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Arcangel vs Rey demonio

Arcángel vs Rey demonio

El estadio había quedado completamente en silencio y el único que se atrevió a hablar fue nada menos que Heimdall

"El poderoso golpe de Hajun logro mandar a volar a Dulio y ahora parece que conoció su fin al ser enterrado por las rocas del estadio al desprenderse"

Fueron las palabras de Heimdall mientras todo el estadio tenia su mirada hacia el lugar donde había sido enterrado.

"Me gustaría decir que este seria el momento de la victoria de los Dioses, pero la roca esta comenzando a brillar y parece que vamos a ser de nuevo testigo de un milagro de los universos DxD"

Pronuncio Heimdall con emoción al ver que clase de poder loco saldría del pináculo de luz que comenzaba a emerger de la roca donde Dulio había sido enterrado Dulio.

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[Subconsciente de Dulio]

Mientras Dulio caía hacia su muerte comenzó a recordar su vida como había pasado de tener una familia feliz hasta luchar por el nombre del señor como un ángel, momentos de tristeza y dolor comenzaba a aparecer en la mente de Dulio mientras caía cada vez mas a su inevitable muerte.

Entonces una misteriosa luz comenzó aparecer cerca de su puño y un recuerdo inundo su mente.

El recuerdo era de un pequeño Dulio que se encontraba entrenando a puño limpio contra un hombre de 80 años.

—Buon Lavoro, pero no es suficiente para ser una amenaza para un demonio de clase alta entrenado...—Dijo el hombre anciano mientras con un dedo mandaba a volar al pequeño Dulio.

Quien se levantó con enojo y adolorido por el golpe.

—Maestro Strada no se porque entrenamos combate a cuerpo a cuerpo, con el poder de mi sacred gear lograre solucionar cualquier problema sin necesitar de esforzarme tanto

Exclamo Dulio hacia el anciano quien no era nada menos que Vasco Strada, el hombre que seria el tercer representante en el futuro ragnarok

—Non bambino, solo depender de tu arma no te será de gran ayuda cuando un día te enfrentes a una amenaza que te haya superado en todo, pero el entrenamiento siempre te dará la oportunidad de lograr poder dar vuelta los resultados sin importar la batalla que enfrentes.

Dijo vasco con una voz tranquila mientras invitaba a levantarse a Dulio.

—Hazle caso Dulio, más rápido podrás ir a comer si más rápido terminas el entrenamiento...-dijo una niña rubia vestida de monja que miraba divertido el entrenamiento del niño.

—No te metas en esto Griselda, tu solo vienes a ver cómo me dan una paliza...-expreso enojado Dulio mientras Griselda respondía sacándole la lengua.

—SI no recibes palizas, nunca podrás ganar y porque mejor no te lo demuestro, Dulio porque no usas tus poderes de controlar el clima para derribarme mientras yo solo voy a usar mis manos...—expreso Vasco con mirada seria invitando a Dulio que use todo su poder.

—Pues espero que no se arrepienta maestro Strada y use excusa su edad o el poder de mi longinus por su derrota...-Expreso Dulio mientras se levantaba de la hierba y se preparaba para pelear

El joven recogió su energía y comenzó a reunir el poder del viento a su alrededor. Los remolinos se formaron a su alrededor, mientras el cielo se oscurecía gradualmente. Las ráfagas de viento azotaban el campo de entrenamiento, dejando entrever el inmenso poder que Dulio poseía.

Vasco, imperturbable, se preparó para el ataque. No mostraba señales de miedo o duda, confiando en su habilidad y experiencia. Sus puños se tensaron, listos para el inminente enfrentamiento.

El ambiente estaba cargado de emoción mientras el viento y la electricidad estática llenaban el aire. Los ojos de Dulio se encontraron con los de su maestro, y en ese momento comprendió el verdadero propósito del entrenamiento. No se trataba solo de derrotarlo, sino de aprender, crecer y superar sus propios límites.

El silencio se rompió cuando Dulio liberó su poderoso ataque. El viento y la electricidad se fusionaron en una tormenta desenfrenada que se precipitó hacia Vasco. El anciano se mantuvo firme y, con una velocidad impresionante, esquivó los embates del clima desatado.

