Pelea fraternal
El sol lleno de luz aquel oscuro bosque, donde dos Mantis dormían uno encima del otro, disfrutando de un sueño que les hacía mucha falta, sobre todo a la hembra que se veía muy cómoda frotando su rostro entre el pecho y cuello de él macho. Los primeros minutos después de despertar para Jade fueron memorables y hasta placenteros, pero tras llegado cierto punto le estaba siendo difícil contenerse, pensaba que debía de despertarla, pero se veía tan feliz y calmada que no se quería imaginar la reacción de la Mantis si la despertaba, quizá eso sería lo más aterrador pensar en que pasaría si se le sacaba de ese estado tan pacifico.
Y fue que, unos oportunos rayos de luz se colaron entre las hojas del bosque dando directamente en su cara, Dalia abrió los ojos revitalizada, hacia mucho que no se sentía tan bien, había sido un amanecer pacifico y tranquilo, pero había algo raro, su cabeza estaba recargada en una firme pero cómoda almohada ¿que podría ser esa cosa?. Su textura era rara también, era muy firme, estaba templada y por lo poco que sus cansados ojos le permitían ver que tenía un color verde brillante, Dalia hizo un recorrido con su mano a través de toda su almohada, era agradable de cierta forma además de que desprendía un aroma agradable muy familiar de hecho, con forme sus manos se iban haciendo reconocimiento sintió como su almohada estaba respirando algo agitada, ¿una almohada que respira? Estaba confundida pero no quería levantarse a averiguar la naturaleza de su colchón, olía muy bien, era agradable poniéndolo en comparación era como se imaginaba que sería estar con Jade en sus antiguas fantasías que tenía de pequeña...de hecho olía igual a Jade...Jade...jade...¡Jade!.
Se levantó de forma abrupta viendo como efectivamente había estado manoseando el musculoso, sensual y seductor cuerpo de su líder de forma muy descarada.
Dalia debatía sobre en cómo afrontar esta situación, tenía al macho que le gustaba bajo ella, totalmente a su merced. Aunque no estuviera en celo igual estaba sintiendo esa urgencia de consumar el acto ahí mismo. ¿Que era esa sensación? Y por qué ver a Jade de esa manera después de a ver recorrido gran parte de su cuerpo la ponía así. No podía responderse a ella misma y su cuerpo involuntariamente reflejaba esto haciendo que sus garras apretaran con más fuerza él cuerpo del Lord.
Jade hizo un leve quejido, al sentir como la Mantis estaba apretándolo demás —Querida apreció que hayas pensado en agradecerme de esta forma, pero mis costados no son una zona muy estimulante sabias.
La voz de Jade la sacó de sus fantasías —Ah, ¡calla pervertido! — Dalia lo pateó tirándolo de la rama, estampándose contra el suelo. —Au!
—Te lo mereces, esto tu culpa!
—Si soy el causante de que de pronto te pusieras cariñosa, me alaga, pero no veo como eso me hace merecedor de una patada— Jade le lanzo una sonrisa pícara a Dalia, que no fue bien recibida, más bien le provocó a Dalia ganas de golpearlo más. Jade detectó estas intenciones a tiempo para cambiar de tema astutamente—De cualquier manera deberíamos seguir buscando a Rae. Y quizás más tarde continuar con esto.
Tenía razón, no podía ser que se estuviera distrayéndose con estas cosas, bajo de la rama, todavía algo sonrojada sin dirigirle la mirada a Jade
—¡P-Pero no pienses que hemos terminado aquí!.
—Lo que tú digas querida.
Durante el viaje Jade fue capaz de darse cuenta que por donde fuera que Rae y su misterioso acompañante eran asechados por las pisadas de antes, tres individuos acosando al pequeño de Dalia, puede que Rae estuviera siendo presa de esos individuos, por lo que para el solo podía a dos cosas al final de las huellas, una era un cadáver y la otra tres cadáveres, claro no expresaría estos sentimientos a su compañero pero si podía comunicar el asechamiento a Rae. También había tratado de identificar a los responsables de esas huellas, no había tenido éxito pero tenía sus sospechas.
