Rutina
Había cierta tensión en el ambiente, la gente lo pasaba por alto pues era común que Jade mirara de tal manera a los insectos que no fueran mantis y sobre todo a los viajeros, aunque eso fuera así esa mirada que sostenía sobre el pobre cochinilla era un tanto más pesada de lo habitual.
La muchedumbre no podía evitarlo, está gente podría estar al mismo nivel para crear dramas que Rae, en este caso no tenían mucho de donde agarrar, pero por lo pronto se especulaba de un triángulo amoroso, pues parecía que la cochinilla se llevaba "bien" con la mantis Dalia, por fortuna para los implicados no había empezado a difundirse muchos rumores, pero la gente pegaba bien el oído por si podía sacar algo en claro.
—A si que tú eres el famoso Quirrel— Los ojos fríos de Jade se clavaron en el pequeño de Quirrel —No podría considerarme a mi mismo "famoso", la verdad creo que apenas e hecho algo como para etiquetarme con esa palabra...señor— contesto Quirrel.
No quería ser pedante ni arrogante, no conocía mucho a este Lord pero su experiencia con Dalia y los relatos que la gente le contaba sobre el, le decían que era mejor no provocarlo, por eso optó por adquirir una postura más sumisa. Tenía miedo de él por su posición política más que nada.
—Ya, por supuesto alguien tan patético no podría ser famoso ni en un millón de años, en fin ¿Que es lo que te trae a este lugar y cuando planeas irte?
—Bueno soy sólo un explorador que busca saciar su apetito de conocimiento y bueno me marcharé en cuanto haya terminado de responder todas las preguntas en mi cabeza.
Mientras esta incómoda conversación se daba lugar Dalia estaba viendo todo esto desde una banca cercana esperando a que cualquiera dijera la primera tontería para darles un buen coscorrón a ambos, cosa que se veía inminente dada la alta tensión que Jade desprendía con su mirada.
El susodicho realmente no quería del todo causar un lío puesto que estaba feliz después de que Dalia le hubiera aceptado la oferta de estar con él a solas, realmente sería la primera vez que tendría la oportunidad de hablar en buenos términos con ella desde...desde nunca. Pero después de lo que le contó ese mestizo de horrendo aspecto llamado Amber(perspectiva de Jade) sobre lo que sucedió en la cueva no podía evitar sentir algo de envidia por la cochinilla, lo golpearía si pudiera, y precisamente ganas no le faltaban. El Lord nunca antes había experimentado los celos por lo que no encontraba como era que tenía que manejar esa emoción de forma adecuada, en ese punto recurrir a sus instintos, era lo que le quedaba.
—No te hagas el tonto conmigo, está claro que estas tramando algo, ¿Crees que me voy a tragar ese cuento? ¿Crees que no e visto a más gente como tú?. Dime que es lo que realmente estás buscando, atención, dinero, poder, trabajas para alguien o será que te interesan "otras cosas"— Quirrel ya le estaba lastimando el cuello de tanto mirar para arriba a Jade y las cosas no parecían que fueran a acabarse —L-le digo que eso no es así...
Ya Dalia no podía seguir viendo esta escena, podía sentir como la cosa iba a empeorar.
—Muy bien, alto ahí— Se pronunció metiéndose entre los dos machos tapando a Quirrel detrás de su espalda. —Jade no sé qué tienes ahora en la cabeza pero estas empezando a cruzar la ralla.
—¿Por que proteges a este extraño? No puedes confiar en el, solo míralo, es una cochinilla y lleva consigo un aguijón y una máscara muy extraña, además de decir que no tiene memorias de si mismo y que sólo busca conocimiento. Dalia no puedes confiar en este sujeto seguro esta pensado en cómo aprovecharse de ti para conseguir lo que busca.
Tras las últimas palabras Dalia mostró su mejor cara de disgusto que pudo. —Si!, si quizás sea chismoso, raro y un pervertido
—¡Oye!
—Pero puedo asegúrate que también es un hombre listo, honrado y de un buen corazón, cosa que es más de lo que puedo decir de ti, dime ¿Que persona mala podría arriesgar su vida para salvar otra?— Concluyó la mantis
—Eh...
—No, no Jade no me hagas arrepentirme de haber aceptado hablar contigo.
Tras lo último hubo un silencio un tanto incómodo, Jade y Dalia se miraban como usualmente lo hacían; con rabia y rencor, por suerte o desgracia su pequeña pelea había encendido la mecha en las cabezas de los bichos que los observaban, Jade noto en esto la oportunidad de retirarse sin decir nada.
—Ustedes montón de flojos, fuera de aquí y muevan el trasero, ¡anden!