Los remolinos de viento azotaban el campo de entrenamiento, mientras las descargas eléctricas se entrelazaban en un espectáculo de poder. Vasco, con su mirada fija en Dulio, se movía ágilmente, esquivando cada embate con precisión.

—Impresionante, Dulio, pero aún te falta controlar tu poder —comentó Vasco, esquivando una ráfaga de viento.

Dulio, respirando agitadamente, frunció el ceño.

—¡No me subestimes! ¡Mi poder es suficiente para derrotarte! —gritó mientras canalizaba más energía a su ataque.

Vasco sonrió con tranquilidad y respondió:

—Tu determinación es admirable, pero recuerda, el poder no lo es todo en una batalla. La estrategia y la experiencia son igualmente importantes.

Los ojos de Dulio brillaron con determinación, y decidió probar un enfoque diferente. Con un movimiento rápido, creó una densa niebla que envolvió el campo de entrenamiento. El viento soplaba en todas direcciones, volviendo la visibilidad casi nula.

—¿Dónde estás, Dulio? —preguntó Vasco, desapareciendo de la vista.

—Aquí —respondió Dulio desde una dirección opuesta.

En un abrir y cerrar de ojos, Dulio apareció detrás de Vasco, lanzando un golpe con todas sus fuerzas. Sin embargo, Vasco reaccionó con reflejos sorprendentes y bloqueó el ataque con sus puños.

—Tu velocidad ha mejorado, pero aún necesitas pulir tus movimientos. No te dejes llevar por la impaciencia, Dulio —aconsejó Vasco, apartando a Dulio con un empujón.

Dulio, frustrado pero decidido, volvió a reunir su energía y creó una cúpula de viento a su alrededor para protegerse. Dentro de esa barrera, comenzó a concentrarse, buscando un nuevo enfoque en su lucha.

—Debes aprender a controlar tus emociones, Dulio. Solo así podrás aprovechar todo tu potencial —dijo Vasco mientras daba vueltas alrededor de la cúpula.

—¡Lo entiendo, maestro! ¡No me rendiré! —respondió Dulio, su voz resonando dentro de la cúpula.

Finalmente, Dulio encontró la calma y dejó que su instinto lo guiara. Con un movimiento preciso, liberó una serie de ráfagas de viento controladas, buscando romper la defensa de Vasco. El anciano, sorprendido por la mejora en los ataques de su discípulo, se esforzaba por esquivarlos.

—Estás mejorando, Dulio. Pero todavía tienes mucho por aprender —dijo Vasco, evadiendo hábilmente un remolino de viento.

Dulio sonrió con determinación y respondió:

—Aprecio tus enseñanzas, maestro. ¡Pero no te subestimes! ¡Estoy decidido a superarte!

La pelea continuó con una intensidad creciente. Dulio aplicaba sus nuevos conocimientos y habilidades, mientras Vasco aprovechaba su experiencia y habilidades marciales.

A medida que la pelea avanzaba, Griselda, la niña rubia vestida de monja, observaba con atención desde la distancia. Sus ojos perspicaces captaron la disparidad en la habilidad y la estrategia entre Dulio y Vasco. Aunque no intervino directamente, su presencia era un recordatorio silencioso para Dulio de que aún tenía mucho por aprender.

Dulio, exhausto por el uso continuo de sus poderes, comenzó a darse cuenta de que Vasco se movía con una gracia y destreza que iba más allá de la fuerza física. Cada movimiento del anciano parecía calculado y preciso, mientras que los ataques de Dulio carecían de la misma elegancia y eficiencia.

El joven se encontraba en una situación difícil. A pesar de su creciente frustración, no podía evitar sentir una mezcla de admiración y gratitud hacia su maestro. Vasco no solo le estaba enseñando sobre el combate, sino también sobre la humildad y la perseverancia.

—Dulio, estás empezando a comprenderlo. No todo se trata de la fuerza bruta o de los poderes sobrenaturales. La verdadera batalla se encuentra en la mente y en el control de uno mismo —dijo Vasco, deteniéndose por un momento para tomar aliento.

Dulio asintió, aceptando las palabras de su maestro. Sabía que Vasco tenía razón y que aún tenía mucho por descubrir sobre sí mismo y su potencial.