—Dalia. Eh estado observando las pisadas que están detrás de las de Rae, claramente están acechándolo. Y creo saber quienes son— Dalia detuvo su andar y miró a Jade con total atención —Veras antes de que llegáramos aquí tuvimos que negociar con otras tribus para que nos dejaran pasar, una de esas fue una aldea entera de Mantispas, son las más cercanas a este lugar.
—Y que es lo que quieren con el? (Los matare si se atreven a hacerle daño)—
—De buenas a primeras dudo que lo quieran matar, por cómo van las huellas, Rae podrá llegar a su aldea lo arrastren a ella o no, eso si continúa caminado por esta dirección, lo que si creo que puedan llegarle a hacer es exclavisarlo, son muy adeptos a esas prácticas.—Jade vio como de inmediato Dalia parecía estar a punto de reaccionar de forma violenta, claro no contra el, por suerte — Si Rae está ahí, yo me haré cargo de ellas, negociar con Mantispas es algo que se me da bastante bien —Una amplia sonrisa siniestra apareció en su rostro mientras hacía crujir sus extremidades.
Increíblemente sus palabras tranquilizaron a Dalia, si esos cabrones habían esclavizando a Rae, por ella que se murieran todas, al menos ya tenían claro un lugar al que ir.
La noche llegó y habían logrado llegar a la orilla de un arrollo, un lugar muy tranquilo para descansar, a diferencia de los niños ellos no veían la necesidad de montar campamentos elaborados, solo con una pequeña hoguera les bastaba para cocinar los alimentos que habían traído.
Se encontraban sentados el uno frente al otro, cocinando sus alimentos sin ningún intercambio entre ellos, solo las miradas fugases de Jade a Dalia que hacía cada tanto para ver si ella se encontraba bien, actualmente estaba sacándole filo a sus armas, sin ser bueno en estas cosas, pensaba que lo indicado era no mantener a Dalia tan centrada en Rae, sabía que si la dejaba mucho tiempo pensar en ello podría llegar a deprimirse o desesperarse, lo mejor que podría hacer era que en estos momentos de paz mantenerla ocupada pensando en otra cosa. Lastimosamente no tenía idea de que hacer.
Jade termino de masticar su comida, se levanto y se acerco un poco a Dalia —Ya me voy a descansar— esta sin voltear a verlo le respondió —Vale.
Las mejillas de Dalia se enrojecieron al sentir como Jade se había puesto a su lado y seguidamente recargó su cabeza sobre la suya, —¿¡Pero que estas haciendo!? Dalia volteó la cabeza para verlo a la cara pero Jade se lo impidió con la mano.
—No te muevas tanto quiero descansar— Bostezo.
—¿¡Y por qué tienes que descansar así!?
—Acuérdate que yo te deje dormir sobre mi, a si que ahora no te quejes— Dalia se enrojeció más al recordar el incidente de esta mañana y entre que lo pensaba solo sintió como Jade ya se había quedado dormido.
—Jade!
—Jade!! ¡Oye despierta!— Pero por más que grito no se despertó, al menos eso mantuvo su mente ocupada por toda la noche estaba muy nerviosa teniendo ahora a su Lord dormido junto a ella, no podía decir que no le gustara pero se le estaba siendo muy incómodo estar tan apegada a él. Sus preocupaciones se extendieron tanto hasta que también fue víctima del sueño. A la mañana siguiente también patearia a Jade por acérela aguantar todo eso.
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Los pequeños se había logrado salvar de las Mantispas, llevaban al rededor de unas horas volando y la noche ya había llegado, Asher estaba planeando volar todo el tiempo que pudiera hasta que su transporte se cansara, fue una gran idea la de conseguir a este animal volador, así llegar a Hallownest no parecía un viaje tan largo.
