— ¿Alfileres?
—Sí, eran prácticos y nadie se daba cuenta que los llevaba conmigo, me encantaban —contestó el muchacho, con expresión desinteresada. Se llevó una mano a la mejilla y sobó, mientras observaba a su psiquiatra.
— ¿Prácticos? —aquel hombre alto negó con una sombra de diversión, este chico es una medallita. Pensó.
Luke soltó una risa pausada, entrelazó sus manos y entrecerró sus ojos.
—Sí, prácticos.
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