Con renovada determinación, Dulio decidió cambiar su enfoque. En lugar de depender únicamente de su poder del viento, empezó a combinarlo con movimientos más estratégicos y rápidos. Utilizó el viento para impulsarse, evadir los ataques de Vasco y contraatacar con golpes sorpresivos.

Vasco, impresionado por la adaptabilidad y la mejora de su discípulo, sonrió y se movió con mayor agilidad. La pelea se volvió más equilibrada, y Dulio comenzó a ganar terreno poco a poco.

—¡No te subestimes, Dulio! Has progresado mucho y aún tienes potencial sin explotar —dijo Vasco, bloqueando uno de los golpes de su joven aprendiz.

Vasco, sintiendo el creciente poder y determinación de Dulio, decidió poner fin a la pelea con un último movimiento. Reuniendo su energía divina, canalizó su fuerza en un poderoso puñetazo santo.

Con una precisión y velocidad impresionantes, el puño de Vasco se precipitó hacia Dulio. El joven, sorprendido por la velocidad del ataque, apenas tuvo tiempo de reaccionar. Sin embargo, en lugar de desviar el golpe o intentar bloquearlo, Dulio decidió enfrentarlo de frente.

El puñetazo santo de Vasco impactó en el pecho de Dulio, enviándolo volando hacia atrás. Pero en lugar de caer derrotado, el joven logró mantenerse en pie, aunque visiblemente debilitado.

Vasco se acercó a Dulio con una expresión de respeto en su rostro.

—Has demostrado valentía y determinación, Dulio. Aunque aún no estés al nivel de un demonio de clase alta, has mostrado gran potencial. Sigue entrenando y nunca pierdas esa determinación en tu camino hacia la grandeza —dijo Vasco, extendiendo su mano para ayudar a Dulio a levantarse.

Dulio, aceptando la mano de su maestro, se puso de pie con esfuerzo.

—Maestro Strada, sé que aún tengo un largo camino por recorrer, pero prometo que no me rendiré. Seguiré entrenando y mejorando hasta el día en que pueda enfrentar cualquier amenaza sin dudar —declaró Dulio con firmeza.

Vasco asintió con orgullo al ver que la pelea de entrenamiento había logrado despertar las ansias de superación de Dulio.

—Esa es la actitud, Dulio. Nunca dejes de desafiar tus límites y seguirás creciendo. Te convertirás en un gran guerrero, lo sé —dijo Vasco con una sonrisa reconfortante.

Dulio estrechó la mano de su maestro y, en ese momento, sintió un lazo más fuerte que nunca, esa fue la primera vez que recibió el puño santo de su maestro y ese recuerdo comenzaba arremeterse en su mano derecha mientras comenzaba a brillar.

—Parece que en la muerte me sigues ayudando maestro strada...—Dijo Dulio mientras despertaba y sentía como la energía sagrada de su recuerdo se reunía en todo su cuerpo asciendo que comenzara a emerger desde la oscuridad

Dulio, mientras sentía el poder sagrado fluir en su ser, escuchó las palabras inspiradoras de su maestro resonando en su mente:

—Mi querido Dulio, el puño sagrado es más que una simple técnica o habilidad. Es una manifestación de tu voluntad y de la pureza de tu corazón. Recuerda, no se trata solo de golpear con fuerza, sino de golpear con justicia y compasión. Debes usar tu puño sagrado para proteger a los débiles, para luchar por los desamparados y para defender la verdad del amor de Dios

Dulio sintió cómo esas palabras resonaban profundamente en su ser, llenándolo de un propósito renovado. Sus ojos se iluminaron con determinación mientras respondía:

—Usaré mi puño sagrado no solo como una herramienta de combate, sino como un medio para traer esperanza y justicia a este mundo. Golpearé con la fuerza de la verdad y la compasión, asegurándome de que mi puño sagrado sea un faro de esperanza para aquellos que lo necesitan, Maestro véame como al igual que usted salvo a un Dios.

Un hombre anciano que había aparecido en la oscuridad asintió con orgullo y con su mano comenzó a elevar al ángel para que volviera a la lucha mientras pronunciaba sus últimas palabras.