Durante su viaje tuvo tiempo para reflexionar sobre lo vivido hasta ahora, por fin parecía tener una respuesta al por qué había sido llamado junto a Rae, la clave estaba en su unión, si cooperaban juntos y suplían las faltas del otro podrían ser imparables, el no era bueno en combate pero Rae si, Rae claramente no era capaz de contener la infección para hasta donde él creía el si lo era, entonces es por eso que ellos habían sido elegidos, es por eso que estaban juntos en esto.
Sus alargues pensamientos fueron disipados por Rae mismo, este estaba mirando el paisaje nocturno que tenía frente a él, hasta que se le ocurrió mirar atrás, podía ver todavía de donde venían y alejado de eso, hasta el fondo de todo aquello podía ver un enrome árbol blanco que resplandecía entre toda esa oscuridad, tenía que ser eso, su casa debía estar haya, miraba con horror como no se estaban acercando si no alejando, después de todo Asher no sabía como llegar —"Da la vuelta"
Rae trato de advertir a su hermano de que estaban tomado la dirección incorrecta —"¿Que por que?"
—"Estamos yendo en dirección contraria casa esta para haya" —Señalando el árbol
—"No estas mal, Hallownest queda para este lado"—Rae abrió los ojos como platos, si no fuera blanco probablemente también hubiera palidecido, todo este tiempo no había echo más que alejarlo de su hogar, no lo pensó dos veces y se interpuso entre su hermano y el bicho, tomando él el mando y dirigiendo al bicho rumbo al árbol blanco.
—"¿¡Pero qué haces!?"
—"¡Alejándonos de ese lugar!"—Asher trató de recuperar el mando pero Rae se lo impedía.
—"No vamos a regresar"— Los dos empezaron a forcejear tratando de alcanzar los controles —"¡Que tanto dices déjate ya de juegos!"— Ambos empezaron a luchar sobre el insecto tratando de dirigir este hacia donde cada uno quería, los jaloneos y golpes provocaron que el insecto perdiera el control sobre sí mismo dando un giro sobre sí mismo para quitarse de encima a los hermanos que peleaban sobre el.
Ambos cayeron de su espalda directamente al suelo
Asher miró al cielo para ver cómo su transporte se iba volando —"¡Pero mira lo que has hecho. Ahora nos tomará más tiempo volver a Hallownest!"
—"Yo en ningún momento quise ir haya, no puedo creer que me engañaras para llevarme hasta ahí"— Rae miro indignado a su hermano, quien estaba confuso ahora —"Yo nunca te engañe, tu dijiste que querías regresar a casa"
—"Mi casa no está ahí, yo vivo para haya"—apuntando a l lugar por donde estaba el árbol
—"Pero para que quisieras ir ahí tenemos un deber que cumplir y ese deber está en Hallownest"— Asher no lo estaba entendiendo, aún si no quisiera ser el próximo Hollow Knight, este había sido llamado para regresar, era su deber estar ahí.
—"De ninguna manera, no voy a darle el gusto a ese maldito gusano ¡Jamás voy a regresar!"— Dijo negando con las manos muy tajante.
—"¿Como puedes decir eso? Es nuestro deber y única misión en la vida hacer aquello por lo que fuimos creados.— Asher no podía concebir la idea de ir encontrar de ese deseo de su padre, no podía siquiera pensar en que había algo más aparte de su misión, ir en contra de eso era, absurdo.
—"¡Eso no es cierto, hay más cosas además de esa absurda tarea, piensa en todo lo que hemos vivido y te e contado hasta el momento. Asher nos tiraron al abismo y ahora ese rey piensa que pude ordenarnos que resolvamos su problema, no tenemos que hacerlo, podemos vivir como queramos, Hallownest ya no tiene nada que ver con nosotros".
—"Te equivocas no hay nada más aparte de la misión, estamos obligados a cumplirla y aunque no lo quieras vas a venir conmigo"— Asher desenfundo su arma apuntando a Rae con ella, lo llevaría con él aunque tuviera que hacerlo a la fuerza.
Rae retrocedió unos pasos hacia tras, tomado su cuchillo listo para atacar pero no quería hacerlo —"Piensa esto bien, no tienes por qué hacerle caso a ese gusano, el no tiene la capacidad de decidir sobre nuestras vidas"— Su hermano no le hizo caso y solo cargo en su contra de él, con un ágil salto logró esquivar su golpe, Asher aprovechando que Rae estaba en el aire hizo un corte horizontal que apenas pudo bloquear con el cuchillo.
Tantos ataques que tuvo que bloquear y hacer con el cuchillo había terminado por dejar en mal estado esta arma suya, era incluso increíble que siquiera estuviera todavía en una pieza, pero ya no más, Rae bloqueó un ataque en vertical del aguijón de su hermano, de inmediato llegó otro golpe y otro y otro todos ellos cargados con violencia hasta que el cuchillo se partió en dos. El cuchillo que tanto había ayudado a Rae todos esos días se había roto, se le pasó por la mente protestar, pero ya estaba teniendo que esquivar otro golpe de Asher. Atacó de forma horizontal y Rae se tumbó en el suelo para poder esquivar el golpe para de inmediato saltar hacia delante dándole un golpe con su cabeza a Asher.
Esto le dio suficiente tiempo como para alejarse de su hermano, dando un pisotón sobre el suelo una enredadera de gran tamaño fue disparada en contra de Asher, el hechizo atravesó la tierra hundiéndose en el suelo, apareciendo y ocultándose hasta alcanzar a Asher, la planta se sacudió violentamente hasta que en una de sus sacudidas estampó al contender contra el suelo haciendo una grieta diminuta en su máscara, pero el golpe lo sintió y mucho.
Asher se levantó con dificultad tras ser estampado, partículas de vacío salían del pequeño agujero en su máscara, pasó un rato tratando de asimilar su estado, tiempo que Rae no desaprovechó, como antes trato de hacerle una lleve a Asher, logró agarrarlo de uno de sus brazos pero esta vez su hermano pudo reaccionar con mayor facilidad que antes, a pesar de que ya tenían sujetada su mano, Asher trato de todas las formas posibles evitar ser reducido por Rae, arrojando codazos y cabezasos al aire esperando acertar. Sin éxito pues Rae lo tumbó con suma facilidad y ya en el suelo inmovilizarlo.
Aunque había ganado esta vez la victoria no fue alegre par Rae, no fue algo por lo que alegrarse, pues había tirado por la borda todo la relación que le costó construir, su hermano lo vio con un mezcla entre rabia, decepción y tristeza, una mirada que hizo que se sintiera culpable, incluso si lo trataba Asher no le dirigió la palabra nuevamente, y mejor así era, hablar en ese momento probablemente desencadenaría otra discusión.
No se separarían luego luego, esto sería el siguiente día, ninguno de los dos se atrevió a ir a siegas por el bosque, pero no dormirían como siempre, ambos estarían descansando separados, cada quien ocupado en sus pensamientos y quizá arrepintiéndose y pensado si hicieron lo correcto, como fuera el día siguiente ambos despertaron, sin verse los dos empezarían a caminar para lugares opuestos, uno hacia un futuro incierto y el otro hacia un futuro tortuoso.
Sin embargo aferrándose aún a su necedad y esperando cobrar venganza por lo ocurrido una noche atrás dos Mantispas muy malhumoradas ya habían encontrado el momento idóneo para realizar su ataque, la noche anterior tuvieron suerte de estar en el lugar idóneo como para ver como los dos contenedores caían de su vehículo de forma abrupta hasta el suelo, fue difícil localizarlos pero al llegar pudieron ver con gusto como los dos chicos estaban separándose, ¿por que? Que más daba era justo lo que querían.