Dalia soltó un suspiro largo, después de eso temía que hubiera destrozados la última oportunidad que tenía para arreglar las cosas con el, y al mismo tiempo no para de preguntarse "Jade por qué eres así?"
—Dalia muchas gracias por eso, fue muy lindo de tu parte— Se río la cochinilla a sus espaldas
—N-no lo decía enserio, solo lo dije para que él se fuera ya— Le respondió mientras su cara se enrojecía y también buscaba la oportunidad de retirarse.
Pobres de ellos que ya había alertado a la gente de que un salceo estaba ocurriendo entre Dalia, Jade y el curioso viajero de Quirrel.
Quien más estaba informado del Drama era Rae, era el fan número uno de este drama, aunque hasta el momento no había incluido a Quirrel en el, quizá lo hubiera incluido de no ser por qué no estuvo presente en esta conversación.
El pequeño se había retirado a clases con Clayton, había estado asistiendo a sus clases constantemente pues después de ver la batalla de Jade contra Tiberius y después de que Dalia le contara cómo venció a Jade en un combate, su espíritu de lucha se encendió, el también quería pelear, el también quería derrotar a Jade, quizás estaba siendo muy ambicioso y tal vez por eso su maestro le gritaba cada cuanto, pero no podía evitar sentirse ansioso por perfeccionar su técnica de combate.
—¡No Rae, estas moviendo tu aguijón como si fuera una masa!—
Clayton de vez en cuando batallaba con la emoción de el chico, era muy buen alumno pero a veces se emocionaba de más y comenzaba a hacer locuras, como aquella vez que en un combate de entrenamiento contra un compañero mantis empezó a dar vueltas a lo loco transformándose en un cierra que casi parte en dos a el pobre chico contra el que practicaba, era como volver a entrenar a una joven Dalia pero con nulo auto control.
Pero las clases con Clayton no eran todo lo que hacía en su rutina diaria, pues desde que terminó su castigo por haber gastado todo el dinero de Dalia en comprar una nueva mascota que al final terminó regalando al bueno de Tiberius (El cual le cambio el nombre de "Filete" a "Brutus"), se iba a casa de Amber a tomar clases, no específicamente con él si no con él y su madre, mientras Dalia seguía trabajando para conseguir dinero. Amber era un mestizo y como mestizo que podía salir de una tejedora y un mantis su condición en muchos aspectos no era muy favorable. La mezcla de sus genes le provocó que fuese capas de producir seda pero esta tenía una consistencia casi líquida y que le provocaba bastante dolor producirla, esto entre muchas otras cosas.
Amber también tenía un hermano menor que apenas había atravesado su primera muda, Amber hacia lo mejor que podía para no preocupar a su madre pero el pequeño hermano de Amber el cual se llamaba Íñigo (nombre que detestaba por su apodo) era muy despreocupado y portaba el carácter y orgullo de una mantis, incluso había retado a Rae a un combate en el que tristemente para él perdió, desde entonces Íñigo lo miraba con recelo. Los padres de Amber aun así amaban a sus hijos y como padres que eran no querían que ellos sufrieran ningún tipo de daño, sobre todo la madre que la condición de su familia le hizo volverse sobre protectora con ellos, más con el nacimiento de su segundo hijo que era un rebelde.
—¡Rae toma esto y pelemos!— Grito Íñigo desde la entrada de su casa arrojando un pequeña rama que encontró en el suelo a su cabeza.
—Iñi no interrumpas a Rae mientras trabaja— Dijo su madre recogiendo la vara del suelo y entregándosela a su retoño
—Ya te dije que no es bueno que peles, podrías hacerte daño y Rae está muy por encima de tu nivel—
—Es por eso que él utilizará esta ramita y yo mi aguijón— Su aguijón era en realidad una espada de madera con montones de enmendaduras por todos lados, y la rama que le pretendía dar a Rae era una ramita que ya estaba rota.
—¡No quiero hijos tramposos en esta casa!— Grito su padre desde el fondo de esta mientras se concentraba en tallar un trozo de madera con sus garras.
—Agh!...no tendría que hacerla si ustedes me dejaran ir a clases de combate como los demás— Se cruzo de brazos haciendo un puchero.
Rae lo tomaba como un juego, para el, el e Íñigo era súper amigos, aunque este fuese un amigo un poco cansino y sus interacciones le perjudicaran a él, como aquella vez en la que jugando a las luchas agarró una ramita elástica con la que le dio un latigazo en la cara a Íñigo, la madre de Íñigo no se lo tomó en cuenta y en cambio le dio un sermón a su hijo inútilmente tratando de alejarlo de el camino de la lucha, pero Dalia...eso era otra historia.