Dulio, mi alumno dedicado, recuerda que el verdadero poder del puño sagrado reside en el equilibrio entre la fuerza y la compasión. No olvides nunca tu propósito y nunca permitas que el poder corrompa tu corazón. Mantén tu determinación y sigue adelante, usando tu puño sagrado para marcar la diferencia en este mundo lleno de injusticias. Conviértete en un defensor de la verdad y un símbolo de esperanza para todos aquellos que te rodean

Las palabras de Vasco resonaron en el alma de Dulio, quien se sintió imbuido de una determinación renovada. Con su puño sagrado en alto y el espíritu de su maestro como guía Dulio volvió ascender.

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La luz se desvaneció gradualmente, revelando a un Dulio transformado. Ahora, en lugar de las doce alas que solía poseer, desplegaba majestuosamente catorce alas doradas, irradiando un resplandor divino que llenaba el ambiente. Pero lo más asombroso de todo era su mano derecha, que brillaba con una luz traslúcida que recordaba al arcoíris, emanando un poderoso y misterioso resplandor.

El brillo del arcoíris en su mano simbolizaba la unión de los diferentes aspectos de su ser, la convergencia de su poder sagrado y su voluntad indomable. Era un testimonio de su crecimiento y la fusión de sus habilidades divinas. Aquella mano se convertiría en el instrumento de justicia y esperanza, capaz de desatar un poder que superaba con creces cualquier adversidad.

—Ja has vuelto pedazo de basura, te hubieras quedado muerto porque ahora el dolor que vas a sentir va a ser mucho peor...—pronuncio Hajun, el ser completo de maldad no se había intimidado por el poder de luz que emergía del cuerpo divino de Dulio.

Dulio, con su nueva forma y el resplandor divino que lo envolvía, miró desafiante a Hajun. A pesar de las palabras amenazantes del ser malévolo, su determinación y valentía no se vieron afectadas.

—Zerofuku yo se que te encuentras ahí, no te preocupes yo iré a salvarte en este momento al acabar con este monstruo...—Grito Dulio con determinación mientras con una sacudida de sus alas hizo temblar todo el estadio.

—kakaka sigues creyendo pseudo ángel que ese enano sigue vivo, ya lo he devorado y ahora se encuentra completamente destruido en mi oscuridad, una oscuridad que tu luz nunca llegara.

Grito Hajun mientras se preparaba con su cuchilla de sangre y se lanzaba hacia Dulio.

—¿Crees que tu luz puede vencer mi oscuridad? ¡Iluso! —rugió Hajun con desprecio mientras se abalanzaba hacia Dulio con su cuchilla de sangre en mano.

Dulio esquivó ágilmente el ataque y respondió con determinación: —La luz siempre prevalecerá sobre la oscuridad. Es hora de que veas la verdadera fuerza de la divinidad.

Hajun soltó una risa burlona. —Tu divinidad no es más que un juego de niños comparada con el poder de la oscuridad. Prepárate para ser consumido por ella.

Dulio se mantuvo firme, irradiando un aura sagrada. —No subestimes el poder del puño sagrado. Es la voluntad del hombre que perdono a los dioses y no permitiré que perviertas su voluntad.

"Los dos guerreros están luchando con toda su fuerza, Luz vs Oscuridad se enfrentan en este campo de batalla, ¿qué ideal será más grande?" Grito Heimdall emocionado mientras observaba el gran combate entre los puños de Dulio contra la piel de Hajun mientras los golpes de cuchillas de Hajun fallaba en cada momento.

—Vamos Dulio, derrota a ese maldito Demonio y salva a ese pequeño Dios...—Grito con toda su voz Griselda mientras los demás miembros de la Iglesia lanzaban toda su voz en apoyo de Dulio, sus palabras de fe aumentaban la fuerza de la luz en los puños de Dulio

Los golpes resonaron en el campo de batalla mientras Dulio contraatacaba con ferocidad. 

—Cada vez que mi puño sagrado te alcanza, tu oscuridad se debilita. ¿Sigues creyendo que puedes derrotar la luz?

Hajun rugió de rabia mientras se regeneraba rápidamente. —¡La oscuridad siempre encuentra una manera de prevalecer! Mi sed de poder es insaciable, y tu luz no es más que una molestia efímera.

Dulio se mantuvo impasible. —La luz trae esperanza y redención. Incluso en las sombras más profundas, siempre habrá una chispa de luz que las disipará.

Hajun se lanzó con una rabia desenfrenada. —¡Caerás ante mi oscuridad y tu luz se extinguirá para siempre!

Dulio concentró su energía sagrada, su mano derecha brillando intensamente. —¡La luz nunca se apagará! Es momento de que conozcas el poder del verdadero puño sagrado.

Con un golpe devastador, el puño sagrado de Dulio se estrelló contra Hajun, desatando una explosión de luz y energía divina. Hajun fue repelido, su oscuridad desvaneciéndose poco a poco.

Dulio se mantuvo erguido, mirando a su adversario con determinación. —La luz siempre prevalecerá sobre la oscuridad. No permitiré que corrompas el mundo con tu maldad.

Hajun, debilitado y furioso comenzó a concentrar toda su energía alrededor de su cuerpo mientras preparaba su ultimo ataque, toda su ira y maldad comenzaba a reunirse alrededor de su brazo que comenzaba a tomar la forma de un taladro de sangre que giraba amenazadoramente en su mano.

Dulio observó el escalofriante poder que emanaba de Hajun y se preparó para enfrentar su último y desesperado ataque. Su mirada reflejaba determinación y valentía.

—Aunque te hayas sumido en la oscuridad más profunda, no permitiré que corrompas este mundo. Mi puño sagrado será tu fin —declaró Dulio con voz firme y serena mientras imitaba la posición de Vasco Strada.

Hajun, con una sonrisa retorcida en su rostro, lanzó su taladro de sangre con una velocidad increíble. El aire se partió mientras el arma mortal se dirigía directamente hacia Dulio.

El joven arcángel extendió su mano derecha y canalizó su poder divino. Una esfera de luz pura se materializó frente a él, bloqueando el avance del taladro de sangre. La esfera vibraba intensamente, resistiendo la fuerza maligna que intentaba traspasarla.

Dulio se mantuvo firme y detrás de Dulio aparecía la figura de un hombre anciano quien aumento el poder del aura sagrada e hizo que los seres de DxD como los dioses miraran asombrados el enorme poder sagrado que liberaba el ángel que había superado a cualquier Dios sin importar el universo.

irradiando una aura sagrada aún más brillante. Sus alas doradas se desplegaron majestuosamente mientras una explosión de energía divina envolvía su cuerpo.

—La oscuridad no puede prevalecer donde brilla la luz. ¡Puño Sagrado: Resplandor Celestial! —exclamó Dulio, lanzando un poderoso golpe hacia el taladro de sangre.

La energía divina y la oscuridad chocaron en un enfrentamiento épico. Chispas de luz y sombras se dispersaron en todas direcciones, creando un escenario impresionante.

Hajun, sorprendido por la resistencia y el poder de Dulio, comenzó a retroceder. Su taladro de sangre comenzaba a desvanecerse lentamente, incapaz de resistir el impacto del Puño Sagrado.

—¡Imposible! ¿Cómo puedes ser tan poderoso? —balbuceó Hajun, retrocediendo ante la imponente figura de Dulio.

Dulio, envuelto en su resplandor celestial, se acercó con determinación.

 —La luz siempre encontrará una manera de prevalecer sobre la oscuridad. No subestimes el poder de la divinidad y la voluntad de aquellos que luchan por la justicia.

Con el último golpe del Puño Sagrado de Dulio, la energía divina se desató en una explosión deslumbrante. La oscuridad de Hajun se disipó en un estallido de luz, y las sombras que lo rodeaban comenzaron a desvanecerse. El taladro de sangre se deshizo en el aire, desapareciendo como si nunca hubiera existido.

Hajun, derrotado y desconcertado, retrocedió con torpeza. Su expresión de arrogancia y malicia se desvaneció, reemplazada por la incredulidad ante el poder y la determinación de Dulio.

—No puede ser... ¿Cómo...? —susurró Hajun mientras desaparecía en el vacío del universo, incapaz de encontrar palabras adecuadas para expresar su asombro del poder que lo había erradicado y había provocado un milagro que ningun dios podría ser capaz de lograr.