El líder de la escuadra habló, con notable satisfacción y preparándose para ejecutar el plan —Es nuestra oportunidad, al fin los dos se están separando—
Acompañándolo estaba el explorador de su grupo un joven Mantispa que apenas había llegado a su etapa adulta, casi siempre se comportaba muy pasivamente, pero ahora estaba actuando con un sadismo muy propio de su especie —Perfecto, ¿entonces por quien vamos primero?
—Olvida al otro, solo iremos por el pequeño diablo que nos importa— El joven Mantispa iba a protestar pero la mirada fiera de su líder le dio un punto y final a su discusión —Ya hemos perdido mucho tiempo con ese pequeño, atrapemos a ese demonio y acabemos con esto de una buena vez.
Su conversación terminó en el momento en el que los dos contenedores se separaron, agarraron una nueva red de ceda listos para por fin ejecutar su tan ansiada venganza. Asher ignorante a todo lo que se le venían encima estaba agüitando su aguijón de forma violenta, un gesto irrelevante para las Mantispas pues lo que realmente importaba es que por fin podrían darle fin a su búsqueda, siendo lo más precavidos posibles y aprovechando que Asher no estaba muy enterado de lo que sucedía a su alrededor, se colocaron detrás de él, con una precisión que parecía ensayada atraparon al contenedor en la red.
Rae caminaba cabizbajo, pensativo, se había acordado en qué dirección quedaba el árbol blanco y su casa, debía estar feliz, se reuniría con su familia al fin, y claro que lo estaba, pero se sentía vacío, como si algo le faltara. Pero estas preocupaciones fueron reemplazadas en un santiamén, al ver como las Mantispas de siempre estaban saltando de forma apresurada de árbol en árbol auxiliándose de sus alas, y una de ellas curiosamente cargaba un bulto de tamaño considerable envuelto en hilo de seda, sus alertar se dispararon al ver claramente dos cuernos grandes de un aspecto peculiar sobresaliendo de esta, al ver atrás sus sospechas fueron confirmados, puesto que tampoco se habían separado mucho, podía ver como Asher había dejado su aguijón en el suelo.
—"¡¡Asher!!"
No importaba que fuera lo que pensara su hermano o que estuvieran peleados, no iba a dejar que su hermano se lo llevaran las Mantispas, estaba muy al tanto de sus problemas con ellas y que si ellas se lo llevaban nada bueno le pasaría, retrocedió para tomar el aguijón de su hermano y entonces corrió tan rapido como pudo detrás de los secuestradores de su hermano.
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La gran y poderosa luz había tomado más presencia en aquel sueño, ahora teniendo casi una total presencia dentro de aquel sueño achicando y devorando la pequeña oscuridad que todavía quedaba rodeando al contenedor, siendo esta la única que protegía su mente de las palabras engañosas de la diosa parasitó.
—Oh pequeño niño, no temas de mi, estoy aquí para ayudarte a ti y a tus hermanos, yo puedo ayudarles, les daré todo lo que queráis.
Aunque su presencia era claramente intimidatoria, la diosa prefirió hablar con un tono suave y cálido, casi sonando a una dulce madre hablándole a sus crías, pero no funcionaría contra el contenedor, el sabía que bajo esas palabras de amor y cariño había un monstruo sediento de venganza, una diosa cruel y despiadada que no dudaría ni un momento en provocarle dolor.
El contenedor negó con los brazos a la propuesta de la diosa, la diosa suspiró, tenía en cuenta que esto pasaría pero desearía que estos hijos de la oscuridad le hicieran la tarea más sencilla.
—Tontos aquellos que se atrevan a ir en contra de mi voluntad.
Su mirada de compasión y cariño se transformó en una de absoluto desprecio por el contenedor, The Radiance afirmando su autoridad como diosa de los sueños, grande e imponente, la diosa veía al contenedor como una hormiga patética a la que podía aplastar con suma sencillez, las tinieblas que lo rodeaban se desvanecían con el aumento de luz de The Radiance, casi disipándolas por completo. Solo le quedaba luchar, solo quedaba resistir el embate de la diosa hasta que acabara el sueño.
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