Ojalá sus madres no tuvieran tantos problemas con ellos y les permitieran jugar a gusto.
Y hablado de Dalia, ella mientras tanto había estado haciendo su labor diaria de cazadora, aunque siempre solía hacer sus misiones en solitario hoy estaba un poco menos sola.
—Repíteme otra vez por qué demonios estas aquí—
—Pues, por la misma razón que no me e ido tengo que reunir información.
—¿Y crees que yo te la daré?
—Si— Se apresuró a contestar la cochinilla con mucha confianza.
Dalia hizo una leve pausa mientras se agachaba para observar un rastro de huellas, tanteó sus opciones un rato para finalmente decidirse
—Venga, pero nada de preguntas personales.
—Está bien señorita!— Quirrel sonrió mientras ordenaba sus preguntas.
—Muy bien...Cuéntame sobre tu tribu, como empezó a formarse—
La mantis hizo una pausa de lo que estaba haciendo para responder tranquilamente las dudas de la cochinilla, visualizo una roca en la que se sentó.
—Salvia y Jade fueron quienes crearon la tribu, se cuenta que ellos pertenecían a una tribu de mantis lejos de aquí, ambos eran descendientes de dos de los mejores guerreros de su tribu, sin contar a sus lideres, pero solo Salvia herrero la fuerza de sus padres, y si conoces como son las tribus de mantis sabrás que en ellas solo eres aceptado si demuestras que eres fuerte, mi madre me contaba que aunque Salvia era considerada un desperdicio, no por que fuera débil, era por que ella no aceptaba del todo las ideas de su tribu y se rehusaba a luchar solo por que si, entonces ella los repudiados de su tribu hicieron su rebelión y se fugaron de su tribu.
—¿También Jade?— La duda venía a que tras su análisis furtivo a los Lideres, se había dado cuenta de esa mirada de moderado desagrado a todos a quien dirigía la mirada.
—No, según me contaron Jade rechazo unirse a Salvia, pero tras Salvia salvarle la vida, a regañadientes se hizo con el cargo de Lord.
—Espera, Salvia y Jade crearon la tribu pero se ven en bastante buena forma para la edad que deberían tener.
—A cierto, verás ese asunto es un secreto que ciertamente nadie sabe como ocurrió, pero tras la llegada a este sitio parece que Salvia y Jade experimentaron una última muda con la que se convirtieron en Lord Mantis.
Quirrel entonces empezó a rascarse la barbilla había algo que no le estaba encajando, a través de sus viajes había adquirido muchos conocimientos sobre muchos tipos de insectos, de lo que había aprendido que los Lord sólo podían aparecer de dos formas, una era que fueran descendientes de uno y el otro era una baja probabilidad casi imposible de que de un huevo normal, uno de ellos naciera destinado a convertirse en Lord y desarrollara cornamenta. Hasta ahora había dado por hecho que Salvia y Jade debían de ser de uno de los dos tipos, pero eran Lord y de lo que entendió esa muda no apareció hasta que se establecieron, estaría ante la posibilidad de encontrarse con un tercer tipo de ascensión?
esa muda salieron tal cual los ves ahora, desde entonces según Clayton, mi madre y los padres de Amber, apenas se nota que hayan envejecido.
—¿¡Como es eso posible!?— Quirrel abrió los ojos con asombro sus ojos, quizá podría ser que hayan descubierto algo como la fórmula para la vida eterna, de ser así ¿por qué no la compartían con los demás? Estaba siendo súmante interesante.
—No lo se, te lo estoy contando de las historias que nos contaba mi madre a mi y a mis hermanas.
—Espera....¡tienes hermanas! y ¿dónde están?— Tras su última pregunta Dalia refunfuño, se decepcionó de ver lo rápido que Quirrel olvidaba las condiciones que le puso.
—Perdón, fue un error.
Vino a su mente entonces las palabras de Dalia cuando llegaron a la puerta de las minas "Aquí fue donde mis..." quizás se la jugaba al teorizar aquello pero le sonaba coherente el pensar que Dalia sufrió ese tipo de pérdidas, podía entender que no quisiera hablar de eso.
—Mhh supongo que esas cosas no puedes responderlas...Entonces háblame de esos tatuajes que llevas. Por lo que observé sólo las mantis los llevan y algunos mestizos entre mantis también.
—Bien veras, ya te había contado de que nuestra tribu salió de otras que era muy serrada en la que era someter a otros por la fuerza o que te sometieran a la fuerza, no existían ninguna especie de rito o cosa cultural muy marcada, excepto por que a su nudo celebraban el paso a la edad adulta, aquí se hizo lo mismo pero se le añadió los tatuajes para simbolizar ese paso además de que se hace normalmente una celebración cuando eso ocurre, aunque hay más casos Jade y Salvia los usan para remarcar más poder y su estatus, también hacemos unos más sutiles para distinguir a los guerreros y cazadores de aquí.