A medida que Hajun desaparecía en el vacío del universo, dejando solo un eco de su incredulidad, la figura de Zerofuku se alzaba en su lugar. Dulio se acercó lentamente a él, su rostro iluminado por la alegría y la satisfacción de haber salvado a un alma perdida.

—Zerofuku, me alegra ver que estás a salvo —expresó Dulio con una voz llena de emoción contenida.

Zerofuku miró a Dulio con gratitud y admiración en sus ojos ahora llenos de luz.

—Dulio, tú... tú me has salvado. No puedo expresar con palabras lo que esto significa para mí. Estuve perdido en la oscuridad y pensé que no había esperanza para mí. Pero tú... tú me has mostrado que siempre hay una posibilidad de redención, que incluso los más oscuros pueden encontrar el camino hacia la luz —dijo Zerofuku, su voz temblorosa pero llena de sinceridad.

Dulio sonrió con ternura, sabiendo que su misión de salvar a Zerofuku había valido la pena

—Te lo dije que te iba a salvar, mi maestro no me hubiera perdonado si fracasaba en salvar a un niño...

—Zerofuku, escucha con atención. Tú eres más que tus errores y tus oscuros momentos. Eres una criatura maravillosa con un espíritu único y valioso. Aunque hayas sido consumido por la oscuridad, ahora has sido tocado por la luz y esa luz no puede ser apagada. Tu vida tiene un propósito y un significado que trasciende cualquier sombra que haya podido envolverte.

Zerofuku miró a Dulio, sus ojos llenos de asombro y esperanza, anhelando creer en sus palabras.

—No importa cuántos pasos hayas dado en la oscuridad, siempre habrá una puerta abierta hacia la redención. Te has levantado de las profundidades más oscuras y ahora es tu momento de brillar. El poder de la luz y la bondad está dentro de ti, esperando a ser liberado. Acepta este regalo de una segunda oportunidad y utilízalo para construir un mundo mejor, un mundo donde el perdón y la compasión sean la base de nuestras acciones, vuelva a ser un Dios que ayuda a la humanidad y que los alegra con su sonrisa.

Las lágrimas de gratitud rodaron por las mejillas de Zerofuku mientras absorbía las palabras reconfortantes de Dulio y lloraba fuertemente.

El llanto de Zerofuku llenó el lugar mientras todos los presentes observaban con admiración y emoción la transformación de Zerofuku. Su figura, una vez amenazadora y llena de oscuridad, ahora mostraba vulnerabilidad y redención. La tristeza y el dolor habían sido reemplazados por una chispa de esperanza en sus ojos.

Las lágrimas de Zerofuku dejaron un rastro de purificación en su rostro, disipando las sombras que alguna vez lo envolvieron.

El público, aún sorprendido por el giro de los acontecimientos, rompió en aplausos y ovaciones

Sin importar el universo aplaudían lo acontecimientos, incluso Heimdall había quedado cautivado por lo que estaba observando y comenzó a narrar

"Ira, compasión, desesperación y al final esperanza, todos estos fueron los sentimientos que pudieron notarse en este combate y el resultado ante todo el mundo es obvio, el ganador de la 6 ronda no es nada menos que Dulio Gesualdo, la segunda victoria consecutiva del universo dxd ha resonado en este escenario"

Las palabras de Heimdall resonaron en el universo, transmitiendo la grandeza de la batalla y el impacto emocional que tuvo en todos los presentes. El rugido del público se mezcló con los vítores y aplausos, reconociendo el triunfo de Dulio y su capacidad para transformar la oscuridad en luz.

En medio del estruendo, Dulio permaneció sereno, su mirada reflejaba una profunda gratitud hacia Zerofuku y un compromiso renovado con su misión de proteger y guiar a aquellos que habían perdido su camino, ese era su camino de ángel sin importar su religion.

El universo DxD vibraba con la energía del amor, la redención y la esperanza, recordando a todos los espectadores la importancia de la compasión y la fuerza del espíritu humano. Esta batalla no solo era una demostración de poder, sino también un recordatorio de que los lazos que forjamos y la empatía que mostramos pueden trascender cualquier oscuridad e incluso lograr milagros.

La historia de Dulio Gesualdo y Zerofuku se habia convertido en un símbolo de transformación y redención, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una oportunidad de encontrar el camino de regreso a la luz. Y mientras el universo DxD celebraba esta victoria, el espíritu de la esperanza se extendía más allá de los límites de un solo combate, inspirando a todos a enfrentar sus propias batallas con coraje y determinación, un sentimiento que llego a cierto Dios que observaba el combate.

Esa era la alegria que se sentia el palco de los luchadores de DxD que todos juntos comenzaban a celebrar al victoria de Dulio como si hubieran ganado un mundial, mientras en las tribunas de DxD el publico lloraba emocionado por la hermosa victoria de Dulio que demostro esperanza en este sangriento torneo.

Pero no todo era alegría, ya que los dioses mayores del universo SNV comenzaban a mirar incomodos el segundo resultado de este ragnarok, ya que otra vez el universo DxD había logrado empatar al universo SNV

—Con este resultado el marcador se ha puesto 3 vs 3, muy ajustado de nuevo al parecer...—hablo Hermes mientras observaba como el marcador de DxD pasaba de 2 a 3 gracias a la victoria de Dulio.

—Otra vez la oportunidad de dar vuelta el resultado se ha presentado a ese universo, si obtenemos otra derrota las cosas en nuestro universo se verán bastantes feas...—Pronuncio Zeus con seriedad

Mientras Zeus hablaba, Hades se levanto de su asiento y comenzó a caminar hacia fuera del palco.

—Hades a donde vas...—Pregunto Zeus mientras observaba salir a Hades.

—El coraje y determinación de los milagros de ese universo han hecho aparecer una cierta llama en mi corazón, así que dile a los demás que yo voy a entrar a luchar en la 7 ronda.

Hablo el dios del inframundo mientras abría la puerta del palco.

—Pero señor Hades, su nombre no aparece en la lista y eso podría ser injusto para los demás dioses...—Expreso Ares preocupado y su preocupación solo saco una sonrisa al dios del inframundo.

—Mi tonto sobrino no te preocupes, solo diles que quien me dé su lugar tendrá un favor del inframundo y un beneficio extra al permitirme ir a luchar por mi segundo motivo, ya que hay otro sentimiento aparte de la emoción que mueve mi corazón en este momento al enfrentar a ese universo lleno de milagros.

—Oho, que es ese sentimiento rey del helheim?

Pregunto Zeus sabiendo ya la respuesta y ante eso Hades se levanto mientras sujetaba su media mascara.

—¡Una pregunta tonta hermano mío, pero con una respuesta simple...—respondió Hades mientras destrozaba su media mascara—Es una venganza por mi hermano Poseidón!

Hades pronunció esas palabras con una mezcla de determinación y dolor en su voz. La venganza por la muerte de su hermano Poseidón había sido un motivo oculto en su corazón durante mucho tiempo. Ahora, la oportunidad de enfrentar al universo DxD despertaba en él la sed de justicia y el deseo de hacer pagar a aquellos que habían arrebatado la vida de su ser querido.

Con eso dicho, se retiró del palco mientras era observado por Zeus como sus dos sobrinos Hermes y Ares

Zeus observaba la partida de Hades con una mezcla de sorpresa y admiración. Sabía que su hermano mayor era un luchador formidable y que su participación podría cambiar las tornas en el enfrentamiento contra el universo DxD.

El destino del Ragnarok estaba en constante cambio y sorpresas, y la entrada de Hades en la siguiente ronda prometía traer nuevas emociones y desafíos para ambos universos.

El inframundo de SNV entraba a luchar y nada menos con el movimiento de su rey.

Dulio vs Hajun round final

Duración

14:07 minutos

Movimiento decisivo

Puño Sagrado: Resplandor Celestia

Armas destruidas: Taladro de Hajun

Ganador: Dulio Gesualdo

Rendicion: Zerofuku 

Muerto: Hajun

Marcador global: shuumatsu no valkyrie(record of ragnarok) 3-3 higschool dxd

Título del próximo capítulo: El asesino de dioses que se para frente al rey del inframundo

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