo.

Después de eso comimos algo rápido aquí en mi habitación, y ahora, estamos acostados, desnudo, haciendo que miramos la tele.

Pero realmente, nos estamos comiendo la boca.

-¿Qué sucede? -Pregunté.

-Esperaré a que te duermas, y luego me iré. -Informó y asentí. -Por Blake no te preocupes, he hablado con un oficial, y uno estará custodiando la zona en las noches.

-Bueno, muchas gracias. -Sonreí. Tomé el pelo que tenía en la nuca, y comencé a tirar de él. Luego subí mi mano hasta su cabeza, y comencé a acariciarlo. -Me gusta tu pelo. -Sonreí.

-Me gusta que lo toques. -Rió y besó mi mejilla. -Vamos, duérmete, yo estaré aquí.

Asentí y apoyé mi cabeza en mi almohada.

-Qué descanses. -Susurró besando mi frente y asentí.

-Gracias. -Susurré de vuelta.

Y luego de eso, lo único recuerdo, es un suave beso en mis labios que me dio Justin.

Y con eso pude dormirme tranquila.

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