—Interesante.
—Si aunque estas prácticas solo las hacen las Mantis y los mestizos, aunque ellos lo hacen por querer sentirse más integrados por esa parte de Mantis que tienen. Aunque bueno ese es el por qué los demás lo usan.
—¿Tu no?
—Yo los uso por una promesa que le hice a alguien...y por que creo que se ven lindos— Dijo susurrando de tal manera que Quirrel no la escuchara.
—¿Que dijiste?
—¡N-nada!
Mientras pensaba en que más preguntar se dio cuenta de que no habían seguido con las pistas del bicho que estaban persiguiendo.
—Oye...creó la presa se quedó un poco de lado...
—No te preocupes por eso, las huellas no eran frescas seguro no hubiéramos dado con el bicho ni corriendo.
—Ya veo. Este lugar parece demasiado tranquilo.
—Eso es por que no estamos en época de apareamiento de ningún bicho, cuando eso llega este lugar se vuelve una locura.
Ambos continuaron platicando un largo tiempo sin moverse de su lugar, Quirrel salvo pequeños detalles pudo saciar su sed de conocimiento, y Dalia increíblemente se la había pasado bien platicando y más cuando Quirrel, tanto que sin querer había bajado la guardia y se permitió rebelar una que otra cosa personal, era una buena distracción de todo lo que la embargaba, pero el sol empezaba a caer y por supuesto había que regresar.
Pero antes de irse Dalia quería preguntarle algo a la cochinilla, era un deseo que Rae le había pasado, pero no sabía muy bien como expresarlo.
—Quirrel....— para Dalia era algo muy vergonzoso pedirle favores a alguien más
—Oye Rae me dijo el otro día estuviste contándole ciertas historias...que como él las contaba sonaban interesantes.
La cochinilla arceo las cejas, a que venía todo eso?, querría hacharle en cuenta algo? —Si eso es cierto, le conté algunos de mis viajes.
Las mejillas de la mantis se tornaron un tanto rojas de pesar en decirlo directamente, como no se podría dar cuenta él cochinilla, era obvio lo que hería. —Te importaría contarme alguna de tus aventuras— Dijo final te en un tono mandón, pero sentía que se había quitado un gran peso de encima.
Quirrel la miró incrédulo, no se esperaba que ella le pidiera algo, no se lo esperaba de la mantis por lo que solo sonrió y le contestó con un —Si claro—
Quirrel empezó a contarle las experiencias que para él habían sido más emocionantes, el bicho tenía un talento para transmitir la emoción de sus viajes con sus palabras, incluso había logrado sacarle un par de risas a la mantis.
—Y entonces fue ahí cuando me sacaron a patadas de esa casa—
—¡Jajaja! no puede ser Quirrel eres un desastre. No me sorprende que no tengas memoria, con lo que me cuentas seguro que quedaste así después de que una chica te haya dado una paliza.
En vez de enojarse con el comentario de Dalia, Quirrel se detuvo un momento a pensarlo, quizá esa era la respuesta al mayor enigma de su vida —Jmm! Puede que sea cierto, en ese caso puede que si me golpeo la cabeza, sea capaz de recordarlo.
—Pero qué tontería, lo único que lograrías con eso es que te termines moliendo el cerebro. Aunque...ahora que lo pienso si, hagámoslo— Dalia agarró su lanza alzándola contra Quirrel.
—¡¡!! ¡No espera cambio de opinión!— Dalia volvió a lanzar una ligera risa.
—Creo que le hubieras gustado a mi hermana Jazmín, siempre le gustaron los chicos torpes y raros como tú— Quirrel no estaba seguro si eso era una ofensa o un cumplido.
Dalia soltó una última risilla y le dio un codazo en el hombro que le hizo tambalearse un poco.
Al menos podía decir que logró hacerse amigo de una mantis, era todo un logro.
—————————————————————-
Hey!
Pues las cosas parecen que van bien entre estos dos, este capítulo en cierta parte fue un capítulo separado en dos partes, me gustan ese tipo de capítulos que abarcan dos historias en el mismo capítulo, hoy no tengo mucho que decir, salvo que tengo sueño, mucho sueño
Nadie:
Absolutamente nadie:
Rae: Cuando en la telenovela empiezan a aparecer culebrones amorosos entre Dalia, su interés amoroso y el hombre que te encontraste en la calle y que fue muy chido contigo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro